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La Lucha continúa

Argentina: Entrevista con el Movimiento de
Trabajadores Desocupados de Solano (MTD-S)

1- El capitalismo en situación

No buscamos que en este material aparezca la opinión de ustedes sobre lo que pasa en el nivel general de la política, aquello que los medios de comunicación organizan como los temas sobre los que habría que opinar, sino que el objetivo es reflexionar acerca de cómo se vive el mundo acá, como habitan ustedes, concretamente, esta experiencia que vienen desarrollando.
- ¿Cómo se les presentan los problemas, cómo se discuten?
- Queremos que se exprese la riqueza que hemos experimentado aquí. Para comenzar la conversación, entonces, queremos decirles que pensamos que la condición para captar la fuerza que hay en esta experiencia nos va a hacer falta salirnos de un discurso anticapitalista muy inmediato, y por eso muy abstracto, que piensa en términos de consignas como: "no queremos que se pague la deuda externa", "cuando se tome el poder se resolverán los problemas" o "hay que parar el ajuste del gobierno". Porque, aún siendo estas consignas muy justas, esconden el hecho de que el poder funciona a través de mecanismos muy concretos y cercanos, siempre situados, y que es esta forma de aparecer del poder lo que tenemos que trabajar. Por eso, la primera pregunta es ¿cómo existe el capitalismo acá, cómo se les manifiesta, cómo se les hace presente?
- Cuando ustedes llegaron, nosotros terminábamos una reunión con todos los delegados de los talleres productivos. Allí discutimos el presupuesto de los talleres productivos, la forma de producción y su destino; y, por más que los criterios del MTD sean los de construir colectivamente una producción alternativa, a la hora de definir las cosas, está muy fuerte este tema del capitalismo. Y, como sabemos, se hace muy difícil construir colectivamente con una mentalidad capitalista. Para nosotros es un obstáculo el individualismo, el egoísmo, el pensar siempre en resolver primero los intereses personales por encima de los intereses de todos los compañeros. Es muy difícil, por ejemplo, empezar a producir cuando no está resuelto el destino de lo que vamos a producir: si va a ser para vender o si se trata de producir para el bien de todos, para ir generando una economía solidaria, colectiva. Muchas veces lo que ha logrado el capitalismo es socializar una imagen 0 una proyección de lo que es la felicidad. A punto tal de que muchos, a pesar de estar en la peor de las miserias, jamás abandonan la fantasía de que un día puedan "salvarse". Es la idea de la lotería, de una salvación que es individual, y que está muy ligada a una cultura: la felicidad pasaría por resolver el tema de la vivienda, de tener flor de auto o las últimas zapatillas. El capitalismo ha desarrollado todo ese imaginario a lo largo de los siglos. En los barrios populares está esa esperanza -o esa idea- de que un día se va , a poder acceder a eso que se vende como felicidad.
De hecho, personajes como Susana Giménez tienen una aceptación tremenda, la farándula, los juegos. A Menem lo votaron los sectores populares: andaba en Ferrari, se codeaba con toda la crema y, en lugar de generar odio, generaba admiración porque era el tipo que "triunfó" en la vida. Esa es una de las trabas: hay un imaginario que es producto de siglos de dominación, una idea de felicidad que está muy presente. Acá en los barrios se ven claramente los destrozos que deja ésto en las personas, en la comunidad, en los valores. Porque creo que el capitalismo ha generado valores, por ejemplo, el de "progresar", el de tener cierto status, "ser alguien", como decimos muchas veces. y ser alguien significa tener cosas.
Esas son las maneras en que se vive el capitalismo. A pesar de que hay mucha pobreza, en Solano hay mucha gente que vive de esos valores. La misma religión afirma que uno siendo bueno, teniendo conducta, tiene la oportunidad de salir adelante. Está el convencimiento de que si no sos nadie es porque no estudiaste, no quisiste; o sea, lo mismo se repite hasta en la culpa.
Muchos llegan a una determinada edad y sienten que su vida ha sido un rotundo fracaso y todo pasa por el individuo, ahí es donde están latentes los valores capitalistas. Es una tensión constante en nuestra organización el hecho de plantear un proyecto que habla de lo comunitario, del esfuerzo común, de que liberarnos no es hacernos ricos, sino que la riqueza y la felicidad pasan por otros valores.
Sin embargo, creo que van surgiendo nuevos valores, o valores que estaban de alguna manera incorporados pero muy garroteados, muy azotados por todo lo que se vive. En muchos lugares del interior no hay que hacer demasiado esfuerzo porque la comunidad -lo grupal, colectivo- pasa por algo casi necesario para sus vidas. Acá se nos ha convertido en algo sumamente difícil encontrar ámbitos donde se supere aquello de que la solución la voy a encontrar solo.
Pero es verdad que la competencia está -muy presente en los barrios populares. Y estas relaciones traen los problemas de la autoridad y de los roles: muchos compañeros, incluso dentro del MTD, que piensan que tener responsabilidad dentro del movimiento es ser "la autoridad". Y eso es el capitalismo. Si la gente se junta o se reúne, generalmente es para pasar un rato, para que el tiempo pase, pero no con un sentido solidario, comunitario. Es reventar un momento porque no tengo nada que hacer con mi vida. A veces, cuando se acercan a participar, hay un interés interno. Nosotros vemos que -el compañero no está dando pasos desinteresados sino que tiene implícitamente un interés y, por eso, da pasos.
En los momentos de crisis el interés aparece pero de otra forma, y se pasan boletas: "yo hice esto y aquello". Ese es otro de los temas a superar, tiene que ver con cómo nos hemos construido: con esa idea de que no sirve dar algo si no vas a recuperar el doble. Entonces, se piensa en los millones de dólares, no en la vivienda digna con las comodidades básicas, sino en la mansión.

2- La desocupación

- ¿Qué significa acá en el barrio no tener trabajo? Esto parece medio obvio, porque es este un movimiento de "sin trabajo" y, en general, todo el mundo "sabe" lo que es un desocupado como categoría sociológica. Pero: ¿qué significa ser desocupado a nivel más vivencial y concreto?
- Generalmente, cuando la gente se acerca las expectativas son las de resolver el problema de trabajo. Pero el MTD no es eso. No resuelve el tema de la desocupación para nadie. El MTD es una propuesta, un proyecto, que toma como eje el tema del trabajo - en este caso la desocupación-,pero que e mucho más amplio. Es una construcción que tiene que ver con la dignidad, con luchar por la salud, la educación. Acá no buscamos poner en el lugar del proletariado al desocupado, por ejemplo. Tiene que ver con otra forma de construcción.
Desde hace muchos años, las cárceles están llenas de gente de los barrios por temas de delincuencia, de drogas. Acá estamos creando ámbitos para generar la posibilidad de que los jóvenes no salgan a afanar aunque muchos tiene recaídas. Tenemos compañeros que lo dicen concretamente, "yo con esto no puedo resolver situaciones que son de enfermedades, que son graves".
En el movimiento han encontrado un ámbito donde van recuperando el tema de tener una tarea, una ocupación que los saca de esos núcleos que estaban para cualquier cosa porque esos pibes toman dos o tres pastillas y salen a hacer macanas. Eso se va notando, aunque las dificultades que traen para el movimiento no son pocas, porque vienen con todas sus vidas. Pero se ha hecho una opción por respetarlos, con su historia y su vida, y no marginarlos porque consuman drogas, porque anden armados, y se va dando una relación de mucha receptividad con ellos. Y, a la vez, en ellos mismos se va produciendo un respeto y una estima gracias la que nosotros podemos andar por la Florida tranquilos.
Se arma una relación en que se producen cosas positivas y ellos son parte. Se van retomando códigos que antes eran comunes, incluso entre los pibes que salían a robar. La droga trajo como consecuencia que los códigos se rompieran, pero se va dando una recuperación en la que ellos ya no se asumen como marginados, sino que se los acepta así como son. Esto va dando la pauta de que lo que se va creando es una posibilidad de reconstrucción de valores, de códigos, de convivencia. Había vecinos que no se podían ver y hoy están juntos en el mismo proyecto.
Aunque todavía tenemos muchísimo que hacer en el barrio. Se han hecho muchos esfuerzos, por ejemplo, con el tema de la limpieza, la erradicación de los basurales. No tenemos resuelta la desocupación pero sí se van dando posibilidades de convivencia. No estamos siquiera resolviendo el problema del hambre, hay muchísimo por hacer, pero lo que se está logrando, y que para nosotros es lo fundamental, es la recuperación de lo humano. Nosotros siempre decimos que los recursos algún día los tendremos,pero lo humano, las relaciones entre los compañeros, no lo vamos a conseguir en ningún lado y en eso es en lo que se está avanzando. Acá la desocupación es histórica, hace años que existe, pero lo más triste ha sido la destrucción de los valores y la convivencia. Veníamos hablando de las consecuencias de esta idea -muy difundida por el capitalismo- de la salvación individual y de los efectos de una imagen del éxito muy estandarizada, ideológica. Pero sabemos que el capitalismo no sólo promete una salvación futura sino que, sobre todo, nos muestra que lo más probable es que la gente de estos barrios no vaya a salvarse. ¿No produce esto una destrucción del lazo social? El simple hecho de que un desocupado se viva como alguien excluido, expulsado, ¿no lo resiente, no lo violenta? ¿No hay una destrucción de las expectativas, en los más jóvenes, de salvarse incluso por la vía individual? Tiene que ver con lo que decían de los compañeros que "bajan los brazos": ni siquiera se trata de la clásica figura que cree que al final de un camino de esfuerzo y trabajo lo espera el éxito individual.
- ¿Qué pasa con los que bajan los brazos y, sobre todo, con sus hijos?
- Así es, el capitalismo acá tiene dos caras: por un lado, la idea de que se logra el éxito por el poder, escalando; y, por otro, estos comportamientos que a mi modo de ver son patológicos la depresión, el bajar los brazos, pegarse un tiro, o quedarse sin hacer nada. O cuando uno termina descargando todo lo que produce la desocupación golpeando a la mujer, a los pibes o al vecino.

3- La horizontalidad y lucha

- Nos decían que hay compañeros que asumen las responsabilidades dentro del movimiento como un poder de mando sobre el resto de sus compañeros. Siendo que el MTD-Solano realiza un gran esfuerzo por sostener todo su trabajo a partir de principios de horizontalidad: ¿cómo viven acá la existencia y las modalidades de los liderazgos? , ¿qué obstáculos han encontrado alrededor de las formas de protagonismo entre los miembros del movimiento?
- Lo que hacemos es revisar constantemente los acuerdos. Porque siempre nos manejamos con acuerdos: cuando salimos a la ruta, cuando constituimos un grupo de trabajo o un área del movimiento. Hay muchas definiciones que salieron de plenarios donde hemos discutido criterios de construcción, y siempre se vuelve sobre ellos. También analizamos mucho en qué nos perjudican las posturas individualistas. Lo que nos ha facilitado mucho la tarea es que no hemos empezado ningún grupo sin haber puesto primero los criterios en discusión, siempre han sido definidos por todo el movimiento. Por ejemplo, en los emprendimientos productivos primero hay que capacitarse y llegar a criterios de producción para después producir y salir a vender; capacitarse tanto en el oficio como en lo político. Esta es la manera que tenemos: es fundamentalmente la formación como herramienta que nos garantiza la construcción.
Para nosotros, la formación tiene un sentido amplio: este taller, por ejemplo, es para nosotros una actividad de formación. Pero un corte de ruta también, porque discutimos cómo lo hacemos. qué pasó, qué falló. Cotidianamente hacemos formación, y lo hacemos en base a los criterios que tenemos. Hay criterios que van cambiando de acuerdo ala realidad, hay otros más generales que son los fundamentales del movimiento. Por ejemplo, decidimos si queríamos tener un líder o si, más bien, queríamos una organización horizontal. Si queríamos que haya un grupo que tome las decisiones o si las teníamos que tomar entre todos en asambleas. La democracia directa es otro criterio inamovible. La lucha es la forma que tenemos y fomentamos para lograr las cosas. Ese es otro de nuestros acuerdos: para participar del movimiento hay que acordar en que este es un movimiento de lucha. En que acá las cosas las vamos a cambiar con la lucha. Pero la lucha no significa solamente salir a cortar la ruta o enfrentarte con la policía, sino que es una lucha cotidiana, es luchar contra nuestra propia y vieja manera de pensar para ir incorporando otro pensamiento nuevo donde las relaciones sean solidarias, colectivas, de compañeros. Después, hay criterios que se van tomando por grupos y que van cambiando de acuerdo a la realidad.
Por ejemplo, si trabajamos o no cuando llueve. Eso depende del grupo: si es un grupo que trabaja en la calle por lo general no trabaja pero, entonces ese día se puede mirar una película, discutir, capacitarse.
- En la mayoría de las experiencias hay un grupo en el que se concentra las tareas. Sea por la responsabilidad que demuestran o por la forma en que asumen el compromiso, suele producirse una delegación de información y de poder hacia un conjunto de compañeros a los que se va poniendo en el centro de la organización. En muchas experiencias se registra esta tendencia. El grupo que se ha colocado en el centro, incluso contra toda voluntad del movimiento y del grupo en cuestión, se encuentra luego en una posición muy difícil: cada vez encuentra más dificultades para colectivizar efectivamente sus saberes y responsabilidades.
- ¿Qué mecanismos encuentran ustedes para evitar o revertir esta tendencia a la delegación?
- Siempre hay una dependencia, porque los compañeros en sus comienzos, sobre todo, buscan en los grupos a la persona que tiene más experiencia o, sencillamente, la que habla mejor, o al que se desempeña mejor en una tarea. Se genera una dependencia que nosotros decimos que está bien pero sólo para una etapa, no para siempre. La manera de revertir esta situación es la socialización de los conocimientos, por eso trabajamos con la educación popular.
Se crean ámbitos donde todos los compañeros van desarrollando su talento, sus virtudes, sus aportes, en una infinidad de responsabilidades. Hay compañeros que han tenido experiencias en algún sindicato, otros que son más desinhibidos, y otros a los que los atemoriza asumir una responsabilidad. Pero es constante el ejercicio para que nadie se quede sin hacer nada. Ahí está la superación del referente. Además, la delegación, tiene que ser rotativa, tiene que ser por mandato de los compañeros para cada momento que se necesite. Hoy estamos aun año desde que se produjo un crecimiento fuerte y todavía existe una gran dependencia. Pero siempre hemos dicho que el que está en una tarea de apoyo t está para brindar, para acompañar, pero nunca para decidir. Es un acompañamiento, pero nunca el que trae la solución o el que dice cómo se tiene que hacer. Sabemos que eso va a llevar su maduración, su tiempo, pero ya están habiendo signos muy alentadores, porque gente que no hablaba, que le rehuía a la participación, no solamente vienen a cumplir cuatro horas de tareas comunitarias, sino que ya se vienen dedicando a otras tareas y actividades. Eso alienta, pero sin acelerar los tiempos. Hay referencias que son positivas porque no excluyen, pero que ayudan al crecimiento de los otros. Pero también las hay de las que acaparan, que no fomentan participación, que se imponen autoritariamente. Eso es una constante revisión en la que la democracia del movimiento, y la vida como tal, se está preparando para otros desafíos. Porque no se vive de una forma pura, no podemos decir que tenemos el cien por ciento de participación, de democracia directa y de horizontalidad, pero sabemos que ese es el camino.
Otra cosa importante es lograr que el compañero que en un momento fue referente y que ya va dejando de serio, no se le acabe la vida y el compromiso. Es complejo, porque muchas veces son mecanismos de compensación ya uno le gusta ser querido; todos tenemos nuestros egos. Así que se trata de ubicarnos en una situación en que eso ayude e ilumine, pero que no queme. Una cosa es ayudar, alumbrar, brindar, y otra es no dejar que el otro crezca.
- El movimiento no es meramente una organización política ideológica, es decir, un grupo que se valida por sus "propuestas" y sus "opiniones" sobre "esto o aquello" (aunque eventualmente estas opiniones y propuestas existan). Hay una forma de intervención del MTD-Solano que nos resulta muy potente. Se trata de la capacidad de apuntar directamente a la sociabilidad, a los valores y las formas en que las personas resuelven todos los problemas de la vida. Honestamente, nosotros hemos pensado siempre que un contra-poder concreto no es una fuerza política sino una potencia de producción de valores, de modos de existencia, superiores a los que, en situación, produce el capitalismo.
Un poco en este sentido, queríamos pedirles que nos cuenten cómo trabajan alrededor de los núcleos más profundos de la sociabilidad y de la intimidad del barrio. De hecho, si el movimiento no cuestionase las modalidades de sociabilidad anteriores ocurriría que sería simplemente una estructura reproductora de valores dominantes.
- ¿Es posible recrear una comunidad alrededor de valores alternativos sin que, a la vez, se trabaje al nivel de los roles que ya vienen impuestos desde la familia, la crianza, la educación, etc.? ¿Ustedes ven que la organización comunitaria, la experiencia colectiva, va modificando la propia estructura familiar?
- Sí, en el poco tiempo que tenemos hay cosas que se van viendo. De hecho, al principio la asamblea del barrio tenía una participación bajísima. Es lo común, no sólo en el MTD sino también en una Sociedad de Fomento, entre los padres con relación a la escuela y en la misma Iglesia, que en los barrios cada vez tiene menos inserción. Nosotros estamos contentos por ver que en nuestra experiencia eso se viene rompiendo. Compañeros que no solamente vienen a una asamblea, sino que también van a una marcha, o aun corte de ruta, y esas son cosas que hasta hace poco generaban mucho miedo, mucha resistencia. Hay ámbitos que se van generando, y que la gente los comienza a sentir como una necesidad: estar en algo más grande que su familia. Se generan relaciones que van mostrando un crecimiento en los compañeros a los que ya no les basta con su núcleo familiar. Y eso se ve cuando terminan las asambleas y hay muchos que se quedan para charlar. Hay compañeros que lo manifiestan y dicen que empezaron a vivir cuando vinieron acá. Es algo muy fuerte encontrarle sentido a la vida en ámbitos comunitarios, donde se van generando relaciones y recuperando los valores. Hay compañeros que plantean que no se irían aunque se acaben los "planes trabajar". Y eso es lo que a uno lo motiva,la posibilidad de generar relaciones de amistad, de compañerismo, de comunidad. Para muchos el MTD es su familia.

4. La organización de base

Cuando publicamos los Borradores de Investigación sobre "la lucha piquetera" recibimos muchas críticas, sobre todo de gente ligada a la CTA. Básicamente nos reprochaban que habiendo hecho gala de tanta agudeza crítica para con el movimiento de Luis D'Elía, habíamos idealizado demasiado la experiencia de Solano.
Hemos quedado, entonces, un poco obligados -por nuestros amigos críticos- a mejorar la calidad de aquel cuaderno y a meternos más a fondo con los problemas (que van surgiendo aquí alrededor de la representación, la tentación de la política y todo este conjunto de problemas -que seguramente son muy parecidos en todos los movimientos- y que están bien puntualizados en los Borradores. Pensamos que lo interesante, entonces, es ir mostrando hasta qué punto las diferencias entre estas experiencias pasan más por el tipo de decisiones que se van tomando en la construcción para enfrentar estos problemas comunes antes que por ocultar que las modalidades alternativas tienen exactamente los mismos obstáculos.
- Para empezar, entonces, ¿cómo se organiza el MTD de Solano? ¿Cómo se trabaja para lograr un movimiento que no sea el dueño de todas las respuestas y el que todo lo soluciona? Porque el problema sería que el movimiento apunte a constituirse como un poder que impide la circulación de nuevos saberes y formas de protagonismo ¿no?
- Acá en Solano el movimiento surge a partir de una necesidad concreta del barrio, en torno a la que nos empezamos a juntar ya discutir cómo hacemos esto. Yo creo que no hubo una receta para comenzar, sino que lo vamos haciendo con el tiempo. y en la medida en que nos vamos organizando, van surgiendo cosas.
- La asamblea es el órgano que tiene la mayor importancia, es el lugar donde se discuten las propuestas, donde se toman las principales decisiones: los planes de lucha, la creación de nuevas áreas, la elección de delegados en cada barrio.
En los barrios, por otra parte, hay grupos de trabajo, compuestos por diez o veinte personas que, a su vez, también eligen dos o tres delegados, no hay un número preciso, pero siempre más que uno.
Y esos compañeros elegidos en cada núcleo de trabajo forman la mesa, ámbito de evaluación y de planteo de dificultades. La mesa no es resolutiva porque las resoluciones se toman en asamblea. A partir de que surgen trabajos en nuevos barrios, en cada uno se eligen dos delegados que componen una mesa general, cuya función fundamental es la articulación de los barrios.
Por último, están las áreas, que fueron surgiendo de la necesidad. La de prensa, por ejemplo, surge cuando empezamos a cruzarnos con los medios, y porque empezamos a hacer denuncias; producción, que tiene que ver con la planificación; el área economía, que lleva las cuentas del movimiento; la de capacitación, y la de educación popular; seguridad, que se creó para salir organizados a los cortes; administración, que se encarga de todo lo referido al seguimiento de los planes de empleo, a la elaboración de proyectos, y de la relación con el ministerio; mercadería, que ahora está parada porque hace mucho que no recibimos mercadería; el área tierra y está también el área de relaciones institucionales, que funciona cuando, producto de los cortes de ruta, hay que ir al una reunión con el ministerio.
- Muchas veces las asambleas son ámbitos en los que o bien se dirimen posiciones distintas ya prefijadas, como si fuera un plebiscito en donde la gente no tiene ninguna participación activa más que elegir entre opciones ya clausuradas; o bien se legitiman las posiciones que ya están definidas de antemano. Sabemos que no resulta fácil lograr que las asambleas se conviertan en verdaderos espacios de pensamiento colectivo.
- La participación depende fundamentalmente del proceso de maduración de cada barrio. Hay lugares en los que se debate mucho y, por lo general, hay bastante acuerdo en los criterios de fondo, porque hay más tiempo de trabajo colectivo. En los barrios más chicos y más nuevos usamos disparadores y dinámicas que alienten la participación.
- Creo que es muy importante volver constantemente sobre los criterios y los principios, que han sido muy discutidos, porque constituyen pilares del movimiento, que en- marcan muchas veces la discusión. Por ejemplo, este es un movimiento en donde está muy claro que no hay ambiciones de poder y, por lo tanto, la posibilidad de presentarse a elecciones es algo que está descartado. Eso no quita que haya momentos en los que aparecen problemas y posiciones que cuestionan los criterios mismos de la organización.
Por eso creo que tiene que ver con la maduración. Es un proceso y no podemos decir que las asambleas sí son verdaderamente democráticas. Muchas veces hay debates que se extienden y llevan horas, y se traban. Hay veces que tenemos que saldar la cosa con la votación, pero en general se busca el consenso. Ha habido tensiones, ha habido muchas crisis. en distintos barrios, con compañeros delegados. Los últimos planes de lucha nos dejaron un agujero en el camino que tuvo su repercusión. Pero no hemos sufrido divisiones, lo que habla de que hay un ejercicio colectivo que permite crecer y seguir adelante.
- Con respecto a la coordinación ya las vinculaciones políticas que se establecen con grupos distintos, quizás se vuelva más difícil sostener esta dinámica, porque se entra en relación con grupos que no tienen las mismas prácticas (más allá de lo que digan de sí mismos o de lo que, en sus cabezas, quisieran que suceda). Así, muchas veces hay desfasajes. Recién contaban cómo se resuelven las discusiones para adentro del barrio, cómo se toman las decisiones. Hay un criterio de responsabilidad que está en juego y que sostiene la experiencia. Esta horizontalidad de responsabilidades pone las condiciones para una experiencia común, soberana, de pensamiento y, ala vez, muy, muy práctica.
- ¿Pero cómo pueden extenderse estas modalidades de recreación de acuerdos existenciales, cómo pueden recrearse estos proyectos de origen cuando se trabaja a nivel de coordinadoras?
- Hay mucho respeto, y también nos manejamos en base a los acuerdos que vamos tomando. Pero en la coordinadora de los MTD hay grupos que tienen otra forma de construcción, otras características. Es más complicado cuando vamos a otros espacios donde no están sólo los movimientos de desocupados.
- Hay una forma de pensar la organización, bastante extendida en el movimiento popular, en la que se ponen en primer plano términos más bien institucionales. Las preguntas que allí se hacen son:¿cómo hacemos un diagrama que sea democrático? ¿cómo hacer una forma que garantice la democracia interna? Así, muchas veces termina habiendo ámbitos, más bien vacíos, donde no pasa nada.
- A mí me parece que donde existe ese simulacro de democracia es en las organizaciones que se plantean la construcción de base como medio para llegar a otro objetivo.
- Sí, y puede tener que ver también con una modalidad de la actividad militante - que parte de guardar un "modelo" (un conjunto de saberes) de cómo se construye. Incluso -y sobre todo- compañeros que, sin ninguna mala leche, suelen tener un "modelo" ideológico totalmente exterior a la situación en la que trabajan, y aparecen, de golpe, con criterios totalmente dogmáticos sobre cómo debieran ser las cosas, anteponiendo a la experiencia colectiva, criterios exteriores. Este "atajo" militante se ahorra el principal de los trabajos: el camino de crear, de pensar colectivamente. Por eso, cuando ustedes nos cuentan los criterios organizativos con que trabajan uno no puede evitar desconfiar un poco, ! por haber escuchado esos criterios en otros lados donde se "hacía que se practicaban" pero, en realidad, los ámbitos de pensamiento estaban ganados por estas I "astucias políticas" y estos "saberes militantes". Me parece que hay algo de cómo ustedes piensan la construcción que no se deriva sólo de contar cómo es la forma de la organización.
- Nosotros en algunos barrios estamos destruyendo la imagen del delegado, porque tuvimos una crisis muy grande a causa de actitudes autoritarias y personalistas. Dijimos que ese modelo no lo queríamos repetir más, que no podía haber nadie que nos cague a pedos, y que había que trabajar más participativamente. Lo que hicimos fue hacer la cosa rotativa. Armamos un cronograma para la mesa general, y empezamos a venir de a dos. Finalmente no queremos más de- legados, así participamos todos. Lo que hay que ver es cómo hacemos para que la función que venían cumpliendo se garantice, que era la comunicación con el resto de los barrios, la articulación de tareas, etc.
- Lo que se destruyó fue el rol del delegado, no su función.
- Claro, la función del delegado como una autoridad. Y si no sirvió, si se tomó ese rol que es de servicio como un poder, hay que destruirlo.
- Nos resulta muy curioso el hecho que cuando hablan de algún compañero que actúa mal, que comete errores, lo nombran como alguien que no tiene formación o que no se ha capacitado lo suficiente. ¿Por qué?
- El problema con estos compañeros es que en los momentos en que se presenta una crisis, en lugar de resolverla, la complican más con temas personales. En lugar de pensar una respuesta más política todo recae en lo personal.
- Entonces, es algo que tiene que ver con lo colectivo, no es que sea deficiente en la capacidad de pensar. Más bien decimos eso para referirnos al que pone por encima de lo colectivo los intereses personales. Además, para nosotros no hay responsabilidad del compañero solo, sino de todo el conjunto -Ustedes decían que en este barrio fue donde primero surgió la organización. ¿Cómo surgió en los otros?
- En todos los barrios surgió por pedidos de la gente. Algunos como La Florida y Monte- verde se acercaron hasta acá. Otros -por ejemplo IAPI, La Sarita, Avellaneda- surgieron a partir de cortes de rutas. Nosotros cortábamos por esa zona, y se acercaban los vecinos y se enganchaban en los cortes. Pero todos han surgido por una propuesta del barrio, nunca fuimos nosotros a ofrecer.
Incluso, acá en San Martín surgió por propuesta de compañeros que tenían el problema de la desocupación. No es que dijimos: "vamos a hacer el Movimiento de Desocupados".
- Los compañeros de los otros barrios nos pedían que fuéramos y contáramos lo que : hacíamos. Así surgía la discusión de si organizarse como nosotros o si querían hacer otra historia. No era una imposición. Así se empieza a desarrollar la experiencia. En ningún barrio hubo problemas por no querer integrarse a estos criterios, no nos ha pasado. Sí de rediscutir algunas cosas sobre la marcha, pero no de rechazar los criterios más importantes.
Publicado en el nro. 4 de "SITUACIONES"