VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Internacional

1 de diciembre del 2002

Robert Fisk denuncia la abdicación de los medios

Jooneed Khan
La Presse
Traducido para Rebelión por Germán Leyens

"Surco el planeta desde hace más de 25 años como periodista, y los atentados del 11 de septiembre de 2001 no han cambiado el mundo. Lo que ha cambiado, es la abdicación de los medios ante el poder, el abandono del espíritu crítico, la hegemonía del discurso oficial sobre los titulares, la narrativa dócil que pasa ahora por periodismo en los medios occidentales."
Un diagnóstico severo, frases contundentes, tono pleno de convicción, Robert Fisk se lanza a la carga en la Universidad Concordia, a la que la Unión de Estudiantes lo había invitado el domingo por la noche a hablar sobre el tema: "El periodismo después del 11 de septiembre".
"Los medios han tomado por buena moneda el discurso de la Guerra contra el Mal del presidente estadounidense George W. Bush. Hace un año, los reporteros en Afganistán se presentaron ante las cámaras cargados de uniformes y de cascos militares. Saltando de ben Laden a Irak, CNN y la BBC se encargan estos días del ajuste de cuentas de Bush con Sadam. Los grandes periódicos están repletos día a día de largos artículos citando a funcionarios anónimos. Es la complacencia hacia la desinformación. Deberían fusionarlos en un gran diario mundial, intitulado: "Los funcionarios dicen".
La víspera, el veterano corresponsal del diario británico The Independent en el Oriente Próximo había abordado el tema ante la NAJ canadiense (Asociación nacional de periodistas), que realizaba sus talleres de redacción en Montreal.
El domingo por la noche en Concordia, fue un happening: La Universidad acababa de recibir la confirmación del tribunal de la prohibición de todo debate sobre el Oriente Próximo, obligando el viernes a los diputados neo-demócratas Svend Robinson y Libby Davies, y a la militante Judy Rebick, a abordar el tema fuera del campus; demandan a la Universidad en nombre de la libertad de expresión; y el domingo, 5000 montrealais habían desafiado la tempestad de nieve para protestar contra una eventual guerra estadounidense en Irak.
La moratoria contra todo debate sobre el Oriente Próximo en Concordia vino después de la anulación de una charla del antiguo primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, el 9 de septiembre. "¿Puede evitar Fisk la mención del Oriente Próximo? La universidad va a vigilarlo, y a demandarlo si es necesario por violación de la moratoria y ofensa al tribunal", indicó a La Presse un responsable estudiantil –una amenaza repetida ayer por Dennis Murphy, un portavoz de la Universidad Concordia.
El auditorio 110 del edificio Hall estuvo repleto de gente a partir de las 18.30 para la charla prevista para las 19.00. Estaban sentados en el suelo, sobre el escenario; los agentes de seguridad tomaban fotos de los pasillos repletos para acusar a los organizadores, que se apresuraban por despejarlos.
En ese clima de excitación, Fisk, en mangas de camisa, fue presentado precisamente por Aaron Mate, uno de los dos miembros del comité ejecutivo de la Unión de Estudiantes acusados en el caso Netanyahu.
"La pobreza del periodismo después del 11 de septiembre, continuó Fisk, es que los editores utilizan a generalistas, jóvenes, y les exigen que informen el qué, el quién, jamás el por qué.
"Obtienen lo sensacional, pero sin el contexto. Cuando yo suministré el contexto del ataque en mi contra hace un año en Afganistán, ¡el Wall Street Journal me acusó de absolver a los terroristas del 11 de septiembre!"
Ilustrando su análisis con proyecciones de vídeo, Fisk acusó a los medios dominantes de adoptar el discurso de Israel (territorios en disputa, en lugar de ocupados, barrios judíos, en lugar de colonias, etc.). E hizo suya la definición del periodista de una colega israelí, Amira Haass, de Ha'aretz: "Es vigilar de cerca a los centros del poder."
__