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Medio Oriente

4 de marzo del 2003

Mientras el mundo mira a Irak los cadáveres se apilan en Gaza

Justin Huggler
The Independent
Traducido para Rebelión por L.B.

La pregunta flotaba sobre los escombros de cemento, las retorcidas vigas de hierro y los edificios en ruinas en los que, según los palestinos, tres jóvenes habían sido asesinados cuando el ejército israelí los demolió esta semana.

¿Se está el ejército israelí aprovechando de que el mundo no presta atención a lo que sucede aquí y la cobertura mediática está concentrada sobre Irak, para aumentar su campaña en los territorios palestinos ocupados?

La semana pasada, mientras que la prensa internacional centraba su atención en el Consejo de Seguridad de la ONU y en Bagdad, la violencia estalló súbitamente. En seis días al menos 30 palestinos han muerto durante una serie de operaciones realizadas por los israelíes principalmente en la Franja de Gaza y en la ciudad cisjordana de Nablús.

Entre los muertos hay civiles desarmados, milicianos armados, miembros de fuerzas de seguridad palestinas legales y un médico que trataba de llegar hasta un paciente enfermo.

Sin embargo, esta semana la violencia no se produjo como respuesta a un atentado kamikaze o a un ataque de combatientes palestinos contra Israel.

Dentro de Israel la calma ha sido la mayor de los últimos meses. No ha habido atentados kamikazes. Nadie ha muerto como consecuencia de un ataque armado.

El ejército israelí comenzó su ofensiva de esta semana después de que cuatro soldados israelíes murieran tras incendiar Hamas un tanque israelí que vigilaba una colonia judía en la franja de Gaza.

Lior Yavne, portavoz de B'Tselem, una de las más prestigiosas organizaciones israelíes defensoras de los derechos humanos, afirmó ayer que: "Tan pronto como quedó claro para nosotros que iba a haber elecciones en Israel, seguidas de una probable guerra contra Irak, supimos que estos meses iban a ser muy duros en los territorios ocupados. Una de las pocas cosas que puede contener la política israelí en los territorios ocupados es la opinión pública internacional."

El recrudecimiento de la violencia ha sido tan drástico que ha atraído la atención internacional. Sergio Vieira de Mello, comisionado de las Naciones Unidas para los derechos humanos, manifestó ayer que se hallaba "extremadamente consternado" por las muertes de palestinos ocurridas en Gaza. "No existe ninguna justificación para utilizar la fuerza de forma tan indiscriminada en áreas civiles", afirmó, mientras urgía a Israel "a cesar tales acciones, que pueden dañar cualquier perspectiva de avance del proceso de paz en la región". Apeló a todas las partes para que se abstuvieran de emprender más acciones violentas.

Incluso el Departamento de Estado de los USA ha criticado las operaciones militares israelíes de esta semana. "Seguimos estando muy preocupados por las víctimas civiles... especialmente por los niños y jóvenes palestinos", declaró Richard Boucher, portavoz del Departamento de Estado. "Estas víctimas siguen produciéndose como consecuencia de las acciones militares israelíes".

Sábado

La semana sangrienta comenzó cuando militantes de Hamas consiguieron incendiar un tanque israelí en las afueras del asentamiento judío de Dugit, en la franja de Gaza, haciendo estallar una poderosa carga explosiva oculta a un lado del camino. Los desesperados intentos del ejército israelí para extinguir el fuego no consiguieron salvar a los cuatro soldados atrapados en el tanque. Shaul Mofaz, Ministro de Defensa israelí, prometió que Israel "golpearía duro contra nuestro enemigo Hamas".

Domingo

Seis militantes de Hamas murieron en una misteriosa explosión ocurrida en la franja de Gaza. Hamas dijo que se encontraban manipulando un aeroplano en miniatura conseguido en Israel a través de la valla y que querían modificar de forma que pudiera transportar explosivos para realizar ataques. Hamas acusó al ejército israelí de poner una trampa en el artefacto y de asesinar a los seis hombres. El ejército israelí no quiso hacer comentarios sobre las muertes.

El mismo día, Tayseer Khalil, un representante del Frente Democrático por la Liberación de Palestina, rama de la OLP contraria a los ataques contra civiles israelíes, fue detenido en Nablús por soldados israelíes. Milicianos palestinos dispararon contra los soldados que trataban de arrestarlo y cuatro palestinos resultaron muertos. Testigos palestinos afirman que los hombres muertos eran civiles, no milicianos.

Lunes

El activista de Hamas Ruyad abyu Zeid resultó muerto cuando soldados israelíes camuflados y escondidos en una furgoneta de verduras interceptaron su coche en la carretera costera de Gaza. El ejército israelí alegó que los soldados sólo querían capturar al señor abu Zeid y que dispararon contra él cuando vieron que trataba de alcanzar su arma. Los palestinos acusaron al ejército israelí de asesinarlo.

En el pasado, el ejército israelí ha reconocido de forma abierta estar llevando a cabo una política de asesinatos contra militantes palestinos. "No puedo estar seguro de ello", dijo el señor Yavne de B'Tselem, "pero he observado que el número de personas sobre las que el ejército israelí afirma que han muerto mientras trataban de huir ha aumentado considerablemente". Ese mismo día, 35 tanques y helicópteros entraron en la franja de Gaza y los soldados israelíes destruyeron la casa de Ahmad Ghadnour, otro militante de Hamas. Dos palestinos murieron cuando algunos militantes palestinos atacaron a los soldados. Uno de los fallecidos era un presunto miliciano y el otro un policía palestino que, según los acuerdos de paz de Oslo, se hallaba armado legalmente.

El diario israelí Ha'aretz informó que el ejército israelí había iniciado una nueva ofensiva contra Hamas en la franja de Gaza y que en lugar de reocupar la superpoblada franja, como había hecho con las ciudades de Cisjordania, optaba por realizar asesinatos e incursiones.

Martes

Mohammed al-Mur se convirtió en el octavo activista de Hamas muerto en el plazo de tres días tras recibir los disparos de los soldados israelíes en la ciudad cisjordana de Yatta, cercana a Hebrón. El ejército israelí dijo que se había atrincherado en su casa y que los soldados abrieron fuego porque creían que estaba armado. Sin embargo, su tío Mahmoud declaró que los soldados le dispararon sin mediar ninguna provocación. "Echó a correr y le dispararon en la pierna", explicó. "Siguió corriendo hasta otra casa. Allí los soldados lo mataron". Ese mismo día el ejército israelí se desplegó otra vez en el casco antiguo de la ciudad de Nablús, registrando casa por casa en busca de milicianos y alijos de armas.

Miércoles

En lo que fue el día más sangriento de la semana 11 palestinos murieron durante una incursión israelí en la ciudad de Gaza. Entre los muertos se encuentra Mundur Safadi, un médico palestino abatido cuando acompañaba a su hermano, el doctor Ra'ed Safadi, quien a la sazón trataba de llegar hasta un paciente con problemas cardíacos. Según el doctor Safadi, que resultó herido, ambos fueron alcanzados por los disparos deliberados de un francotirador.

Entre las víctimas se encuentran también tres muchachos que, según testigos palestinos, murieron cuando el ejército israelí demolió dos edificios. Los testigos afirman que los jóvenes habían abandonado el edificio cuando el ejército israelí les ordenó hacerlo. Las versiones acerca de cómo murieron difieren: algunos dicen que hubo una segunda explosión en el edificio; otros que un helicóptero les disparó. En cualquier caso, había un reguero de sangre en medio de las ruinas.

El ejército israelí dijo que el objetivo de la incursión era destruir talleres que supuestamente estaban siendo utilizados por Hamas para construir cohetes con los que atacar a las ciudades israelíes. Esa tarde Hamas disparó tres cohetes contra la ciudad vecina de Sderot, hiriendo a tres israelíes.

A los muertos de esta incursión se suman dos militantes de Hamas y uno del Frente Popular de Liberación de Palestina que perdieron la vida durante los enfrentamientos, y tres miembros del espionaje palestino --una fuerza de seguridad completamente legal--, que murieron cuando su coche fue alcanzado por disparos de ametralladora.

Ese mismo día, en Nablús, Mustafa abu Safieh, de 93 años, acusó a un soldado israelí de matar a sangre fría a su hijo Nasser. El señor abu Safieh dijo que los soldados los detuvieron, los registraron y después les dijeron que siguieran su camino. En el momento en que se alejaban, un soldado israelí mató a su hijo. El israelí dijo que lo mató porque no se detuvo cuando se lo ordenó.

Según testimonios palestinos, un segundo palestino resultó muerto cuando arrojaba piedras a los soldados israelíes. El ejército israelí dijo que había lanzado una bomba incendiaria. También en Nablús, una voluntaria médica galesa, Anne Gwynne, de 65 años, dijo que un soldado israelí disparó deliberadamente contra ella y contra el conductor de ambulancia palestino al que estaba acompañando.

Jueves

Según refieren testigos palestinos, Ahmad abu Zahra, de 61 años, y su nieto tocayo de 17 años, fueron abatidos en las calles de la ciudad vieja de Nablús durante un toque de queda.

Viernes

Ayer dos palestinos fueron muertos en Gaza mientras trataban de llevar a cabo sendos ataques que fueron posteriormente revindicados por la Jihad Islámica. Uno de ellos trató de arrojar granadas contra los soldados y el otro intentó penetrar en la colonia judía de Dugit.

Decenas de millares de personas asistieron a los funerales de Ruyad abu Zeid, jurando venganza para los 30 muertos. "Sharon, prepara los ataúdes", gritaban. "La venganza se aproxima en Tel Aviv y en Jaffa".

Ciudad de Gaza, 22 de febrero del 2003