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Latinoamérica

La Paz queda cada vez más aislada por el bloqueo de las carreteras

Las vías cerradas totalmente son las que unen a la sede de gobierno con Copacabana, Sorata y Caranavi. En tanto que en las rutas hacia Oruro, Desaguadero y Río Abajo el problema es esporádico. El Presidente dijo que no permitirá más bloqueos.

RESUMEN


³No vamos a discutir con gente que bloquea, vamos a desbloquear y una vez que esté libre el tránsito se va a hablar², Sánchez de Lozada.
El bloqueo de caminos se complica cada vez más, a tal punto que de a poco La Paz queda aislada del resto del país.
Un informe del Ministerio de Gobierno indica que seis caminos de ingreso o salida a la urbe paceña están bloqueados. Sin embargo, el cierre de las vías varía, porque en algunos lugares los bloqueos son esporádicos y en otros permanentes. Por ejemplo, las rutas que comunican a La Paz con Copacabana y Sorata están prácticamente inaccesibles, mientras que en los caminos hacia Desaguadero, Río Abajo, Caranavi y Oruro los bloqueos son esporádicos.
Esta situación es contraria a lo que ayer dijo el presidente de la República, Gonzalo Sánchez de Lozada, luego de visitar a los policías y militares heridos en el enfrentamiento en Warisata, de no permitir que hayan más bloqueos. ³Vamos a hacer todo lo posible por atender los requerimientos, las exigencias de diferentes sectores, pero ya no vamos a aceptar que hayan más bloqueos, que haya más violencia y enfrentamientos, no es tolerable y no es posible², dijo el Mandatario.
Añadió que ³yo hice un juramento de cumplir y hacer cumplir las leyes de la Constitución y vamos a hacer eso, ya no se va a tolerar más bloqueos. No vamos a discutir con gente que esté bloqueando, vamos a desbloquear y una vez que esté libre el tránsito se va a hablar de cualquier tema².
Pese a los criterios de Sánchez de Lozada, el control militar y policial es escaso en las vías que unen a La Paz con Oruro y Desaguadero, lugares donde los soldados retiran los troncos, vidrios, piedras y otros objetos que ponen los campesinos. El otro problema es que a pesar de que la vía queda libre, no hay circulación de vehículos, además que después de unas horas aparece nuevamente bloqueada. Sin embargo, los choferes, principalmente de las flotas, se dieron modos para evadir las trancas, debido a que no hay campesinos en los sectores bloqueados. Por eso es que ayer los buses salieron con cierta normalidad de la terminal de buses de La Paz.
Mientras que otra es la situación en el camino La Paz-Copacabana un día después de los enfrentamientos entre campesinos y militares, que provocaron la muerte de siete personas, cinco comunarios y dos soldados.
Luego de pasar unos cinco kilómetros de la tranca de San Roque se ven las primeras tres cuadras de piedras que por su tamaño no perjudican mucho el paso de los vehículos, porque incluso pueden mantenerse en sus carriles respectivos sin tener que ir por la parte con cascajo de la vía.
El camino, hasta las 13.00 de ayer, se mantuvo así hasta llegar al cruce de Peñas, donde los comunarios hicieron parar una hojalata de unos cuatro metros de alto y a su alrededorprendieron fuego. Ellos argumentaron que ese supuesto monumento ³significaba la riqueza de Bolivia que se está convirtiendo en basura y pobreza por culpa de los gobernantes que quieren vender el gas y se olvidan de los problemas indígenas².
Desde ese sector, donde el sábado estuvieron acampando unos 80 militares, las piedras grandes ya no son una característica que imposibilita el tráfico por ese camino. A unos 10 kilómetros de ese punto, en Chirapaca, dos puentes de unos dos metros de largo fueron destrozados por los campesinos, que el sábado cobraron peajes para que los vehículos que retornaban de Achacachi y Sorata puedan cruzar un riachuelo.
A dos kilómetros antes de llegar a Achacachi, los clavos y miguelitos están escondidos entre cascajo y tierra. Al cruzar por esa población hay miles de pedazos de vidrios, mientras que en el tramo hacia Warisata hay bloqueos con piedras y basura.
En tanto, la localidad de Sorata sigue aislada, pese a que el sábado militares y policías ingresaron a esa localidad, distante a 148 kilómetros de la sede de gobierno, a rescatar a los rehenes extranjeros y bolivianos, quienes estuvieron una semana en el lugar. Unos 300 campesinos custodian el camino de acceso y, según los pobladores del sector, no hay policías ni militares.
En Río Abajo los bloqueos son esporádicos, según contaron pobladores de las localidades aledañas que no quisieron identificarse. Algunos campesinos abrieron trincheras para evitar el paso de vehículos o cobrar por el alquiler de unas tablas por donde puedan transitar los motorizados. El control en esa región está en manos de policías.
En Caranavi la situación se mantuvo hasta ayer en la noche, los camiones no salen ni entran al lugar y tampoco hay control policial ni militar. Sin embargo, el Gobierno indicó que un acuerdo con los pobladores de esa región se firmaría en el transcurso de las próximas horas. Ellos piden la apertura total de la carretera Cotapata-Santa Bárbara, es decir sin horarios y sin controlar el tonelaje de los camiones. Hasta el cierre de esta edición no se logró firmar el convenio.
Pese a ese panorama, el Presidente señaló que ³si uno deja que los bloqueos sigan, llegamos a las situaciones tan extremas de siete días de la gente como rehenes y de los caminos bloqueados, por eso no vamos a permitir. El minuto que hay bloqueo vamos a salir. No vamos a permitir que hayan bloqueos, eso tiene que terminar en Bolivia y no lo vamos a permitir en ningún lado².