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Internacional

Tenemos uno de los ejércitos más poderosos del mundo, dice el presidente

Irán, listo para rechazar cualquier agresión contra la revolución islámica, sostiene Jatami
Según expertos, cuenta con un sofisticado equipo de armas químicas y biológicas
JUAN PABLO DUCH ENVIADO

Teheran, 18 de abril. De "muy serias y complejas" calificó hoy las amenazas que enfrenta Irán el presidente Mohammad Jatami, quien señaló también que el país, por su situación geopolítica, se inserta "en una de las regiones más delicadas del mundo".
Pero Irán, advirtió, "tiene uno de los ejércitos más poderosos del mundo, a pesar de sus escasas posibilidades para equiparse" y, lo principal, está "listo para rechazar cualquier agresión contra nuestra independencia, integridad territorial y principios básicos de nuestra revolución (islámica)".
Desde la tribuna instalada en la plaza Imán Jomeini, escenario de los actos más relevantes convocados por el régimen, Jatami pronunció un breve discurso en ocasión del Día del Ejército, previo a un desfile militar que incluyó desde unidades de caballería hasta misiles y aviones de combate, como demostración del grado de preparación defensiva del país ante un eventual ataque de Estados Unidos.
Aunque no fue exhibida la "bomba atómica islámica", que algunos políticos locales insinúan tener ya en su arsenal, sin duda la capacidad de respuesta de Irán es mucho mayor a la mostrada este jueves. Según expertos, hoy se pudo ver tan sólo una mínima parte del armamento a disposición del ejército de Irán, que cuenta con sofisticadas armas químicas y biológicas.
Industria militar propia
Durante años, desde comienzos de los 90, Irán se vio impedido de comprar armamento en el mercado internacional debido al embargo impuesto en su contra por Estados Unidos -sin aval de la ONU o de alguna otra instancia internacional- al considerar que este país desarrolla tecnologías susceptibles de aplicarse en la elaboración de armamento de destrucción masiva, particularmente nuclear.


Dado que Estados Unidos amenazó con tomar medidas de represalia contra cualquier país que le vendiera armas, Irán no tuvo más opciones que adquirir de contrabando piezas de repuesto para los equipos militares de fabricación occidental, en su mayoría obsoletos, que había en el país desde los tiempos del sha, y desarrollar, sobre todo, una industria militar propia.
El ministro de Defensa de Irán, almirante Ali Shamjani, resume así el esfuerzo que se ha hecho en este campo: "Como resultado del amplio plan que se instrumentó para producir y mejorar el armamento convencional con fines defensivos, hemos desarrollado con éxito y fabricamos ya una versión propia de avión de transporte, helicóptero de combate, sistema de radares, submarino y buque de guerra dotado de misiles".
En proceso de fabricación, según el ministro, se encuentran tres tipos de avión militar, y se están realizando pruebas de un cohete antitanque capaz de perforar el más grueso blindaje. También se lanzó el primer misil tierra-tierra de combustible sólido y producción iraní, cuyo sistema de autoguiado permite alcanzar blancos con alto grado de precisión, y el primero aire-aire, igualmente efectivo.
Hace dos años se incorporó al arsenal del ejército iraní el arma más temida por sus potenciales enemigos, el misil balístico Sahab-3, con un rango de acción de mil 300 kilómetros. Sin embargo, ya empezó la producción del Sahab-4 y hay planes para afinar la siguiente versión, el Sahab-5, ambos misiles con un alcance mucho mayor.
Dentro de muy poco, según anunció el almirante Massoud Sarijani, vicecomandante en jefe de la Armada, Irán botará al mar su primer destructor de fabricación nacional, bautizado como Mowj y descrito, por sus misiles y torpedos, como "escudo para proteger la superficie, debajo del agua y en el espacio aéreo".
De acuerdo con un reporte recientemente desclasificado, preparado por la Agencia Central de Inteligencia para el Congreso estadunidense y relativo al periodo del 1 de enero al 30 de junio de 2001, el desarrollo de la industria militar de Irán se ha logrado con "una sustancial cooperación de empresas de Rusia, China y Corea del Norte, lo que hace pensar que Teherán intenta crear un sistema de misiles balísticos de largo alcance".
Hasta la fecha, la agencia de espionaje estadunidense no ha presentado evidencias que confirmen dicha cooperación. En cambio, es del dominio público que en los últimos dos años Irán se ha convertido en el tercer comprador de armas rusas y tiene destinado para ello un presupuesto de 7 mil millones de dólares para los próximos años, casi una tercera parte del total que el régimen de los ayatolas está dispuesto a gastar en la renovación del arsenal de su ejército.
Rusia y la venta de armas
El ejército iraní empezó a adquirir armamento convencional sofisticado, complementario al de producción nacional, a partir de la llegada al Kremlin del presidente Vladimir Putin.
Rusia, ávida de recursos, vio en Irán, comprador con solvencia de país petrolero, un buen cliente. Putin desconoció en diciembre de 2000 el memorándum confidencial que suscribieron en 1995 Rusia y Estados Unidos, conforme al cual Moscú aceptó suspender su cooperación militar con Teherán y no renovarla después de 1999, a cambio de recibir un porcentaje del mercado mundial de lanzamiento de satélites y otros entendimientos que se mantuvieron en secreto.
En virtud del memorándum confidencial con Estados Unidos, Rusia no pudo terminar de cumplir cuatro contratos que había suscrito con Irán entre 1989 y 1991, que incluían la venta de 24 cazabombarderos Mig-29, 12 bombarderos SU-24MK, dos sistemas de batería de misiles S-200BE, varios submarinos del proyecto 877-EKM, ni tampoco ceder la licencia y dar asistencia técnica para producir en Irán mil tanques T-72 y mil 500 carros de combate BMP-2.
Es difícil saber cuál fue el factor determinante -si Rusia y Estados Unidos no pudieron alcanzar un acuerdo sobre el precio de la renovación del embargo ruso o si el Kremlin decidió contrarrestar las críticas de que está cada vez más plegado a las exigencias de la Casa Blanca-, pero en diciembre de ese mismo año el entonces ministro ruso de Defensa, mariscal Igor Sergueiev, realizó una visita a Teherán y sentó aquí las bases de los primeros contratos de venta de armas.
Desde ese momento, Rusia insiste en que el armamento convencional que proporciona a Irán es puramente "defensivo" y no representa una amenaza para terceros.
No hay información oficial sobre la cantidad y el tipo de armas que vende Rusia a Irán, pero circulan cifras que apuntan a que el monto de equipos rusos ya comprometidos se sitúa en el rango de los 4 mil millones de dólares.
Todavía en 1998 trascendió el interés que tenía Teherán en adquirir 8 unidades del moderno sistema de lanzamiento de misiles S-300PMU1, mil complejos móviles de lanzamiento de misiles Igla, 25 helicópteros militares MI-17, 8 cazabombarderos SU-25, así como baterías antiaéreas de misiles S-300VM, sistemas de radares y otro equipo militar.
En marzo del año pasado una delegación iraní de alto nivel visitó la fábrica Kupol, en la ciudad rusa de Izhevsk, y comenzó negociaciones para comprar varios sistemas de misiles antiaéreos TOR-M1.
A la luz de estos hechos no parece exagerada la evaluación que hizo hoy el presidente Jatami sobre la capacidad de respuesta militar de Irán. Además, según afirmó el comandante en jefe del ejército, Mohammad Salimi, "todo el personal militar está listo para cumplir cualquier orden del líder supremo (ayatola Ali Sayed Jamenei) y dispuesto a sacrificar su vida por la República Islámica".