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Latinoamérica

4 de septiembre del 2003

Chile
Tasas de interés y reactivación económica

Patricio Malatrassi A.
Rebelión

En su reunión mensual de política monetaria, el Consejo del Banco Central resolvió, por la unanimidad de sus miembros, mantener la tasa de interés de política monetaria en 2,75 % anual..
En la mantención de esta tasa fue significativo la persistencia de riesgos relevantes en el entorno externo. Especialmente situaciones de turbulencia en las economías de Argentina y Brasil. También se complementaron en este sentido el mayor precio internacional del petróleo que en E.U no ha bajado de US $ 30 el barril y la incertidumbre respecto al crecimiento de las economías estadounidense y japonesa y del conglomerado de la Comunidad Económica Europea..
Contrariando esta posición del Banco Central el Grupo de Política Económica Monetaria (GPM) acordó reiterar su recomendación al Banco Central para que suba las tasas de interés desde el actual 2,75 % al 3 % nominal anual.. Esto, ya que a su parecer una tasa del 3 % constituye una posición expansiva de la política monetaria, que acompañe la trayectoria prevista de la inflación en los próximos 12 ó 24 meses que el Banco Central mantiene también en un 3 %..
Esta previsión descansa en que hay un conjunto de cifras que muestran una tendencia alcista. Entre ellas, las ventas inmobiliarias, de autos y demanda de electricidad. A juicio de ellos, las exportaciones e importaciones, que mostraron una sustancial caída en junio se recuperaron con fuerza en julio. Si a lo anterior se suma un panorama externo sin grandes cambios, donde creen percibir señales optimistas en cuanto al crecimiento en EE.UU. que incidirá en el crecimiento económico nacional a tasas entre 3 y 4 %..
El voto de minoría (J. Ramos, Decano de la Facultad de Economía de la Universidad de Chile) sostuvo que se debe dejar sin cambios la tasa de interés, debido a que no se vislumbran presiones inflacionarias y el ritmo de crecimiento del producto todavía está dentro del rango de la meta inflacionaria, sin peligros de un repunte significativo..
Esto corroborado por los cálculos del INE sobre inflación total y subyacente (que excluye precios de perecibles, combustibles, y otros precios regulados) que no evidencian presiones al alza de los precios..
La posición del GPM se vio reafirmada por los resultados del Indicador Mensual de Actividad Económica (IMACEC) que muestra que la economía creció 3,0 % en junio de 2003 respecto de junio de 2002, acumulando una expansión del 3,2 % en el primer semestre, más del doble de lo sucedido en el mismo período del 2002 que llegó a 1,5 %, muy por debajo del crecimiento del PIB potencial (4 %) Es necesario señalar, sin embargo, que este crecimiento, a pesar del optimismo desplegado por las autoridades económicas, se enmarca dentro de lo que se ha denominado, crecimiento empobrecedor y descansa fundamentalmente, en el gran caballo de batalla de la economía chilena, que es la minería del cobre. Esta registró un avance de 10,2 % en el período, arrastrando hacia arriba al indicador. Es decir, el hecho de que el cobre haya repuntado sus precios (a 80 centavos la libra) ha vuelto a despertar los apetitos de las transnacionales mineras que prosiguen imperturbables en la mantención de las cotas de sobreproducción depredatorias. Así este repunte, pese a su apariencia, muestra una realidad que está deformada y no debiera llevar ni lejanamente a las optimistas declaraciones del Ministro de Hacienda que plantea que ha llegado el despegue de la economía en Chile..
Esto no es así. Sobre todo teniendo en cuenta que la actividad industrial, creció sólo un 2,2 %, cifra que está, incluso, por debajo del crecimiento proyectado por casi todos los especialistas del sistema. Para las proyecciones del segundo semestre va a operar la misma lógica de crecimiento. Sin embargo se deberá observar con mucha atención el comportamiento de las exportaciones que a pesar de lo que pudiera pensarse, tras la firma de tanto tratado internacional (TLC) muestra una caída del 4 % que pareciera no estar dando respuesta a las expectativas del gobierno y confirmando las aprehensiones exhibidas, de que la implementación de los tratados tendría un impacto mínimo o nulo como factor de crecimiento y no lograría revertir el estado de cosas. Fuera de los aspectos negativos que ya ha mostrado, produciendo una brecha en las cifras del presupuestos que fueron complementadas con el alza del IVA. Es decir, pagan los trabajadores..
En este mismo aspecto y complementario a esta visión crítica de la firma de los tratados, la realidad no refleja un efecto previsto, que dice relación con el aumento de la inversión extranjera en el país. Las cifras más recientes a este respecto muestran que entre enero y mayo los montos de inversión directa materializadas descendieron el 41 % respecto de igual lapso de 2002. La explicación de esto pudiera estar en un fenómeno que es aún tanto o más preocupante que el anterior que explicaría la mayor parte de esta contracción que es la tendencia al endeudamiento local que impera en las grandes transnacionales. Este fenómeno que implicaría la renegociación o toma de nuevas deudas del orden de US$ 7.000 millones, a través de colocación de bonos y créditos sindicados. En síntesis esto mostraría la deficiencia del análisis de aquellos que han planteado dar grandes facilidades legales, financieras y tributarias al capital transnacional. Esto no tendría ninguna justificación, ya que están usando en sus operaciones ahorro interno barato lo que le permitiría incrementar aún más los fondos que remesan a sus casas matrices. Fundamentalmente en la gran minería del cobre, en los sectores pesqueros, la agroindustria y la banca..
La demanda interna, que hemos señalado como el elemento central en la reactivación económica, muestra un estancamiento del índice de remuneraciones. En este estancamiento juega un importante papel las altas tasas de interés que cobra "el mercado" por los diversos instrumentos de crédito. Como las personas ponen a disposición sus sueldos como respaldo del crédito su situación es aún más complicada. Las casas comerciales tienen como el piso del cobro de intereses aproximadamente el 3 %: Como de acuerdo a estadísticas del sector, el nivel de endeudamiento de las economías domésticas llega en una gran proporción de ellas a cuatro veces su nivel de ingresos, termina destinando como mínimo un 12 % del ingreso a pagar intereses..
De allí que plantear una subida de las tasas de interés como lo plantea este curioso y privado Grupo de Política Monetaria, constituido en forma absoluta por economistas de derecha neoliberales, al que ahora se le ha agregado el "célebre" biministro de la dictadura Rolf Luders, traería un verdadero colapso a la incipiente reactivación, si es que esta realmente existiera..
La elevación del tipo de interés produciría un efecto de racionamiento en la inversión y otros componentes de la demanda agregada. Es claro que el endurecimiento de la política monetaria al reducir la demanda agregada, reducirá la renta, la producción y obviamente una inflación que los indicadores muestran que está controlada. Es decir, es una medida que camina exactamente en sentido contrario de una reactivación que permita reducir, precisamente, la crisis de demanda y muestre realmente una economía con signos de consolidación en sus indicadores.