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Internacional

18 razones para oponerse a la guerra contra Irak

Por Roberto Torres Collazo*

Las guerras a lo largo de la historia han demostrado, que nada se gana con la guerra y todo puede perderse a corto, mediano o largo plazo. Y la posible guerra contra Irak, no parece ser la excepción por las consecuencias devastadoras que podrían desatarse. Antes de exponer las razones para oponernos a la guerra, queremos dejar claro que Saddam Hussein es un dictador, asesino y peligro para su propio pueblo. Pero eso no justifica una guerra porque, la matanza hará estragos en la población civil iraquí de enfermos, discapasitados, ancianos, niños, mujeres y en la infraestructura está severamente dañada debido a las sanciones y aislamiento que ya sufre el pueblo iraquí.
Por el desastre ecológico de inmensas proporciones que podría desencadenar un daño irreparable como el que pasó en la guerra del Golfo Pérsico en 1991.
Donde los soldados iraquíes prendieron fuego a 732 pozos petroleros. De cuatro a seís millones de barriles diarios se convirtieron en humo, emitiendo a nuestra atmósfera, que ya está dañada gravemente, 500 millones de toneladas de gas carbónico.
Refortalecería el dominio casi absoluto militar, económico y político del gobierno de Estados Unidos en el Mundo, ha expensas de ser visto como un país arrogante y violento. Como resultado fomentaría entre, los terroristas y no terroristas, mas odio anti-americano en muchas partes y en consecuencia un posible aumento de atentados y espiral de violencia sin fin hacia objetivos civiles y militares estadounidenses en cualquier parte. La violencia engrenda violencia, es un hecho.
Porque socabará la confianza en la Organización de las Naciones Unidas, que originalmente fue creada para prevenir y garantizar la paz mundial. Los aliados y enemigos podrían en tela de juicio la credibilidad del Derecho Internacional, prestandose a que cada cual lo interprete a su conveniencia.
Alejaría los esfuerzos de paz en el conflicto entre isralíes y palestinos.
Ya que como sabe todo el mundo, Estados Unidos apoya militar y economicamente a Israel. Y conflicto que ya divide la Liga Arabe y los mismos pueblos árabes. La guerra contra Irak podría desestabilizar mas todo el Medio Oriente entre grupos y gobiernos adversos. Ademas la guerra podría extenderse a Corea del Norte, Iran y el mismo Latinoamérica.
En Estados Unidos, en el nombre de la seguridad nacional, se verían mas amenazados los derechos humanos y civiles e incrementando la hostigación hacía los inmigrantes, especialmente hacia los Latinos y Arabes. Se estima ademas que Washington gastará 200 Billones, prosupuesto que bien podría utilizarse para la educación y la salud de los pobres en Estados Unidos.
El fundamentalismo anti-cristiano y anti-mulsuman sería inevitable, haciendo menos creible a las religiones que esencialmente creen en la paz.
Desde el punto de las mujeres que luchan por su emancipación, los hombres serían percibido como los que convocan siempre las guerras, son los mas violentos. El enriquecimiento de los empresarios militares. La guerra justificaría los ataques a los grupos desidentes y anti-globalización en Estados Unidos dentro y fuera. Finalmente, en el momento que escribimos estas lineas, no se ha demostrado que Irak estuvo vinculado con los tristes ataques del 11 de Septiembre.
Las razones en contra de la guerra nos muestran las desvastadoras consecuencias humanas, ecológicas, el sentimiento anti-americano, la violencia engredra violencia, la desconfianza hacia los organismos internacionales, inestabilidad de los pueblos, el ataque a los derechos civiles y humanos, el sentimiento anti-religioso y racial, la percepción de que los hombres son los mas violentos, la extensión de la guerra a otros países, el costo social, represion con los movimientos desidentes y el enriquecimiento de las industrias militares nos dicen que la querra no es la solución. Las razones nos dicen que mucho se pierde y poco o nada se gana.
La respuesta debe ser el oponernos a la guera, hablar a nuestros amistades y vecinos, apoyar manifestaciones pacíficas, repartir volantes, hablar en nuestras iglesias, usar los medios de comunicación social, educarnos para la paz y educar a nuestros hijos. Esta guerra no la para Bush, el Congreso, la ONU, sino el pueblo unido especialmente en las calles de Estados Unidos. Si es que queremos de verdad un Mundo de paz para nuestros nietos, hijos y futuras generaciones.

*Educador y articulista independinte. Boston, EEUU