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Medio Oriente

12 de noviembre del 2003

Viaje americano de Joseph Kabila:
Viraje espectacular de la Comunidad internacional


Umoya (Digitalcongo.net. Le Révélateur, 7.11.2003)

¿Qué es lo que está pasando?

Los congoleños están en su derecho de hacerse esta pregunta. De un día para otro, todo parece ir sobre ruedas en sus relaciones con la comunidad internacional.

Las buenas noticias se suceden a ritmo sorprendente. Joseph Kabila parece traer de su viaje americano un importante botín. Georges Bush ha aceptado dar el espaldarazo a todos los "dossier" que le han presentado: elecciones, pacificación, reforma del ejército, reconstrucción, sida, ayuda humanitaria. Entendimiento completo, cooperación ejemplar. Los Estados Unidos han decidido incluso adelantar a la RDC 300 millones de dólares para su servicio de la deuda.

Tras esta estela, los clubes de Londres, de París y de Bruselas - principales proveedores de fondos de la RDC - se comprometen a revisar el dossier congoleño y a ayudar a las instituciones de la transición. En este mismo sentido, una misión de donantes de alto nivel acaba de estar en el país donde han visitado algunas ciudades afectadas por la guerra, con el objetivo de mejorar el conocimiento que los proveedores tienen de la realidad congoleña, de las necesidades, de las potencialidades y expectativas de la población y para manifestar su determinación de intervenir sobre el conjunto del territorio congoleño.

Esta misión hay que ligarla sin duda a la petición formulada por el gobierno a favor de un apoyo suplementario por parte de los proveedores de fondos que vaya más lejos que el Programa multisectorial de urgencia para la reconstrucción y rehabilitación (PMURR). Además de los 2 mil millones de dólares que ya habían sido desbloqueados, el gobierno había solicitado en efecto un suplemento que pudiera permitirle dar respuesta a las necesidades del conjunto del territorio, ahora que el país se ha reunificado. Es evidente que la visita de la misión permitirá una aceleración del examen del dossier. Una rapidez debida así mismo a la admisión de la RDC a la iniciativa de los Países pobres muy endeudados (PPTE), que ha permitido la anulación de una buena parte de la deuda bi y multilateral.

Por tanto, todo va estupendamente. Ante nosotros se presentan días hermosos. Pero, los congoleños, que han atravesado el infierno durante estos cinco últimos años, no acaban de creérselo. No paran de preguntarse por las razones que explicarían esta repentina solicitud de esta misa comunidad internacional a la que tan difícilmente tuvieron que convencer hace cinco años, cuando las pruebas de la invasión de su país por parte de ejércitos extranjeros eran evidentes.

La explicación que unos y otros se apresuran a dar para justificar su viraje es el fin de la guerra y la puesta en pie de un gobierno de unidad nacional, que han abierto nuevas perspectivas al país, concretamente la celebración próxima de elecciones y la restauración de la democracia en RDC. De acuerdo. Pero los congoleños son conscientes de que estos bellos principios han constituido raramente las motivaciones profundas de las acciones en la escena internacional.

Los mismos Estado Unidos que hoy sostienen el proceso de normalización en la región de los Grandes Lagos han cerrado los ojos cuando el derecho internacional era violado manifiestamente por los países que enviaron sus ejércitos al territorio congoleño. Y, hasta este día, Kagame y Museveni siguen siendo los niños mimados de Washington en la región, aunque no son precisamente unos modelos de respeto de los principios universales que están a la base de la civilización americana.