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Latinoamérica

La oposición venezolana, la máquina de impedir y las verdaderas intenciones de los "demócratas" de la plaza Altamira.

Raúl Martínez (de la redacción de "Resumen Latinoamericano", en Caracas) Desde el mes de abril, para no recurrir a hechos ocurridos en meses anteriores, la oposición política en Venezuela ha desarrollado todo tipo de experiencias para impedir la continuidad en el cargo de presidente de la republica del Teniente Coronel Hugo Chávez Frías.
Y bien decimos que su objetivo es este, pues dentro del amplio y variado espectro que conforma la oposicion, el punto fundamental que unifica como reivindicación política a fascistas con izquierdistas, burocratas sindicales y empresarios, militares y curas, periodistas y dueños de medios, no es otro que el impedir a cualquier precio que el presidente Chavez siga gobernando.
Mas allá de las proclamas democratistas y principistas que esgrimen los diversos actores de la oposición, entendemos que existen diferencias sustanciales, entre trabajar para acumular fuerzas dentro del disenso democrático en vistas a suplantar a un gobierno por los carriles constitucionales acordados en tiempo y forma, con las acciones que materializa y ha materializado el "antichavismo" tendientes a entorpecer y sabotear las acciones de gobierno y a enrarecer el clima político, mediante el rumor o la tergiversación de los hechos a través de los medios de comunicación, desarrollar campañas de desprestigio en el exterior, recurrir al asesinato de dirigentes campesinos, o intentar generar el caos con "trancazos" paros generales, desobediencia civil, y golpe de Estado en esta tan variada gama de alternativas.
Esta forma de hacer política de nuestros disidentes venezolanos, nos remite mas al accionar de los desestabilizadores profesionales, que a simples opositores gubernamentales que defienden la democracia participativa, pues en relación con el concepto dialéctico que manifiesta que la forma expresa al contenido de una cosa, su forma de hacer política no se condice con ningún tipo de democracia.
Pero más allá de las formas, no es la diferencia política, sino, la diferencia de intereses lo que sus "formas de hacer política" manifiesta, pues la oposición refleja a la clásica democracia acartonada con la que la burguesia ha amparado los intereses del imperialismo a costa de la subordinación de los intereses populares, la soberanía y la independencia de las naciones.
Esta es la esencia del problema que enfrentamos y por la cual se ha incurrido en una falsedad manifiesta desde la oposicion, con la tan mentada renuncia del presidente, o el plesbiscito, o el referendum revocatorio, o el adelanto de las elecciones. Se trata de generar las condiciones en las cuales el gobierno se encuentre acorralado y se genere una espiral de violencia popular que de pie a un enfrentamiento militar que desaloje a Chavez de la administración del Estado y borre, como lo intentara Carmona Estanga de un plumazo las 49 leyes habilitantes, los acuerdos internacionales y la soberania popular que a través de una forma distinta de participación el presidente Chávez a desarrollado.
Hoy, a seis meses del golpe de Estado, los mismos militares de aquella aventura fascista, los mismos intereses económicos y los mismos actores politicos vienen por Chávez, han remozado el discurso, se han teñido de electoralismo, pero en la mal famosa plaza de la "libertad" se aprecian los carteles con las consignas "No a Chavismo Castro-comunista", y se escucha a la turba cantar "militares, valientes, den un paso al frente", mientras el General de brigada René Sericia García, anuncia la formación de un alto mando militar "paralelo", encabezado por el General de división Enrique Medina Gomez desde la plaza a la que los "demócratas" han denominado "territorio liberado". Estos personajes, las acciones judiciales contra Chávez, y la criminalización constante de las organizaciones populares no apuntar a profundizar la democracia, sino a instaurar en Venezuela un régimen xenófobo de saqueo y expropiación al pueblo de la republica Bolivariana.
Estamos viviendo una nueva versión de golpe de mano para sacar a Chávez, pero hoy, como el 13 de abril, se están olvidando de aquello que viven en los cerros, que lo único que poseen es la esperanza de vivir en paz con trabajo y dignidad y para los que Chávez no es una figura institucional, sino hermano del pueblo que gobierna en nombre de ellos.
Chávez al pueblo le ha pedido paciencia, los insubordinados están impacientes por que éste renuncie, pero como dijera en su momento el general Perón "cuando los pueblos se cansan hacen tronar el escarmiento". Por el bien de Venezuela esperemos que no haya llegado ese momento.