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Internacionales

14 de febrero del 2002
Cachemira: El campo de batalla más elevado del mundo

Miguel Angel Ferrari
Radio Rosario, Argentina
Una vez más, a lo largo de este último medio siglo, se vuelve a tensar la situación de enfrentamiento militar en la región de Cachemira. La India y Pakistán, tradicionales enemigos geoestratégicos y aliados ocasionales en esta guerra de terroristas contra terroristas emprendida por los Estados Unidos luego del ataque del 11 de septiembre, se hallan frente a frente.
Sobre esta inveterada disputa territorial, desde mayo de 1998 se cierne una temible sombra nuclear que preocupa a toda la humanidad. Fue precisamente en esa fecha cuando Islamabad y Nueva Delhi se incorporaron oficialmente al club nuclear, agregando a este interminable contencioso un nuevo y contundente elemento de persuasión, para expresarlo de un modo eufemístico.
El conflicto sobre estas tierras que atesoran petróleo en sus entrañas, es una de las típicas herencias coloniales que los países del Tercer Mundo han recibido luego de siglos o largas décadas de ocupación territorial por parte de los países civilizados de occidente.
La expansión colonial de las potencias marítimas europeas, que tuvo uno de sus momentos de mayor relieve allá por el siglo XV, llevó a la Compañía de Indias Orientales -de origen británico-, a mediados del siglo XIX, a controlar inmensas extensiones territoriales que hoy constituyen los estados de la India y Pakistán. Finalmente, este emprendimiento privado se transformó -en 1857- en un dominio británico, en el más estricto sentido político.
La historia, desde ese lejano 1857, es larga, pero lo destacable radica en lo que ocurrió en 1947 cuando el Parlamento británico aprobó la denominada Ley de Independencia y Partición de la India. Esta norma colonial contemplaba la creación de dos estados independientes, la India y Pakistán, al tiempo que establecía que los numerosos principados (existían en la región 550 de estos pequeños estados) debían elegir su incorporación a uno de los dos países.
El principado de Jammu y Cachemira, con gobernantes hindúes y una base poblacional abrumadoramente musulmana, se constituyó -por entonces- en uno de los mayores problemas a resolver. Este principado estaba compuesto por tres regiones con características muy diferentes entre sí: las más importante, Cachemira Central, con mayoría de habitantes de origen musulmán; Jammu, con una población mayoritariamente hindú; y Ladakh, donde los budistas constituían el grueso de la población.
Este principado -por su ubicación geográfica- tenía un alto valor estratégico. Se hallaba a 6.000 metros sobre el nivel del mar, en el límite de los dos nuevos estados de Pakistán y la India; era también fronterizo con China, y su valle de Cachemira era el paso obligado a través de la cadena de los Himalayas entre el subcontinente indio y el Asia meridional, sin contar que desde allí nacen los ríos Indo, Chenab y Jhelum, proveedores principales de agua a una amplia región pakistaní.
El marajá Hari Sing, que por 1947 gobernaba Jammu y Cachemira, demoró su decisión de incorporación a los grandes estados vecinos durante varios meses. Su propósito consistía en constituirse en un Estado independiente. En ese mismo año comenzó la primera guerra indo- pakistaní y esta situación llevó al marajá a incorporarse a la India. El conflicto terminó -en 1949- con la mediación de las Naciones Unidas y se demarcó una Línea de Control administrada por una misión de paz.
En 1965 se desarrolla la segunda confrontación de magnitud. En 1971, la India y Pakistán se enfrentan por la independencia de Bangladesh. El escenario nuevamente es Cachemira. Se llega a un acuerdo entre ambas partes y se dibuja una nueva Línea de Control mediante el Acuerdo de Simla.
En 1974, la India realiza su primera prueba nuclear, denominada "Buda Sonriente". Quince años después, se gesta un movimiento insurgente islámico en el estado indio de Jammu y Cachemira, hegemonizado por el grupo pro-pakistaní Hizbul Mujahideen. Desde ese año, los enfrentamientos y los actos terroristas adquieren una intermitencia que llega hasta nuestros días.
Entre abril y mayo de 1998, ambas naciones realizan pruebas con armas atómicas, hasta lograr el status de potencias nucleares. En julio de 1999 se alcanza otro pic de violencia cuando 400 pakistaníes se infiltran en la zona dominada por la India. La India ocupa dos tercios de la región, formalmente denominada Jammu y Cachemira, en tanto que Pakistán tiene bajo su control el resto del territorio, al que denomina Cachemira "Azad", esto es, Cachemira Libre.
Dos sucesos recientes atizaron el conflicto: el 1 de octubre un atacante suicida pro-pakistaní hizo estallar un coche bomba ante la Asamblea local de la ciudad de Srinagar, y el atentado contra el Parlamento de la India hace algunas semanas.
En estos momentos, la India anunció nuevas sanciones diplomáticas contra Pakistán, suspendió vuelos comerciales, viajes en tren y en ómnibus, y retiró 50 funcionarios de su embajada en Islamabad. Pakistán respondió con medidas similares.
Alerta militar en el campo de batalla más elevado del mundo.


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