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Internacional

Notas del Norte: Crónica de una farsa pronosticada


Las elecciones simplemente registran el continuo cambio hacia la derecha en la política burguesa estadounidense. Esta tendencia ideológica se debe a la crisis del capitalismo y a la necesidad de la clase patronal de imponer, por cualquier medio, sus costos sobre el pueblo trabajador, tanto aquí como en el resto del mundo. Ambos partidos "no tienen desacuerdos" en principios o estrategia.


Jon Hillson| Los Ángeles


Cada día se aproxima más la guerra de Estados Unidos contra Irak. Esto es un hecho inevitable e indiscutible. Así lo prueba la movilización de la marina. Después de completar el 30 de octubre ejercicios bélicos frente a las costas de California, donde se utilizaron 15 barcos y 9.000 soldados, el gobierno anuncia que el gigantesco portaviones USS Constellation se unirá a cuatro navíos similares que ya están o van en camino al Medio Oriente.
Washington continúa construyendo bases militares en Qatar y llama a los reservistas para conformar una fuerza militar de tierra de no menos de 100.000 solados estadounidenses.
El 31 de octubre, el periódico Washington Post reportó de un "furioso" ejercicio bélico en el "más sofisticado campo urbano de entrenamiento". Este entrenamiento es en preparación para un asalto de infantería contra Bagdad, el cual es necesario para obtener el objetivo imperialista de "cambiar de régimen" en Irak. De acuerdo con el artículo, la doctrina de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos considera a la lucha urbana como un"combate primordial".
Mientras tanto, toda la flota mercante de Estados Unidos se prepara para servir como transporte militar. Al mismo tiempo, Reuters reporta el 4 de noviembre que "tres enormes barcos de carga de propiedad de los militares estadounidenses, con capacidad para transportar tanques, partieron de las costas de EE.UU." Los barcos son casi del tamaño de un portaviones, con "900 pies de largo por 100 pies de ancho" con una "capacidad de 380.000 pies cúbicos —el equivalente a 8 canchas de fútbol".
El 7 de noviembre el periódico Los Ángeles Times anuncia que, por primera vez, Estados Unidos está mudando 10 bombarderos B-2 a bases afuera del país —8 a la base británica de Diego García, en el Océano Índico y dos a Fairfield, Inglaterra. Los aviones futuristas de Diego García están a cinco horas de Bagdad. El vuelo desde una antigua base del estado de Missouri duró casi dos día para llegar a sus blancos en Afganistán.
El mismo día, después de hablar en una rueda de prensa, el comandante en jefe del último imperio dice —en tono prepotente— que "el debate sobre si vamos a tratar con Saddam Hussein se acabó". Los Estados Unidos "se moverán velozmente con fuerza...hacemos lo que es necesario para triunfar", asegura el Presidente Bush.
ATROZ BRUTALIDAD EN YEMEN
El 4 de noviembre, de acuerdo con The New York Times, "representantes americanos" anunciaron que un ataque de misil lanzado por un avión teledirigido [drone], tipo Predator, de la CIA, mató a un "dirigente superior de Al Qaeda y a otros cinco subalternos que viajaban el 3 de noviembre en automóvil en Yemen". Una foto —a todo color— muestra los resultados del ataque: escombros irreconocibles completamente aplanados por la bomba. Sin la leyenda, es imposible reconocer los restos.
Es un horroroso ejemplo de la clase de destrucción que Washington está a punto de desatar y otra alerta a los pueblos del mundo.
El brutal "ataque preventivo" en Yemen esta en línea con la política militar de Estados Unidos.
Esta "doctrina no es nueva".
Estados Unidos utilizó como excusa la explosión accidental del barco militar Maine en el puerto de La Habana en 1898 para invadir Cuba. Esta fue la primera agresión militar imperialista de Washington.
Promovió el ficticio ataque vietnamita a dos botes torpedos estadounidenses en el Golfo de Tonkín en 1964 para conseguir que la mayoría del Congreso aprobara el aumento de la agresión contra Vietnam.
De igual forma, afirmó que un soldado estadounidense había muerto en Panamá para justificar la brutal invasión del istmo en 1980. Y la lista continúa. La agresión fue, es y siempre será "preventiva".
IRAK ES LA PRIMERA DE MUCHAS GUERRAS
Esta guerra empieza con el objetivo de conquistar el patrimonio nacional iraquí —sus enormes reservas petroleras— que se calcula oficialmente en 112 billones de barriles. El 3 de noviembre el New York Times reporta que la cifra puede llegar en realidad a 300 billones de barriles.
Pero, a largo plazo, el objetivo de la guerra es más amplio. Intenta aplastar toda resistencia contra la hegemonía económica imperialista, y así, restaurar las ganancias de un insostenible orden mundial. El uso de métodos militares para lograr esta imposible tarea es una manifestación de la debilidad política y económica de Estados Unidos, no de su fuerza.
Eventualmente, Washington tendrá que intentar tomarse lo que perdió en 1917 —incluyendo la propiedad capitalista expropiada a la burguesía rusa por la revolución bolchevique. Intentará imponer su dominio sobre Irán después de perder al gobierno títere en 1979 y por el fracaso de la guerra de los años 80, cuando patrocinó a Bagdad en su sangrienta guerra contra Teherán. Fue ese apoyo el que convenció al régimen de Irak de que podía tomarse Kuwait sin represalias de Estados Unidos. Una tremenda ilusión.
El enemigo de la venidera guerra imperialista no es nada más ni nada menos que los pueblos del mundo —todo aquel que ponga resistencia a sus objetivos de ave de rapiña. Ese mundo se volverá, como Fidel Castro explicó el año pasado —cuando Washington lanzó su guerra en contra de Afganistán— ingobernable.
ATROZ BRUTALIDAD EN LOS ÁNGELES
El 30 de octubre, el Consejo de Supervisores del Condado de Los Ángeles —el órgano político dirigente de este condado de 10,7 millones de personas— vota en un margen de cuatro contra uno a que se cierre el Centro de Rehabilitación Nacional Rancho Los Amigos. Los demócratas y republicanos toman la decisión, mientras protestan cientos de trabajadores sindicalizados. Doctores y enfermeras dicen que lo hacen por "razones económicas". Aseguran que no hay dinero para financiar el centro de rehabilitación aunque la economía de California es la quinta más grande en el mundo.
La supervisora demócrata liberal Gloria Molina critica al supervisor disidente por no unirse a la mayoría.
En el verano, utilizando la misma retórica, deciden, unánimemente, cerrar 11 de las 18 clínicas de salud pública que atienden a cientos de miles de trabajadores, muchos de ellos latinos e inmigrantes. Ya, la mayoría de los supervisores, de acuerdo con el periódico Los Ángeles Times, están listos para cerrar "toda clase de servicios en dos de los cuatro hospitales". Afirman que el déficit presupuestario es de $1,4 billones. El primero de noviembre, representantes del gobierno federal dan una muestra de caridad capitalista: $150 millones.
El año pasado Rancho Los Amigos atendió a 2.600 pacientes hospitalizados y a 8.700 pacientes externos.
UNA INSTITUCIÓN ESPECIAL
Es el único hospital público que se encuentra entre los 10 más importantes centros de rehabilitación de los Estados Unidos. El Instituto Rusk de la Ciudad de Nueva York, una institución privada, con menos de la mitad de las camas de Rancho Los Amigos, ofrece servicios parecidos.
También es una institución especial porque es el único hospital "que admite pacientes sin seguro médico. Te preguntan si tienes seguro y si no lo tienes, te piden la dirección de tu casa y te atienden", dice Robin Maisel, quien fue diagnosticado con esclerosis múltiple en 1978 y era un paciente de Rancho Los Amigos desde hace 20 años. El cuidado que los doctores y las enfermeras ofrecen, dice Maisel, "es totalmente individualizado. Son expertos, hasta en los más pequeños detalles". Los servicios incluyen trabajo en ortopédico —piernas, brazos y manos— y una instrucción minuciosa sobre el uso de sillas de ruedas, especialmente aquellas con aparatos especiales para la respiración, el tipo de silla de ruedas que usa Maisel.
GUERRA CONTRA LOS DISCAPACITADOS
Hace cinco años los supervisores intentaron cerrar la institución como parte de un programa de recortes. Pero los pacientes, en su mayoría en sillas de ruedas y muletas, convirtieron una "audiencia pública en una protesta", explica Maisel, y los supervisores desistieron de su objetivo. Entonces los políticos empezaron a buscar por un comprador privado, pero no lo encontraron, dice él, "porque no pueden hacer muchas ganancias" y porque la mayoría de pacientes tienen un seguro médico estatal que es muy limitado.
El hospital atiende a pacientes que en su "gran mayoría son negros y latinos", dice Maisel. "La dura realidad es que el cierre del hospital es una cuestión de vida o muerte", explica. Cerrar el hospital es una "sentencia de muerte" porque "no hay otro hospital público al que se pueda ir." Los pacientes tendrán que permanecer en casa o ser institucionalizados "donde morirán".
Otra vez más los supervisores intentan privatizar Rancho Los Amigos. En realidad están "librando una guerra contra los discapacitados. Lo llamo así porque hay verdaderas víctimas y es parte de una guerra más grande", explica Maisel —la guerra en casa.
En Yemen, no se sabe los nombres de los agentes de la CIA que organizaron la operación del avión teledirigido tipo Predator que asesinó a los cinco pasajeros en el vehículo.
Pero en Los Ángeles los asesinos de los discapacitados que van a morir no serán anónimos.
LA FARSA ELECTORAL
El 5 de noviembre, una minoría del electorado estadounidense vota por un suficiente número de candidatos republicanos para que ese partido burgués controle ambas cámaras del congreso estadounidense. Es la primera vez, en 50 años, que los republicanos gobiernan desde la Casa Blanca con una mayoría tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes.
De acuerdo a la Associated Press, Curtis Gans, el director del Comité Independiente para el Estudio del Electorado Americano, calcula que un poco más del "39% de los ciudadanos en edad de votar" participan en las elecciones. Esta cifra excluye a millones de trabajadores indocumentados y cientos de miles de trabajadores condenados por delitos graves —muchos de ellos latinos y negros— los cuales no pueden votar al salir de la cárcel. Actualmente a más de un millón de prisioneros se les ha privado del derecho al voto. Los que votan son en su inmensa mayoría de clase media.
Los demócratas, también un partido burgués, no ofrecen una alternativa a los republicanos. Su dirigencia ha apoyado lealmente la marcha bélica de Estados Unidos en contra de Irak. El más liberal miembro demócrata del Senado, Paul Wellstone —quien murió en un accidente de avión en octubre— votó por la Ley Patriótica de los Estados Unidos de América (USA Patriot Act), el asalto más reaccionario y antidemocrático a los derechos ciudadanos en décadas. La "política económica" de los demócratas no se distingue en nada de la de los republicanos.
Las elecciones simplemente registran el continuo cambio hacia la derecha en la política burguesa estadounidense. Esta tendencia ideológica se debe a la crisis del capitalismo y a la necesidad de la clase patronal de imponer, por cualquier medio, sus costos sobre el pueblo trabajador, tanto aquí como en el resto del mundo. Ambos partidos "no tienen desacuerdos" en principios o estrategia.
Sus disputas son cada vez más estrechas y reflejan conflictos tácticos sobre el cuándo, cómo y dónde atacar los derechos y las condiciones de vida del pueblo trabajador.
La división fundamental en Estados Unidos no es entre "Republicanos" y "Demócratas", otras corrientes electorales o la gente —que por una u otra razón— no votan.
La sociedad está divida entre la clase obrera —que no tiene su propio partido político— y la clase patronal. Tienen intereses sociales opuestos y un inevitable futuro de conflictos. Esas grandes batallas aclararán que no hay un solo "Estados Unidos" con un interés común, intereses "nacionales" que transcienden la realidad de las clases. La lucha de clase enseñará el pueblo trabajador que no tiene patria, o mejor dicho, que su patria es humanidad.
LOS VERDES SIGUEN TENDENCIA DERECHISTA
Los leales críticos de los demócratas, representados por el Partido Verde —con base en la clase media— se mueven con ellos hacia la derecha.
Ralph Nader emitió una "carta abierta" a los demócratas —que parece una plegaria—pidiéndoles que regresen a sus supuestas raíces progresistas. No está claro si esto se refiere al partido que defendió el sistema de Jim Crow —"el apartheid americano"— o al partido que lanzó las agresiones contra Corea, Cuba y Vietnam, o al que dirigió la destrucción del sistema de bienestar social en Estados Unidos, bajo la dirección de William Jefferson Clinton.
Antes de las elecciones, los líderes del Partido Verde apoyaron el llamado de la administración Bush a enviar "inspectores de armamentos" de la ONU a Irak.
UNA ALTERNATIVA DE LA CLASE TRABAJADORA
En la "izquierda", la única tendencia en la clase trabajadora que presenta una lista de candidatos a nivel nacional es el Partido Socialista de los Trabajadores. Lanza 47 candidatos —todos ellos trabajadores y afiliados sindicales en 18 estados y en Washington D.C. Estos representan "una alternativa de la clase trabajadora a los partidos gemelos de la guerra y la depresión", según su programa político.
Hablan ante miles de manifestantes en contra de la guerra; en líneas de piquetes; en luchas por los derechos de los inmigrantes y en contra de la brutalidad policial. Participan en foros que defienden a Cuba; hablan en fábricas, universidades y escuelas secundarias de todo el país. Son parte de la resistencia contra la guerra, los efectos de la crisis económica, del cinismo y la brutalidad que aumenta cada vez más en una sociedad que está radicalizando a trabajadores y jóvenes. El proceso electoral burgués intenta reducir esta resistencia por medio de la ceguera y del espectáculo trivial en el cual los candidatos demócratas y republicanos gastaron, por lo menos, $2 billones. Este es el costo de un proceso de mentiras concentradas, en fin, las elecciones capitalistas.
Los candidatos socialistas realizan su campaña como luchadores revolucionarios en defensa de los derechos democráticos, por la solidaridad internacional, y por un gobierno de trabajadores y pequeños agricultores. Ellos participan en luchas políticas y laborales antes, durante y después del ciclo electoral.
Es un ejemplo modesto, pero importante de lo que es posible en el contexto limitado de las elecciones burguesas.
VOCES REVOLUCIONARIAS CUBANAS EN LAS ENTRAÑAS
La gira sin precedente de dos distinguidos cubanos, Víctor Dreke y Ana Morales, la cual empezó a fines de octubre, continúa ganando nuevos simpatizantes de la Revolución cubana.
Víctor Dreke, un comandante de la Revolución, luchó en la guerra que derrocó a Batista y fue combatiente y líder en la lucha contra los bandidos en las montañas del Escambray en Cuba —esta fue la primera "contra" creada por Washington y lanzada por la administración Kennedy mientras planeaba la invasión en Playa Girón. Luego sirvió como el segundo al mando del Che en el Congo y fue dirigente de las misiones internacionalistas de Cuba en el África.
Ana Morales es doctora y profesora en la Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas en Cuba y también participó en las misiones internacionalistas en el África.
Ambos recibieron la bienvenida de unas 40 personas a su llegada al aeropuerto de Washington D.C. el 29 de octubre. Entre los presentes se encontraban los miembros del comité, con base en las universidades, África-Cuba Speakers, cuyas numerosas invitaciones académicas ayudaron a obtener las visas para los dos cubanos.
Desde su llegada han hablado ante más de 1.000 personas, entre estudiantes de escuelas secundarias y de colegios en Washington D.C., Baltimore y Atlanta, así como en reuniones en distintas comunidades de esas ciudades. En Valdosta, Georgia, hablaron con un grupo de pequeños agricultores negros. Se reunieron con varios trabajadores de ferrocarriles en Washington D.C. Dreke fue entrevistado por el importante periódico del sudeste estadounidense, el Atlanta Journal-Constitution. El artículo se tituló "El trabajo del Che en África recibe nuevo análisis".
UNA REUNIÓN INCREÍBLE
Un colega en Atlanta me describió una de las reuniones. Se realizó en el Spelman College, una escuela privada de mujeres y que es "históricamente afronorteamericana". La audiencia era de 300 personas, "95 por ciento de mujeres negras". Un estudiante le preguntó a Ana Morales sobre cuáles han sido los cambios en las vidas de las mujeres en Cuba. Morales, quien es negra, describió su vida, cómo la Revolución ha luchado contra el racismo y por la emancipación de la mujer; y habló sobre su educación como doctora y sobre sus experiencias en África. Dijo que es una "típica mujer cubana."
"Es una reunión increíble," explica mi amigo.
Prácticamente cada reunión es así. Dreke habla y Morales responde. Morales hace la presentación y Dreke participa en dar respuestas. Ambos explican el caso de los cinco cubanos. Exhortan a que la audiencia participe en el esfuerzo para que sean liberados de las prisiones estadounidenses, donde están encarcelados injustamente con cargos fabricados de espionaje, cuando en realidad estaban defendiendo a su país en contra de actos terroristas iniciados en suelo estadounidense.
Dreke responde a una pregunta —una de las tantas durante un encuentro de dos horas con estudiantes— en la Universidad Howard de Washington D.C. ¿Hacia dónde cree que irá Cuba en 40 años? "Puedo decir lo que no haremos en Cuba en 40 años", responde él de acuerdo al periódico The Militant. "Los capitalistas no tomarán el poder y nunca pondremos de nuevo la soga que divide a negros y blancos en Cuba. Eso te lo aseguro".
Los dos cubanos responden a innumerables preguntas, desde los avances de Cuba en la lucha contra el SIDA hasta la Crisis de Octubre —la "Crisis de los Cohetes Cubanos", como se conoce en Estados Unidos— y la experiencia del Che en Bolivia.
LOS REVOLUCIONARIOS HABLARÁN EN MIAMI
Dreke y Morales ya están en Alabama. Visitarán más universidades —incluyendo una reunión la semana que viene en Miami, en la Florida International University, auspiciado por la Alianza Martiana. Terminarán sus intercambios con eventos en Massachussets —la Harvard University, entre otras— y luego Rhode Island y la Ciudad de Nueva York.
La recepción calurosa a los dos habaneros está dando prueba rica de que la Revolución cubana está forjando nuevas y profundas vinculaciones con la gente de la yuma. Los logros de su gira dicen mucho sobre lo que pasa —y se puede hacer— en la base de la sociedad. Mucho más que la farsa electoral que ya, por fin, se acabó.
http://www.lajiribilla.cubaweb.cu/2002/n79_noviembre/1862_79.html