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Argentina: La lucha continúa

7 de noviembre del 2002

Argentina: derivaciones penales de los juicios por la verdad

Por la represión en la Ford, el fiscal entabla una querella penal contra directivos de la empresa, militares y policías

Asamblea Permanente por los Derechos Humanos La Plata

La presentó el fiscal Crous ante el juzgado federal porteño de Canicoba Corral. Se trata de un nuevo desprendimiento de la investigación que lleva a cabo la Cámara Federal de La Plata en el marco del Juicio por la Verdad. "La fábrica se transformó en un 'cuartel militar'", dice la denuncia.

LA PLATA (05nov02).- El fiscal ad hoc Félix Crous presentó en la Justicia Federal porteña una querella penal contra el directorio del empresa Ford Argentina, el personal jerárquico de la planta que la automotriz tiene en General Pacheco y policías y militares con jurisdicción sobre esa zona del Gran Buenos Aires, por las violaciones a los derechos humanos de las que fueron víctimas los obreros de la empresa durante la última dictadura cívico-militar.
La denuncia es otra consecuencia de la investigación que se lleva a cabo en la Cámara Federal de La Plata en el marco del Juicio por la Verdad y tiene su origen en la declaración del sobreviviente Pedro Norberto Troiani, quien prestó testimonio en este proceso el 4 de septiembre pasado y denunció que alrededor de 25 obreros fueron secuestrados del interior de la planta.
La querella de Crous ingresó a los tribunales federales de la Capital Federal el viernes pasado y está radicada en el juzgado federal a cargo de Rodolfo Canicoba Corral. "Debo dejar sentado que la presente denuncia es efectuada en la jurisdicción porteña, sede de las oficinas de la empresa Ford Argentina, puesto que un involucramiento de tal magnitud en el terrorismo de Estado como el que declara el señor Troiani, no pudo obedecer sino a la decisión de sus máximas jerarquías, por sobre las autoridades de la planta", señala el fiscal en la querella.
"Llegó el 24 de marzo (de 1976) y la empresa Ford, según Troiani, se transformó en un 'cuartel militar': interviene el Ejército, se hace cargo de un sector de la fábrica e instalan un cuartel dentro de la fábrica, en la zona del quincho y campo de deportes, y desde ese mismo día empiezan a desaparecer los trabajadores", dice la denuncia. Y agrega: "Los militares estaban las veinticuatro horas dentro de la fábrica, lo hacían a la vista de todos y se transportaban en camionetas que les proveía la empresa, que les facilitó todo el lugar para desenvolverse".
Troiani, quien formaba parte de la comisión interna de trabajadores de la planta y era delegado ante el SMATA, fue secuestrado en la mañana del 13 de abril de 1976, luego de ingresar a la fábrica. "Unas diez personas fuertemente armadas lo detienen y lo llevan al quincho de la empresa, en el campo de deportes, donde tenían instalado 'el cuartel', y ahí encuentra a cinco compañeros más, delegados también. Los esposan, atados con alambres, y a la noche los trasladan en una camioneta hasta el centro clandestino de detención comisaría 1º de Tigre", relata Crous en la querella.
En ese centro de detención, sigue el escrito, había 25 delegados y activistas de Ford, de Terrabusi, de Astarsa y de los astilleros de ese sector del Gran Buenos Aires. "Es decir, los activistas y cuerpos de delegados de las empresas de la zona", remarca.
Crous, quien toma los datos de la declaración de Troiani en el Juicio por la Verdad de La Plata, imputa al presidente y a los miembros del directorio de la empresa Ford Argentina durante la dictadura, al oficial del Ejército Antonio Molinari, quien por entonces revistaba con el grado de teniente coronel; al gerente de la planta Ford, de apellido Lequer; al gerente interino de planta -jefe de Producción- de apellido Medina; al vicepresidente, "al parecer de nombre Pedro Muller"; a un capataz de nombre Miguel Migliacchio; "a los demás miembros del personal jerárquico que hicieron gala de una ostensible connivencia con los jefes de la represión en la provincia de Buenos Aires, según surge del informe de la CONADEP"; a los jefes de área, sub zona y zona de seguridad correspondiente a la planta Ford; y al personal policial de la comisaría 1º de Tigre y de la comisaría o destacamento de Ingeniero Machwitz, "que son mencionados como centros clandestinos de detención en los cuales permanecieron secuestradas las víctimas".
De acuerdo a la base documental "Memoria Debida", Molinari fue jefe de operaciones del Área 410, con jurisdicción sobre los partidos de Escobar, Tigre y General Pacheco. El fiscal anexa a la denuncia el capítulo del informe "Nunca Más" correspondiente a la represión en las fábricas, ya que -sostiene Crous- "pone en imprescindible contexto este hecho: se efectúa un certero análisis del significativo sesgo antiobrero de la dictadura, que se apresuró, el mismo día del golpe, a detener y en numerosos casos a asesinar a los delegados de los trabajadores verdaderamente representativos de los intereses de estos, obrando así en convergencia con los intereses económicos de las empresas en las que las víctimas cumplían su mandato".
EL TESTIMONIO QUE HA FACULTADO LA ACCION PENAL
Se produjo el pasado 4 de septiembre de 2002. Pedro Norberto Troiani trazó un paralelismo con lo ocurrido en Mercedes Benz y que ha motivado acciones penales en curso y una Comisión investigadora dentro de la propia firma en Alemnia. Según el testigo, también en la Ford los gerentes colaboraban con los militares para secuestrar operarios dentro de la empresa. Los grupos uniformados tenían total libertad de movimientos en la fábrica, ubicada en General Pacheco.
Troiani, que fue detenido ilegalmente en abril de 1976, formaba parte de la comisión interna de trabajadores de la planta y era delegado ante el Sindicato de Mecánica y Afines del Transporte Automotor (SMATA). "La empresa gozó el golpe de Estado", dijo el ex detenido, y aseguró que las desapariciones de trabajadores de la Ford ocurrieron "con la anuencia de los dirigentes de la empresa y del sindicato".
Troiani contó que unas semanas antes del golpe del 24 de marzo de 1976, la empresa convocó a una reunión con los delegados. "Nos dijeron que venían tiempos difíciles, que se venía el golpe y que los 'cuadros medios' iban a ir presos. Después nos dimos cuenta que los 'cuadros medios' éramos nosotros", recordó.
"El 25 de marzo los supervisores y capataces nos convocaron y nos dijeron que caducaban todos nuestros mandatos y que ahora los delegados eran ellos", indicó Troiani, y recordó que, en el transcurso de la reunión, un dirigente de la empresa le dijo a uno de los delegados: "Ustedes le van a mandar saludos a un amigo mío, Camps".
"Ya desde ese día los compañeros empezaron a desaparecer, los levantaban en la puerta de entrada", señaló el testigo, y añadió que "había un teniente coronel de apellido Molinari (Antonio) que estaba a cargo de todos los operativos, las 24 horas del día; la empresa le dio toda la libertad para entrar a todos lados y hacer lo que quisiera".
Según el ex operario, el SMATA no se involucró en la búsqueda de los trabajadores secuestrados. "José Rodríguez (secretario general del gremio desde 1973 hasta la actualidad) sabía muy bien que había gente desaparecida", afirmó Troiani y, ante una pregunta sobre el por qué de la inacción del dirigente, respondió: "Creo que se cae de maduro por qué. El sindicato estaba intervenido, los dirigentes no venían a trabajar, pero seguían cobrando el sueldo".
Rodríguez declaró ante la Cámara en agosto de 2001, y dijo haberse enterado de que había obreros de su sector desaparecidos "en 1984, por la CONADEP". También dijo que había participado de la ayuda a los 26 obreros de la Ford que fueron detenidos ilegalmente durante la dictadura. Por su parte, Troiani aseguró que el sindicalista "no colaboró en lo más mínimo" con la búsqueda de los trabajadores secuestrados de esa empresa o de otras.
En 1975, José Rodríguez había enviado una carta al Ministerio de Justicia, en la que pedía que la fábrica Mercedes Benz fuera intervenida "para preservar las instituciones del país". En la misiva, se calificaba a la comisión interna de esa empresa como "ajena al gremio y prohijada por la subversión", y como "un grupo de provocadores aliados de la sedición que ha hecho de Mercedes Benz Argentina S.A. su aguantadero".
Troiani describió también su secuestro, que tuvo lugar en su puesto de trabajo: "Llegó un grupo de gente uniformada como para la guerra, en camionetas de la empresa. Me detuvieron y me llevaron al quincho de la fábrica, en el campo de deportes, en donde había cuatro o cinco obreros más, esposados o atados con alambre", describió el testigo. "Tengo entendido que en ese quincho se solían reunir los dirigentes de la empresa con los militares", agregó.
El ex operario manifestó que esa misma noche los detenidos fueron trasladados al centro clandestino de detención que funcionaba en la comisaría 1º de Tigre. "Ahí había más o menos 25 obreros de la Ford, y muchos delegados y activistas sindicales de otras empresas de la zona de Pacheco y Tigre", recordó.
Según el ex detenido, el centro clandestino estaba comandado por el teniente coronel Molinari, el mismo que coordinaba los operativos de secuestro de trabajadores de la fábrica.
Troiani estuvo cerca de cincuenta días detenido ilegalmente en esa dependencia. "Luego me legalizaron y me llevaron a Devoto, donde estuve cinco meses. De ahí, pasé a la Unidad 9 de La Plata, por seis meses más", indicó.
"El mismo día de mi secuestro la empresa mandó un telegrama a mi casa diciendo que me presente a trabajar o que me considerara despedido", contó el ex detenido, y agregó: "Mi mujer les contestó con otro telegrama diciéndoles que ellos sabían que había sido detenido en la fábrica, pero se lo rechazaron. A los otros 25 obreros secuestrados les pasó exactamente lo mismo".
Troiani comentó que más adelante, junto a otros operarios liberados, acudió a José Rodríguez para solicitarle que les consiguiera trabajo. "Él nos mandó con una tarjeta personal a ver a alguien en la Mercedes Benz. Pero allí nos trataron como a delincuentes. Tanto que pensé: 'No hablo más con Rodríguez porque voy preso de nuevo' ".
Ya finalizada la dictadura, varios ex operarios de la Ford le iniciaron juicios laborales a la empresa. "Yo y otro teníamos juicios gemelos, exactamente iguales -recordó Troiani-. Él lo ganó y yo lo perdí. El mismo juez que votó a favor de él, unos días después votó en contra mía". Y añadió: "José Rodríguez no nos quiso dar abogados para los juicios. El sindicato nos dio la espalda, no quiso tener nada que ver".
Al finalizar la audiencia el fiscal Félix Crous solicitó a la Cámara que con el testimonio de Troiani se abriera una causa penal -presentada finalmente ante el juez Canicota Corral- para investigar al teniente coronel Antonio Molinari, quien, según Troiani, estaba "a cargo de todos los operativos de secuestro" dentro de la empresa. De acuerdo a la base documental "Memoria Debida", Molinari fue jefe de operaciones del área 410, con jurisdicción sobre los partidos de Escobar, Tigre y General Pacheco.
Lucas Miguel (Secretaría de Prensa Asamblea Permanente por los Derechos Humanos La Plata)