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Internacional

29 de mayo de 2002

El escritor español recibe el Premio Internacional de Literatura Octavio Paz

Invoca Juan Goytisolo la resistencia individual contra la globalización

La Jornada


Juan Goytisolo es un escritor excéntrico en el mejor sentido. Lo han considerado el más latinoamericano de los escritores españoles, también el más europeo (por su marcada curiosidad por culturas y tradiciones diferentes a la suya) y, por supuesto, el más moro. No sólo es excéntrico por ello. Es un hombre de acción y reflexión. Va del estudio sobre la ambigüedad del lenguaje de San Juan de la Cruz a su trabajo como ''reportero sin fronteras" en Sarajevo o Palestina. Lo mismo rastrea la presencia de las palabras y la sintaxis del árabe en nuestro idioma que los peligros acechantes sobre la plaza de Marrakech, cuya protección por la UNESCO logró hace un año.

Por la continuidad de tradiciones

-Para el novelista la defensa de la diversidad es el mejor antídoto contra los efectos nocivos de la globalización:

-Hay cantidad de tradiciones, de actividades artísticas y culturales únicas en el mundo que pueden y deben conservarse. La idea no es legislar o fijar algo que por su naturaleza es móvil: la sociedad cambia y con ella sus espectáculos populares. Se trata de garantizar la continuidad de la tradición.

''México tiene una ceremonia bellísima en el lago de Pátzcuaro: la del Día de Muertos. Hablaré con personas de aquí para que presenten su candidatura a la UNESCO, porque es una manifestación cultural única en el mundo. Hace algunos años México presentó ante la UNESCO la candidatura de la marimba. Siempre hay cosas más interesantes que la marimba en México, ¿no le parece?

''En el mundo hay espacios culturales con manifestaciones artísticas únicas que debemos preservar. También hay lenguas y culturas amenazadas con desaparecer. Creo que si México presenta a la UNESCO el Día de Muertos tiene una candidatura de maravilla.''

-¿Preservar la diversidad cultural es una forma de defensa contra la globalización?

-Bueno, vivimos un mundo global, pero podemos resistir sus embates negativos de manera individual. La defensa de lo particular es la única manera de hacerlo. La defensa de la plaza de Marrakech, por ejemplo, fue una actividad pequeña, si se quiere, pero concreta y eficaz.

-La defensa de la diversidad es, a fin de cuentas, un ejercicio de tolerancia, de respeto al otro.

-Yo diría de intertolerancia, porque cuando se habla de tolerancia se tiene el significado de que una parte acepta a la otra aunque no lo haga de buena manera. Prefiero hablar de intertolerancia: los diferentes se aceptan de manera recíproca. Cuando sólo unos toleran a los otros va mal la cosa.

-Su lucha por la intertolerancia no se ha limitado a la defensa de esos espacios culturales. Conflictos como los de Chechenia, Sarajevo, lo llevaron allá.

-Es cierto. He procurado alternar mi trabajo literario con ese otro trabajo complementario que consiste en dar testimonio de asuntos que me importan mucho. En un principio lo que me motivó a hacerlo fue la guerra del Golfo. Yo había estado en Irán con un equipo de la televisión española justo antes de la contienda. Luego estuve en Marruecos durante esos terribles 40 días. Allí advertí el desfase total entre la videoguerra que ocultaba lo que había detrás: petróleo y sangre. Y esas dos palabras clave, petróleo y sangre, no aparecieron en esa videoguerra.

''Respecto de Serbia, amigos serbios antinacionalistas me pasaban traducciones de los discursos del ultranacionalismo serbio de Milosevic. Al leerlos supe que eran idénticos al del nacionalcatolicismo español. Incluso la mitología nacional serbia era la mitología nacional del catolicismo español: para unos los invasores eran los turcos, para otros, los árabes; había la Serbia celeste y la España sagrada.

Entre judíos y árabes

-Después estuvo en Palestina.

-Fui como miembro del Parlamento Internacional de Escritores. Estuvimos en Ramallah, Gaza y Jerusalén. Mi vida la he pasado con judíos y árabes por lo que esa guerra, para mí, es un poco una guerra interior. Europa tiene la responsabilidad de garantizar al Estado de Israel pero, también, un Estado Palestino viable, no como lo que crean ahora. -Comparte con Octavio Paz esa doble vertiente del escritor que ama la literatura y no deja de manifestar sus opiniones sobre los conflictos sociales.

-Admiré mucho a Octavio por su interés por lo social y las culturas distintas a la suya. Enriqueció muchísimo a nuestra tradición literaria. Por ejemplo, gracias a su interés por el tantrismo hindú Vislumbres de la India y otros de sus libros son obras únicas.

-Su primer texto publicado en la revista Plural, que dirigió Octavio Paz, es de julio de 1972. ¿Cuándo lo conoció?

-Cuando dimitió a su puesto de embajador en la India empecé a tratarlo, pero eso lo contaré esta noche en el discurso por la racepción del premio.

Goytisolo recibe hoy el Premio Internacional de Literatura Octavio Paz y si el Ministerio de Cultura español no lo felicitó por el Premio Octavio Paz, eso no le quita el sueño. Sabe que un grupo de lectores desde hace tiempo lo sigue con devoción.