GRANMA

QUITO, 23 de febrero.—Una situación especial de conflicto vive hoy el nororiente de Ecuador, cuando la provincia de Sucumbios además de estar en emergencia oficial por el conflicto en Colombia, ella y la vecina de Orellana están en paro total, reporta Prensa Latina.
La medida, de hecho, adoptada en asamblea biprovincial, radicaliza la que desde hace cinco días mantienen dos cantones sucumbianos para exigir obras sociales de compensación al consorcio estadounidense OCP-Techint por la construcción de un oleoducto de crudos pesados.
Figuran entre otras demandas la declaratoria de emergencia eléctrica y agropecuaria para los territorios, pago de indemnizaciones a campesinos por las exploraciones sísmicas y construcción de vías de acceso en esos territorios.
Las dos provincias amazónicas amanecieron incomunicadas con el resto del país, en tanto comunidades de indígenas y colonos ocupan varias instalaciones petroleras y desafían a fuerzas militares despachadas para sofocar las protestas, encabezadas por las autoridades provinciales.
Los últimos informes consignaron al menos cinco personas golpeadas la víspera, al intentar los efectivos castrenses desalojar por la fuerza a casi dos centenares de lugareños en el campo petrolero de Bermejo.
El oleoducto, tema de encendidas polémicas por su impacto en la biodiversidad amazónica y en su recorrido hacia el occidente del país, constituye una obra priorizada del gobierno y del consorcio.
Previo al paro biprovincial, el presidente Gustavo Noboa dispuso ayer el estado de emergencia para Sucumbios, anunciada como medida frente a los impactos de la arreciada guerra en la frontera, tras la ruptura del diálogo entre el gobierno y las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Esa acción, dijo Jorge Alvarez, presidente de la Confederación de Organizaciones Sociales, no detendrá el paro, al que aseguró se unen 12 000 indígenas, quienes cierran las vías en apoyo a los colonos.