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Argentina: La lucha continúa

6 de noviembre de 2002

Yo tengo la gran intriga de mi vida y es saber si debo curarme o debo hacer la revolución justificando mi propia locura: interno del Hospital neorupsiquiátrico T. Borda.
Radio alternativa de "locos" rompe el cerco mediático en Argentina.

Manu Chau produce un nuevo material con producciones de la Radio independiente.
Buenos Aires, Argentina. Ricardo Martínez Martínez
Rebelión

Mi amor transita en un tren fantasma sin veña ni rieles, pero sí con muchos muros y amigos dentro de estos muros. Cooperza y La Colifata, y gracias a esta hermosa juventud ¡los sábados los muros no existen!", se lee en una hoja de papel que pende a la orilla de la mesa de operaciones de la nave de los locos, LT22 Radio La Colifata en el Hospital neurosiquiátrico José Tiburcio Borda en Buenos Aires.

Alicia en el espejo

Pasillos laberínticos, corredores sin fin, jardines sin flores y el tiempo al revés, son apenas elementos del multifacético escenario donde la imaginación y la ";locura" se conjugan para trasmitir, desde hace once años, programas radiofónicos.

Radio La Colifata es la primera radio en su tipo y nació como un medio psicoterapéutico para los internos del Hospital neurosiquiátrico de Buenos Aires, Argentina. La idea central es la recuperación comunicativa de los pacientes a través de la participación y la reflexión que generan a su entorno. Sí, la radio es realizada por ";locos" que con su propio esfuerzo se convierten en sujetos creativos del mundo sonoro.

El proyecto dio a luz con el fin de encontrar nuevas formas de terapia para ayudar a internos de centros psiquiátricos, ayudarlos a salir, encontrar el valor de una persona que es condenada al aislamiento y la soledad, y luchar contra la construcción social de la locura por diferentes medios que resultan ser ";mágicos".


La Colifata es un crisol que permite la retroalimentación entre el adentro y el afuera: los ";locos", marginados y olvidados, encuentran su espejo en sectores de la sociedad también en condición de excluidos. Se trata del rescate de la subjetividad del otro y del reconocimiento a través de un aparato radio trasmisor de experiencias, ideas, sentimientos y deseos. El paciente logra recuperar las ganas de comunicarse y compartir sus miedos e inquietudes no sólo con sus propios compañeros de ";locura", sino con la sociedad extramuros, a la cual imagina y sueña con un futuro sin prejuicios, igualitaria y libre.

La experiencia de los colifatos se enmarca en la lucha por la dignidad. Es una forma de resistir al ";sálvese quien pueda". Desde un micrófono se habla y se busca incansablemente llegar a otros oídos receptores que sumen colectividades y dignifiquen la palabra de los que, por su condición, carecen de espacios en la sociedad. Los ";locos" se convierten en sujetos de la comunicación social, rompen el cerco mediático y crean correas de trasmisión entre los marginados. Llaman a la construcción de solidaridades.

Sin apoyo institucional y con recursos limitados, LT22 se compone de coordinadores multidisciplinarios, sicólogos, equipo de reporteros, operadores, artistas, poetas, revolucionarios y un amplio público radioescucha que está atento para sintonizarla en algunas estaciones.

Los programas se componen de la ";grilla" que son las distintas secciones del día de grabación. Allí, los internos participan como productores, conductores, realizadores, operadores y editores. Durante la semana algunos pacientes se trasladan a una F.M. y conducen sus programas en vivo, mientras que otros realizan el móvil colifato que irrumpe en el espacio radial con temas de cultura y política.

La Colifata empezó a trasmitir como una columna en un programa de Frecuencia Modulada. Creció en el ambiente radial y sus trabajos llegan a varias provincias de Argentina y Uruguay. Casi un millón de personas a través de estaciones radiales como La Tribu y Rock and Pop escuchan a los ";locos".

Esta experiencia comunicativa y terapéutica ya cuenta con repetidoras y es la madre de nuevos proyectos de radio comunitarias, alternativas e independientes.

Crónica en el jardín de los cerezos



Es sábado y como cada sábado los internos y ex internos del hospital neurosiquiátrico José T. Borda en Buenos Aires realizan el sueño sonoro y rebelde de la Radio. Al frente de los micrófonos Alfredo Olivera y Laura Gobet, personajes de la nueva dramaturgia del absurdo y la tierna locura. Da comienzo el viaje de los locos. Se da la bienvenida, la gente aplaude y Estela se anima a tomar la palabra: ";No puedo explicar lo que yo siento en este momento, una gran emoción y yo pienso que desde acá, desde la Argentina, desde LT22 podemos servir para algo".

En el jardín del servicio 16 del Hospital poco a poco se congregan los internos y visitantes. Los conductores del programa dan lectura a la ";grilla" compuesta por las distintas secciones. Música de fondo y las palabras de los que decidieron estar: ";hoy me olvidé de venir porque siempre me olvido, pero igual estoy acá".

La primera sección de los colifatos es Momento Romántico con canciones que arrancan suspiros y recuerdan los amores y desamores de uno. Mario, un interno, por lo pronto se sumerge en el ayer, prende un cigarrillo que logra obtener de un visitante y sopla a bocanadas el deseo. Se escuchan canciones de Armando Manzanero y Agustín Lara... Da tiempo para hablar con algunos internos.

";La radio -cuenta Pajarito, paciente del Borda- me permitió saber que en otros lugares nos escuchan, pero me encanta la realización de programas de radio porque es muy comunicativa y aquí en La Colifata aprendí a ser solidario con mis amigos. Yo estoy en contra de la televisión argentina porque promueve la violencia y a mí no me gusta la violencia, me duela que los chicos miren programas de violencia."

Pajarito cuenta su experiencia como reportero. ";Mi primera nota fue como volar, y volar es lindo, es un sueño, y yo le digo a todos que un sueño se puede hacer realidad y si hoy tenemos un sueño podemos tener un mundo mejor, con muchos niños mirando la luna, sin estar preocupados por que va a pasar mañana." Luego de recordar una imagen donde Pajarito miraba la luna con niños en uno de los viajes que hace la Radio para promover la comunicación y la solidaridad, Triniti -locutor en turno- invita a escuchar la tercera serie del programa: El Mundo Deportivo de Daniel López y Diego Pichicaco. El tema es la cancha. Unos días antes la incha argentina presenció el partido entre el Racing y San Lorenzo. La bola, la pelota o la mina como la llaman acá, fue disputada por dos equipos en un clásico. Diego Pichicaco comenta y hace alusión a la fiesta futbolera, sin dejar de señalar que el fut nació en el corazón de las villas miseria, entre la contradicción del hambre y la alegría de los pibes que meten el pie y la cabeza cada que hay oportunidad. Como alguna vez escribió Eduardo Galeano en su libro a Luz y Sombra del Fútbol, la pelota y la cancha son el espacio entre la vida y la muerte.

Julio, un ex interno, irrumpe en la escena, deja la bola y toma el micrófono. Es su turno de hablar y dar razón sobre los reportajes que realizó durante la semana. Cuenta que visitó a las Abuelas de Plaza de Mayo en distintos actos de conmemoración de los 25 años de lucha incansable por la memoria y contra el olvido. ";Se leyeron poemas y textos de personas desaparecidas y también las historias de Leonor Manzo que aluden a los años de la última dictadura militar", dice. El reportero colifato da la introducción a su trabajo y puntualiza: ";ésta es la historia de gente que ya no está más con nosotros, pero en realidad sí está"... ";Qué sintió al leer estas historias", pregunta Julio a la poetisa. Leonor Manzo contesta: ";Me emocionaron muchísimo porque esas historias que escribieron dos jóvenes autoras es en realidad la recopilación de familiares y amigos de estos seres que ahora no están con nosotros, que fueron desaparecidos durante la dictadura y ahora aparece su presencia... Es muy doloroso, pero guardamos la memoria para impedir la repetición de ese horror..."

Julio termina emotivamente su sección con un llamado a la solidaridad con la Madres y Abuelas de la Plaza de Mayo, quienes cada jueves marchan en la Plaza con la histórica pañoleta blanca reivindicando a los que ya no están y llamando a luchar por un mundo mejor.

Es la hora de los comentarios políticos. El señor López, con un bombín y una chamarra de los años 50, asevera: ";en Argentina se vive un quilombo bárbaro, nadie gobierna porque nadie les cree, todos los gobernantes son corruptos y llenan sus bolsillos de guita (dinero). ";Que se vayan todos", termina molesto. A esta consigna, que se generalizó en Argentina luego del levantamiento popular del 19 y 20 de diciembre del 2001, se sumaron los demás participantes en la hora del análisis político, ";de la táctica y la estrategia", ";de la correlación de fuerzas", ";de la emergencia social", etc, etc. Recuerda el sicólogo Olivera que a partir de la movilización social del año pasado y la experiencia de los cortes de rutas, las asambleas barriales y la construcción de la autonomía popular, la Radio juega un papel activo y enriquece su experiencia. ";El 20 sale de la Rúa, el 22 debatimos con los internos sobre la nueva situación y salimos a las calles para cubrir los acontecimientos. Creamos como parte del proceso terapéutico, espacios de solidaridad con la insubordinación social que se dio en las calles a decir un ";ya basta" y ";que se vayan todos..."

En tanto, se prepara María con su sección de Triplex, poesías que podrían ser entendidas como del exilio, y es que los muros del Borda son tan altos que parecen fronteras y desde allí ";se les canta a los hermanos..." Entre verso y verso se escucha una voz a lo lejos que se escapa de una charla que entabla un grupo de internos: ";Siempre fui loco, Siempre fui loco", repiten y repiten. Siempre Fui Loco es el título de un novedoso trabajo que produjeron recientemente varias bandas musicales de Barcelona, entre ellas Manu Chau, con producciones de la Radio La Colifata.

Con el tiempo cayendo en el reloj de arena, María se apresura a terminar. La poetiza de la ";locura interminable" saluda al público y da las gracias por prestar oídos, que a decir de ella ";es un pedazo de melancolía y amor."

Para el amor y la alegría llegamos a la hora del bailongo o ";boliche". Internos y ";externos" invitan a sus respectivas parejas a la pista de baile. Rodrigo, joven entusiasmado con el canto y, particularmente, con las cumbias, llama a los presentes a seguirlo con los pies. Bernarda, Karina y Adela, coordinadoras de la producción, se dan a la bailadera y con pasos de nuevo invento ";tocan el cielo", tema al que alude Rodrigo en sus canciones. Como los cuentos del Viejo Antonio en voz del subcomandante zapatista Marcos, el balie es alegría y construye caminos y puentes, señala estrellas rojas de cinco puntas y dibuja sonrisas a cada paso. Los bailes, como la lucha, son populares. Se desvanece el tiempo y las demás secciones se suceden un tras otra, como piezas de un rompecabezas construyendo un paisaje multicolor.



Esta noche es la noche de noches", dice Bitnick en su espacio de textos y poesías rebeldes. Desenvaina el micrófono y anuncia la entrada de un nuevo personaje literario de los años 60 que platica la historia de los grupos de Rock and Roll de aquella época. Mientras esto sucede alguien grita de algún lugar del jardín: ";sacarle la máscara al loco, el loco está vivo, el loco no miente, el loco sabe curar a otro loco porque lo entiende". Se trata de un interno ansioso de hablar, contar, decir. Sin titubeos exige un cigarrillo y un mate cocido. Justifica su locura con el amor hacia los demás y abraza al que pasa cerca. Bitnick lo mira, hace una pausa y afirma: ";es la noche de noches"...

Estamos en la hora del tango, del dolor y la pasión. La sección se llama ";Villa Tango Club". Carlos Gardel y su canción ";Volver" es tema de conversación. "Volver con la frente marchita, las nieves del tiempo platearon mi sien, sentir que veinte años no es nada..." Empieza el canto y una pareja se anima; mueven los pies y los brazos. Ella y él no dejan de mirarse a los ojos sin perder el ritmo. Cuentan que el tango nació en los barrios populares y los sectores conservadores de la sociedad argentina lo rechazaba, hasta que poco a poco fue generalizándose. Sin embargo, el tango devela pasión y locura de una sociedad contradictoria, y marca momentos históricos significativos como el periodo peronista de Juan Perón y Evita, los levantamientos populares en Córdoba y Rosario y la resistencia a las dictaduras militares. Lo dijo un interno del Borda: ";Si el tango muere, mueren Buenos Aires y la Argentina."

Y por último, temas de blues con el Perro Mansilla y su acompañante, un perro negro y de ojo pinto que cada que escucha la voz de Mansilla canta con él...
El reloj que descansa sobre una pizarra corre al revés, el tiempo empieza de nuevo. Todos estos ";locos" en el jardín juegan a ser mejores junto a los otros, a dejar su locura, a cruzar los muros del lamento y el tormento, a buscar al otro por el único camino posible: la solidaridad colectiva.

Colifatos al Poder

Yo tengo la gran intriga de mi vida y es saber si debo curarme o debo hacer la revolución justificando mi propia locura... Buenas Tardes, aquí transmite LT22 Radio La Colifata directamente desde el hospital Borda..." se escucha en la parte introductoria de la producción Siempre Fui Loco, realizadA por Manu Chau y otras bandas musicales más de Barcelona.

Desde el otro lado del océano atlántico, Patricia Barbieri della Martera llegó a tierras argentinas con una misión: entregar el material discográfico a los autores de él, es decir, a los ";locos" de la Radio La Colifata del Borda.
Sin tener conocimiento de la producción musical y radial, los compañeros de LT22 recibieron con gusto a Paty y a todos los que trabajaron el la realización Siempre Fui Loco. Con una historia política y cultural en España y con el recuerdo de su Argentina de lucha y resistencia, Patricia brota de felicidad y asombro. ";Se trate del asalto al cielo", dice. ";Dos sueños se juntaron y pueden haber más. Con esto y con muchos esfuerzos, luchas y resistencias en todos los rincones del planeta, seguro cambiamos el mundo, comenta convencida.

A nombre de los que hicieron posible el disco, Patricia charla sobre las asombros y motivos de las bandas musicales de las calles de Barcelona.

-¿Cuál fue el motivo para que se unieran músicos de Barcelona y produjeran un trabajo conjunto, con material de la Radio La Colifata de Buenos Aires?

Con una pausa previa antes de contestar, Paty mira a los edificios del Borda y dice: ";El objetivo fundamentalmente era crear, por un lado, una línea de resistencia de los músicos de la calle en función de lo que está pasando en Barcelona y en Europa en general, con las nuevas imposiciones y el nuevo orden que hace que todo lo que sea cultura alternativa, todo lo que sea expresiones de deseo y todo lo que sea un cuestionamiento a este mundo que desde arriba nos vienen marcando, suene mal, suene feo y por lo siguiente tenga que ser vendido de alguna manera. Bueno, tenemos una posición desde los chicos, de que ¡aquí estamos!, esto es lo que somos y esto es lo que queremos seguir siendo. Lo de La Colifata surge a partir de otro compañero que tenía un proyecto similar desde el lugar de la imagen y que había comenzado a filmar desde aquí, desde la experiencia de La Colifata en el Borda de Argentina. Se unieron los dos proyectos y un sueño con otro sueño se juntaron e hicieron un sueño más grande que es La Colifata, Siempre Fui Loco".

-¿Por qué este material musical no esta destinado a comercializarse?

La idea es justamente permitir que a partir de todas la imposiciones y las prohibiciones que estos chicos de las bandas musicales tienen, a penas y se ganen la vida. Que estos chicos puedan, con este proyecto, generar una fuente de trabajo alternativo y, bueno, está fuera de toda la distribución comercial y uno solamente puede adquirir este disco con ellos que son los encargados de distribuirlo y hacerlo accesible con sus amigos y colegas y todos los que quieren acercarse al proyecto. Ojalá que se pueda hacer lo mismo acá en Argentina, ojalá pueda hacerse acá en La Colifata que tanta falta le hace."
-¿Cuál es impresión que te llevas de La Colifata y de los internos del Borda?

Me has hecho la pregunta del millón. Yo me voy, te lo dije acá, totalmente atravesada por emociones muy fuertes que desde luego todavía no puedo procesar porque este es un lugar de mucho aprendizaje para mí. He llegado, he visitado por segunda ocasión en sábado el Borda, nos hemos conocido aquí y tanta carga de los sábados que todavía falta por procesar. Pero fundamentalmente, el mensaje es que se puede, se pueden romper barreras, derribar muros, hablar con el corazón y que se pueden quitar las armaduras que nos oprimen."