VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Medio Oriente

26 de abril del 2003

¿Para qué presionar a Siria?

Fernando López D'Alesandro
Rebelión

En uno de los tantos análisis que están apareciendo acerca de la situación en Cercano Oriente, se leía que, en realidad, las actuales amenazas de Washington así como el bloqueo petrolero que se le ha impuesto, son presiones para obligar a Siria a negociar con Israel..
No lo creemos. ¿Para qué presionar a un país que desde hace casi quince años es un negociador permanente? A finales de 1990 reanudó sus relaciones diplomáticas con la UE. Envió 20 mil hombres a la Guerra del Golfo en 1991 y en agosto participó de la Conferencia de Paz de Madrid convocada por Bush padre y Gorbachov. Desde el primer encuentro entre Hafez al Assad y el primer ministro Isaac Rabin, se sucedieron una serie de conversaciones donde intervinieron norteamericanos, europeos, sirios e israelíes. La visita de Clinton a Damasco en octubre de 1994 fue una clara señal de apoyo a las negociaciones. En marzo de 1995 se reinició el diálogo con Israel y lograron acordar un primer documento de trabajo que sería la base de las negociaciones fijadas para junio en Washington. El asesinato de Isaac Rabin -ese crimen estratégico de la derecha- las postergó hasta enero de 1996. El triunfo conservador de Benjamín Netanyahu fondeó las tratativas a pesar de la intervención de la UE y de su enviado especial, Miguel Ángel Moratinos..
Inclusive en su conflicto con Turquía, Damasco siempre buscó la negociación. Cuando en setiembre de 1998 Siria acusó a Turquía de cooperar con Israel y Turquía a Siria de apoyar a los kurdos, la intermediación del presidente egipcio Hosni Mubarak logró que ambos firmaran el acuerdo de Adama que dio por terminada la crisis puntual pero no los problemas fronterizos por el flujo de agua del Eufrates. En 1999 los sirios lograron estabilizar sus relaciones con Jordania. En diciembre, con la mediación de Clinton, sirios e israelíes volvieron a la mesa de diálogo y como gesto de buena voluntad, los sirios buscaron abrir las negociaciones entre Líbano e Israel. La segunda ronda de conversaciones en enero de 2000 terminó sin ningún acuerdo, en tanto que la tercera ronda fue aplazada indefinidamente. Si bien Siria no estuvo en las negociaciones árabe israelíes de Moscú en febrero de 2000, aceptaron la mediación de la UE para destrancar las conversaciones con Israel, encontrando así, además, un nuevo intermediador más favorable, que trabajara a la par de Estados Unidos..
Cuando el 16 de abril de 2001 un bombardeo israelí destruyó el radar sirio de Dhar al Baydar, Damasco no respondió. Fue una demostración de prudencia, pero también una manera de presentarse inobjetablemente como país agredido..
En definitiva, Siria siempre negoció y cuando fue agredida no respondió violentamente.¿Es sensato presionar a un país para que haga lo que siempre ha hecho? Entonces, ¿para qué la amenazan y para qué la bloquean? Hemos visto cómo la economía siria está volcada hacia la Unión Europea en claro perjuicio de Estados Unidos. Asimismo, el mercado sirio -17 millones consumidores, el tercero en la zona- no está abierto a las exportaciones israelíes y apenas a las norteamericanas. Seguramente las transnacionales americanas tampoco tienen una presencia firme..
¿O se la presiona para darle fronteras seguras a Israel? Asegurar una frontera por medio de la fuerza es no asegurar nada. Sólo la negociación, donde ambas partes sedan, garantizará un acuerdo a largo plazo. La imposición ha demostrado ser inútil y equivocada. Un buen ejemplo de negociación positiva fueron los acuerdos de Egipto con Israel, que garantizaron la seguridad para ambos en la zona del Sinaí. Otro buen ejemplo del fracaso de la fuerza es la infinita guerra entre israelíes y palestinos. Estados Unidos debe saber esto, por tanto no nos puede hacer creer que la imposición a Siria o a cualquiera será la base de una paz duradera. Entonces ¿para qué presionar a Siria? ¿Para que se deshaga de los grupos terroristas que ampara? Tendríamos que discutir -y Siria ha sentado doctrina al respecto- la diferencia entre grupo terrorista y una agrupación que lucha contra la ocupación de su territorio, como serían la OLP o Hezzbolah. No vamos a entrar aquí en ese debate, pero la diferencia no es menor. Si el gobierno de Damasco declara que éstas organizaciones son grupos de resistencia contra la invasión, la cuestión podría forzar un debate en el Consejo de Seguridad -del que Siria forma parte- y obligaría a todas las naciones, especialmente a las europeas, a tomar una definición sobre la cuestión. Sería un momento muy tenso para Europa y no creo que a Siria le convenga forzar la máquina hasta ese punto. Pero si el resultado fuera positivo, con un reconocimiento explícito de la UE en apoyo a Siria, el tanto a favor sería inmenso. La jugada es muy difícil, pero si fuera así ¿no lograría Estados Unidos alinear a Europa con un "estado terrorista" y tener un buen argumento para atacar la Unión Europea más duramente o quebrarla? Y si la UE no apoya a Siria en una votación dividida ¿no debilitaría la unión de los europeos? ¿Acaso no aprovecharía Estados Unidos un momento de debilidad o fractura de la UE para neutralizar a Francia y Alemania? Tal vez estas sean causas más verdaderas que el simplismo de la lucha contra el terrorismo o la búsqueda de armas que nunca encuentran.