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Latinoamérica

12 de septiembre del 2003

La política económica de Uruguay
Lucidez y sentimientos


Brecha
Durante años el trío compuesto por Ariel Davrieux, Alberto Bensión y César Rodríguez Batlle asistió a las instancias de apertura y cierre de las jornadas que organizó el capítulo Uruguay de la Sociedad Internacional para el Desarrollo. El 12 de octubre de 2001 perdieron la oportunidad de escuchar a Samuel Pinheiro Guimaraes Neto, entonces jerarca de Itamaraty, jefe del Departamento Económico y Director del Instituto de Pesquisa de Relaciones Internacionales, y hoy vicecanciller de Brasil. En aquel entonces, Guimaraes Neto desarrolló algunas de las ideas que hoy rigen la política exterior -e interna- del gobierno de Lula, cuyo conocimiento permitiría elaborar una estrategia nacional para encarar los movimientos de Itamaraty y aprovechar las oportunidades que éstos brindan. Si es que se abandona, claro está, el anhelo de "mudarse" de la región que anima a la elite criolla. A continuación se transcriben* algunos pasajes de aquella ponencia.

• La política económica ha tenido su paralelo en la política exterior. Una parte de los problemas que se señalaban en la "década perdida" era que había una actitud de incomprensión con relación a la benevolencia de las grandes potencias. Es decir, se planteaba que la política externa era confrontacionista, tercermundista, reivindicativa. Era necesario entonces modificarla y hacerla compatible con la de los países "normales" y así tornarla más compatible con la política de Estados Unidos.

• En el mundo multipolar, Estados Unidos ha decidido estratégicamente -desde su punto de vista con "acierto"- organizar su área geográfica más próxima política, económica y militarmente.

Desarmada la periferia más próxima, hay que incorporarla económicamente: éste es el proyecto del Alca. Es un proyecto de consolidación, por otro lado, de los programas económicos que han tenido vigencia a través de acuerdos de libre comercio, que no solamente tienen impacto comercial sino también sobre las inversiones, el capital, la propiedad intelectual y las compras gubernamentales. (...) Si no hay obstáculos a los movimientos de bienes y servicios, significa que hay un territorio económico único desde el punto de vista comercial. Por otro lado, si no hay una disciplina de capitales e inversiones y el Estado no puede disciplinar la inversión extranjera, significa que no hay política industrial posible porque el Estado no puede orientar los capitales.

Si no puede orientar los capitales extranjeros, tampoco puede orientar los nacionales, por lo tanto no hay política tecnológica posible porque no hay política industrial ni comercial; tampoco habrá política de empleo. Hay una reducción sustancial en la capacidad de hacer política económica de los estados. Ese es un proceso que también ocurre a través de la OMC.

• Hay que realizar dentro del Mercosur un esfuerzo muy grande de reorganización del esquema de integración. Creo que el primer objetivo condicionante de un esquema de integración es que todos los miembros sientan que están siendo beneficiados. (...) En un esquema tan asimétrico es necesario que los países mayores -Argentina y Brasil- tengan una percepción generosa del sistema, es decir que reconozcan su situación de mayor desarrollo relativo y, dentro del sistema, reconozcan la necesidad de proyectos de reorganización industrial, agrícola, fondos comunes de desarrollo científico y tecnológico, y así sucesivamente.

• Es necesario tener una visión realista del mundo y desarrollar un programa firme de reducción de vulnerabilidades, comenzando por la vulnerabilidad externa, porque ésta tiende a condicionar toda la política económica y, eventualmente, condiciona la política-política.

• Una cuestión importante es la articulación de América del Sur -y esencialmente del Mercosur- con los demás grandes estados periféricos que tienen interés en la creación de un mundo multipolar, como India y China, y que tendrían interés en colaborar con el Mercosur en la medida en que éste no se comprometa en un proceso que llevaría a su absorción en un bloque por Estados Unidos.

• Existe la utopía de reconstitución del mundo de antes de 1914. Se trata de un mundo extraordinario: los países centrales altamente desarrollados y las colonias en la periferia. ¿Cuáles son las características de las colonias? No tener armas, no tener políticas y tener administradores coloniales. Esta es una utopía que no puede realizarse hoy, aunque siempre hay quienes lo intentan.

* En el interesantísimo Transformación estructural en América Latina. La década de los noventa, Trilce, Montevideo, 2002.