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Internacional

19 de abril del 2002

Escrito con dolor: (Izquierda Unida acaba de perder 500.000 votos más)

Adolfo Ribas

"No es fácil escribir cuanto sigue. Yo esperé mucho de ese proyecto y aún espero, con el poeta," algún milagro de la primavera " En la edición del día 18 de abril, REBELIÓN publicó una carta abierta de la responsable de la Secretaría de Solidaridad Internacional de IU Federal, Ángeles Maestro, a propósito del Manifiesto " Por la paz en Oriente Medio y los derechos del pueblo palestino", con el que IU, PSOE, CCOO y UGT convocaron la manifestación del 15 de junio, en Madrid.
En ella, Ángeles Maestro hace ocho consideraciones que merecen una seria reflexión, y a las que debe sumarse una novena consideración dimanante de la propia nota aclaratoria ( ? ) difundida por IU.
Reconoce IU que el texto que se leyó no fue el manifiesto acordado por las aludidas siglas y otras 25 organizaciones sociales, en nombre de las cuales se supone que negociaba IU, pues aparecen en el encabezamiento pero no en el texto de la nota aclaratoria, que dice: " En efecto, el texto que se leyó desde la tribuna en la Puerta del Sol no fue el manifiesto acordado por las cuatro organizaciones convocantes en su última reunión, celebrada el pasado 10 de abril en la sede del PSOE ( c/ Ferraz ) y presentada públicamente en rueda de prensa conjunta al día siguiente". De lo que se infiere que las 25 organizaciones sociales aludidas debieron hacerle la confianza a IU para representarlas en esa reunión celebrada en la sede del PSOE.
Para quienes no han leído o escuchado ese comunicado, importa aclarar que con amigos como los que lo han redactado los palestinos no necesitan enemigos.
Lo que se hizo público y se leyó fue lo que al PSOE le vino en gana y convenía a sus intereses ( Búsquese en iualdia.com, si es que está ); mientras que esa confusión- y lo que es peor, sus consecuencias para las relaciones de IU con los movimientos sociales y para la unidad de la izquierda- tendrá un precio inmenso para una Izquierda Unida empeñada en cubrirle el flanco izquierdo al PSOE.
Este es el papel al que se viene prestando IU, y si el actual Coordinador General de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, piensa que con sus intervenciones verbales puede suplir las perpetraciones de sus asesores y de sus responsables en el gabinete de prensa, es que se encuentra en el estado físico que provocan los dioses en aquellos a los que quieren condenar.
El resultado de las últimas legislativas tuvo varias consecuencias que pueden ayudar a entender lo que viene ocurriendo: por un lado, confirmó al PSOE en la inutilidad de asediar a IU de manera insidiosa, pues los votos que perdía ésta no sumaban en el haber de aquél; pero, por el otro, para buena parte de la dirección de Izquierda Unida ( aquella que considera que lo más importante es tocar poder) quedó meridianamente claro que tendría que elegir entre un proyecto a medio o largo plazo de resistencia antisistema o llegar a un compromiso con el PSOE El inconveniente era- y es- que , de elegir la segunda opción, ésta no puede hacerse explícita por temor a la desaprobación de sus bases y, sobre todo, a las consecuencias de la desaprobación de sus bases.
Es en este contexto- al que se suman las complicidades de otros partidos de la coalición- en el que se explican las numerosas ambigüedades de la actual dirección. Así, por ejemplo, el comunicado de IU en relación con el golpe de estado recientemente fracasado en Venezuela, no está exento de parecida doblez ( y esta vez no cabe atribuírsela al PSOE), cuando sus redactores acusan a Hugo Chávez de " errores " que no enumeran ( búsquese en iualdia.com, si es que está ); aunque, en esta ocasión, el Coordinador General sí tuvo la oportunidad de enmendar con una valiente intervención en el parlamento las insinuaciones vertidas por sus asesores.
Es difícil evitar pensar que, o la mano derecha de IU no obedece a lo que piensa y dice la cabeza izquierda del señor Llamazares, el señor Llamazares es bicéfalo, además de manco.
Pero, como quiera que sea, una sucesión tan escandalosa de errores y desaciertos no puede resultar indiferente a un electorado de izquierdas socialmente comprometido con un proyecto de transformación que ya desborda a Izquierda Unida, y a propósito del cual Izquierda Unida está condenada a elegir entre ser parte o quedarse fuera, cogida del cuello por el PSOE. La amenaza de perder no menos de 500.000 votos, sobre los ya perdidos, puede ayudar a ponerlos en razón.
Y, atención, porque ahora, más que nunca, ayudar a salvar a Izquierda Unida, si es que ello es posible a estas alturas, pasa por hacerles saber explícitamente que ni uno sólo de los votos de la izquierda lo tienen en el bolsillo. En lo que a mí respecta, y en lo que valga ( y ya lo creo que vale: vale lo que vale un hombre- una mujer-: un voto) ya lo tienen más que condicionado a la práctica de la rectificación.
Por cierto, ya está bien de ambigüedades: queremos responsables.