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Internacional

14 de junio del 2002
El Fin de la Era Dorada Global

Jeremy Brecher y Tim Costello
ZNet

Mientras los políticos y medios estadounidenses se vuelcan en el terrorismo y el contra-terrorismo, la era dorada global está llegando a su fin. Mientras los defensores de la globalización se regocijan de que el 11 de Septiembre haya acallado a los críticos de la globalización, la emergente recesión global pronto pondrá nuevamente en el centro de la agenda global a las profundas fallas de la economía globalizada.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico informó que la economía global cayó en el último cuatrimestre por primera vez en 20 años. Morgan Chase & Co. pronostica que el crecimiento de la economía global para este año y el venidero será el más bajo en 20 años, con apenas el 1%.
En los Estados Unidos el PBI cayó en cuatro décimas de uno por ciento en el segundo cuatrimestre - mucho antes de los ataques del 11 de Septiembre - y sin dudas continuará cayendo.
415,000 personas perdieron sus trabajos en Septiembre.
El imparable progreso de la globalización económica se ha revertido. El crecimiento del comercio global cayó de un 13% en 2000 a tan sólo un 1% en 2001. Llamativamente las inversiones transnacionales han caído a la mitad.
Argentina ha entrado en default de-facto - el default más grande de una deuda soberana de la historia. Tal vez deberían probar la conversión al Islam o reubicar al país en la frontera afgana, para persuadir a los EEUU y al FMI de exonerarlos como a Turquía y Pakistán.
Economistas de J.P. Morgan proyectan caídas en Japón, Singapur, Malasia, Tailandia y Taiwán. El nivel de desempleo en Japón es el más alto desde el final de la segunda guerra mundial. Los precios de las mercancías de recursos naturales, de los que dependen los países en desarrollo, han disminuido un 40%.
El crecimiento económico de Mexico ha caído de casi un 7% el año pasado a cerca de cero- incluyendo una pérdida de 150.000 puestos de trabajo en las maquiladoras creadas por el NAFTA en la frontera de USA y México.
La economía Alemana, que representa un tercio de la zona euro, actualmente se está contrayendo.
El crecimiento total para la zona euro se proyecta en un 1,3% para este año y el próximo.
La promesas doradas de la globalización se están convirtiendo en cenizas alrededor del mundo.
Según el Presidente de la OMC, Mike Moore, "Se han perdido empleos en todos lados. No existe un ministro de finanzas, un intendente o un gobernador de provincia en ninguna parte que no esté enfrentando una caída de ingresos".
Sucede lo mismo para los individuos comunes alrededor del mundo que están perdiendo sus trabajos y sufriendo los efectos de los recortes de los servicios gubernamentales.
La recesión emergente está marcada por "sobreinversiones" en industrias, derivando en sobreproducción, competencia global intensa, caída de precios, hundimiento de los beneficios y consecuentes recortes de personal y quiebras.
Todo ello, a su vez, está conduciendo a una espiral descendente de reducción de la demanda de consumo, caída de ingresos gubernamentales y recortes en los sectores públicos. Los déficits gubernamentales en niveles locales, estatales/provinciales, y nacionales están alcanzando proporciones de crisis tanto en países ricos de Europa y Norte América como en el Tercer Mundo.
La economía global se enfrenta a la desconocida perspectiva de deflación. En Japón ya existe deflación y un índice que proyecta el nivel de precios futuro en los EEUU está pronosticando lo mismo para los EEUU.
"Hoy, las presiones inflacionarias están en sus niveles más bajos en una generación a causa de la primera recesión global sincronizada desde 1973-1975. Históricamente, tal deflación ha resultado en una espiral descendente, al dejar de invertir los inversores y dejar de comprar los consumidores con la expectativa de que los precios caerán aún más".
El "contagio"- la vinculación global de tales espirales descendentes- es un aspecto de la globalización tanto como el mercado global de divisas o la OMC. Era abiertamente esperado que las economías europeas, por ejemplo, se vieran menos afectadas por la caída en EEUU, porque EEUU es sólo uno de sus principales mercados, pero están siendo severamente dañados por la caída en los mercados latinoamericanos y asiáticos que a su vez están siendo dañados por la caída de los EEUU.
Curiosamente, a los países que mejor les va es a los ex-comunistas como China, Rusia y partes de Europa del Este que no están totalmente integrados a la economía global. Pero incluso ellos se están viendo seriamente afectados.
Aparte de vincular las economías, la globalización y el neo-liberalismo han desmantelado las fuerzas e instituciones anticíclicas que han limitado las caídas económicas en la era posterior a la segunda guerra mundial. Programas anticíclicos como el subsidio por desempleo han sido diezmados en los EEUU.
Incluso las naciones desarrolladas han perdido en gran medida su capacidad de imponer controles efectivos de capital sobre sus divisas, de forma tal que estimular la economía de un país a veces conduce a fugas de capital en lugar de a la creación de empleo. El esfuerzo por coordinar las políticas de crecimiento en los grandes países capitalistas ha sido largamente abandonado.
Y las políticas originales del Fondo Monetario Internacional, diseñadas para permitir a los países corregir desviaciones de sus divisas sin llevar a sus economías a una recesión, han sido reemplazadas por requisitos cuasi universales de austeridad del tipo de los "ajustes estructurales".
Ante la caída actual, los dirigentes han bajado las tasas de interés y están comenzando a abandonar los principios liberales y promoviendo déficits en los presupuestos gubernamentales para estimular la economía.
Por supuesto algunas de estas propuestas - llamativamente aquellas de la Administración Bush y el Partido Republicano en los EEUU- no son más que regalos a empresas e individuos acaudalados que no aumentarán su incentivo por invertir.
Pero la gran lección de los últimos veinte años es que tales políticas nacionales, por sí solas, han comenzado a ser menos y menos efectivas en la economía global. Contrarrestar esta recesión seguramente requerirá un desmantelamiento substancial del edificio neo-liberal.
Durante la crisis financiera global de fines de los 90 había una acalorada discusión sobre una "nueva arquitectura para la economía global". El establishment rápidamente abandonó la discusión cuando la burbuja de los EEUU pareció reestablecer la lunática crecida de la globalización. Hoy hay un silencio formidable en el establishment - ya sean economistas, dirigentes o expertos - sobre cómo prevenir un colapso global y recuperar el crecimiento económico.
El problema es que cualquier arreglo serio del creciente empeoramiento económico deberá tratar los problemas básicos que han planteado los críticos de la globalización. Y por esa razón, la crítica de la globalización pronto regresará a lo más alto de la agenda global.
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Jeremy Brecher y Tim Costello son co-autores junto a Brendan Smith de Globalization from Below (Globalización desde abajo) y son los productores del video documental Global Village or Global Pillage? (http://www.villageorpillage.org).
Trad. Rodrigo Orihuela