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Internacional

EUROCUMBRE

"Somos millones y el planeta no es vuestro",
fragmento de poema de Goytisolo, lema

Concluyen protestas contra la cumbre con una marcha de 500 mil personas
Una Europa "menos controlada por el capital y más alejada de la guerra", exigen en Barcelona

ARMANDO G. TEJEDA ENVIADO

Barcelona, 16 de marzo. Con una multitudinaria marcha pacífica que reunió a medio millón de personas, cifra sin precedentes en movilizaciones de esta índole, hoy concluyeron las protestas contra la cumbre del Consejo Europeo, en las que or-ganizaciones de todo tipo manifestaron su repudio al neoliberalismo y los graves estragos causandos al aplicarse sin restricción alguna la llamada globalización económica.
"Por un mundo más justo, que escuche los alaridos desesperados que se emiten sin cesar desde todos los rincones del planeta que sufren las consecuencias del neoliberalismo", fue el principal reclamo de los manifestantes en Barcelona, en donde sólo se registraron algunos incidentes de violencia al final de la jornada con al menos 20 heridos luego de que la policía arremetió contra encapuchados que lanzaban bombas molotov y otros objetos.
La cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea (UE) finalizó con tibias y ambiguas conclusiones que contrastaron con la fervorosa y multitudinaria protesta que culminó con un trabajo de me-ses de grupos que reclamaron la urgencia de directrices que deriven en más justicia universal y en una Europa menos controlada por el ca-pital y más distante de la guerra.
Las organizaciones que convocaron la movilización no daban crédito a lo que sucedía en la capital catalana, pues esperaban unas 100 mil personas, pero quizás el estado de sitio que ha imperado estos días aquí para que se reúnan los mandatarios y el creciente crecimiento del movimiento que propugna "otro mundo más justo", fueron razones suficientes para que la participación social se extendiera.
Todo esto en el marco del contagio de un espíritu contestatario que tiene definidas sus reivindicaciones, todas ellas debatidas en plenarias que tienen como principales virtudes su carácter asambleísta y su horizontalidad, en la que todas las voces caben y ninguna sobra.
Las fortalezas, derrumbadas
No en balde una de las consignas era el fragmento de un poema de José Agustín Goytisolo ("Somos millones y el planeta no es vuestro"), clara advertencia a los mandatarios que para reunirse tienen que crear fortalezas artificiales a las que movilizan desde aviones F-18 o Awacs, para controlar el espacio aéreo, a 9 mil agentes antidisturbios para acallar el grito cada vez más fuerte que se da en la calle.
La marcha, en la que se escucharon batucadas, cantos libertarios y una impresionante rechifla contra los tres helicópteros que sobrevolaban el espacio aéreo, iba dividida

en los tres bloques formados contra la eurocumbre.
Al frente de la marcha iba el sector de las asociaciones que llevaron a cabo La campaña contra la Europa del capital y la guerra, formada por más de un centenar de organizaciones que se oponen frontalmente, desde el simbolismo de la marcha en la calle y la palabra, a los criterios y las instituciones que rigen hoy el mundo, entre las que destacan el Movimiento de Resistencia Global, la francesa Attac y el colectivo za-patista de Barcelona.
El segundo grupo era el de la Plataforma Cataluña contra la Europa del Capital, formada por cuatro partidos independentistas pequeños, incluido Batasuna, considerado el brazo político de ETA.
Y un tercer grupo fue integrado por partidos, sindicatos y organizaciones no gubernamentales que dieron vida al Foro Social de Barcelona, considerado el más moderado o posibilista de los participantes.
En este amplio abanico de organizaciones estaban incluidas reivindicaciones de lo más diversas, si bien en los mensajes se reflejaba la situación actual del orbe: los ataques contra el pueblo palestino, el displicente trato al pueblo árabe, la explotación de "400 millones de niños esclavos", la situación de las comunidades indígenas en América Latina, la deuda externa, la cada vez más extendida cultura del cultivo transgénico.
Asimismo, en contra de la aniquilación de los recursos naturales por parte de las multinacionales, el desmantelamiento del Estado de bienestar, las barreras fronterizas, la desprotección de los inmigrantes en Occidente, el incremento del gasto militar de todas las potencias, la herida abierta en Africa o el si-lencio "cínico" ante un hecho fáctico, el de la cada vez más abismal diferencia entre ricos y pobres.
Destacaron además reivindicaciones como el derecho de autoderminación y de una cultura y len-gua propias para los pueblos vasco y catalán, la desprotección legal de los inmigrantes que pisan suelo europeo o español o las reformas educativas que se pretenden impulsar a escala continental.
Las cientos de miles de personas que a pesar de la diversidad decidieron congregarse para plantar la semilla de una nueva resistencia, coincidían en lo básico: que "otro mundo es posible", o en la insistente idea de que en los gobiernos prevalece la "ceguera", que les impide ver que en estas protestas hay un "fondo que es irreversible".
Ada Colou, una de las organizadoras de la campaña, explicó que esta marcha es el "mayor éxito" por su masiva participación "y porque hemos coincidido en que hay otras formas" de hacer política, más cer-ca del pueblo, a pesar de la "violencia indiscriminada que practican los gobiernos, que mantienen incólume su empeño en vigilarnos con policía secreta para intimidarnos y asustarnos, pero como sabemos que tenemos razón no desistiremos."
Al final de la marcha una ciudadana anónima leyó un comunicado, en el que los grupos reunidos arremetían sobre todo contra la política de la presidencia española de la UE, del conservador José María Aznar, pues a juicio de estas asociaciones ha "estado marcada por servidumbre al belicismo estadunidense, intensificado después de septiembre del año pasado".
Agregó: "Al declarar Aznar que la primera preocupación de su presidencia de la UE será el terrorismo y su apoyo a la guerra, demuestra la sumisión a los intereses estadunidenses y la ausencia de una política exterior europea autónoma".
La guerra "no es paréntesis transitorio: es el nuevo escenario en el cual el mercado, en medio de una crisis aguda, intenta mantener su dominación, mediante el control de los recursos energéticos del planeta; subvenciones a la industria que de otro modo no se podrían justificar; y la imposición de un seudo consenso acerca de la lucha del bien contra el mal".
Pese a lo pacífico de la imponente manifestación, por lo menos nue-ve personas resultaron hospitalizadas, entre ellos seis manifestantes, un fotógrafo y dos policías, que su-frieron heridas leves en la cabeza. Además, un primer balance policial dio cuenta de que unas 38 personas fueron detenidas por vandalismo.
Entre los incidentes que más su-blevaron a los participantes destacó la retención de unas mil personas vinculadas a Attac, a quienes les prohibieron la entrada a Barcelona en la frontera con Francia por supuestos antecedentes en anteriores protestas callejeras.
Golpes, como argumento
Una vez leído el comunicado final y concluida la manifestación, un grupo de jóvenes arremetió contra los agentes y la comandancia de policía, lo que provocó una reacción desmedida de los cuerpos de seguridad, que al igual que ayer propinaron palos a mansalva a pe-riodistas, pacifistas, ecologistas y lo que se cruzara por su camino.
Pese a la carga policial, en la que incluso hubo disparos con balas de goma contra manifestantes, la contracumbre finalizó con un vibrante concierto que contó con los ritmos y mensajes de artistas como Manu Chao, Estopa, Lluis Llach o Tonino Caratone, entre otros.
En el minuto dos del juego Real Madrid-Barcelona, el que más pa-siones despierta en España, dos jó-venes se encadenaron a una de las porterías del Camp Nou, el estadio del Barcelona, para reclamar y di-fundir el mensaje que estos días ha congregado a miles de personas en torno a La campaña contra la Eu-ropa del capital y la guerra.
El partido se interrumpió 10 mi-nutos, y después los jóvenes fueron sacados a empujones y golpes.
En el segundo tiempo otros dos jóvenes irrumpieron en el centro del campo, con banderas y camisetas que denunciaban la situación de los presos vascos. Todos ellos fueron detenidos y desalojados.