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Medio Oriente

31 de enero del 2003

Corea del Norte-EEUU
Propaganda de guerra

Rafael Poch
La Vanguardia

Pekín.- La crisis coreana está siendo tergiversada por el procedimiento De ignorar el "acuerdo marco" que americanos y norcoreanos firmaron en 1994. La información de los últimos meses ha sido la ruptura norcoreana de toda una serie de tratados y promesas "desde que en octubre Pyongyang reconociera que mantiene un programa militar nuclear". En realidad, Corea del Norte no reconoció nada oficialmente en octubre y la crisis, por más que ignorada, venía de mucho mas lejos; por lo menos desde el acceso al poder de la nueva administración Bush, hace dos años.

En 1994, Estados Unidos y Corea del norte firmaron un "acuerdo marco". Estos eran sus términos:

1- Estados Unidos acuerda aportar a Corea del Norte para el año 2000 dos centrales nucleares con reactores de agua ligera, con una capacidad de 1000 megavatios cada uno, a fin de sustituir a los reactores norcoreanos de tecnología soviética de grafito, susceptibles de producir plutonio militar (articulo 1,2).

2- Estados Unidos acuerda suministrar a Corea del Norte 500.000 toneladas anuales de carburante para compensar la perdida de energía ocasionada por la congelación de sus reactores de grafito. (Articulo 1,2).

3- Estados Unidos acuerda dar a Corea del Norte garantías formales contra la amenaza o el uso de armas nucleares (Articulo 2.3.1).

4-Corea del Norte acuerda congelar sus reactores de grafito y las instalaciones a ellos vinculadas. (Artículo 1.3).

5-Corea del Norte acuerda desmantelar sus reactores de grafito y las instalaciones relacionadas con ellos, una vez haya concluido el proyecto de los dos reactores de agua ligera alternativos. (Articulo 1.3).

6-Corea del Norte acuerda permitir a la Agencia Internacional de la Energía Atómica (IAEA), vigilar el cumplimiento de la mencionada congelación y cooperar en esa labor. (Artículo 1.3).

7-Estados Unidos y Corea del Norte acuerdan trabajar hacia una plena normalización de sus relaciones políticas y económicas, reducir las barreras comerciales y los impedimentos a la inversión. (Artículo 2.1).

8-Estados Unidos y Corea del Norte acuerdan abrir, en sus respectivas capitales, sendas representaciones con la idea de incrementar sus relaciones bilaterales hasta el nivel de intercambio de embajadores. (Artículos 2.2 y 2.3).

Lo que ocurrió con este acuerdo, alcanzado por la administración Clinton después de que Estados Unidos estuviera al borde de lanzar un ataque contra Corea del Norte en 1993, fue que no se cumplió.

Los términos del incumplimiento

En los últimos años, las dos Coreas iniciaron su sensacional deshielo, a partir de la histórica cumbre presidencial de junio del 2000. Los países europeos, incluida España, restablecieron relaciones diplomáticas con Corea del Norte. Japón comenzó a negociar el asunto antes de que su primer ministro visitara Pyongyang, por primera vez desde la segunda guerra mundial. En el orden interno Corea del Norte inició una reforma económica, con liberalización del mercado negro y del uso de divisas, y anuncio de creación de dos zonas económicas especiales - enfocadas a la inversión china y surcoreana, respectivamente-, y el estudio de una tercera enfocada hacia Japón. También se dieron pasos hacia la desmilitarización, lo que incluyó, el pasado septiembre, una propuesta para retirar decenas de miles de soldados de la frontera intercoreana y la creación de comisiones para restablecer carreteras y vías férreas entre las dos Coreas. La guerra fría, simplemente, se acababa en Corea.

Sobre las razones que impulsan al deshielo a Corea del Norte, el presidente electo de Corea del Sur, Roh Moo Jun, las ha explicado así ésta semana; "Corea del Norte quiere escapar de su estatus de país paria, (el líder norcoreano) Kim Jong Il tiene que alimentar a su pueblo y garantizar la estabilidad de su sistema y para eso debe abrirse al mundo".

Mientras todo eso ocurría alrededor de Corea del Norte, el acuerdo de 1994 no se cumplía. Estados Unidos no cumplió los puntos; 1,2,3 7 y 8 de la lista arriba citada.

En lugar de las garantías de no agresión y del restablecimiento de relaciones, el Presidente Bush criticó públicamente el deshielo intercoreano, dijo "detestar" a Kim Jong Il, metió a Corea del Norte en el "eje del mal", y la nueva doctrina militar la declaró objeto de "ataque nuclear preventivo".

El compromiso americano de suministrar los dos reactores de agua ligera no le iba a costar a Washington ni un solo céntimo, porque iba a ser financiado por Corea del Sur, en un 70%, y por Japón, en un 20%, pero tampoco se cumplió. Y el pasado 14 de noviembre Washington anunció la suspensión de los suministros de carburante a Corea del Norte. ¿Por qué tal empecinamiento? Problemas de la desmilitarización

Hasta este invierno, Corea del Norte cumplió su parte del acuerdo. Mantuvo paralizado su complejo nuclear de tecnología de grafito y consintió la presencia de controladores de la IAEA, incluido el sistema de cámaras de video-observación de las instalaciones. Corea del Norte pidió reiteradamente a la nueva administración estadounidense un diálogo sobre la situación, pero en Washington no había entusiasmo por la labor, porque manifiestamente se prefería mantener el rumbo hacia una confrontación esperando, quizá, que la penuria acabara haciendo caer al régimen norcoreano como fruta madura.

La desmilitarización coreana, consecuencia lógica del deshielo, supone reescribir el orden de la guerra fría en Asia oriental. Desmantelar la última y arcaica frontera de un ya inexistente mundo bipolar, supone también retirar los 37.000 soldados americanos destacados en Corea del Sur, incluida la munición nuclear por ellos almacenada.

La normalización intercoreana permitiría el paso a todo un flujo de ferrocarriles, oleoductos y gaseoductos rusos en dirección a una región que atraviesa gran crecimiento y precisa energía fósil, que hoy se obtiene mayoritariamente en el Golfo Pérsico, zona bajo control americano -y en el próximo futuro aun mas- , lo que aumentaría la diversificación energética de China y Japón, dos gigantes económicos.

Sin una Corea tensa, resulta mas difícil animar a Japón a sumarse al proyecto de un ultramoderno sistema de misiles regional enfocado contra China y Rusia. En 1998 Washington y Tokio acordaron estudiar la colaboración en ese nuevo tipo de armas con la idea de desplegar un escudo antimisiles en el 2008, lo que ha dado lugar a protestas de Moscú y Pekín. Tokio debe tomar este año una decisión al respecto, que sin el espantajo de una Corea del Norte peligrosa y amenazante, seguramente no prosperaría.....

De esta forma, el deshielo coreano contrariaba a un amplio espectro de intereses energéticos y militares de la administración Bush, que es, precisamente, una coalición de intereses energéticos e industrial-militares.

EEUU decreta la crisis

En octubre, por primera vez, James Kelly, un enviado estadounidense, visitó Pyongyang. Tras su regreso a Washington, pasaron 15 días de silencio sobre los resultados del encuentro. Luego, una fuente anónima del Departamento de estado destapó la "crisis nuclear": una "denuncia" de que Corea del Norte se había salido del acuerdo de 1994 y reconocía perseguir, e incluso disponer, de armas de destrucción masiva.

Repasen los comentarios e informaciones de los últimos meses sobre esta crisis y llegarán a la misma conclusión: Corea del Norte es un país peligroso e imprevisible, dispuesto a lanzar bombas atómicas, que se ha salido del Acuerdo de no proliferación nuclear y que expulsa a los observadores de la IAEA.... No hay mención al acuerdo de 1994, excepto para afirmar que Corea del Norte lo rompió. Desde octubre, ese ha sido el único titular del 90% de la información en Occidente sobre el problema, una nueva contribución de los medios de comunicación a la tergiversación y a la propaganda de la guerra.

La esperanza de la administración Bush, podía ser que, en diciembre, la victoria del candidato conservador a la presidencia de Corea del Sur, Lee Hoy-chang, un adversario del deshielo, hiciera volver las aguas a su cauce tradicional. Pero las presidenciales de diciembre las ganó Roh Moo-hyun, un decidido adversario de la idea de acorralar a Corea del Norte, lo que ha torcido las cosas. Toda la situación retrata una política imperial, no sólo agresiva e irresponsable, sino también improvisada y manifiestamente mal calculada (esto último ya se lo critican los demócratas a los republicanos en Washington).

Más allá de Corea del Norte

¿Y qué decir de Corea del Norte?. ¿Que su régimen es una tremenda dictadura oriental?. ¿Que es un país militarizado en extremo, cuyo líder es objeto de culto?. ¿Que sectores importantes de su población están al borde del hambre? Lo fundamental es aclarar una cosa: todo eso, ¿tiene algo que ver con la historia, con el hecho de que Corea ya sufrió en los cincuenta el intervensionismo militar estadounidense y ha sido durante medio siglo un país asediado en "primera línea" ante un enemigo infinitamente superior, o es una cuestión de pura "maldad"?. Si apostamos por lo racional, llegaremos a plantearnos, como estipula la Carta de las Naciones Unidas, si tienen derecho a defenderse las naciones amenazadas de ataque, o si por el contrario, el posmodernismo, el "fin la historia", el "conflicto de civilizaciones", o el "eje del mal", han abolido ese principio fundamental del derecho internacional.

Vistas desde Corea, las amenazas de ataque militar deben sonar bastante literales. Otros que en el pasado fueron amenazados, han sido atacados (Irak, Yugoslavia, Afganistán, ahora de nuevo Irak), pero no lo habrían sido, o el agresor se lo habría pensado dos veces, si los agredidos hubieran dispuesto de armas nucleares. Ésa es, precisamente, otra razón para entender por qué Corea del Norte podría estar buscando el arma nuclear.

En el siglo XXI no se puede pretender combatir las armas de destrucción masiva, mediante la amenaza de su utilización. Las grandes potencias deberían haber aprovechado la oportunidad brindada por el fin de la guerra fría en Europa para tomar la senda de la abolición universal de dichas armas, tal como Mijail Gorbachov proponía antes de la disolución de la Unión Soviética.

En lugar de eso, el fin de la guerra fría ha dado lugar a la proliferación y la escalada armamentista, aunque ésta ya no tenga aspecto de confrontación bipolar. Estados Unidos e Israel firmaron, pero no ratificaron el acuerdo sobre prohibición de pruebas de armas atómicas. La previsión es que Washington descongele pronto su moratoria de pruebas nucleares y vuelva a explosionar cargas nucleares subterráneas para desarrollar sus nuevas bombas nucleares "penetradoras" diseñadas para destruir búnkeres. El uso convencional de ese tipo de bombas, contemplado en los planes militares, borra peligrosamente la frontera entre arma nuclear y arma convencional. Además, retirándose del acuerdo ABM de 1972, la administración Bush regresa a la "guerra de las galaxias" y la militarización del espacio de Ronald Reagan. En ese contexto, ¿quién está violando la ley internacional, sus tratados y acuerdos fundamentales, los principios elementales de un mundo viable? ¿En qué queda la "amenaza militar coreana", el "ejército del millón de hombres", las "diez mil baterías que amenazan Seúl", etc, etc.

El informe de los tránsfugas

Dos tránsfugas norcoreanos huidos al sur en 1997; Kim Dok Hong, un ex alto dirigente del Partido Comunista de Corea del Norte y Hwang Jang Yop, un ideólogo del régimen, han aportado algunas pistas sobre la situación real. Ambos son acérrimos enemigos de Kim Jong Il y entusiastas de la tenaza de Bush contra el régimen al que sirvieron. Dicen que desde hace mas de diez años en Corea del Norte hay un serio declive de la industria nacional, que el "ejército de un millón de hombres" está cada vez mas desmoralizado y es incompetente a causa de su alimentación deficiente, la escasez de repuestos y las limitadas posibilidades de maniobras y entrenamiento. Una máquina seguramente incapaz no ya de enfrentarse a Estados Unidos, sino al ejército surcoreano de 650.000 hombres. Muchas centrales eléctricas del país funcionan al 20% de su capacidad y, según sus informes, sólo uno de cada cien soldados norcoreanos de los que vigilan la frontera está capacitado para disparar con artillería.

El "plan de ataque" de estos voluntariosos tránsfugas parece una mezcla del escenario practicado en 1989 con la República Democrática Alemana (cuando la RFA pagó una importante suma de dinero al gobierno de Hungría para que éste abriera su frontera con Austria provocando el éxodo de turistas alemanes del este) y el de la guerra de Kósovo; decretar sanciones a Corea del Norte y provocar así un éxodo "humanitario" de refugiados norcoreanos hacia China o Mongolia y utilizar la situación para derribar al régimen. Es un plan, explican, "informal", que cuenta con el respaldo de varios importantes senadores estadounidenses.

Todo eso es más de lo mismo, pero sería mucho más difícil con unos medios de comunicación más responsables y opuestos a la propaganda de guerra.