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Medio Oriente

3 de junio del 2003

Palestina: Abu Mazaen y la "memoria histórica"
La clave

José J. Rayo
Cádiz Rebelde
Tras la apariencia de presión externa, el corrupto Yassir Arafat va desplazándose de la escena política dando paso a una nueva autoridad. La encabeza Mahmoud Abbas, también conocido Abu Mazen o Padre de Mazen en la tradición árabe Un hombre ligado a uno de los grupos más importantes dentro de la OLP, Fatah.

El y su gabinete configuran un equipo preparado con un total de 36 titulaciones universitarias. Aunque por parte israelita y sus simpatizantes siempre está el socorrido sambenito de catalogarlos como "terroristas de la criminal OLP"(de los 24 ministros, 17 pertenecen a Fatah y uno al Partido del Pueblo Palestino también de la OLP), sus experiencias, formación y credenciales dicen otra cosa tal y como reconoce Terrell E. Arnold, un retirado miembro del Foreign Service Officer del Departamento de Estado USA.

Si bien con talante moderado, a los sionistas les inquietan los pensamientos de Mazen.

Palestina para los palestinos

Uno, por ejemplo, es el que divulgó el Middle East Media Research Institute (MENRI) cuando Mazen indicó que "el derecho al retorno no es al estado palestino, sino a Israel porque es de ahí de donde los palestinos fueron expulsados y adonde su propiedad se encuentra". Cierto. Una verdad como un templo.

Considerando por ejemplo una de las razones de los sionistas para su derecho sobre Palestina, la religiosa, vemos lo poco consistentes de sus argumentos. Según ellos, representan la promesa bíblica a Abraham y sus descendientes como pueblo elegido. Sin embargo, los árabes consideran que al ser Ismael hijo de Abraham y antecesor de los árabes (pueblos semitas) también les confiere ese derecho. Añadir que círculos de judíos ortodoxos califican al sionismo como una herejía, no representando al verdadero judaísmo. Se basan, ni que decir tiene, en razones religiosas. Conforme a la Torah, en los Tractate Ksubos folio 111 el Creador prohibió a los judíos ocupar la Tierra Santa por la fuerza, aunque tuviesen los medios para ello. Los "textos sagrados"prohíben expresamente concluir con el exilio, estableciendo un estado y ejército propio hasta que el Todopoderoso les redima. Algo que ha sido recogido tradicionalmente en trabajos de respetados sabios como Maimónides y Chasam Sofer. Por consiguiente, en base a la Torah, todo tipo de soberanía- especialmente en Israel- es un acto de rebeldía y traición. Sin Torah y fe en ella, no hay pueblo de Israel y quien niegue aquellas no forma parte de éste. En lo que a Palestina se refiere, es muy contundente su postura: "TODA Tierra Santa pertenece a quienes han vivido allí siglos: los palestinos".

O Palestina o Israel

Otro pensamiento de Mazen que les incomoda es el que recogía el diario israelí Yediot Achronot el 24/04/03 : "la formación del estado palestino resultará en la disolución del estado de Israel en el palestino". Sin embargo, no les incomodan declaraciones que forman la esencia del sionismo. En 1930 el principal líder sionista Chaim Weizmann consideraba que las necesidades de 16 millones de judíos se anteponían a la de un millón de árabes-palestinos, "los derechos por los cuales a los judíos se les ha adjudicado Palestina (Declaración Balfour) no dependen del consentimiento y no pueden estar sujetos a la voluntad de la mayoría de sus actuales habitantes". Y por si queda alguna duda de sus planteamientos, David Ben-Gurion reconocía la existencia de una relación difícil entre palestinos y sionistas diciendo: "pero nadie ve que no hay solución a este problema. Ninguna solución!... Nosotros como nación, queremos este país para nosotros". Esto puede aclarar, a quien lo quiera ver, el por qué no ha habido un deseo de convivencia de dos estados, ni la habrá. Esta última iniciativa conocida como Road Map u Hoja de Ruta, no es mas que una pantomima en una larga serie de dominación camuflada en la que el autogobierno palestino es un eufemismo para lo que acertadamente el judío antisionista Norman G. Finkelstein considera una Bantustanización.

De paso sería bueno recordar esa "memoria histórica" que tanto se distorsiona, silenciando aspectos incómodos que terminan configurando no una memoria sino una propaganda histórica. Ben-Gurion, al igual que otros lideres políticos del estado de Israel, estaba activamente involucrado en grupos y redes terroristas como la Stern Gang o la Haganah. Fue él igualmente uno de los artífices en el caos en que se convirtió el Libano, favoreciendo la creación de un estado cristiano por los maronitas. Sin hablar de la directa implicación, a través del Mossad, en la trama del asesinato de Kennedy.

Holocaustomanía

No obstante lo anterior, hay algo de lo que verdaderamente tienen miedo los sionistas. El ver revelado lo que realmente es el "Holocausto". Un acontecimiento que permitió al final de la 2ªG.M. la creación en tierra de Palestina de una colonia judía llamada Israel. Saben que perder el "Holocausto" es perder la espada y el escudo de ese estado, así como un formidable instrumento de chantaje político y financiero. Como bien dice el profesor universitario W. D. Rubinstein, "tienen conciencia de que si se mostrara que el Holocausto es una estafa, el arma más fuerte de todo el arsenal de la propaganda de Israel se derrumba".

Finkelstein, que es hijo de supervivientes de campos de concentración nazis, nos dice que el "Holocausto" es una representación ideológica del holocausto nazi y como todas ideologías tiene una conexión, aunque tenue, con la realidad. En su aclamado libro THE HOLOCAUST INDUSTRY recoge la observación del respetado escritor israelí Boas Evron:

La conciencia del Holocausto es, de hecho, una oficial adoctrinación propagandística, un batiburrillo de slogans y una visión falsa del mundo, cuya meta real no es un conocimiento del pasado sino una manipulación del presente.

¿Y esto qué tiene que ver con Abu Mazen? Pues que al igualque muchos académicos e historiadores, pone en duda muchas de las "verdades" axiomáticas del Holocausto. Y eso es algo que enfurece a los que quieren perpetuar una visión distorsionada del pasado.

David Wilder, un destacado miembro de la comunidad judía de Hebron, puso el grito en el cielo al considerar que el más lacerante aspecto de ese "político terrorista" es su tesis doctoral : "La otra cara :La secreta relación entre el nazismo y el movimiento sionista" (*) En ese trabajo, Mazen con toda razón, exponía serias dudas acerca de la figura mítica de los 6 millones de judíos muertos por el "Holocausto", al igual que la carencia de base real para la existencia de las famosas cámaras de gas homicidas en los denominados campos de exterminio (*) Mazen con ello no ha hecho sino poner el dedo en la llaga del verdadero punto débil. El denunciar de entre todos los mitos fundadores de Israel aquel que se ha convertido en el esencial: el "Holocausto". Le temen a esta arma que no mata a nadie pero que haría estallar su gran mentira como un globo inflado de viento. Al antiguo general en el ejército de Tito que se convirtió en presidente de Croacia, Franjo Tudjman la comunidad judío-sionista le acosó por su libro "Los caminos erróneos de la verdad histórica" que abordba cuestiones similares. Es un tema tan sensible, que quien lo aborda libre de condicionamientos con una mirada crítica, automáticamente cae en anatema. Y en el punto de mira también está el presidente de la República de Venezuela, Hugo Chávez quien cita frecuentemente los trabajos del escritor argentino Norberto Ceresole, un discípulo del revisionista profesor Robert Faurisson.

Me causa una profunda desolación ver a supervivientes de campos nazis cómo alimentan inconscientemente el adoctrinamiento propagandístico sionista. Mezclan sus experiencias personales traumáticas con pretendidas realidades basadas en imprecisiones. Ello, me temo, conforme se pongan en evidencia esas imprecisiones acrecentará un sentimiento injusto de calificarlos como indignos de confianza. Debieran de cuidarse en sus intervenciones de ser más prudentes, limitándose a su vivencia real que ayude a una memoria histórica objetiva.

Es un recurrente slogan el decir que el pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla. Cierto, muy cierto... pero ¿qué historia?. No vale una historia sesgada y amañada dictada desde el Poder, porque como bien apuntó George Orwell (que fue corresponsal de la BBC en la Guerra Civil):

Quien controla el pasado, controla el futuro.
Quien controla el presente, controla el pasado.

(*) Este tema se puede desarrollar si así se solicita.