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Internacional

Tres millones de personas protestan en Roma contra Silvio Berlusconi

La manifestación no cambiará la posición del gobierno: ministro de Actividades Productivas

AFP Y DPA

Roma, 23 de marzo. Cientos de miles de personas, convocadas por la Confederación General del Trabajo (CGIL, de izquierda) se manifestaron este sábado en esta capital contra el terrorismo y la política social del gobierno del primer ministro Silvio Berlusconi.
La CGIL, que en un principio sus dirigentes estimaron que lo-grarían congregar a un millón de personas, consideró que 3 millones se sumaron a la histórica y sin precedentes movilización.
La policía, que inicialmente ha-bía anunciado la asistencia de 500 mil participantes, revisó su cifra y la situó en 700 mil.
Más de 9 mil autobuses y 60 trenes especiales trasladaron a los afiliados del mayor sindicato de Italia desde todos los rincones del país, manifestación que bloqueó el tránsito del centro de la ciudad.
El líder de la CGIL, Sergio Cofferati, estuvo al frente de una de las seis marchas que convergieron al Circo Máximo, en el corazón de la Roma antigua, único lugar de la capital italiana con suficiente espacio para acoger a la multitud.
La marcha estuvo desprovista de toda connotación festiva después del asesinato, el martes pasado en Bolonia, del consejero del Ministerio de Asuntos Sociales, Marco Biagi, a manos de una facción de las Brigadas Rojas.
Numerosas pancartas llevaban moños negros en señal de luto, y el lema de la manifestación, en principio contra la reforma del despido y del artículo 18 del código del trabajo, se transformó en "el terrorismo mata la libertad".
"Es una jornada extraordinaria. Creo que somos más del doble que en 1994. Es impresionante", comentó con una sonrisa Cofferati ante la asistencia multitudinaria al mitin de la CGIL, que tiene más de 5 millones de afiliados.
La primera experiencia gubernamental de Silvio Berlusconi tropezó en noviembre de 1994 con una manifestación de un millón de personas en defensa de las jubilaciones, protesta que contribuyó a la caída de su gobierno.
Tributo a la memoria de Biagi
Un silencio impresionante se apoderó este sábado del Circo Máximo, donde durante un minuto los manifestantes rindieron tributo a la memoria de Biagi.
"Quienes nos acusan de participar en el clima de odio, nos insultan, insultan nuestro pasado y la inteligencia de los italianos", afirmó el líder sindical, en respuesta a las insinuaciones de dirigentes de la mayoría de derecha sobre la par-te de responsabilidad de los sindicatos en el asesinato del asesor.
"El terrorismo se inmiscuye por primera vez en las relaciones so-ciales y busca trasformarlas brutalmente", expresó Sergio Cofferati, quien al término del encuentro reiteró su amenaza de huelga general y exigió el retiro del proyecto gubernamental.
El ministro de Actividades Productivas, Antonio Marzano, si bien reconoció el carácter masivo de la movilización, reafirmó que la manifestación "no modificará la posición del gobierno".
"Cambiar de posición no es po-sible y menos hoy, pocos días después del asesinato cometido contra uno de nuestros colaboradores", declaró el ministro.
Alessandro Ce, diputado de la ultranacionalista Liga Norte, ata-có al líder de la CGIL, y encontró "grotesco y tardío que se presente como el abanderado de la lucha antiterrorista".
"La falsificación sistemática del artículo 18 creó un terreno propicio a las franjas más violentas de la sociedad, que encontraron un pretexto para actuar", acusó el jefe del grupo parlamentario de la Li-ga Norte en la Cámara.
Además del mundo sindical, la manifestación se nutrió en las filas de la izquierda. Entre la multitud se codearon Vittorio Agnoletto, por-tavoz de los grupos antiglobalización; Fausto Bertinotti, líder de Re-fundación Comunista; el cineasta Nanni Moretti; el dirigente de La Margarita, Francesco Rutelli, y el ex gobernante Massimo D'Alema.
"Es una manifestación popular única, extraordinaria. Es la expresión de la democracia, lo contrario del terrorismo", subrayó D'Alema, quien predijo la derrota del gobierno de Berlusconi en lo que respecta al artículo 18.
Este, por su parte, convocó a los representantes de los sindicatos y de la industria a una nueva ronda de conversaciones para el martes en Roma, para hablar de las modificaciones a las leyes laborales sobre el despido.
Tras el asesinato de Biagi es ne-cesario crear un nuevo entorno de diálogo, destacó Berlusconi.
Por otra parte, los servicios se-cretos italianos advirtieron sobre la posibilidad de que las Brigadas Rojas cometan nuevas acciones.
Mientras, la investigación del asesinato de Biagi demostró que una facción de las Brigadas Rojas tiene una base de operaciones en Bolonia y que el comando que lo ejecutó es el mismo que mató hace tres años al asesor gubernamental Massimo D'Antona.
Los investigadores ya habían es-tablecido que los disparos en am-bos casos fueron hechos con la misma arma. Con la ayuda de un testigo, la policía romana elaboró un retrato robot de una de las cinco personas que integraron el comando que asesinó a Biagi.
Las Brigadas Rojas justificaron el asesinato al subrayar el papel de Biagi en el diseño de la reforma laboral que impulsa el gobierno de Berlusconi.