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Venezuela: El Golpe

Regresa a una Venezuela colmada de rumores de un nuevo golpe

GERARDO MARONNA, CARACAS

El presidente Hugo Chávez era esperado la noche de ayer, sábado, en Venezuela tras un viaje al exterior de tres días, durante el cual el país se colmó de especulaciones y rumores sobre un nuevo golpe de Estado.
Chávez volverá a Caracas tras participar en la Cumbre Eurolatinoamericana de Madrid. En su ausencia tanto el gobierno como la oposición civil y militar dijeron encontrar síntomas de una asonada como la que el 12 de abril derrocó por 48 horas al mandatario.
"No está totalmente descartado que haya un nuevo intento de golpe", dijo Chávez antes de abordar el avión que lo traerá a Venezuela.
Agregó que hay sectores que tienen la "obsesión" de sacarlo del poder al que accedió en 1998 por el voto de la abrumadora mayoría de los venezolanos. La ciudadanía le ratificó su adhesión en las elecciones del año 2000, en el marco de una nueva Constitución que le da la posibilidad de postularse a la reelección.
Su viaje, el primero desde el golpe, fue confirmado cuando el mandatario ya se encontraba al pie del avión. El regreso estaba previsto para la noche de ayer. Hasta el mediodía voceros del Palacio de Miraflores, sede del gobierno, decían no saber a qué hora aterrizaría el avión presidencial.
En su ausencia se especuló con que Chávez no volvería a Venezuela, que había sacado a su familia del país y que el vicepresidente, José Vicente Rangel, había sido detenido por militares. Rangel negó esos rumores que circularon con mayor fuerza el viernes.
"No está pasando absolutamente nada", dijo, aunque admitió que un nuevo golpe es "una amenaza potencial" e insistió que hasta podría llegarse a un magnicidio.
La perspectiva de una nueva insurrección castrense está abonada por las represalias tomadas contra militares que participaron del golpe del 12 de abril.
Chávez, un teniente coronel dado de baja en 1992 por intentar un golpe de Estado, cambió los mandos de 26 guarniciones y llegó a designar a coroneles en puestos habitualmente reservados a generales. Unos sesenta generales se quedaron sin cargos efectivos tras la aventura golpista, según la prensa.
Ante la comisión legislativa que investiga el golpe, los generales castigados acusaron al presidente de haber politizado a las Fuerzas Armadas y de haberles confiado labores civiles ajenas a su misión. *