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Internacional

Intelectuales, defensores de derechos humanos y religiosos, unidos en favor de la paz

Surge en EU una "pequeña pero ruidosa" oposición a más guerras desde la Casa Blanca

"Que no se diga que no hacemos nada cuando nuestro gobierno reprime", expresan
Jim Cason y David Brooks CORRESPONSALES

Washington y Nueva York, 9 de septiembre. Mientras el presidente George W. Bush moviliza a su país para la guerra, alrededor de Estados Unidos una crecientemente ruidosa minoría, que incluye a algunas de las figuras más conocidas del mundo cultural, intelectuales, activistas de paz, defensores de derechos humanos y religiosos, expresa su oposición a más guerras y a las políticas adoptadas por la Casa Blanca desde el 11 de septiembre pasado, mediante manifestaciones, declaraciones y vigilias en este aniversario.

Más de 2 mil personas se manifestaron al norte de San Francisco el pasado fin de semana en una vigilia por la paz, y miles más -entre ellas familiares de las víctimas en las Torres Gemelas y de los bombardeos estadunidenses en Afganistán- se congregarán en el Greenwhich Village de Nueva York este martes para un acto de 24 horas llamado "Vigilia para un mañana de paz".
Estos actos estarán acompañados por una serie de vigilias, manifestaciones y declaraciones contra las políticas del gobierno de Bush en torno a la llamada "guerra contra el terrorismo" y la guerra contra Irak.
"Que no se diga que en Estados Unidos la gente no ha hecho nada cuando su gobierno ha declarado una guerra sin límites y ha instaurado medidas represivas", declaran Howard Zinn, Noam Chomsky, Edward Said, la autora Barbara Kingsolver (todos colaboradores de La Jornada), entre otros, en una carta abierta publicada en el New York Times, con miles de firmas más.
"Los firmantes de este llamado invitan a la población estadunidense a resistir las políticas y directrices generales que han surgido tras el 11 de septiembre y que ponen en grave peligro a los pueblos del mundo". Entre otros firmantes también están los autores Alice Walker y Russell Banks, los dramaturgos Eve Ensler y Tony Kushner, y los actores Danny Glover, Jane Fonda y Ossie Davis.
Por otro lado, el War Resisters League, una de las organizaciones de paz más antiguas del país, emitió una lista con más de 150 actos en todo el país para expresar su oposición a las políticas de Bush. Entre los actos más notables está una reunión de los familiares de las víctimas de los ataques, a la que asistirán Martin Luther King III (hijo del líder de derechos civiles), el abogado constitucionalista Michael Ratner y el autor y director de cine Michael Moore, y sus simpatizantes en Nueva York.
"No queremos que el primer año en conmemoración de la tragedia del 11 de septiembre sea utilizado como un llamado a más guerra y violencia", declaró Kathy Campbell, cuyo cuñado murió en el ataque al World Trade Center. Campbell es codirectora de una organización de familiares de las víctimas de las Torres Gemelas. Rita Lasar, quien perdió a su hermano en las torres, viajó a Afganistán para reunirse con los familiares de las víctimas de los bombardeos estadunidenses en ese país y está promoviendo un movimiento que busca presionar a Estados Unidos a cooperar con las organizaciones multilaterales para abordar la amenaza del "terrorismo".
En un comunicado, Lasar declaró: "hagamos de esta conmemoración de los trágicos sucesos del 11 de septiembre un momento para dedicarnos, junto con nuestros amigos en todo el planeta, a regresar a América a la comunidad de las naciones".
"En más de 100 ciudades de Estados Unidos, como también en países extranjeros, la gente está honrando a los que murieron el 11 de septiembre pidiendo no más victimas inocentes", informó Medea Benjamin, directora de la organización Global Exchange, que ha ayudado a organizar algunos de estos actos.
En Washington DC se han programado decenas de vigilias en favor de la paz por parte de diversos grupos, desde Mujeres de Negro y Voces Negras por la Paz, a los cuáqueros y el grupo humanitario Voices in the Wilderness. Después de que algunos de sus miembros han realizado una huelga de hambre de varias semanas frente a la Organización de las Naciones Unidas, algunos de estos activistas viajarán a Irak para permanecer ahí como testigos ante cualquier ataque militar estadunidense contra ese país.
Carlos Alí, musulmán estadunidense de Oakland, California, fue uno de los participantes de la manifestación este pasado fin de semana, y portaba una manta en la que se leía: "nuestro pesar no es un grito por la guerra", informó el San Francisco Chronicle. Ese mensaje se repetirá en diversos actos y foros en iglesias, universidades, parques públicos, y marchas.
Ese mensaje no logrará imponerse a los miles de actos oficiales y otras expresiones de "patriotismo" y declaraciones de guerra, pero por lo menos ofrecerán prueba de la existencia de una disidencia dentro de este país, que hay otras voces distintas al coro oficial.