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Latinoamérica

28 de febrero del 2002

Fracaso estrepitoso del sistema

El Siglo

Durante la Mesa Redonda efectuada en el reciente Encuentro Internacional de Economistas, en La Habana, se analizó la grave situación por que atraviesa Argentina. En ella participó Fidel Castro. La crónica, escrita por Joaquín Rivery Tur y Mario Jorge Muñoz Lozano, nos fue hecha llegar por Nuestra América.

La actual crisis económica, política y social argentina fue sometida a un análisis multilateral en la sesión plenaria vespertina del IV Encuentro Internacional de Economistas sobre Globalización y Problemas del Desarrollo, con sede en el Palacio de las Convenciones.
El proceso que se vive en aquella nación tiene tanta importancia a la hora de estudiar los intentos de imponer el neoliberalismo en los países de América Latina y el Caribe, por su fracaso estrepitoso, que el IV Encuentro decidió dedicarle un espacio particular de análisis múltiple por parte de un grupo de académicos argentinos de reconocido prestigio.
El Comandante en Jefe Fidel Castro, después de escuchar atentamente las explicaciones de los profesores que hicieron las exposiciones, se interesó por una serie de interrogantes sobre el tema.
El análisis lo abrió Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz, para plantear la historia, el origen de la situación actual, visto por él en la serie de regímenes militares en el país del Cono Sur promovidos por la doctrina de la seguridad nacional, estudiada en centros castrenses de EE.UU. y fomentada por el endeudamiento externo y políticas irracionales.
La situación actual, la rebelión, fue producida por el hambre, porque los piqueteros que cortan carreteras han sido despedidos de sus empleos o no los tienen y necesitan alimentar a sus familias. Los condicionamientos de los organismos financieros internacionales, añadió, han sido otro factor, y no se olvide que el voto contra Cuba en la Comisión de Derechos Humanos en Ginebra fue el precio de un préstamo.
Atilio Borón, doctor en Filosofía de la Universidad de Harvard y de la de Buenos Aires, señaló que la crisis demuestra a dónde conducen las prácticas neoliberales. Se trata de una crisis hecha en Washington, porque desde que el presidente Carlos Menem abrazó la vía neoliberal, el FMI y el Banco Mundial impulsaron aquella política y, además, ningún ministro de Economía de América Latina puede tomar decisiones importantes sin consultar con Washington.
Para Aldo Ferrer, ex ministro argentino, la crisis se debe a la desrregulación del mercado, sin orden, a políticas que llevaron al endeudamiento, a la pésima respuesta a los desafíos de la globalización financiera que destruyó la competitividad nacional.
Hoy -añadió- estamos ante medidas tomadas a medias, desorden fiscal, un sistema monetario desorganizado y, como elemento positivo, el hecho de que se ha reinstalado la inquietud sobre el interés e identidad nacionales.
Jorge Beinstein se declaró asombrado de que con la crisis se ha recomenzado a hablar de conceptos que habían sido sustituidos, entre ellos pueblo, lucha, imperialismo y hasta revolución.
El gobierno argentino ha hecho pronósticos para este año, pero el FMI le contestó que todo lo malo que anuncia en decrecimiento, déficit fiscal, aumento del desempleo, millones de pobres y otros temas va a ser mucho peor que el anuncio oficial.
Alfredo Eric Calcagno y su hijo Eric insistieron en que en Argentina el establishment económico no tiene respuesta al fracaso de la economía neoliberal. El modelo rentístico de la economía que funcionaba desde la década de los 70 murió. Vivió del endeudamiento externo y se terminó cuando se acabaron los préstamos.
En el entender de los especialistas argentinos, en estos momentos el gobierno busca una ayuda del FMI para durar unos meses, porque nadie sabe nada, en el nuevo presupuesto no se ha cambiado la estructura fiscal y se van a continuar aplicando las consideraciones de Washington. Según ellos, algo que teme Estados Unidos es la repercusión del movimiento popular en los países limítrofes, donde se aprecian fuertes movilizaciones de las masas.
Antes de la mesa redonda, fue proyectado un video en el que el célebre economista norteamericano Jeffrey Sachs elogió el caso de Cuba que, además de su política social, elaboró una estrategia de nuevos productos, ilustrada con el ejemplo de la industria médico-farmacéutica y la perspectiva de su comercialización, las inversiones extranjeras y la incentivación del turismo, lo que le augura un éxito en el mercado internacional.
El problema del empleo
En otra de las intervenciones de la noche, Carmen Pagés Sierra, economista del Banco Interamericano de Desarrollo, se refirió a la problemática laboral del continente y demostró con datos que ha crecido el número de empleos con bajos salarios y, además, se registra un deterioro de las condiciones laborales.
Sus consideraciones provocaron nuevas preguntas de Fidel relacionadas con la situación del desempleo juvenil, el cual se estima en más del 20 por ciento, según la representante del BID.
Al respecto, el líder de la Revolución se refirió a los programas que ha organizado nuestro país para resolver este problema, sobre todo, con facilidades para que los jóvenes se reincorporen al estudio.
El reciente escándalo de la compañía Enron, otrora séptima empresa de Estados Unidos y la decimosexta global, fue analizado por el mexicano Alfredo Jalife, en la cual dijo que el Enrongate "ha puesto en la picota a todo el sistema corporativo mafioso financiero-contable-bancario de EE.UU., que ha secuestrado a su sistema político electoral".