VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Medio Oriente

30 de diciembre del 2003

Estados Unidos aspira a controlar el petróleo de África

Rafael Contreras. Argenpress

Estados Unidos tiene grandes planes en Africa relacionados con el control del petróleo, los cuales trascienden el carácter humanitario de las giras de los principales políticos de esa nación por esta región, advirtió un analista Sudafricano.

El profesor de la Universidad Central de ese país, Michael Nikcken, expresó que las últimas giras del presidente norteamericano, George W. Bush, y otros altos funcionarios por esta región, han sido, ante todo, de corte político para marcar el inicio de lo que los expertos estadounidenses han denominado la Década de Africa.

Nikcken, quien trabajó durante varios años en la empresa estadounidense Texaco en Sudáfrica, disertó este miércoles en la facultad económica de la Universidad Agostino Neto sobre el papel de las transnacionales norteamericanas en Africa.

En esa estrategia, el Golfo de Guinea va a ser el sustituto del Golfo Pérsico, debido a que Estados Unidos no puede confiar en un área con importantes problemas de estabilidad política y social, con países como Arabia Saudita, Irán y el propio Irak, opinó.

Nikcken, formado en las universidades estadounidenses, afirmó que el proyecto elaborado por Washington (Década de Africa) también contempla la importancia de las ayudas humanitarias y el establecimiento de bases militares.

El comentarista indicó que las enormes reservas de petróleo del golfo de Guinea (más de 80 mil millones de barriles), son el motor de este cambio estratégico.

El profesor sudafricano puntualizó que no está elaborando teorías de la nada, pues sus argumentos están basados en testimonios del propio Paul Michael Wihbey, asesor de la Casa Blanca y uno de los estrategas del Pentágono para cuestiones energéticas y de seguridad nacional.

El Golfo de Guinea lo componen un arco de países ricos en yacimientos petrolíferos que incluyen a Nigeria, Guinea Ecuatorial, Camerún, Gabón y Angola.

El analista cita cifras, según las cuales estos países duplicarán a fines de la década su producción petrolera y de gas.

El oro negro africano es, además, de gran calidad y fácil de transportar al estar todas las explotaciones en el mar, lejos de los conflictos, agregó.

Nikcken agregó que la apuesta de Estados Unidos por el golfo de Guinea incidiría en los flujos y precios del crudo mundial, debilitando a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

El plan de Washington es estabilizar políticamente esa región africana y fomentar su desarrollo económico a fin de crear las condiciones para continuar las inversiones.

Las compañías norteamericanas tienen previstas inversiones de más de 50 mil millones de dólares de aquí al 2010, además de otros planes en el mismo sentido de sus fuertes competidores en Francia, Holanda, Gran Bretaña y Malasia, agregó.

Luego de la descolonización y como consecuencia de la herencia colonial, las economías de los países africanos dependen casi exclusivamente de la producción agrícola y la explotación de ciertos minerales como el oro y los diamantes.

Dentro del total del comercio mundial, la participación de Africa descendió del cuatro al dos por ciento durante la década de 1990, y actualmente, si se excluye a Sudáfrica, Egipto y Nigeria, esta participación es cercana al cero por ciento.

Sin embargo, el descubrimiento del petróleo en Africa parece haber comenzado a reinsertar al continente en las dinámicas del comercio mundial. La crisis política en Irak y la inestabilidad en el Medio Oriente evidenciaron una vez más la volatilidad del mercado petrolero y la necesidad de diversificar al máximo las fuentes de obtención de crudo para occidente.

La producción de petróleo en los países del Golfo de Guinea (Nigeria, Congo, Gabón, Camerún y Guinea Ecuatorial) ya sobrepasa los 4,5 millones de barriles diarios y supera a la de Irán o Venezuela.

Actualmente, Estados Unidos importa cerca del 15 por ciento de su petróleo de esta región africana y los pronósticos indican que esta cifra seguirá en aumento hasta llegar al 25 del total en el año 2025.

Por su parte, en el 2000, la Unión Europea ya importaba el 22 por ciento de su petróleo de los países del Golfo de Guinea.

Desde el descubrimiento de petróleo en la década de 1960, Nigeria se convirtió en el primer productor de petróleo del Africa subsahariana.

Actualmente el país exporta aproximadamente 2,2 millones de barriles diarios y tiene una capacidad instalada para exportar cuatro millones de barriles por día, convirtiéndolo en el séptimo productor mundial de crudo y el cuarto en exportaciones a Estados Unidos.

Nigeria ha utilizado su petróleo como la herramienta básica de sus relaciones internacionales. El país no sólo negocia cuotas y precios en el seno de la OPEP, sino también utiliza su tecnología en la producción de crudo para expandir su influencia en Africa y consolidarse como una potencia continental que haga contrapeso a Sudáfrica y Libia.

Si bien en muchos países la exportación de petróleo es sinónimo de progreso y bienestar para la población, en Africa al parecer la historia es diferente.

Algunos reportes de ONGs internacionales afirman que en países como Guinea Ecuatorial y Nigeria, entre el 60 y el 80 por ciento de los ingresos del petróleo se quedan en manos de los gobernantes y sus colaboradores más cercanos, haciendo que este dinero nunca llegue a la población más necesitada del país.

El petróleo podría fácilmente ser la salvación para un continente que, desde su independencia, ha estado marginado de las dinámicas mundiales, pero para esto es necesaria la creación de mecanismos que garanticen una óptima utilización de los recursos.