VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Latinoamérica

Actualizacion de info. sobre la ruptura de las negociaciones
de paz entre el Gobierno y las FARC-EP.III



Equipo Nizkor - Derechos Human Rights - Serpaj Europa

i) TEXTO DE LA ALOCUCIÓN DEL PRESIDENTE ANDRÉS PASTRANA.

Bogotá, 20 de febrero de 2002

"Colombianas y colombianos:
En octubre de 1997 cerca de 10 millones de colombianos -la votación más alta en la historia del país- votaron el mandato por la paz, un mandato que obligaba a todos los candidatos presidenciales a buscar la paz de Colombia a través de la negociación política. En junio de 1998, seis y medio millones de votos -también la votación más alta en la historia de las elecciones presidenciales- apoyaron mi proyecto de paz. Por eso, desde el primer día de mi Gobierno no he cesado de trabajar por cumplir la misión que ustedes me entregaron, ¡la misión que me confió la democracia! Me la jugué íntegramente por alcanzar la paz. He hecho todo lo posible para consolidar un proceso que nos llevara a ella. A ustedes, mis compatriotas, y al mundo entero, les consta que lo hice todo, ¡todo lo posible!, Para alcanzarla, por encima de incomprensiones, impaciencias o provocaciones. Pero no fui yo sólo. Hemos sido todos los colombianos los que nos la hemos jugado por la paz. Hemos sido todos -la gente del común, los líderes, la iglesia, los partidos políticos, los sindicatos, los mismos candidatos- los que hemos aportado nuestra generosidad, nuestra fe, nuestra paciencia, para apoyar este proceso en el que depositamos nuestras esperanzas. Muchas veces fui criticado por mi empeño en alcanzar la paz por la vía del diálogo. Se decía que era ingenuo, que estaba sordo, ciego, mudo ante la violencia. Pero no. Todo lo que hice fue con el único propósito de evitar que se siguiera derramando sangre de colombianos. El Gobierno cumplió siempre su palabra en todos los acuerdos. El Gobierno jugó siempre de forma transparente, con buena fe, con las cartas sobre la mesa, y fue firme cuando las circunstancias lo exigían. Puse en riesgo mi popularidad, mi capital político y mi lugar en la historia, y no me arrepiento, porque lo hice pensando en la paz de Colombia y de todos los colombianos. Planteé una estrategia de paz que es mucho más que el sólo proceso del Caguán. También la paz se ha venido buscando mediante otras vías igualmente importantes: Internacionalizando su búsqueda a través de una activa diplomacia por la paz; luchando contra el flagelo del narcotráfico que financia la violencia; fortaleciendo nuestras Fuerzas Armadas; convocando la participación y el interés de todos los colombianos, y haciendo una inversión social sin precedentes. Y es mucho lo que hemos logrado. Hemos trabajado más de 3 años y medio por alcanzar la paz y hoy debemos reconocer que, a pesar de la insensatez de la contraparte, no hemos perdido el tiempo. No se han perdido estos 3 años y medio, porque el proceso de paz -visto de una manera integral- nos deja muchas fortalezas que antes no teníamos:
A nivel internacional, hemos logrado reunir, como nunca antes en nuestra historia, a toda la comunidad internacional en torno a nuestro proceso de paz, apoyando las legítimas aspiraciones de paz de los colombianos. Hoy la guerrilla está desenmascarada y ha mostrado su verdadera cara, la cara de la violencia sin razón, ante el mundo. Hoy las naciones del planeta saben que no son robin hoods que luchan por el pueblo oprimido, sino personas sin escrúpulos que no tienen problema en asesinar niños para conseguir sus fines. Hemos también avanzado mucho en la lucha contra el narcotráfico, fuente de financiación de toda clase de violencia, logrando que la comunidad internacional acepte su responsabilidad y nos apoye con importantes recursos y con cooperación en todos los frentes. Además -todos ustedes lo saben-, no hemos sido ingenuos durante todo el desarrollo del proceso. Hemos apostado por la paz mediante el diálogo pero, simultáneamente, hemos fortalecido nuestro poder militar. Hoy, gracias a las instrucciones que yo mismo impartí y vigilé desde el primer día de mi Gobierno, Colombia cuenta con las Fuerzas Armadas más grandes, más profesionales, más capacitadas y mejor dotadas de toda su historia. Si alguna vez los colombianos hemos tenido cómo defendernos de la agresión de los violentos es hoy, y las Fuerzas Armadas están listas para cumplir su misión de defender la vida, honra y bienes de los colombianos. A nivel interno, hemos logrado que todo el país, todos y cada uno de los colombianos, se comprometa con la paz. Antes se pensaba que ese era un problema únicamente del Gobierno con la guerrilla. Hoy somos conscientes de que es una guerra que nos han declarado los violentos a la sociedad y que somos todos los que tenemos que trabajar para detenerla. Hoy la paz es el tema central del país. Desde el punto de vista político, le hemos propinado la más grande derrota de toda su historia a las Farc y logramos que la guerrilla perdiera el poco apoyo que había logrado reunir en sus más de 30 años de existencia. Hoy nadie en Colombia cree que la guerrilla sea una opción política y su respaldo popular es prácticamente cero. Ya nadie cree que están a favor del pueblo: ¡están en contra del pueblo!
Y hemos hecho algo más, dentro de nuestra política de paz: Mientras las Farc exigían a través de la violencia mejoras sociales para los colombianos, pero no hacían más que generar miseria, desempleo y dolor a su alrededor, mi Gobierno puso en marcha, con el Plan Colombia, la estrategia de inversión social más grande de nuestros tiempos. Esa revolución que la guerrilla pretende promover, nosotros ya la estamos haciendo. ¡Porque la revolución social se hace con obras, no con terrorismo!
Miremos unos datos que hablan por sí solos: Mi Gobierno dejará invertidos más de un billón de pesos, representados en nuevos empleos, viviendas, carreteras y educación, en programas sociales que beneficiarán a más de 2 millones de los colombianos más necesitados. ¡Eso sí es una revolución social!
Así que no hemos perdido en estos difíciles años. Al cabo de todo, si hacemos un balance objetivo, hoy estamos más preparados que nunca, más unidos que nunca, respetados y apoyados internacionalmente y más fuertes militarmente para enfrentar la violencia que nos agobia. Pero para hacer la paz se necesitan dos. Hoy hace exactamente un mes se firmó en Los Pozos un Acuerdo de Cronograma para el Futuro del Proceso de Paz, el cual fue recibido por todo el país como una señal de esperanza hacia el desescalamiento del conflicto armado y el logro de la paz que tanto queremos. No obstante, desde ese día las Farc no han hecho otra cosa que borrar con sus acciones el espíritu de conciliación que habían firmado en el papel. Veamos: (Video).
Se intensificaron los atentados terroristas, que alcanzaron los 117 en tan sólo los últimos 30 días. Fueron 4 carros-bomba; 5 ataques a instalaciones; 7 campos minados; el homicidio de 20 civiles, incluyendo mujeres y niños; la voladura de 33 torres de energía, de 2 tramos del oleoducto, de tres puentes, entre otros actos de barbarie. Incluso llegaron a atentar contra los servicios más básicos de los colombianos, como el agua. Y hoy se ha rebosado la copa de la indignación. Por una parte, secuestraron un avión comercial en pleno vuelo -un delito internacional catalogado como terrorismo- y retienen en este momento al senador Jorge Eduardo Gechem Turbay, Presidente de la Comisión de Paz del Senado -con lo que llegan a 5 los congresistas secuestrados por las Farc-.
Además, dinamitaron un puente entre Neiva y Garzón, en el Huila, y también un puente entre San Rafael y San Carlos, en Antioquia, generando con este último hecho el accidente de una ambulancia donde iba una madre en trabajo de parto, resultando muertas tres personas, incluyendo la madre, además del bebé que estaba naciendo. De tiempo atrás, y habiendo oído muchas de las inquietudes planteadas sobre la zona de distensión, le ordené a las Fuerzas Militares un estricto seguimiento de inteligencia para determinar con exactitud los hechos realizados por las Farc en la zona de distensión, en contravía de lo acordado. Es decir, partiendo de la base de que la zona se instauró solamente para adelantar los diálogos y la negociación y no para otro tipo de actividades.
Precisamente hoy el comandante de las Fuerzas Militares me entregó el seguimiento de inteligencia ordenado hace meses. En este documento se ha podido comprobar que las Farc ha utilizado la zona para fines totalmente diferentes de los definidos. Hemos comprobado que las Farc ha construido nuevas pistas clandestinas, se ha comprobado la existencia de nuevos cultivos de coca, hemos comprobado la relación directa en la zona con terroristas internacionales, en pocas palabras, las Farc no cumplió con su palabra.

Quiero mostrarles algunos ejemplos:
1. Construcción y ampliación de pistas para aviones para usos ilícitos.
2. Aumento de los cultivos de coca.
3. Construcción de carreteras en medio de la selva, con fines ilícitos.

Estos, como lo dije, son tan solo algunos de los ejemplos que ya se han comprobado.
¡No podemos soportar más sevicia y crueldad de parte de quienes dicen querer la paz! ¡No es posible firmar acuerdos, por un lado, y poner el fúsil en la cabeza de los inocentes, por el otro! Colombia entera dice:
¡NO MAS! ¡Nos cansamos de la hipocresía de la guerrilla! La guerrilla -en su terquedad y su sordera- ha cometido demasiados errores graves en todos estos años, en contra de la posibilidad de la paz. Ellos mismos -no nadie más- se han cerrado la puerta para el diálogo. Ellos mismos han logrado que ya nadie crea en su voluntad de paz ni en su palabra. Ellos mismos se han negado un espacio político en el país.
Después de los terribles sucesos del 11 de septiembre del año pasado yo se lo dije a la guerrilla en varias ocasiones, incluso desde el mismo foro de las Naciones Unidas: A ellos les correspondía definirse con sus actos: O son un grupo de insurgencia política o son una organización terrorista. O se respeta la vida y dignidad del ser humano, o no se las respeta, como es el caso de las infracciones al Derecho Internacional Humanitario. Tristemente, hoy son ellas las que han firmado su propia definición y ya nadie puede dudar de que, entre política y terrorismo, las Farc optaron por el terrorismo. Los colombianos hemos ofrecido la mano abierta y las Farc nos han respondido con una bofetada. Una bofetada a la paz, al futuro de Colombia y a las esperanzas de más de 40 millones de compatriotas que estamos hastiados de su violencia.
Nuestro país no soporta más expectativas, más incertidumbres, más frustraciones. Manuel Marulanda: Yo le dí mi palabra y la cumplí, siempre la cumplí, pero usted me ha asaltado en mi buena fe, y no sólo a mí, sino a todos los colombianos. Desde el primer momento usted dejó vacía la silla del diálogo cuando yo estuve ahí, custodiado por sus propios hombres, listo para hablar. Decretamos una zona para sostener unas negociaciones, cumplimos con despejarla de la presencia de las Fuerzas Armadas, y usted la ha convertido en una guarida de secuestradores, en un laboratorio de drogas ilícitas, en un depósito de armas, dinamita y carros robados. Yo le ofrecí y le cumplí con el plazo de las 48 horas, pero usted, y su grupo, no han hecho otra cosa que burlarse del país.
Por eso hoy son ustedes los que tendrán que responder ante Colombia y el mundo por su arrogancia y su mentira. Por esto, he tomado la determinación de no continuar con el proceso de paz con las Farc. Este grupo guerrillero, con sus acciones y con su actitud, se ha encargado de cerrarle la puerta a la solución política. Por lo anterior, he decidido poner fin a la zona de distensión a partir de la media noche de hoy y he dado todas las órdenes del caso a nuestras Fuerzas Militares para que retornen a dicha zona, teniendo especial cuidado en la protección de la población civil. También he reiterado la orden de combatir en el resto del país a todos los grupos ilegales y de realizar operaciones no solo defensivas sino también ofensivas.
A los habitantes de la zona quiero agradecerles a nombre de Colombia su apoyo y su colaboración. No los vamos a dejar solos, allí continuaremos trabajando de la mano con las autoridades de cada uno de los cinco municipios.
Colombianas y colombianos:
Es importante que todos seamos conscientes de que la situación de Colombia no será la de una guerra total. No es cierto que Colombia se enfrente sólo a dos caminos: guerra o paz. Lo cierto es que, a pesar de la complejidad de la situación, nuestra democracia sigue siendo estable y sólida y nuestra economía sigue siendo considerada como una de las más equilibradas de la región, y así lo seguirán siendo. Vienen tiempos difíciles, sin duda, en los que se requerirá la unión de todo el país en torno a sus instituciones democráticas. Nadie puede celebrar la situación a la que nos han llevado las Farc. Pero el país no se va a acabar ni vamos a entrar a una terrible guerra sin cuartel. Eso sí: tenemos que estar preparados, porque es muy posible que se incrementen los actos de terrorismo. Ante esto los colombianos de bien tenemos que estar unidos, hoy más que nunca, y tenemos que estar listos a colaborar con las autoridades y a denunciar cualquier conducta sospechosa. ¡La unión hace la fuerza! Olvidemos las divisiones internas y los conflictos pequeños y cerremos filas contra la violencia. No vamos a dejar, de ninguna manera, que el terrorismo nos divida. Todo lo contrario: ¡Vamos a demostrar valor civil, a rechazar a los violentos y a defender a nuestro país! Así lo estamos haciendo ya todos los colombianos, como ocurrió esta misma noche cuando nos manifestamos todos, de forma pacífica pero contundente, contra la violencia de los intolerantes.
Que lo sepan las Farc, que lo sepan todos los grupos que insisten en sembrar violencia y muerte a su alrededor: ¡Un ejercito de 40 millones de colombianos es invencible! ¡Nunca podrán derrotarnos! ¡Nunca, ni en sus sueños, podrán obtener el poder por las armas, porque aquí el poder sólo se gana en las urnas de la democracia! Yo seguiré buscando la paz, de la mano de todos ustedes. Pero no someteré al pueblo colombiano a la arrogancia de unos interlocutores que dicen querer la paz, pero que disparan contra ella.
El libro de la paz sigue abierto y sólo se cerrará el día en que la alcancemos. Que Dios los bendiga. Y que Dios me bendiga. Y que San Miguel Arcángel nos proteja. Buenas noches".
[Fuente: Diario El Tiempo - Bogotá, 21feb02]

ii) TEXTO DEL PRIMER COMUNICADO DE LAS FARC-EP DESPUÉS DE LA RUPTURA DE LAS NEGOCIACIONES.

Los voceros de las FARC-EP en la mesa nacional de diálogo y negociación, informan:
1. El presidente Andrés Pastrana Arango, en la alocución del día 20 de febrero del 2002, tomó la decisión unilateral de dar por terminado el proceso de diálogo con las FARC-EP en momentos en que nos disponíamos a continuar la discusión sobre cese de fuego y hostilidades.
2. Pretextando el incumplimiento por parte de las FARC-EP de compromisos inexistentes se nos responsabiliza de vínculos con el narcotráfico cuando el país y la comunidad internacional conocieron en eventos como la audiencia pública internacional sobre cultivos ilícitos y medio ambiente y en discusiones de la mesa, que dichos cultivos pertenecen a los campesinos pobres quienes olvidados históricamente por el Estado, han tenido que recurrir a esta práctica como medio de subsistencia. Deliberadamente se ignora la propuesta hecha por las FARC-EP sobre sustitución de cultivos ilícitos presentada en la audiencia internacional.
3. Se le exige a las FARC-EP "buena conducta" y "gestos de paz" mientras el Estado escala la confrontación con el fortalecimiento de las fuerzas militares y de policía, alienta el terrorismo de las bandas paramilitares con la participación abierta de algunos mandos militares y desarrolla el Plan Colombia por exigencia de los Estados Unidos.
4. Acusar a las FARC-EP de violación de los acuerdos por haber construido puentes y carreteras para el servicio de la comunidad es de por sí un despropósito que solo busca ocultar las verdaderas razones de su decisión. En los tres años de despeje en los cinco municipios, las Farc-EP construyó con esfuerzos propios puentes y carreteras que el estado no quiso construir en 36 años. Más de mil kilómetros construidos con sus respectivos puentes y alcantarillas en las vías La Sombra-Macarena; Macarena-Vistahermosa; La Julia-La Uribe; Llanos de Yarí-Cartagena del Chairá; Las Delicias Guayabero y la pavimentación de la mayoría de calles del casco urbano de San Vicente del Caguán con apoyo de la comunidad.
No son acciones terroristas como la mostró por la televisión el señor Presidente haciendo eco de los altos mandos militares.
5. El arreglo de pistas de aterrizaje que ya existían con licencia de operación de la Aeronáutica y la construcción de locales comunales, tampoco puede ser presentado como argumento para acabar con los deseos de paz de los colombianos.
6. El presidente Pastrana justificó su decisión utilizando viejas imágenes como las del destruido edificio del DAS cuya verdadera autoría fue conocida por el país. La ruptura fue una exigencia de las Fuerzas Militares, los gremios económicos, los grandes medios de información, algunos candidatos presidenciales bipartidistas y la embajada norteamericana en su afán de no realizar los cambios que el momento actual exige.
7. Una vez más la oligarquía colombiana impide que por la vía del diálogo se hagan los cambios estructurales, económicos , políticos, sociales y militares que requiere Colombia para salir de la profunda crisis en la que la han sumido históricamente los gobiernos liberal y conservador.
8. Durante tres años buscamos soluciones por la vía del diálogo y la negociación para los graves problemas que aquejan a 30 millones de colombianos sin que el Gobierno respondiera a estas necesidades del pueblo. Siempre se hizo el de los oídos sordos. La presencia de más de 30 mil compatriotas que participaron en las audiencias públicas, mesas redondas y con ponencias enviadas a la mesa con propuestas de cambios que democraticen la vida económica y política del país, así como la solicitud del Secretario General de las Naciones Unidas y el presidente de la Conferencia Episcopal en Colombia, corroboran la necesidad de estas transformaciones para lograr la paz con justicia social en nuestro país.
9. Queda claro que el verdadero objetivo que mueve el Gobierno para tomar la decisión de la ruptura del proceso es el de escamotearle al pueblo colombiano la discusión de los temas fundamentales contenidos en la agenda común que trazan el camino a través de la mesa hacia una nueva Colombia.
10. Como prueba de nuestra voluntad de paz quedan en manos del pueblo y de los partidarios de la solución política, la agenda común para el cambio hacia la nueva Colombia y la plataforma para un gobierno de reconstrucción y reconciliación nacional, propuestas que estamos dispuestos a intercambiar con un futuro gobierno que manifieste interés en retornar el camino a la solución política al conflicto social y armado.
11. Exhortamos a la comunidad internacional y en particular al grupo de países amigos a continuar apoyando la búsqueda de la solución política al conflicto social y armado en nuestro país y a tomar distancia del coro guerrerista que en estos momentos se quiere imponer en Colombia con el pretexto de combatir el terrorismo.
12. Al pueblo colombiano le hacemos llegar nuestra voz de aliento para que continúe la lucha y la movilización de manera organizada por la solución de los problemas de desempleo, falta de educación, salud, vivienda y tierra para los campesinos. Por libertades políticas, democracia y soberanía nacional, por un nuevo gobierno que reconstruya y reconcilie la Nación.
13. Las Farc-EP seguirán manteniendo en alto las banderas ideológicas y políticas que han caracterizado su lucha durante más de 37 años por los intereses del pueblo así nuestros enemigos de clase nos den el calificativo que quieran.
Raúl Reyes, Joaquín Gómez, Carlos Antonio Losada, Simón Trinidad, Andrés París
Montañas de Colombia, febrero 21 del 2002
[Fuente: Diario El Tiempo, Bogotá - 22feb02]

iii) DECLARACIÓN DEL DEPARTAMENTO DE ESTADO USA SOBRE SITUACIÓN EN COLOMBIA.
(Gobierno de E.U. apoya decisión de Pastrana, dice Boucher)

"El gobierno de Estados Unidos comprende y apoya la decisión que el presidente Pastrana ha tomado", dijo el 21 de febrero el portavoz del Departamento de Estado Richard Boucher en una declaración a la prensa, al comentar sobre el rompimiento de las conversaciones de paz entre el gobierno de Colombia y las FARC: A continuación una traducción extraoficial del texto de una declaración del portavoz del Departamento de Estado Richard Boucher: Declaración de Prensa
Richard Boucher Washington, D.C.
21 de febrero de 2002

ROMPIMIENTO DE LAS CONVERSACIONES DE PAZ ENTRE EL GOBIERNO DE COLOMBIA Y LAS FARC.

El presidente colombiano Andrés Pastrana anunció el miércoles la suspensión de las conversaciones de paz que durante 3 años se habían llevado a cabo entre el gobierno de Colombia y los rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y dio órdenes a las fuerzas armadas de recuperar el control de la zona desmilitarizada.
El presidente Pastrana y el gobierno de Colombia han hecho todos los esfuerzos para negociar la paz con las FARC. Las FARC no han respondido de buena fe a ninguno de los esfuerzos del presidente Pastrana para lograr la paz. El gobierno de Estados Unidos comprende y apoya la decisión que el presidente Pastrana ha tomado. Hacemos notar también que la decisión del presidente Pastrana ha dado lugar a declaraciones de apoyo de virtualmente todas las principales figuras políticas de Colombia.
El 20 de enero el gobierno de Colombia y las FARC llegaron a su último acuerdo sobre un calendario para las conversaciones de paz. Desde entonces, las FARC han aumentado sus ataques terroristas. Además de numerosos ataques contra instalaciones militares y policíacas, las FARC han asesinado a por lo menos 20 civiles inocentes, incluyendo mujeres y niños; han sido las responsables de cuatro atentados con automóviles cargados de explosivos; han lanzado ataques contra la infraestructura de Colombia, incluyendo el sistema de agua potable de la ciudad de Bogotá, torres de energía eléctrica, el oleoducto Caño Limón-Coveñas y puentes. Las FARC son responsables también del secuestro efectuado ayer de un avión colombiano con 35 pasajeros a bordo y el secuestro del senador colombiano Jorge Eduardo Gechen Turbay, a quien llevaron a la zona desmilitarizada de las FARC.
Buscamos maneras específicas de continuar el apoyo al gobierno de Colombia durante este período difícil. Coincidimos con el gobierno de Colombia en la necesidad de impedir que otros grupos terroristas como las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) aprovechen la situación actual. Estamos en contacto también con el gobierno de Colombia y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para ayudar en la eventualidad de un flujo de personas que abandonen la zona del "despeje". (termina el texto)
[Fuente: Oficina de Programas de Información Internacional del Departamento de Estado de Estados Unidos - 21feb02]

iv) COMUNICADO DEL SECRETARIO GENERAL DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE LA RUPTURA DEL DIÁLOGO DE PAZ EN COLOMBIA

El Secretario General lamenta profundamente la ruptura del diálogo de paz entre el Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP). Reconoce los extraordinarios esfuerzos del Presidente Pastrana en la búsqueda de la paz durante los últimos cuatro años.
Se lograron avances significativos en el último mes. Pero los continuos ataques cometidos por las FARC y el secuestro de un avión ayer, durante el cual se tomó como rehén a un senador del congreso, son violaciones del derecho internacional humanitario y han debilitado el diálogo de paz. Las reiteradas violaciones del derecho internacional humanitario y el secuestro de miles de Colombianos y otros, incluyendo niños, son inaceptables. El Secretario General insta a las FARC a que liberen a todos los secuestrados, incluyendo al ex gobernador Alan Jara, quien fue secuestrado a punta decañón de un vehículo de las Naciones Unidas.
El Secretario General hace un llamado urgente a todos los actores armados a que respeten el derecho internacional humanitario, y las vidas de los civiles, y que cesen la violencia en contra de los Colombianos. Hace un llamado urgente a que se adopten medidas especiales para proteger a la población civil en la antigua zona de despeje que está siendo retomada hoy por el ejército Colombiano. La tolerancia hacia los grupos paramilitares, así como su rápida expansión, causan gran preocupación , y requiere que el Gobierno adopte medidas urgentes y efectivas para atajar este problema. El Secretario General reitera que los 40 años de conflicto en Colombia requieren una solución negociada como respuesta a sus profundas causas sociales y políticas. Sus buenos oficios están a la disposición de las partes, si así lo requieren.
21 de Febrero del 2002
[Fuente: Oficina en Colombia del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos - Comunicados de Prensa 2002 - 21feb02]


v) DECLARACIÓN DE LA UE SOBRE LA RUPTURA DEL PROCESO DE PAZ EN COLOMBIA.

Declaración de la Presidencia en nombre de la Unión Europea sobre la ruptura del Proceso de paz en Colombia.
(Bruselas, 22 de febrero de 2002)

"La Unión Europea comprende y respeta plenamente la decisión que el Presidente de Colombia se vio obligado a tomar el 20 de febrero de 2002, por la que puso fin al Proceso, iniciado en 1998, de diálogo, negociación y firma de acuerdos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército Popular (FARC-EP), así como a la Zona de Distensión. El Presidente Andrés Pastrana ha demostrado, durante estos años, una incansable determinación por alcanzar la paz en Clombia, sin que tal haya sido el caso por parte de las FARC-EP.
La Unión Europea expresa su más enérgica condena frente al último ataque contra la población civil atribuido a las FARC-EP. El grave hecho de apoderarse de un avión y secuestrar a varios de sus pasajeros demuestra que las FARC-EP no tienen en cuenta los reiterados llamamientos del conjunto de la sociedad colombiana y de la comunidad internacional en favor de apaciguar el conflicto. La Unión Europea lamenta profundamente que, tras la firma, el 20 de enero de 2002, del Acuerdo de cronograma de consenso para el futuro del Proceso de paz con el Gobierno Colombiano, las FARC-EP hayan demostrado su falta de voluntad de avanzar seriamente en el Proceso, incumpliendo los compromisos suscritos con el Gobierno. Las graves provocaciones de las FARC-EP han llevado a la ruptura de un proceso de negociación en el que el pueblo colombiano tenía fundadas sus esperanzas de paz. La Unión Europea lamenta profundamente estas provocaciones que vienen a añadirse a los actos de violencia que siguen perpetrando los paramilitares.
La Unión Europea ha reiterado en diversas ocasiones su rechazo y condena de la práctica de los secuestros, extorsiones y demás crímenes cometidos por los grupos armados en Colombia. En las graves circunstancias actuales, la UE reitera su firme llamamiento en favor del respeto del Derecho Internacional Humanitario y de la protección de las poblaciones civiles y se reserva una posible modificación de su política respecto a los grupos armados. En estos momentos difíciles, la Unión Europea desea manifestar su apoyo y su solidaridad a todo el pueblo colombiano, al Presidente Pastrana y a su Gobierno. La Unión expresa su esperanza de que, a partir de la firmeza del Estado de Derecho y del pleno respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, la democracia colombiana pueda alcanzar plenamente las aspiraciones de paz y de prosperidad del conjunto de su pueblo.
La UE reafirma al pueblo colombiano su apoyo a toda iniciativa destinada a establecer un auténtico diálogo a fin de poner punto final al conflicto que desgarra a Colombia. Los países de Europa central y oriental asociados a la Unión Europea, Chipre, Malta y Turquía, países también asociados, y los países de la AELC miembros del Espacio Económico Europeo se suman a la presente declaración."
[Fuente: Presidencia Española de la Unión Europea - Declaraciones de Política Exterior - 22feb02]

vi) EL MINISTRO ESPAÑOL DE ASUNTOS EXTERIORES CALIFICA DE JUSTIFICADA LA DECISIÓN DE PASTRANA.

El ministro de Asuntos Exteriores español y presidente en turno del Consejo de Ministros de la Unión Europea (UE), Josep Piqué, calificó hoy de "justificada" la decisión tomada anoche por el dirigente colombiano, Andrés Pastrana, de dar por finalizado el Proceso de Paz en Colombia y, por consiguiente, el fin de la Zona de Distensión, sede de las negociaciones de Paz con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).
"España y la UE siempre ha demostrado su apoyo a los esfuerzos de paz realizados por Pastrana dentro de este proceso complicado, que ha provocado mucho sufrimiento. Pero, aunque seguimos apoyando el proceso de pacificación en el país sudamericano, consideramos que se ha tomado una decisión justificada, ya que la voluntad de paz no es compatible con seguir matando y secuestrando", explicó Piqué en Madrid, durante una rueda de prensa conjunta con el ministro de Exteriores israelí, Simon Peres.
Asimismo, el representante de la diplomacia española calificó de "acción intolerable" el secuestro ayer del avión de la aerolínea colombiana Aires, que cubría la ruta Florencia-Neiva-Bogot, desencadenante de la ruptura de las negociaciones de paz por parte del Gobierno, que otorga la autoría a guerrilleros de las FARC.

[Fuente: Agencia Europa Press - 21feb02]


vii) DECLARACIÓN DE JAVIER SOLANA, ALTO REPRESENTANTE PARA LA POLÍTICA EXTERIOR Y DE SEGURIDAD COMÚN, SOBRE LA RUPTURA DE NEGOCIACIONES DEL GOBIERNO COLOMBIANO CON LAS FARC.

El Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior y de Seguridad Común, Don Javier Solana, ha condenado el secuestro del Presidente de la Comisión de Paz del Senado colombiano, Don Jorge Geshem Turbay, y lo ha calificado como un acto de sabotaje contra el proceso de paz. Al mismo tiempo, el Alto Representante ha renovado su solidaridad con el Presidente Pastrana.
"Lamento profundamente la ruptura del proceso de paz provocada por el secuestro del Presidente de la Comisión de Paz del Senado y la aparente violación por las FARC del estatuto de la zona de despeje. Comprendo la decisión que el Presidente Pastrana se ha visto forzado a tomar y, una vez más, le transmito la solidaridad de Europa con su incuestionable empeño en traer la paz a Colombia. Es lamentable que, a pesar de los esfuerzos incansables del Presidente Pastrana y la intensa labor del Grupo de Facilitadores, en el que participan activamente cuatro países de la Unión Europea, el proceso de paz haya sido interrumpido por este evidente acto de sabotaje".
[Fuente: Council of the European Union, Press Office Newsroom - S 0029/02 - 21feb02]


viii) COMUNICADO DEL SECRETARIO GENERAL DE LA OEA CON MOTIVO DEL ROMPIMIENTO DEL PROCESO DE PAZ EN COLOMBIA

Todos los colombianos y la comunidad internacional hemos sido testigos del compromiso del Presidente Pastrana con la paz y del significativo respaldo que él recogió de los otros poderes del estado, vastos sectores de la dirigencia política, el mundo empresarial, los trabajadores y organizaciones de la sociedad civil. No queda duda de que el Gobierno ha brindado todas las garantías posibles a los alzados en armas para que por el camino del diálogo y la negociación se pudiera poner fin al conflicto armado que desde hace tanto desangra al país. Es deplorable que una actitud de esa naturaleza solo haya encontrado como respuesta acciones de secuestro, terrorismo y ataques indiscriminados a la sociedad civil, lo cual hizo inviable el enorme esfuerzo del presidente y la sociedad colombiana para continuar en el proceso de dialogo y negociación. Como bien lo dijo anoche el Presidente Pastrana, a pesar de la complejidad de la situación, Colombia es y seguirá siendo una democracia estable y sólida. Un puñado de violentos no podrá destruir lo que la historia ha construido con el concurso de la inmensa mayoría de los colombianos. Colombia no está sola. Todos los países miembros de la OEA han cerrado filas para apoyar nuestro país, su gobierno y sus ciudadanos en la tarea de defender y fortalecer la democracia. Estoy seguro de que el gobierno y todos los estamentos de la sociedad continuarán buscando la paz fortaleciendo el estado de derecho y el sistema judicial, trabajando sin descanso para llevar servicios públicos y presencia estatal hasta el último rincón de la geografía nacional, y persistiendo en hacer de Colombia una sociedad más justa y más igualitaria. Los 34 países miembros de la OEA y sus pueblos están indivisiblemente comprometidos en la lucha frontal y absoluta contra el terrorismo y se han ofrecido cooperación jurídica, judicial, intercambio de información, experiencias y cumplir celosamente todas las convenciones globales y regionales contra este flagelo. Desde el 11 de Septiembre nuestra Organización trabaja incansablemente para fortalecer los mecanismos multilaterales que esta lucha requiere, someter a la justicia a los autores, organizadores y patrocinadores de actos terroristas, y cuando sea procedente acelerar la extradición de los protagonistas de estos actos. Es claro que entre nuestros 34 miembros los terroristas no encontrarán refugio ni asistencia ni apoyo y que el que lo haga se considerará cómplice. Estoy seguro que Colombia puede contar hoy con cooperación hemisférica amplia y decidida en su lucha contra el terrorismo.
Todos los colombianos debemos rodear al gobierno del Presidente Pastrana, sus Fuerzas Armadas y a las demás instituciones democráticas. Hoy más que nunca tenemos que actuar con fe y decisión; trabajar unidos para construir la Colombia, pacífica, justa y prospera que todos anhelamos.
[Fuente: OAS Press Releases - 21feb02]

xix) MENSAJE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE COLOMBIA.

Los Obispos de Colombia nos hemos encontrado en la Sede de la Conferencia Episcopal para celebrar un Seminario – Taller cuyo tema ha sido: "LA COLOMBIA QUE QUEREMOS".
En medio de nuestros trabajos tuvimos la oportunidad de escuchar la alocución del Señor Presidente de la República en la noche de ayer en la cual comunicó al País la decisión de "no continuar el proceso de paz" con las FARC y de dar por cancelada la "zona de distensión a partir de la media noche de hoy".
Ante este hecho histórico de tanta importancia para Colombia hemos compartido algunas reflexiones que ahora entregamos a nuestros muy queridos hermanos y compatriotas.
1.- Ante todo comprendemos bien que nuestra responsabilidad pastoral es particularmente importante en este momento complejo. Convocamos a todos los colombianos a intensificar la oración por la justicia y la paz. El Señor Jesús nos abre la puerta: "Pedid y recibiréis...". Es grande el poder de la oración y ella está al alcance de todos los colombianos.
Renovamos nuestro compromiso que se manifiesta en las siguientes expresiones de nuestro quehacer evangelizador:
1.1 Queremos continuar brindando a todos los colombianos, sin excepción alguna, nuestros servicios de acogida y acompañamiento. Comprendemos que todos necesitan un acercamiento al Señor Jesucristo, para sentir su llamado a la conversión, a la reconciliación, a la unidad y a la solidaridad.
1.2 Queremos mantener viva la esperanza en el corazón de todos. El Señor Jesús, Señor de la vida y de la historia camina con nosotros. En cada colombiano hay capacidad de construir siempre algo nuevo.
1.3 Queremos despertar el sentido de pertenencia en aquellos que forman parte de esta Patria. La recuperación de la paz, el logro de la justicia, la superación de la pobreza y la exclusión es responsabilidad de todos. Cada colombiano debe contribuir con sus ideas y actuaciones a la defensa de la vida de cada persona y de los bienes que conforman nuestro patrimonio común. Estas consideraciones son especialmente importantes en el período pre-electoral que ahora vivimos. Candidatos y electores hemos de mirar en la misma dirección: lo que necesita el País para que los Derechos de todos sea una realidad.
1.4 Comprendemos que somos ministros de misericordia y consuelo, de manera muy especial, para las víctimas de la violencia que, con muchas expresiones, se padece ahora en nuestro territorio. A las víctimas del secuestro, de los desplazamientos forzados, a los familiares de las víctimas de masacres, a quienes han sido violentamente privados de sus propiedades, les ofrecemos el testimonio de nuestra cercanía y el apoyo de nuestra oración. 1.5 Desde el Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia procuramos trabajar en tareas prioritarias para que Colombia tenga la paz y se encamine por las vías de un progreso auténtico. Las prioridades señaladas tantas veces en el Magisterio del Santo Padre, acogidas en nuestros planes de pastoral, continúan alimentando nuestras labores, especialmente con los más necesitados. 2.- Respetamos y apoyamos la decisión del Señor Presidente. En un Estado de Derecho como el nuestro, es necesario cerrar filas para defender nuestras legítimas autoridades y apoyar las instituciones que aseguran la vida y honra de los colombianos.
3.- En el ambiente de Cuaresma, cuando se nos invita a cambiar nuestra manera de pensar para renovar nuestra manera de vivir, escuchamos la Palabra de Dios que nos invita a "dejarnos reconciliar con Dios" (2 Co 5, 20). La paz de nuestras personas, familias y comunidades exige nuestra conversión personal. Empezando por un serio examen de conciencia, nos dedicaremos a la reflexión, el trabajo y la oración para que la paz "don de Dios y tarea nuestra", se edifique en Colombia. 4.- Sigue firme en nosotros la convicción de que el diálogo y la negociación son los caminos para llegar a superar los conflictos y establecer una cultura de paz. Estamos atentos al desarrollo de los acontecimientos y ofrecemos nuestros servicios para acompañar las nuevas iniciativas que puedan considerarse útiles en este momento o en el próximo futuro. 5.- Hacemos un llamado a los colombianos que militan en las FARC y en los otros grupos violentos. Con amor a la Patria y escuchando la voz de Dios, hay siempre tiempo para tomar decisiones y cambiar rumbos a fin de llegar a construir el País que todos queremos y al que tienen derecho todos nuestros compatriotas.
Damos gracias al Señor Jesucristo que nos ha permitido estar reunidos para analizar este momento histórico y por permitirnos discernir juntos lo que consideramos ha de ser nuestra respuesta de pastores a las realidades presentes. Oramos a Nuestra Señora, la Reina de la Paz para que camine con nosotros en este momento.
Bogotá, D.C., 21 de febrero de 2002
+ Alberto Giraldo Jaramillo Arzobispo de Medellín Presidente de la Conferencia Episcopal
[Fuente: Secretariado Nacional de Pastoral Social Cáritas Colombiana - Conferencia Episcopal de Colombia - 21feb02]