VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Internacional

17 de julio del 2002

Enterrando a las grandes empresas: The Guardian, Defensa Misilística y cambio climático

David Edwards
ZNet en español

Uno de los secretos de la manipulación mediática es informar el horror y las peleas del mundo como si no existieran el poder, los intereses y las maquinaciones de Occidente. La inmensa pobreza, la injusticia y el caos del Tercer Mundo son representados como si no estuvieran conectadas con el calmo oasis de la civilización en Europa y los Estados Unidos, que observan benignamente pero sin poder ayudar, o que aportan heroicamente para corregir males tanto como pueden. La idea, por ejemplo, de que el vasto poderío militar y económico de Estados Unidos puede vincularse de alguna forma a la vasta pobreza y sufrimiento de las vecinas Centro y Sudamérica es impensable.
Una característica de la información que mantiene este audaz engaño - no conscientemente, sino a través de un sentido internalizado de lo que "simplemente no se hace" - es la retransmisión de las afirmaciones bien motivadas de nuestros enemigos como argumentos, mientras que informamos sobre las afirmaciones de nuestros gobiernos sin comentarlas, o como si fueran verdades obvias - el mensaje, repetido hasta el hartazgo, le llega al público y así logra cumplir con una importante función propagandística. A esto se le llama 'información honesta y veraz'.
De esta manera en 1998, James Mates de ITN informó a los espectadores, cuando Saddam Hussein se reunió con el Sheik de Qatar, que el primero estaba "representando su papel favorito, el de defensor de los árabes". (James Mates, ITN, 10 O'Clock News, 16 de Febrero, 1998) Es inconcebible que cualquier periodista de noticias de la BBC o de ITN alguna vez describa a George W. Bush como "representando su papel favorito, el de defensor del mundo libre".
En 1995 la BBC informó que el presidente Bill Clinton había dicho:
"La violencia inflingida sobre estos inocentes civiles [Bosnios] violenta los principios sobre los cuales se apoya América." (BBC Six O'Clock News, 1 de Diciembre de 1995)
La BBC misma no dijo que la violencia contra los civiles Bosnios "violentaba los principios sobre los cuales se apoya América", pero la transmisión de este tipo de reclamos sin emitir comentario - como sucede infinitamente- le da credibilidad al argumento. Si algo, manifiestamente, no es verdadero, y más aún si es una inversión completa de la verdad, naturalmente esperamos que sea enfrentada por una prensa libre - el hecho de que algo no sea enfrentado sugiere que es básicamente verdadero. Por supuesto que esta asunción deja de tener lugar cuando comenzamos a dudar de la prensa. Esta es la razón por la que todo tipo de intereses creados tienen tanto que perder con una discusión honesta sobre el accionar de los medios - infinitas capas de engaño dependen de la gran mentira de la "prensa libre".
Y así, mientras los medios "serios" se contentan con balbucear sin fin sobre todo tipo de temas exóticos y fascinantes - el hueso metatarsiano del futbolista David Beckham, la nariz dolorida del león tuerto del zoológico de Kabul, Marjan - nunca ha habido, literalmente, una examinación seria sobre la libertad de prensa en ninguna parte de la prensa convencional del Reino Unido.
Si debe mantenerse la imagen beatífica de la motivación de los EEUU y el Reino Unido, entonces el retrato verdadero - desfigurado como está por los pecados del implacable poder corporativo y su asombrosamente irresponsable interés propio - tiene que guardarse bajo candado en el ático. En Abril de 2001, John Borger del Guardian informó certeramente:
"En la administración Bush, las empresas son la única voz.... Es lo más cercano que se puede llegar en una democracia a un gobierno de empresas, por empresas y para empresas." Roberto Reich, ex secretario de trabajo de Bill Clinton, agrega, "Ya no hay un contrapoder en Washington. Las empresas tienen control completo de la maquinaria gubernamental." (Borger, "All the presidentīs businessmen", the Guardian, 27 de abril de 2001).
Como puede adivinar cualquier persona en su sano juicio, esta realidad es un factor mayoritario en la promoción del desarrollo de la National Missile Defence (NMD:
Defensa Misilística Nacional), descrito como un sistema inherentemente defectuoso, intrabajable y que "no tiene ningún sentido" por la Union of Concerned Scientists (Unión de Científicos Preocupados) (www.ucsusa.org/arms)
Al escribir en Newsday en Julio de 2000, el periodista estadounidense Robert Jensen apuntó:
"El verdadero blanco del sistema NMD no son imaginarios misiles entrantes, sino los principales fabricantes de misiles que se beneficiarán - Lockheed Martin, Boeing, Raytheon y TRW".
Un informe del World Policy Institute, publicado este mes, sobre los principales nombramientos de Bush, encontró que 32 importantes funcionarios responsables de políticas públicas tenían lazos financieros significativos con la industria armamentista antes de unirse a la administración, en contraposición con 21 funcionarios vinculados con la industria energética.
Tomen a Lockheed Martin, el mayor contratista de la defensa Americana, que tiene contratos con el Pentágono valuados en cerca de 30.000 millones de dólares, tan sólo en los años 2000 y 2001. La compañía es el máximo proveedor estadounidense en armas nucleares y misiles de defensa, y es uno de los "cuatro grandes" contratistas de NMD. La empresa proyecta obtener miles de millones con su producción del misil balístico Trident II, utilizado por submarinos. El misil recibirá fondos adicionales como parte del objetivo de la administración Bush de focalizarse en misiles de submarinos más que en los terrestres ICBM. Lockheed Martin también tiene más conexiones que cualquier otro fabricante de armas con la administración Bush. Esto es una pequeña muestra de la desagradable verdad revelada por el World Policy Institute.
"En total, ocho funcionarios responsables de políticas públicas tenían vínculos directos o indirectos con la firma antes de unirse a la administración. Funcionarios con conexiones indirectas a la compañía incluyen al Vicepresidente Dick Cheney, cuya esposa, Lynne Cheney perteneció al directorio de Lockheed Martín desde 1994 hasta enero de 2001, acumulando, en dicho periodo, más de $500,000 por pagos diferidos de director; y al Consejero Adjunto de Seguridad Nacional Stephen Hadley, quien trabajó en Shea y Gardner, el influyente estudio de abogados de Washington DC que representa a Lockheed y Martín (junto a numerosos clientes corporativos más). Funcionarios nombrados por Bush con vínculos más directos a la firma incluyen al Secretario de Estado Adjunto para Asuntos Latino Americanos, Otto Reich, quien trabajó como lobbista cuando la compañía buscaba una reversión en la prohibición estadounidense para la venta de armas de alta tecnología a Latinoamérica; y el Secretario de Transporte Norman Mineta y el Secretario Adjunto de Transporte, ambos habiendo sido vicepresidentes de Lockheed antes de incorporarse a la administración." ("About Face: The Role of the Arms Lobby In the Bush Administration's Radical Reversal of Two Decades of U.S. Nuclear Policy,' Un informe especial del World Policy de William D. Hurtung, junto a Jonathan Reingold, Mayo de 2002, http://www.worldpolicy.org/arms/reports/reportaboutface.html).
Diez de los contratistas de armas nucleares y misiles de defensa más grandes hicieron $8,6 millones en contribuciones políticas en 1999/2000, destinando 64% a los candidatos republicanos. Las empresas con más intereses en misiles de defensa y armas nucleares gastaron más de $58,9 millones en lobbies durantes 1999 y 2000.
Sin embargo Borger - a pesar de estar informado como lo está de la amplia influencia de las empresas en las políticas de los EEUU- no hace ninguna mención de esta corrupción en su reciente articulo sobre el NMD:
"Después de un duro año de oposición rusa a un esquema que Moscú advirtió que podría poner en jaque a la estabilidad nuclear global e iniciar una nueva carrera armamentista, el Kremlin ha aceptado una oferta de la Casa Blanca para cooperar en el proyecto nacional de misiles defensivos." (Julian Borger y Ian Traynor, 'Bush wins the final battle of Star wars,' The Guardian, 16 de mayo de 2002).
La única mención hecha por Borger y Traynor con respecto a la influencia del dinero en esta farsa esta confinada a una descripción de cómo empresas rusas han estado deseando obtener contratos e inversiones americanas.
Durante los últimos tres años, Borger ha escrito 53 artículos mencionando la defensa misilística, 23 de los cuales incluyeron alguna mención del NMD. Solo cuatro mencionan a Boeing, Lockheed Martin y Raytheon, y hemos podido encontrar tan sólo tres artículos que hablen directamente del papel de las grandes empresas en el impulso de NMD.
Hasta el 20 de mayo de 2002, el Guardian/Observer había publicado 859 artículos que mencionaron la frase "defensa misilística". De estos, 25 mencionaron a Boeing, el principal contratista del sistema NMD. Encontramos 16 menciones de "defensa misilística y Lockheed Martin" y 7 menciones de "defensa misílística y Raytheon". Hallamos que el acrónimo "NMD" fue mencionado en 203 artículos.
De estos, 12 incluyeron una mención a Boeing, 8 una mención a Lockheed Martín y 5 alguna a Raytheon - una gran parte de estas menciones estaban hundidas en las paginas financieras.
Como el resto de los medios principales, los periodistas del Guardian hacen escasas menciones de la influencia de las empresas, pero generalmente informan sin comentario, o como si fuera un hecho, las afirmaciones estadounidenses de que NMD es diseñada para eliminar misiles extranjeros. De esta manera, en agosto del 2001, Richard Norton-Taylor escribió:
"En su cruzada por la quimera de seguridad absoluta, la administración Bush está planeando un futuro con armas "inteligentes", aviones sin hombres, armas espaciales y ciberespaciales al igual que una defensa misilística nacional." (Norton-Taylor 'The US search for absolute security is a threat to us all', 9 de agosto de 2001)
La realidad de los vínculos corporativos-políticos convierten en un hazmerreír a la idea de que "una cruzada por seguridad absoluta" está impulsando al NMD.
En una postura similar, en mayo de 2000, Rupert Cornwell, del Independent, argumentó filosóficamente:
"La espada engendró al escudo, que engendró a la flecha, que engendró al rifle, que engendró al trinquete. Ahora tenemos las armas más terminantemente letales de la historia, y Estados Unidos, convencido de la omnipotencia de la tecnología, engendra lo que cree será el escudo para sacarse de encima, sino a todas, por los menos a algunas de ellas." (Cornwell, 'Britain must deter the US from another arms race', The Independent, 30 de mayo de 2000).
De hecho fue la avaricia corporativa, no la fe en la omnipotencia de la tecnología, lo que engendró al NMD.
En Junio de 2001, el Times escribió sobre como "para el año 2030 el chantaje nuclear de los países parias" podrán o no ser una importante preocupación global, "pueden citarse a expertos... con pronósticos muy diferentes". El presidente Bush, nos han informado, "representa a aquellos con confianza de que las dificultades asociadas a la NMD pueden superarse". ('The politics of instant cost and the unknown future benefit', The Times, 16 de junio de 2001)
O tal vez Bush tiene confianza en que los cofres corporativos puedan llenarse hasta desbordarse en el intento.
En otras partes, Borger cambió de discurso al dar la impresión de que la amenaza del terror es la motivación principal del aumento del gasto militar. En un artículo del Guardian que no deja ninguna duda -'Terror threat ups defence budget (La amenaza del terror aumenta el presupuesto de defensa)', escrito el 5 de julio de 1999 - Borger informó el mayor aumento en gastos de defensa desde la Guerra Fría. Los gastos de las fuerzas armadas serían impulsados en $12 mil millones en un año y en un total de $110 mil millones en los próximos seis.
"Enfrentado con la perspectiva de enredo militar continuado en Bosnia e Irak hasta bien dentro del siglo 21, y una creciente amenaza terrorista contra los Estados Unidos, Bill Clinton ha aprobado el mayor aumento en gastos defensivos desde la Guerra Fría, informes de los EEUU dijeron ayer. Noticias sobre la decisión coincidieron con la publicación de nuevas amenazas de Osama Bin Laden, dando a entender que la "guerra santa" Islámica, con su particular estilo, estaba en el mercado para conseguir armas químicas y nucleares y avisándole que los americanos deberían "esperar ser expuestos a asesinato en cualquier momento". (Borger, The Guardian, 4 de enero de 1999)
El informe de Borger fue publicado junto a una foto de bin Laden, no con fotos de terrenos inmobiliarios de primera pertenecientes a ejecutivos de Lockheed Martin, Raytheon y Boeing (diez meses antes, el 28 de marzo de 1998, The Guardian había informado que el jefe de la industria armamentística British Aerspace, Sir Richard Evans, había sido premiado con más de 3 millones de libras esterlinas de sueldo y participaciones accionarias).
La voluntad de aceptar los motives oficialmente enunciados, y la reticencia a buscar aunque sea un milímetro por debajo de la superficie para encontrar motives claramente más obvios, aunque menos sabrosos, es una característica constante en la información de los medios convencionales. De esta forma, al escribir en The Guardian, Nicholas Watt remarca:
"Gran Bretaña lanzará hoy su ataque más fuerte contra el rechazo de George Bush al protocolo climático de Kyoto, mientras el gobierno previene que las acciones de Washington amenazan con hacer "inhabitable" al planeta.
La intervención de Meacher, el Secretario de Medio Ambiente Británico, llegó después de que el negociador en jefe de temas climáticos de Washington, Harlan Watson, había dicho que una iniciativa independiente de los EEUU para cortar emisiones del gas producido por el gas invernadero no será evaluada hasta el año 2012.
El informe de The Guardian no decía una palabra sobre el hecho de que no es "George Bush", ni "Washington", el responsable de la obstrucción de la acción contra el cambio climático, sino que son los intereses de las grandes empresas globales que prácticamente manejan el gobierno de los EEUU. Quedó para una pequeña carta de parte de la StopEsso Campaign (la campaña de Paren a Esso), publicada en Guardian Letters el 16 de Mayo de 2002, el dar un indicio de la verdad cuando le informó a los lectores que Harlon Watson había sido, de hecho, recomendado a Bush por ExxonMobil en un memorandum enviado a la Casa Blanca en el año 2001. La carta también señalaba que Bush también cumplió con la recomendación de ExxonMobil de reemplazar al máximo directivo del panel de ciencia climática de la ONU.
Llamativamente, Julian Borger ya había informado, el 20 de abril, el respaldo empresarial de Watson - sin embargo el foco estaba dado sobre el incidente especifico en sí, dejando la verdadera extensión de la obstrucción empresarial, con relación al cambio climático, a la imaginación del lector. No es que semejantes abusos aislados nunca se informen - son mencionados, pero luego se dejan de lado en informes futuros, sin indagar y pasando por alto los significados más amplios.
Es abrumadoramente obvio que Bush - el ex- "gran presidente empresario" en jefe del petróleo - está siguiendo, como si fuera un esclavo, las líneas de las grandes empresas, pero rara vez se considera importante mencionarlo cuando se discuten opciones a las acciones de cambio climático - el problema es siempre "América" o "la administración Bush", no la influencia de las grandes empresas.
De la misma manera la crucialmente obvia diferencia entre el NMD y la acción contra el cambio climático - la primera beneficia masivamente a intereses creados, mientras que la segunda los daña- nunca se considera significativa cuando se discute el porqué los EEUU pueden terminar gastando $238 mil millones en los próximos 15 a 20 años en respuesta a misiles que un día podrán ser construidos y lanzados por Corea del Norte o Irán en el primer acto registrado de suicidio nacional, mientras los EEUU no logran responder a la amenaza del cambio climático, anunciado como catastrófico por 3.000 científicos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático. En lugar de hacer la conexión, enceguecedoramente obvia, la prensa hace comentarios absurdos como:
"La fe en la tecnología es lo que une a partidarios del NMB y opositores de Kyoto." (The Times, op. cit.)
Cuando los medios fallan en marcar la demencia implícita de la formación de políticas, debe juzgarse a los mismos medios como dementes - los medios, realmente, son una forma de demencia institucionalizada.
Podremos argumentar que si bien la obstrucción de las grandes empresas a la acción contra el cambio climático es un crimen contra la humanidad que está a la altura de las mayores atrocidades de la historia, no es el trabajo de los periodistas "comentar" sobre quién o qué puede estar detrás de tales crímenes - el trabajo de los periodistas es meramente informar objetivamente los hechos.
En cuyo caso es difícil explicar porque, dos días después de las atrocidades del 11 de septiembre, Borger estaba ocupado identificando a los perpetradores y sus motivos. Borger escribió:
"Si se descubre que Osama bin Laden ideó los ataques, tal cual parece altamente probable con la aparición de evidencia, las opciones del presidente van desde una combinación de presión diplomática sobre Afganistán y una acción anti-terrorista más efectiva hasta una intervención militar de gran escala." (Borger, 'President Bush faces his moment of truth as the world waits for response', The Guardian, 13 de septiembre de 2001).
Borger incluso hizo un sumario de "las opciones presidenciales", incluyendo:
"Intensificar la presión sobre los mandatarios Talibanes de Afganistán en un intento por sacar a Bin Laden de su escondite, endureciendo las defensas terroristas e intentando entrar a sus redes de funcionamiento."
Como alternativa, Borger sugirió:
"Apuntar contra supuestos campos de entrenamientos terroristas con misiles cruceros - la respuesta elegida por Bill Clinton luego de las explosiones contra las embajadas norteamericanas en África del Este en 1998."
Imagínense a The Guardian buscando a los culpables responsables de la falta de acción contra los cambios climáticos. Recuerden que este no es un tema trivial- citando a la US National Academy of Science (la sociedad nacional de ciencia de los EEUU), el ministro de medio ambiente Michael Meacher, ningún radical, advierte:
"No tenemos mucho tiempo y no tenemos ninguna opción seria. Si no actuamos rápido para minimizar los efectos descontrolados de retroalimentación producidos [por el calentamiento] corremos el riesgo de convertir a este planeta, nuestro hogar, en inhabitable." (Watt, op. Cit)
Imagínense a The Guardian exponiendo el hecho de que las grandes empresas, en coordinación con las grandes empresas mediáticas, han trabajado durante décadas detrás del escenario, lejos del ojo del público, para prevenir toda acción contra esta amenaza sin precedentes, y tal vez hasta terminal. The Guardian puede, por ejemplo, llamar la atención a esta carta enviada por grandes empresas a George W. Bush en Mayo de 2001:
Querido Sr. Presidente:
De parte de 14.000 compañías miembros de la National Association of Manufactures, NAM, (Asociación Nacional de Manufacturas) - y de las 18 millones de personas que construyen cosas en América- gracias por su oposición al Protocolo de Kyoto, dado que exime al 80 por ciento del mundo y causaría serios daños a los EEUU." (Michael E. Baroody, Vicepresidente Ejecutivo de NAM, Carta al Presidente sobre el Protocolo de Kyoto, 16 de Mayo de 2001)
Esso/Exxon gastó millones de dólares en los últimos cinco años para asegurar que George W. Bush llegara al poder. La devolución de favores incluye la insistencia de Bush por que la industria encuentre sus propias soluciones para el cambio climático, desechando llamados para regular el tema. Rene Dahan, el vicepresidente de Exxon, le dijo al Financial Times, el año pasado, que el plan de Bush "no será muy diferente a lo que está escuchando de nuestra parte". (Citado, Nick Cohen, 'Blair welcomes Bush's fair-weather friends', The Observer, 10 de febrero de 2002).
Imagínense al Guardian informando, no "las opciones del presidente", sino las opciones para prevenir que las grandes empresas arruinen nuestro planeta. Tal vez podría proponer la posibilidad de un boicot total de todas las estaciones de servicio ExxonMobil, una campaña mediática masiva para nombrar y avergonzar a los ejecutivos de las empresas productoras de combustible fósil responsables de las acciones que podrían convertir a nuestro planeta en "inhabitable". Quizás podría incluir la posibilidad de nombrar y avergonzar a la "prensa libre" de los Estados Unidos y de Gran Bretaña que se ha mantenido silenciosamente de lado mientras las grandes empresas - incluyendo a las grandes corporaciones mediáticas, sus dueños, sus anunciantes y aliados - se han dedicado a hacer sus negocios y buscar beneficios a corto plazo, arriesgando para ello toda la vida existente en el planeta.
Pero por supuesto The Guardian no hará nada de esto porque su trabajo es informar al mundo desde la perspectiva, no de la gente, sino del poder, Y esto es verdad para la BBC, The Guardian, The Observer, The Independent y la prensa en general - son parte de un sistema de propaganda que subordina a la gente y al planeta por beneficios a corto plazo. Si nos resistimos a levantarnos ante este hecho, y a actuar sobre el mismo, podrán haber beneficios de corto plazo para las empresas, pero no habrá un futuro de largo plazo para la gente o el planeta.
ACCIONES SUGERIDAS
Escríbanle a Julian Borger en the Guardian:
Email: julian.borger@guardian.co.uk Pregúntele por qué rara vez ha llamado la atención sobre el papel de las grandes empresas, a través de Bush, el "presidente de las grandes empresas", en la promoción del inútil sistema NMD. Pregúntele por qué, a pesar de reconocer el papel de las empresas en el gobierno de EEUU, ha enfatizado la amenaza del terror por sobre el deseo de ganancias reflejado en los grandes gastos en armas.
Cópienle sus cartas al editor de the Guardian, Alan Rusbridger.
Email: alan.rusbridger@guardian.co.uk Pregúntele a Alan Rusbridger por qué su diario no ha dicho casi nada sobre el papel de las grandes empresas en la obstrucción de las acciones contra el cambio climático. Pregúntele por qué su diario no ha iniciado ninguna acción de "nombrar y avergonzar" para exponer a las organizaciones de grandes empresas que bien podrían ser responsables por hacer a nuestro planeta "inhabitable".
Cópienle sus cartas al editor de lectores de the Guardian, Ian Mayes.
Email: ian.mayes@guardian.co.uk El objetivo de Media Lens es promocionar racionalidad, compasión y respeto hacia los demás. Al escribirle cartas a periodistas, le recomendamos a los lectores que mantengan un tono educado, sin agresividad ni abusivo.
Cópienle sus cartas a editor@medialens.org
Siéntanse con libertad para responder a las alertas de Media Lens (editor@medialens.org).
Visite el sitio en internet de Media Lens: http://www.medialens.org/
Título original: Burying big business: The Guardian, Missile Defense and climate change
Origen: Media Lens, 24 de Mayo de 2002
Traducido por Rodrigo Orihuela y revisado por Juan Heguiabehere