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Latinoamérica

La Posteridad Nos Hará Justicia(*)

Por: Efrain Valverde Moreno
15 de setiembre de 2002
(*) Palabras de aliento inmortal del General Francisco Morazán a su compañero de armas El General Villaseñor minutos antes de ser vilmente asesinados en Costa Rica la noche del 15 de setiembre de 1842.
Salutación:
A la Patria de José Martí y a la Revolución Socialista, conducida sabia y generosamente, por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz. A la heróica lucha que libra el pueblo colombiano y las gloriosas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo y su Comandante en Jefe Manuel Marulanda Vélez. Compañeras y compañeros de organización y lucha política en América Latina. Arrecia el vendaval revolucionario que pondrá fin a siglos de explotación e injusticia imperial. Todo el amor y el valor serán necesarios, en el camino por nuestra liberación.
I. Presentación
:
El objetivo de este trabajo sobre Francisco Morazán y la Conciencia de Integración Bolivariana de los Pueblos Centroamericanos y Caribeños, sus metas y principales contenidos, desde una perspectiva popular y revolucionaria; es contribuir y apoyar las bases ideológicas del Congreso Anfictiónico Bolivariano para la Segunda y Definitiva Independencia de América Latina. Así como manifestar nuestra fe y posición inquebrantable de apoyo a la Revolución Bolivariana que encabeza el ideólogo y jefe indiscutido de la insurgencia militar del 4 de febrero de 1992, el legendario Comandante y Presidente de la República Bolivariana de Venezuela Hugo Chávez Frías. El objeto nos conecta con la historia de la comunidad política latinoamericana, con su educación, organización y aspiración y con las leyes profundas que gobiernan la naturaleza humana y las normas que rigen la conducta individual y colectiva en la estructura de la sociedad actual. La conciencia del derecho perdido y el reconocimiento de la usurpación realizada en favor de una sociedad desigual e injusta, donde predomina la ley del más fuerte, es el primer paso hacia la formación de la Conciencia Morazanista Bolivariana y a la creación de una asociación legítima. Los asociados en razón de la conciencia liberadora revolucionaria, vienen a conformar un cuerpo político unido moralmente bajo una voluntad general, que por definición tiende siempre a la conservación y al bienestar del todo y de cada una de las partes. Francisco Morazán Padre Protector de la República Federal de Centroamérica, nació el 3 de octubre de 1792 en Tegucigalpa Honduras y fue bautizado en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de San Miguel de Tegucigalpa, el 16 de octubre del mismo año. Sus padres fueron Eusebio Morazán y Doña Guadalupe Quezada. Simón Bolívar el Libertador de América, nació el 24 de julio de 1783, y fue bautizado en ese mismo año en la Catedral de Caracas, Venezuela por el Presbítero Juan Félix Jerez y Aristeigueta. Sus padres fueron Don Juan Vicente Bolívar y Ponte y su madre doña María de la Concepción Palacios y Blanco. Entre Morazán y Bolívar hubo una diferencia de 11 años de edad, una diferente ubicación geográfica e incluso un diferente nivel económico, pero ambos tuvieron una igualdad que los ha hecho grandes universalmente y es que ellos inculcaron en cada uno de sus compatriotas la idea soberana de enarbolar una misma bandera por la paz, la fratternidad y la igualdad entre los pueblos; siguiendo la ruta del ideal por la unidad de América y su liberación del yugo imperialista, del subdesarrollo colonial, de la dependencia económica, de la ignorancia política y todo lo que pudiese atentar contra las libertades de sus ciudadanos. Morazán plantea unir los países de Centroamérica y ser una sola fuerza contra las ambiciones del dominio inglés y estadounidense. Bolívar está plenamente consciente del peligro que para nuestros países encarnan los norteamericanos, al expresar que: "los Estados Unidos parecen destinados por la providencia, para plagar la América de miseria a nombre de la libertad."; conocedor de sus políticas conspirativas y disgregadoras a través del proceso independentista. Francisco Morazán quien de niño poseyó gran inteligencia, aprendió las primeras letras con Fray José Antonio Murga interesándose por historia, matemática, derecho y dibujo. Con la dirección de su maestro Dionisio Herrera aprendió el idioma francés y se especializó en Derecho y Legislación de Indias, se desempeñó como Gestor de Oficio en Solicitudes a la Municipalidad de Tegucigalpa e integró muy joven a los patriotas centroamericanos que lucharon por la independencia del oprobio español. Estaba por cumplir 29 años de edad cuando se firmó el Acta de Independencia Centroamericana del Imperio Español, el 15 de setiembre de 1821en la Ciudad de Guatemala. Un año después aparece en el escenario político, esforzándose en sostener la independencia. Fué dos veces Presidente de la República Federal de Centroamérica y se enfrentó con todas sus fuerzas a los enemigos. Su meta fue construir una Gran Patria Centroamericana. En 1829 agrupa a todos los patriotas defensores de la República Federal en el histórico y glorioso Ejército Aliado Protector de la Ley y ofrece de inmediato el apoyo de sus fuerzas militares a México para enfrentar la invasión española al mando del Brigadier Isidoro Barradas en marzo de 1830 Sus grandes enemigos a los que nunca temió, sinó que enfrentó con valentía e inteligencia, fueron y son los mismos de ayer, hoy y mañana, si las cosas no cambian:1-El imperialismo en cualquiera que sean sus caras de presentación.2-La oligarquía nacional vendepatrias y parásita.3-La clase política que representa sólo los intereses de estos y no de todo el conglomerado nacional.4-Los chupamedias.5-Y los militares que a sabiendas de la estafa a la soberanía nacional, callan y traicionan el mandato de los próceres y el deber sagrado a la constitución y al pueblo; reprimiendo, torturando y tolerando el paramilitarismo de Estado, hijo bastardo, criminal y anticonstitucional de la dominación extranjera en América Latina. José Martí consideró a Morazán como un genio poderoso, un estratega, un orador, un verdadero Estadista, el único, quizá que haya producido la América Central. Con su extraordinaria lucidéz y energía impulsó toda una serie de medidas revolucionarias, basadas en principios de autodeterminación y soberanía nacional como la reconstrucción pacífica de los Estados mediante reformas decisivas a la educación y al sistema judicial, la institución del matrimonio civil y el divorcio, el fomento de la inmigración, la libertad de cultos, de imprenta y la abolición a la esclavitud humana en cualquier forma y persecución a quienes fomentasen tan aberrante actividad, restricciones lógicas por ética humanista a las supercherías y manipulaciones políticas del clero católico que pretendía convertir a los feligreses, en fanáticos, sin ninguna formación ético-cristiana; ya que estos sectores estaban entregados a los intereses de la corona española y eran enemigos de la independencia. Francisco Morazán no fue un enemigo de la fe cristiana, como intentaron presentarlo sus calumniadores, ya que pertenecía a la Orden Masónica en Centroamérica, sinó que por el contrario y basado en el mensaje de amor al prójimo, se dedicó a protejer los intereses de la federación establecidos por la Constitución Federal de 1824 y reformada en 1835. El inclaudicable espíritu de amor a Centroamérica lo muestra en 1841, durante su exilio en Perú, cuando al fallecer el Cacique de Los Mosquitos, apareció como heredera de la Mosquitia Centroamericana una de las más famosas traficantes de opio de todos los tiempos, reclamando ser prima lejana del cacique mosquito, a quien atestiguaron los ingleses como "su prima": la Reina Victoria de Inglaterra. Con esa justificación los ingleses, procedieron de inmediato a ocupar San Juan y a proclamar un "rey" de los mosquitos bajo "protección británica". Apenas enterado del asunto, con el respaldo del Coronel Pedro Bermúdez, a quien conocía desde 1835, alquila el bergantín "Cruzador", partiendo del Callao a fines de diciembre de 1841 acompañado de: los generales Cabañas y Saravia, los coroneles Orellana y Escalante, el capitán Gómez y los tenientes Molina y Escalante; en esta forma, el General Morazán y acompañantes, hicieron escala en Guayaquil y de aquí partieron por mar a Chiriquí, donde pudo reunirse con sus familiares y ganar nuevos voluntarios. Más tarde, en el Puerto de La Unión en El Salvador, contrató tres embarcaciones; además logró la incorporación a sus fuerzas de cuatrocientos veteranos de guerra salvadoreños y hondureños y desde este lugar se dirigió a todos los gobiernos centroamericanos llamándolos a la unidad en contra del invasor extranjero y estando en la Bahía de La Unión, el 16 de febrero de 1842 escribió: "Ni los males que estos padecían, ni las persecuciones de mis amigos, ni las excitaciones contínuas de los que eran perseguidos en el interior de la República, habrían podido variar la conducta neutral, que he observado en los veintidós meses de mi espontáneo destierro. Esta conducta habría sido invariable en mí, si un suceso tan inesperado como sensible, no me hubiese hecho mudar de resolución en fuerza de los nuevos deberes que me lo prescribían y de este sentimiento nacional irresistible por aquellos que tienen un corazón para su patria." Al retornar, se encontraba una vez más, frente a su deber histórico para con el pueblo y la defensa militar de su amada tierra, de las contínuas amenazas extranjeras. No obstante, a su enorme visión de Estadista, se le anteponía la mediocridad y la traición de sus enemigos vendidos al imperialismo en Costa Rica, en las figuras del Presidente José María Alfaro y su hermano el Coronel Florentino Alfaro, Jefe de la Guarnición de Alajuela. Estos dos segundones de la patria, se prestaron al despreciable e inicuo papel de contribuir al asesinato de nuestro prócer, valiéndose de la oscuridad de la noche y de la superioridad numérica, dirigiendo desde atrás, a cinco mil hombres fuertemente armados, quienes rodearon cobardemente al héroe, el cual contaba con un grupo leal de 80 combatientes que se comportaron heróicamente enfrentándose y rompiendo espectacularmente el criminal cerco, tendido por la jauría iletrada políticamente, al cabo de 88 horas de desigual combate, quitándoles la posibilidad de un triunfo fácil a los referidos brivones. Con sus heróicos compañeros el General Morazán se dirigió a la ciudad de Cartago en donde sería arrestado alevosamente por otra manada, bajo las órdenes del pusilánime comisionado Espinach de Cartago, quien faltó típicamente a su palabra de salvarle la vida, condenándolo con esta hipócrita y sumisa actitud a ser asesinado sin un juicio previo en tres horas. En este corto periódo de tiempo tuvo la oportunidad de redactar a su hijo Francisco, el testamento inmortal donde ratifica su ideario, cuyas ideas trascenderán y lo colocarán en el sitial de honor, reservado por la historia, sólo a hombres de su talla. Un pelotón de matarifes, sin lugar a dudas, al servicio de la reaccionaria oligarquía costarricense, ejecutará el crimen, que aún espera la reparación histórica de nuestros pueblos. Esa noche del 15 de setiembre de 1842 en Centroamérica pasó a la historia como fecha de la prostitución de la democracia costarricense, ya que estúpidamente las balas asesinas de antihistoria, segaron la vida del gran Titán de la Unidad de los Pueblos Centroamericanos, manchando hasta el día de hoy con este aborrecible hecho, la fecha gloriosa de nuestra independencia nacional, obtenida un 15 de setiembre de 1821, pese a las maquinaciones en contra de la misma por los sectores conservadores y antidemocráticos costarricenses adictos a la corona española. Ese día solamente pudo haber sido escogido por granujas al servicio de los intereses norteamericanos y británicos, para destruir los más nobles sentimientos de la Independencia Centroamericana. Morazán y los hombres que se movieron a su alrededor, se caracterizaron por desquiciar las estructuras feudales centroamericanas, haciendo de la educación un instrumento principalísimo para forjar una sociedad democrática más justa y humana. En este sentido Morazán se iguala en grandeza con Bolívar quien nunca se detuvo frente a nada para alcanzar sus objetivos libertadores. La grandeza del ideal de Bolívar y la sinceridad de su sacrificio lo llevará a luchar por la libertad de América Latina inclaudicablemente. En el "Manifiesto de Cartagena", donde analiza las razones del fracaso de la Primera República escribe: "El error más grande que cometió Venezuela cuando apareció sobre la arena polí-tica, fue sin duda el hecho de adoptar el régimen fatal de la tolerancia (…) Nuestros magistrados no consultaban los códigos que hubieran podido mostrarles la ciencia práctica del gobierno, sino tan sólo ciertas obras de osados iluminados, quienes blandiendo al aire su república han dado por supuesta la perfección del género humano, intentado hallarla en la política. Tanto es así, que en lugar de jefes, tuvimos filósofos y en lugar de táctica, dialéctica. En medio de tal caos de principios y realidades, el orden social sufrió graves transformaciones y el Estado corrió a pasos agigantados hacia una disolución universal que no tardó en llegar. Asistimos entonces a la permanente impunidad de los crímenes contra el Estado, cometidos descaradamente por los descontentos, particularmente por nuestros enemigos natos e implacables, los españoles de Europa, que permanecieron aquí, con la mala intención de fomentar contínuamente los problemas, de tramar cuantos complots nuestros jueces hacían posibles, puesto que les eran siempre perdonados, fuera cual fuese el calibre de sus atestados contra la salud pública. La doctrina que albergaba esta conducta había tomado cuerpo en las máximas filantrópicas de algunos escritores, según los cuales, nadie tiene derecho a privar a un hombre de su vida, incluso aunque fuere culpable de un crimen de traición a la patria. A tenor de esta piadosa doctrina, cada complot iba seguido de un perdón, y cada perdón provocaba un nuevo complot, que era nuevamente perdonado, puesto que la clemencia es lo propio de los gobiernos liberales. Clemencia criminal que contribuyó, más que nada al desmoronamiento del edificio que aún no habíamos construido".
II. La Conciencia Morazanista Bolivariana Hoy.
La formación de la Conciencia Morazanista Bolivariana en Centroamérica y el Caribe, es un accionar absolutamente alternativo y vital, comprometido y vinculado a los anhelos históricos de integtración regional. Lo es ante el surgimiento, desarrollo y crisis del modelo capitalista neoliberal y el parámetro dependiente del subdesarrollo en los albores del siglo XXI. Lo es frente a la agresión política, económica, social, cultural y ambiental por parte del imperialismo y sus servidores internos. Con la gloriosa excepción histórica y revolucionaria de la República de Cuba a pesar del medieval e inquisitorial bloqueo norteamericano contra la isla; está el derecho que ejercen sus ciudadanos para defender una patria libre y soberana heredada de la revolución en 1959, reivindicadora de la salud, la vivienda, la educación, alimentación e integración cultural por la dignidad de cada uno de los niños y niñas cubanos. Por otro lado tenemos como contraparte la oferta democrática imperial orquestada con bombos y platillos por los medios desinformadores del capitalismo salvaje, tratando de ocultar inútilmente cuan diferente es la vida degradada que se vive en las comunidades productivas centroamericanas y caribeñas, donde los pobres trabajadores analfabetizados políticamente desconocen las pocas leyes que en materia laboral se refieren a sus derechos y que han sobrevivido a la contraofensiva neoliberal de la clase patronal, con el auxilio de las corruptas cúpulas sindicales, enquistadas en los distintos gobiernos. Las nuevas plantas maquiladoras de factura extranjera han visto engrosadas sus filas por miles de trabajadores pauperizados debido a ruines sistemas de contratación a destajo, pagando los errores de la vieja dirigencia de izquierda, que admitieron congelar las luchas obreras por los nuevos contratos colectivos y por las mejoras sociales y salariales. Hoy nuestros compatriotas son martirizados, explotados o embrutecidos por el alcohol u otras drogas, yendo sin ninguna esperanza u opción de vida digna para ellos y sus familiares. Sumado a la ruina es- tá el enriquecimiento ilícito efectuado por los mercaderes de la patria que rematan a precio de bananos, la soberanía territorial, política, económica y administrativa. Quienes han venido pagando todo el desmantelamiento y despilfarro de los recursos, es la clase trabajadora. Esto se evidencia en los recortes de los servicios básicos de salud, vivienda, educación y cultura, reflejada en la inexistencia de programas sociales dirigidos a la niñez, la juventud, los ancianos o los que sufren algún tipo de discapacitación física o mental. Sumado a esto tenemos la devaluación de la moneda y la pérdida de las libertades individuales y garantías sociales de los diferentes grupos humanos. La actual ingobernabilidad, junto a la venta de los activos estatales, y el cacareado cuento de la modernización del Estado, más otras fábulas perversas, como el incremento de producción y fuentes de trabajo, sólo son parte de la estafa apoyada por la corrupción jurídica institucional y el favorecimiento a ultranza del imperialismo en la región. Megaproyectos de recolonización de América Latina como: la Amazonia, ALCA, el Plan Colombia o el fracasado golpe de Estado contra la Soberanía Bolivariana de Venezuela, son impuestos mediante chantaje económico o la fuerza militar, frente a nuestros pueblos con descarado cinismo y aprobados en diferentes congresos, quienes han extraviado el rumbo de su mandato soberano, llegando al alfombrismo diplomático y la perversión constitucional. Megaproyectos dictados desde el Capitolio y los distintos centros de poder mundial, a través del (FMI, BM, OMC) al consecuente entreguismo de los testaferros dentro de los partidos tradicionales. La prepotencia de esta actitud atenta permanentemente contra la paz, fraternidad y libertad de los hermanos centroamericanos y caribeños; y nos debe hacer escuchar el inmortal grito de Francisco Morazán: ¡Aún estoy Vivo! Esta es la voz de la esperanza, que integrada al accionar bolivariano, garantizará la existencia de las actuales y futuras generaciones, que concluyan la obra iniciada por nuestros libertadores, para forjar una verdadera democracia acorde con la realidad latinoamericana. Hoy igual que ayer, la reacción interna, continúa basándose en ajadas ínfulas peninsulares, presupuestos xenófobos, reciclajes sociales estilo consumista y lógicamente que con ésta mentalidad de hamburguesa, se prestan a todo tipo de deslealtades cívicas, en su afán por impedir la integración del Caribe y Centroamérica; la cual ha sido pasto y cultivo de intrigas españolas, británicas y nor- teamericanas históricamente. Distintas intervenciones conspirativas y genocidas: el bloqueo a Cuba, la utilización de suelo hondureño con fines guerreristas, el exterminio de miles de campesinos en El Salvador por escuadrones de la muerte, la destrucción de la Revolución Sandinista, el genocidio contra los Mayas en Guatemala, la persecución a los líderes nacionalistas de Puerto Rico, la invasión de los Marines a República Dominicana, Grenada, Haití y Panamá, la persecución a trabajadores y el exterminio de sus sindicatos, a causa de la represión paramilitar en las bananeras yanquis en Costa Rica, que sólo sirven para envenenar y matar a la población de cáncer y otras enfermedades, ya que el fruto de sus ganancias no queda en el país, debido a las serviles políticas en mercadeo internacional de la administración gubernamental. La indiscriminada actividad de las transnacionales se ve favorecida por la falta de planificación y control de parte de las domésticas y malintencionadas autoridades, permitiéndoles deforestar los bosques a diestra y siniestra, contaminar las aguas, los aires y convertir los montes en desiertos verdes; las mejores tierras pasan por coacción y violencia a pertenecer a estas compañías, mientras se le niega a los campesinos una reforma agraria. En el peor de los casos se firma tratados de libre comercio (Canadá, Estados Unidos) en condiciones desfavorables para el agricultor y la industria local. La insostenible situación que viven nuestros países amerita un ineludible cambio en la visión estrátegica de la lucha popular, orientada a la constitución de una Coordinadora Continental de Fuerzas Populares, Patrióticas y Revolucionarias en pos de la Unidad de Nuestros Pueblos y la Segunda y Definitiva Independencia. Que los principios defendidos por nuestros Próceres en su ideario y accionar revolucionario sea llevado a la práctica y se proceda en favor de la Conciencia Morazanista Bolivariana para una nueva revolución y un nuevo modelo político, que permita el desarrollo de un hombre nuevo y una nueva sociedad. La Conciencia Morazanista Bolivariana, como medio para revalorar la sociedad y alcanzar transformaciones políticas decisivas en la actual y futura coyuntura de la sociedad latinoamericana, deberá pasar por una renovada e integrada visión estrategica, en su correlacion de fuerzas gobierno-ejército-pueblo, la cual data desde los procedimientos de organización social, escogidos por Aztecas, Mayas e Incas, para sentar las bases de una convivencia más justa y humanitaria, al igual que en el conconcepto comunal y religioso de los Negros procedentes de la Cultura Africana. El sentido y calidad de vida en esas sociedades, fue el resultado de una educación natural a sus habitantes y de sus valores sociales más fundamentales. Así la conciencia creció y actuó en función de un orden natural y en esta armonía consistió la felicidad hasta la llegada de los españoles y los demás colonizadores. Las vergonzosas e inhumanas tratas de seres humanos de raza negra secuestrados en Africa por los comerciantes esclavistas de los países europeos en general, fue un criminal acto de barbarie, semejante al exterminio de millones de indígenas en América y otros procedimientos igualmente mounstruosos como los llevados a cabo por la inquisición contra los judíos en España en 1492 o durante el holocausto hitleriano de la segunda guerra mundial. Estos sucesos registrados en distintas épocas a través de la historia, vendrían a ser hoy en día y en otra escala geopolítica por supuesto, igual en términos humanitarios, una emulación de lo que ocurre hoy en día a los habitantes de Palestina, Irak, Yugoslavia, Kosovo, Bosnia, Colombia o Afganistán a causa de las guerras terroristas e imperialistas y su sed de petróleo y materias primas, que tanto necesitan para su industria. Diremos, que durante los periódos denominados conquista y colonia, continuaron los mismos e inhumanos procedimientos, con personas de otras razas como chinos e indúes, los cuales fueron arribados mediante la coerción a sus derechos individuales en sus países natales; y con los sobrevivientes del magnicidio se conformaría indefectiblemente la diversa composición étnica de la actualidad. El ideal original de las grandes civilizaciones indígenas, han tratado de ahogarlo en sangre, fuego y superstición todos los enemigos del progreso de los pueblos indígenas americanos durante siglos. Los ideólogos foráneos han tratado de tergiversar el genocidio, adaptándolo a la conveniencia inescrupulosa del mercado capitalista, para la alienación de sus consumidores, pretendiendo imponerle una lógica justificante y colonizadora. (películas de vaqueros, historietas animadas para niños, reservas índigenas, monopolización de las investigaciones ciéntificas y saqueo de tesoros arqueológicos). Fue precisamente la alianza de mujeres y hombres de todas las edades y condiciones: indios, negros, pardos, gauchos, sabaneros y criollos lo que dá originalidad y fuerza a las primeras manifestaciones independentistas, de donde surgieron revolucionarios como: Juarez, Morelos, Hidalgo, José Matías Delgado, Domingo Antonio de Lara, Pedro Molina, el Bachiller Osejo, José Trinidad Cabañas, José Cecilio del Valle, José Mariano Valero, José Dionisio Herrera, Pedro Pablo Castilla, Miguel de Larreynaga, Gregorio José Ramírez, José de San Martín, Sucre, O’Higgins, Artigas, Gazpar de Francia, José Martí, entre muchos otros. Otro tanto ocurrió en Grecia y Roma por la búsqueda de enaltecer el valor de sus sociedades y lograr sentar las bases para las grandes transformaciones políticas en su sociedad; a lo largo de la historia universal, las grandes civilizaciones de la humanidad se han dado a esta tarea. Cuando hablamos de conciencia, es necesario dado el origen del idioma español, remitirnos al vocablo Latín "conscientia" que significa reconocimiento de algo, ya sea externo: el mundo exterior que me rodea, ya sea interno: las modificaciones experimentadas por el propio yo. Su contenido esta referido a la Psicología, Epistemología, Metafísica y a la Moral. Desde los Mayas refinados astrónomos y matemáticos que inventaron el cero antes que otras civilizaciones y tuvieron su propia cosmogonía en lo que hoy conocemos con el nombre de Popol Vuh, el libro nacional de los Quichés a Solón el padre fundador de la República Griega, pasando por Espartaco líder de la Rebelión de los Esclavos y José Batres Montufár cuentista satírico en verso, cuyas octavas reales vienen en línea directa de Ariosto y de Casti, a Maquiavelo, Juan Jacobo Rosseau, los revolucionarios franceses, los empiristas ingleses, los clásicos alemanes, el negro Zumbí liberador de esclavos en Brasil, Tupac Amarú II, George Wahington, Ralph Waldo Emerson, Abraham Lincoln, Henry D. Thoreau, Toro Sentado Gran Jefe Indio del norte y el negro Cirilo que mantuviera correspondencia con Antonio Cadil antes de lograr su liberación como esclavo en Argentina; podemos decir que hicieron de este atributo, un término clave del conocimiento, en la averiguación y aplicación de las potencialidades y limitaciones del hombre, la sociedad y el estado.
III. Conclusión.
Se ha pretendido hacer creer, por embaucadores a sueldo, que laboran para las instituciones educativas del gobierno de Costa Rica, que la historia de nuestro país ha estado llena de valores soberanos. Nada más lejos de la verdad, que este infundio. la historia ha demostrado que la clase dominante nacional ha promovido la traición a los más altos anhelos de la patria, a la vez que ha despojado a la educación, de un mínimo sentido de responsabilidad histórica y se ha ajustado sin rechistar a los métodos de agresión militar, económica y cultural del imperialismo norteamericano en la región; los cuales se vieron reforzados a partir del golpe de estado, dado en 1948 al gobierno de Don Teodoro Picado por José Figuerez, empleado de la CIA en Latinoamérica, según sus propias palabras, por más de treinta años; y desviar el proceso revolucionario y popular de la Alianza Republicana, la Iglesia Católica y Vanguardia Popular. De esta manera, los sectores de la derecha adictos al intervencionismo de los Estados Unidos, desorganizaron la vida institucional del país, al imponer unas elecciones inoportunas que ganaron relativamente fácil y donde comenzó a perpetuarse el fraude electoral durante los últimos 53 años. Con el retroceso a la derecha y sin consulta popular, se impuso a los costarricenses desde 1949, como base la obsoleta constitución de 1872, desfasada históricamente ya para entonces, del desarrollo identitario democrático alcanzado y se implantó de facto el macartismo y el anticomunismo de los gobernantes norteamericanos, propios de la guerra fría; truncando el proceso social revolucionario y distorsionando los instrumentos que podían permitir la formación de organismos paralelos de poder popular, como el Bloque Campesino, Obrero e Intelectual que dirigió las luchas finales por la reforma del código de trabajo y las garantías sociales en 1943. La Junta (del irregular) Gobierno liberacionista, manipulada tras bambalinas, por los gringos, denominó a su aborto democrático la Segunda República y se autoproclamó constituyente, asumiendo potestades que el pueblo nunca le otorgó y de donde nació una democracia representativa chapucera y trinquetera, que ha sido el mascarón de proa del neocolonialismo y el freno al desarrollo nacional y soberano de la economía independiente del país y coautora responsable del deterioro de la justicia social siempre postergada y la calidad de vida de todos los costarricenses en la actualidad. Con la abolición del Ejército Nacional y la imposición de una administración tiránica policial y militar forjada en la Escuela de las Américas, y persiguiendo, eliminando y dividiendo sistemáticamente a la oposición política, le ha sido fácil al imperialismo, a la oligarquía nacional y a las cúpulas dirigentes derechistas de Liberación Nacional y de La Unidad Social Cristiana, fomentar la cleptocracia y dar a luz a los neoliberales PAC y Movimiento Libertario, para asegurarse el continuismo en el poder, el desmantelamiento de la democracia, la proliferación de pequeños partidos y la derechización absoluta de la administración gubernamental con la aceptación de tropas de ocupación militares norteamericanas en territorio nacional, en el marco de agresión al pueblo colombiano y la Revolución Bolivariana y con la promoción del gobierno para facilitar la creación de la Escuela Internacional de Policía. Se continúa con nuevas y agresivas violaciones a la soberanía nacional, promovidas desde décadas atrás, y no como quieren hacernos creer hoy, los pactistas y prosternados de la izquierda revisionista, de que se trata de un nuevo fenómeno, ya que han cogobernado a microescala, aprovechándose de la buena fe y de las costillas de los trabajadores costarricenses, para traicionarlos desde el congreso, como fue el caso de Fuerza Democrática, o de las corruptas cúpulas sindicales, quienes han incurrido reiterativamente y a cambio de mezquinos privilegios personales, en componendas con la clase patronal transnacional y gubernamental, a espaldas de los trabajadores. Esquilmando, aún más los bolsillos de sus ingenuos afiliados y congelando así el espíritu de lucha y la efervescencia ciudadana motivada por las antipopulares medidas económicas y que con sobradas razones, ha hecho que el pueblo se lance a las calles. ¡Ahora bien! Sin una verdadera, integral y estratégica profundización de la Conciencia Morazanista Bolivariana, sobre la cual cimentar el accionar revolucionario para enfrentar y vencer los desmanes imperialistas, de la oligarquía y la clase gobernante impuestos al pueblo y cuya responsabilidad de lucha, debería recoger el movimiento popular costarricense; será muy difícil, revertir el inicuo proceso actual. Si consideramos objetivamente el papel jugado hasta ahora, por la izquierda tradicional y su tendencia al caudillismo y el ostracismo de sus minúsculas organizaciones y la fijación en sus propios, dogmáticos y por demás obsoletos métodos de organización y trabajo político partidista, con respecto a las masas, en donde se suele presentar las virtudes de cada agrupación; únicamente para confirmar con ironía y a perpetuidad, el divide y vencerás, en favor al neocolonialismo. Tomar las calles significa que debemos escuchar primero el espíritu de las masas, en el momento en que ellas se manifiestan espontáneamente en acciones reivindicativas. Sin desatender bajo ninguna circunstancia la lucha campesina, obrera e intelectual por el socialismo hoy y su educación política con el objeto de construir un movimiento de efectiva desobediencia civil, ameritado por los gobernantes que han corrompido la vida institucional del país en perjuicio de nuestra economía, educación, salud, paz y tranquilidad de las comunidades en general, arruinando el futuro que les heredaremos a nuestros hijos y permitiendo la entronización del narcotráfico, al presentarnos una falsa lucha contra las drogas, que lo que esconde en realidad es la muerte y la destrucción de nuestros seres queridos, los recursos humanos y el sa queo de nuestras riquezas naturales, a gran escala, dentro de un macrocontexto latinoamericano. Debemos unirnos a la preservación de la cultura cocalera y a la defensa de las tradiciones indias de América. Apoyemos la campaña de legalización de la droga y su uso con fines científicos; de lo contrario seguiremos como en tiempos de la ley seca malviviendo en un ambiente de doble moral y criminalidad, arriesgando la salud social y mental de nuestra nación. Unamos nuestras voces de solidaridad a la lucha de los indígenas y del negro costarricense, respetando la grandeza de sus profundas raíces ancestrales. Integremos con nobleza al inmigrante y velemos porque les sean respetados sus derechos, dignidad humana y social. Aceptemos la igualdad religiosa ante la ley y fomentemos la libertad de cultos, para eliminar la manipulación imperial de las sectas. Cambiemos el estado de discriminación laboral y social debido a la orientación sexual de las personas y eduquémonos en un espíritu de respeto a nuestra identidad y la de nuestros congéneres, uniéndonos a la lucha de clase y denunciando el recurso demágogico de la derecha que no toma en cuenta las necesidades propias de las distintas comunidades sexuales del país. Trabajemos con los miembros avanzados de la burguesía, que son privilegiados en nuestra sociedad, gracias a su honradez, talento y laboriosidad y sensibles al Ideal Morazanista Bolivariano. Quiero terminar con una frase del Dr. Pedro Albizú Campos líder independentista de Puerto Rico, quien sufriera la persecución, cárcel y tortura por parte del FBI norteamericano, tan degradante como la suerte hoy, de los presos musulmanes en la base de torturas de la ocupada Guantanamo, o la de los cinco patriotas cubanos presos en la actualidad, en las mazmorras imperiales, causada por la paranóica y decadente visión estadounidense en favor del capitalismo salvaje y la justificación irracional del terrorismo de Estado que promueven los medios de comunicación. "Podemos en la alucinación del amor propio creernos haber hecho mucho. No hemos hecho nada. Porque el patriotismo no es el amor propio sino el amor patrio".