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Internacional

8 de septiembre del 2002

Recordando el 11-S: Preguntan demasiado quién fue y muy poco por qué

Antonia Zerbisias
Toronto Star
Traducido para Rebelión por Germán Leyens
Los 102 minutos de horror entre el impacto del primer 767 en la Torre Norte y su colapso final, son los momentos más documentados de la historia. Hay unos 150 libros en el mercado. Periódicos y revistas han publicado ediciones especiales y ahora sacan ediciones y secciones de un-año-después. Han surgido nuevos portales en la red. Steve Earle, Bruce Springsteen, Neil Young y otros han grabado canciones. Se han transmitido interminables millones de horas sobre el tema.
Desde el 11-S he visto cientos de veces a los aviones estrellándose contra el World Trade Center, he seguido a las víctimas cayendo de los pisos superiores, he acechado a las torres derrumbándose desde arriba, desde abajo, desde Brooklyn y de más allá, he contemplado el horror una y otra vez –y sigo hiperventilando o sollozando al verlo. Cuando pienso que he visto todas las imágenes de vídeo que puedan posiblemente existir –compiladas en, digamos, "In Memoriam: New York City, 11-S" de HBO –aparecen más secuencias. Por ejemplo, CNN ya ha transmitido "America Remembers" donde los miembros su equipo de noticias se enfocaron con sus cámaras mientras cubrían el evento, mientras, el domingo, CBC Newsworld va a mostrar "11-S – Historias de la Ciudad" que muestra a los neoyorquinos filmando las evacuaciones de sus casas y oficinas al ocurrir la tragedia. Tanta información. Tan poca aclaración. Apenas vamos llegando al revolcón del primer aniversario que culmina este miércoles. Hay conciertos y conmemoraciones, viudas y huérfanos, supervivientes y héroes, caras y sitios del 11 de septiembre. Montones de quiénes y qués y cuándos y dóndes –pero poquísimos porqués. Considerando que se suponía que todo iba a cambiar como resultado, es instructivo ponerse a examinar lo que falta en las más de 100 horas de cobertura que tienen proyectadas, en lugar de lo que tienen programado. Veamos lo que no mencionará el programa:
Anuncios: La mayor parte de los anunciantes van a renunciar a pregonar sus mercancías el miércoles. Los compradores de medios afirman que su publicidad parecería grosera e indiferente. Es posible. ¿Pero qué les parecería un minuto de silencio o de auspicio de buen gusto, y que el dinero se utilice para mejorar la cobertura de las noticias del extranjero en las cadenas de EE.UU.? Pero lo que sucederá es que la pérdida de 50 millones de dólares en ingresos perjudicará probablemente, a la larga, la información noticiosa. ¿Cómo va a ayudar eso a impedir otro 11 de septiembre?
Un examen de las libertades cívicas. ¿Adónde se fueron? Tanto en Canadá como al sur de la frontera, demasiada gente, demasiada, fue detenida sin un proceso adecuado. Cuando apareció hace poco un informe de Human Rights Watch sobre el tema, la mayor parte de los medios lo pasaron por alto.
La caza de Osama bin Laden: Este... ¿qué pasó? ¿Están vivos o muertos él y sus secuaces? ¿Es verdad que Al Qaeda sigue rica y saludable como lo sugieren algunos informes? Fuera de un documental de Newsworld ayer por la noche, prácticamente ya no se habla del tema en la radio o la televisión.
Los prisioneros: ¿Qué pasa en Guantánamo? ¿ Desaparecieron los cautivos de Al Qaeda por el agujero negro de la memoria histórica?
George W. Bush: ¿Tendrá algún medio lo que les falta para atreverse a examinar el historial del Presidente antes, después y durante el 11-S? ¿O continuarán andando de puntillas alrededor de la extraordinaria ineptitud de su administración, por miedo de aparecer poco patrióticos?
Ground Zero: Sí, habrá numerosos monumentos y recuerdos. CNN ya ha transmitido y vuelto a transmitir sus "Sixteen Acres", una mirada al futuro del terreno. ¿Pero ha examinado alguien qué venenos, toxinas y carcinógenos puede haber habido en ese polvo y en el humo? ¿Cuántos miles de neoyorquinos más morirán como resultado?
Héroes caídos: ¿Hubo trabajadores que murieron porque el Departamento de Incendios de Nueva York tenía equipos de comunicación defectuosos? El New York Times informó recientemente al respecto. Pero hubo pocos otros medios se han preocupado del tema, prefiriendo las historias desgarradoras de heroísmo y sacrificio. ¿Por qué?
Afganistán: Bueno, ¿cómo les va a los recién liberados? ¿Les va mejor realmente a las mujeres? ¿Se ha restaurado la paz, la ley, el orden y el buen gobierno? ¿O han bombardeado a la gente hasta devolverlos a la Edad de Piedra? La semana pasada, Newsweek informó sobre crímenes de guerra que fueron posiblemente cometidos bajo los auspicios de las tropas de EE.UU., pero ningún otro medio se ha preocupado del tema. ¿No le importa a nadie? Parece que no. "El público ha perdido interés," declaró Dan Rather de CBS a TV Guide (EE.UU.) la semana pasada. "Prefieren que se les hable del asesinato de Robert Blake o de lo que sucede en Wall Street. Está volviendo un sentimiento de que si uno comienza (el noticiero con noticias internacionales), está liquidado." Si consideramos lo que no veremos esta semana y la próxima, parecería que si uno comienza con cualquier cosa que no sea impactante, patriótico y superficial, está liquidado. Algo que, por cierto, no promete nada bueno para el futuro.
5 de septiembre de 2002
La columna de Antonia Zerbisias aparece todos los jueves en el Toronto Star. Su correo es: azerbis@thestar.ca Copyright 1996-2002. Toronto Star Newspapers Limited