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La lucha continúa

LA HISTORIA DE UN MILITANTE SOCIAL MUERTO EL JUEVES
La última marcha de Petete

Por Adriana Meyer

Petete no aparecía. El jueves a la noche, tras la batalla de Plaza y Avenida de Mayo, cuando los abogados de la Correpi hacían el habitual recuento de sus militantes, se dieron cuenta de que faltaba Carlos Almirón, un estudiante de 23 años que trabajaba en un centro de desocupados en Lanús. Ayer supieron que fue baleado en el pecho y murió en el Hospital Argerich. Lo asesinaron, sentenció su hermano Fernando. Era un militante social y de derechos humanos al que adorábamos, afirmó apesadumbrado su amigo, el abogado Sergio Smietniansky.
Carlos vivía con su abuela porque quería cuidarla y hacerle compañía. Petete se repartía el tiempo entre el trabajo con su padre, como colocador de membranas, las clases del CBC de Avellaneda para la carrera de Sociología y su actividad social. Entre las bandas musicales prefería a Hermética y como hincha de Talleres de Escalada discutía siempre con su hermano, que es de Los Andes, y con Cherko Smietniansky, que es de Banfield. Nuestro primer vínculo fue en las marchas por Walter Bulacio. Hace tres años vino a mi estudio y se integró a la Correpi, aunque ya tenía experiencia por su trabajo barrial con los desocupados en el Centro Popular 29 de Mayo, describió Smietniansky a Página/12.
El letrado recuerda que Almirón participó activamente en el caso Budge, en las campañas de búsqueda de policías prófugos y en el caso de Pipi Ortiz. Estamos destrozados, era un pibe muy querido, apuntó.
Se habían juntado en la estación Constitución con la gente de Justicia y Compromiso, del MTD (Movimiento de Trabajadores Desocupados) y del MTR (Movimiento Teresa Rodríguez). Sabían de la represión ocurrida al mediodía en el microcentro, pero decidieron llegar hasta donde pudieran en subte. Bajaron en Plaza de Mayo y armaron las columnas con los desocupados y algunos miembros de la Correpi.
Fuimos de las primeras columnas que entraron a la Plaza, cuando todavía estaban las Madres pero ni pudimos llegar a la Pirámide porque empezaron las corridas, contó Smietniansky. Yo estaba con Petete pero la última vez que lo vi fue por Avenida de Mayo, cuando nos escapábamos de los gases, las balas y la montada, agregó.
Las circunstancias en que murió Almirón son imprecisas. Una versión indica que habría sido baleado en Avenida de Mayo y 9 de julio pasadas las seis del agitadísimo jueves. Smietniansky escuchó en el contestador de su celular el mensaje de un compañero de Petete que le decía desesperado: ¡Se lo están llevando en un celular!. Luego, otro conocido aseguró que alguien lo vio sangrando en la comisaría 7ª. Ayer a la mañana, el mensaje era de la madre de un amigo de Almirón que avisaba que estaba herido en el Argerich. El último llamado de anoche relató que había muerto.
Aunque aún no cuentan con el resultado de la autopsia, los abogados de la Correpi saben que la bala, al parecer calibre 9 mm, entró por su pecho, le atravesó el corazón y salió por la espalda. La jueza Servini de Cubría recibió la denuncia de los letrados Daniel Stragá y Martín Alderete, en la que acusaron de homicidio simple a De la Rúa, Mestre y Mathov.

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