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Internacional

13 de noviembre del 2002

La cólera de Mandela
"Parece que en EE.UU. sólo cuentan los fabricantes de armas y las compañías petrolíferas"

Antonio Molina
CIDAF

El "africano del siglo XX", saliendo de su reserva habitual, denuncia valiente la política extranjera presidente Bush, que pone la paz mundial en peligro.
Nelson Mandela no necesita presentación. ¿Quién no conoce al viejo abuelo de cabellos blancos, casi siempre sonriente y aún bien tieso a pasar de sus ochenta y tantos, vistiendo sus famosas camisas estampadas africanas? Esta es la imagen más frecuente que reproducen los noticiarios de la TV y los periódicos y revistas.
Nelson Mandela se comprometió en su país, desde antes de su ascensión al poder en 1995, en un combate encarnizado, pero pacífico, para obtener en su querida Sudáfrica, la paz, la reconciliación racial y la verdad sobre los hechos del pasado racista. Mandela casi siempre evita los enfrentamientos directos. Tiene mucha mano izquierda. Lo demuestra la manera como conduce sus relaciones con el actual presidente Mbeki (quien fue su vicepresidente). Él no escondió su desacuerdo en la espinosa cuestión del SIDA, pero al mismo tiempo ha declarado su fidelidad al partido. Tratándose de política extranjera nunca ha criticado a Mbeki.
Mandela dice: "Yo prefiero hacer las cosas tranquilamente sin dar voces desde la cumbre de la montaña." Aprobó la prudencia de Mbeki frente al conflictivo problema de Mugabe con su pretendida reforma agraria en Zimbabwe. La misma paciencia ha ejercido en las negociaciones entre las diversas facciones del Burundi.
Por eso nos sorprende mucho más, que en estos últimos tiempos Mandela se ha mostrado muy crítico con relación a las intervenciones americanas en diferentes países, acompañadas casi siempre por los británicos. Lo que más le fastidia es que estas dos potencias no tengan en cuenta las resoluciones de la ONU. Ellos, que para más "inri", son miembros permanentes del Consejo de Seguridad, se comportan como si pertenecieran a otra galaxia.
Nelson Mandela tuvo buenos contactos con George Bush Senior, que lo recibió en Washington a su salida de prisión. Le telefoneó al comenzar la guerra del Golfo y Mandela concluyó: "Estamos de acuerdo, en que no estamos de acuerdo." Mandela tuvo mejores relaciones con Bill Clinton a quien recibió en visita oficial en Sudáfrica, quedando encantado con esta declaración del presidente: "Los Americanos deberíamos cesar de preguntarnos qué es lo que podemos hacer por África y preguntarnos qué es lo que podemos hacer juntos con África." Después del 11 de septiembre del 2001, Mandela se indignó contra los autores de los atentados de las Torres Gemelas de N.Y., pero empezó a preocuparse del poco caso que hacían los EE.UU. y sus aliados con relación a los derechos humanos, bajo capa de combatir el terrorismo en todo el mundo. En este contexto podemos comprender la última entrevista concedida al semanario "Newsweek", que solo ha sido publicada en la edición nacional para Estados Unidos. He aquí algunas de las opiniones de Nelson Mandela entresacadas de esta entrevista, que no tiene desperdicio. "En Afganistán fue la decisión americana de armar a los combatientes islamistas, en vez de apoyar al ala moderada del Gobierno, lo que permitió a los talibanes apoderarse con el poder". Según su parecer: "La intervención más catastrófica de los EE.UU. fue el sabotear la decisión puesta a punto muy laboriosamente por la ONU sobre la retirada de las tropas soviéticas." Afirma Mandela: "La actitud de los Estados Unidos bajo la presidencia de Bush Junior es una amenaza 'para la paz mundial." A propósito del Irak, Mandela subraya que "no hay la más mínima prueba de un desarrollo de armas de destrucción masiva. Los EE.UU. van a lo suyo, introduciendo el caos en las cuestiones internacionales, sin otras consideraciones que los intereses americanos, por eso se hacen odiosos hasta con sus propios aliados, como les pasa en sus relaciones con la UE (excepto con la Gran Bretaña de Tony Blair, que solo sabe decir "amén" a Bush) y con algunos países árabes." "A los EE.UU. se les ha subido a la cabeza el saberse la única superpotencia del mundo y por eso pueden permitirse hacer lo que les venga en gana, sin prestar cuentas a nadie." "Hace falta analizar quienes son esos hombres y esas mujeres que rodean al presidente. Esa camarilla de neoconservadores incluye dos "dinosaurios" como Cheney y Rumsfeld. El único hombre que quiere ayudar al presidente a situarse en la edad moderna es el Secretario de Estado: Colin Powell." "En este asunto de Irak, yo estaría dispuesto a servir de mediador, si organizaciones dignas de crédito me lo pidieran, pero sinceramente creo que este asunto tan complicado es más conveniente que lo trate la ONU; es demasiado para un solo individuo."...
"Además estoy deseando retirarme de la vida política y descansar. Dedicar más tiempo a mi familia: mi esposa, mis hijos y mis nietos. Pero para alguien que tiene sentido de la responsabilidad y que es consciente de la influencia que puede tener para conseguir la paz es casi imposible decir no, cuando me llaman." "Yo me pregunto si una de las causas por las que los norteamericanos desprecian ahora al Secretario General de la ONU es por ser negro. En tiempos de Butros Butros-Ghali su actitud era diferente; el egipcio a pesar de ser africano es blanco".
Mandela critica de rebote la política del gobierno de Sharon contra los palestinos:
"Cuando veo lo que hace Sharon con los palestinos me parece revivir los tiempos del apartheid en Sudáfrica." Mandela cuenta con muchos amigos judíos sudafricanos, que le apoyaron en sus luchas y que constituyen la comunidad judía más crítica hacia el Estado de Israel y los abusos que comete, bajo pretexto de seguridad nacional. "Yo no sé si Sharon apoya a Bush, o si Bush inspira a Sharon... ¿Qué se dicen el uno al otro en sus encuentros de estos últimos meses? En todo caso Sharon ha explotado a su favor el 11 de septiembre, como antes explotara la Sohah ... Es un indecente." "El sentimiento de venganza no es digno de un ser humano, que se dice cristiano.
Además lo dice de manera infantil: "Sadan Hussein quiso matar a mi papa! Yo voy a liquidarlo..."... "Parece que en EE.UU.
sólo cuentan los fabricantes de armas y las compañías petrolíferas. Tanto insistir sobre las armas biológicas y químicas del Irak y no dicen nada sobre esas mismas armas poseídas por Israel y por ellos mismos. ¿Para qué las quieren? Mandela no es el único en criticar la política exterior americana ni en indignarse ante sus excesos Dentro de los EE.UU., tanto las Iglesias como los intelectuales y artistas, diputados y senadores de la oposición van tomando conciencia de las barbaridades cometidas contra los derechos humanos a partir del fatídico 11 de septiembre. He aquí algunas afirmaciones mayores del manifiesto hecho público por los intelectuales: "Nosotros creemos que todas las personas y las naciones son iguales y tienen los mismos derechos. Creemos que todas las personas detenidas deben ser juzgadas según las normas del derecho internacional. Creemos que plantear preguntas a nuestros dirigentes para que justifiquen su conducta no es estar a favor de los terroristas. Finalmente creemos que las personas con conciencia no pueden aprobar la política internacional de los EE.UU.2 Para terminar citaré las palabras del obispo Wilton D. Gregory, presidente de la Conferencia Nacional de los Obispos Católicos, quien en carta al presidente Bus, en nombre de la Conferencia Episcopal termina diciéndole: "Dé un paso atrás en la frontera de la guerra y ayude al mundo a ofrecer una respuesta global y efectiva a las amenazas iraquíes en conformidad con los límites morales del uso de la fuerza militar, según nuestras mejores tradiciones."