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Latinoamérica

13 de diciembre del 2002

Gracias, hermanos venezolanos

Antonio Doctor
Rebelión

Si aceptamos que hay algo que se puede llamar de "Ciencias Sociales" y, desde una perspectiva histórica nos enfrentamos a los acontecimientos que se están desarrollando en Venezuela en los últimos días, no cabe duda de que nos encontramos ante un hecho que marcará un hito en la historia de la lucha de clases y en general, en la larga andadura de la humanidad por construir una sociedad en la que no reine la avaricia, fundamento último del capitalismo. La lucha pacífica del pueblo venezolano en las calles, manteniendo contra viento y marea sus dirigentes elegidos es un fenómeno digno de merecer toda nuestra atención, en razón de las ricas lecciones que podemos extraer de cara a la continuidad de esta lucha, que perdurará mientras existamos sobre la tierra.
Las contradicciones son agudísimas: La huelga es por antonomasia, el arma de los trabajadores contra el capitalismo y una huelga preparada y dirigida por los empresarios es un total contrasentido. Si llevamos al límite, como se hace en matemáticas en ciertas ecuaciones, esta situación, es evidente que una huelga indefinida, si no media ningún obstáculo por delante, (hay que hacer abstracción de cualquier otro factor externo y contingente) a quien lleva a la ruina es a los empresarios. Ellos son los que necesitan del trabajo ajeno para mantener la acumulación de capital, fin último del proceso de producción capitalista. Llegado a una situación límite, los trabajadores pueden apartarlos a un lado y poner en marcha el aparato productivo sin ellos. De ahí que no hagan una huelga puramente patronal, cerrando las fábricas e impidiendo la entrada de los trabajadores, sino que se apoyen en sindicatos obreros para que el movimiento aparezca como una revuelta de la población (patrones y empleados) contra el gobierno.
Nunca se ha visto en la historia moderna una pugna social tan intensa y prolongada como esta. Ni nunca se ha dispuesto de tanta información de primera mano y prácticamente, en tiempo real. Yo he contado mas de 60 Webs de los partidarios del gobierno, procedentes de universidades, grupos, círculos bolivarianos, partidos, etc. siguiendo al minuto los acontecimientos a través de mensajes que reciben de todo el país. Es fascinante observar las maniobras que se ven obligados a hacer los conspiradores para mantener unidas a sus huestes, compuestas de camadas sociales para las que el tiempo es oro y están perdiendo de ganar dinero, sin ver los frutos de sus "sacrificios" (tenderos, pequeños empresarios, profesionales independientes, etc.) Incluso al volcarse, como principal línea de ataque, a paralizar la producción de petróleo, son ellos los máximos perjudicados por la carencia de gasolina.
Esto obliga a los dirigentes del golpismo a apelar a todo lo más sucio que se pueda imaginar a fin de mantener a sus fuerzas cohesionadas. Los medios de comunicación que controlan son su arma principal. Difundir levantamientos, deserciones de mandos militares, desmanes de los "chavistas", e incluso, rizando el rizo, apuntar la posibilidad de alguna catástrofe en las refinerías por estar trabajando en ellas personal sin experiencia, al tiempo que intentan sabotear para que se produzca y decir que ellos lo habían ya previsto.
Lo que se esta desarrollando en Venezuela hoy es una "lucha por conquistar los cerebros".
Pero con diferentes armas: Los golpistas con la táctica de "la mentira que a fuerza de repetirla se torna verdad", los bolivarianos, como gustan llamarse, desenmascarando constantemente al enemigo. Los golpistas esperaban que las "turbas" se lanzasen a saqueos y robos, acorde con la imagen que tienen de los pobres, lo que transformaría el proceso golpista en un "restablecimiento del orden". Pero el pueblo no ha caído en esa trampa y su serena respuesta no es casual, es el producto de la labor que vienen haciendo los círculos bolivarianos en los últimos meses. Hay mucho, pero mucho que aprender de lo que se está viviendo estos días en las calles de las ciudades venezolanas.
Es de asombrar la falta de respuesta de las organizaciones de izquierda que pululan por el continente europeo. Ahítos de "debates" y "análisis", convencidos de la necesidad de una "organización revolucionaria" que prepare el asalto al poder, son muchos los que se esfuerzan por encontrar los defectos de Chávez (empiezan mal ya, fijándose en la figura y no en el proceso) y reducen lo que está sucediendo hasta encajarlo en sus estereotipos sobre el populismo y sus figuras históricas. De esta forma pueden darle la espalda a una situación excepcional, algo vivo y nuevo, preñado de consecuencias impredecibles, porque "ya se sabe lo que es". Hasta no hace mucho, dentro de la extrema izquierda venezolana los había que ponían mucho énfasis en la crítica a Cháves hasta que el golpe fallido de abril les puso delante de las narices el lado de donde venia el verdadero peligro.
Los acontecimientos históricos pocas veces se ajustan a planes preconcebidos, más bien nos sorprenden, como sorprendió la Comuna de París o el Mayo del 68 en Francia. Para entender, no el origen de los golpistas venezolanos, sus intenciones y sus mentores, (pues que es algo sabido de antemano por cualquier militante izquierda), sino el origen de la resistencia que está ofreciendo el pueblo venezolano, hay que conocer lo que se ha venido gestando en el país, y esa información está al alcance de cualquiera en esos más de 60 sitios de Internet que he citado más atrás. Los artículos de opinión, los relatos directos, las leyes promulgadas, las estadísticas, los datos económicos, todo está a disposición para componer el cuadro con sus luces y sus sombras.
No es el momento de analizar, está todo analizado, es el momento de apoyar al pueblo venezolano, de hacerle llegar nuestra admiración y nuestro cariño por la gesta que esta protagonizando. Se trata de participar desde aquí en esa lucha por "conquistar cerebros". Que el pueblo, sepa que estamos informados, que estamos de su lado, que no es un "mensaje de solidaridad" al uso, sino un sincero agradecimiento por estar mostrando al mundo que no les asusta el águila norteamericana, por estarnos marcando un camino. El silencio de todos los grupos de izquierda (partidos y sindicatos) españoles ante un acontecimiento de tal magnitud histórica es escandaloso y al mismo tiempo, revelador.