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Latinoamérica

Los bolivianos lloran los muertos campesinos por el conflicto del gas

Un choque entre el Ejército y campesinos en una zona de Bolivia dejó siete muertos. De fondo, el tema de exportar gas a Chile.

El pueblo boliviano de Warisata velaba ayer a sus cinco muertos luego de un confuso choque entre el ejército y los campesinos, mientras la Confederación Sindical Unica de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) le declaraba la "guerra" al presidente Gonzalo Sánchez de Lozada. Desde hace una semana los campesinos llevan adelante un corte de ruta en el Altiplano en protesta a la exportación de gas boliviano a Chile. Además de los cinco campesinos, en los enfrentamientos murieron dos soldados. En medio de la polémica, el mandatario insiste que no se va a exportar gas a ese país.
Después del sangriento choque en Warisata, el líder de la CSUTCB, Felipe Quispe, declaró ayer "una guerra" contra el presidente Sánchez de Lozada. Según él, con esa operación el gobierno estaba "hostigando" a los agricultores. "Los militares fueron los que provocaron", aseguró. Y anunció que la CSUTCB ampliará el corte de rutas que ayer cumplió su octavo día consecutivo. "Si es posible lo vamos a mantener unos tres o cuatro meses hasta que se vayan del Palacio de Gobierno esos asesinos, esos masacradores", dijo un Quispe enfurecido por la muerte de sus "hermanos aymaras". El líder, que además es jefe del bloque opositor Movimiento Indigenista Pachacutik, anunció que "no voy a arrodillarme ante este gobierno maldito". También arengó a los campesinos de otras regiones del país a imitar los cortes de ruta en el Altiplano y los Yungas, una zona de valles agrícolas cerca de La Paz.
Por su parte, el líder de los cultivadores de coca y también miembro de la oposición, Evo Morales, exigió la renuncia del ministro de la Defensa, Carlos Sánchez, que el sábado encabezó la operación militar de "rescate". Sánchez es "un sanguinario, un símbolo de la represión. Y pedimos su renuncia inmediata", declaró. Los incidentes en Warisata se registraron al paso de un convoy bajo protección militar tras el rescate de 2000 turistas extranjeros aislados por cortes de rutas a la vez que manifestantes quemaban edificios públicos. Aparentemente, la tensión entre campesinos y uniformados se agravó cuando aviones de la Fuerza Aérea Boliviana sobrevolaron la zona.
En Warisata se vivía un clima de tristeza y bronca. Esta pequeña localidad de agricultores y pescadores está a 100 kilómetros de La Paz y a orillas del lago Titicaca. Ayer, sus pobladores armaron un improvisado velatorio en la Plaza de Armas de la localidad para las víctimas de la represión militar del sábado. Mientras los hombres y mujeres del pueblo desfilaban delante de los cuerpos santiguándose y rezando, varios vehículos, inclusive los de la Cruz Roja, fueron apedreados por algunos pobladores. Ni siquiera toleran la presencia de los periodistas y a cada rato piden "venganza".
Juan Cosme Apaza es uno de los cinco indígenas fallecidos en los incidentes. Tenía 35 años y nueve hijos. El menor ni siquiera tiene nombre: nació apenas unas horas después de que su padre muriera. La madre y ahora viuda se recupera en el hospital del pueblo luego de parir a su hijo. Sobre el cadáver de Apaza, ubicado sobre un colchón y envuelto en una bandera, los lugareños pusieron flores, herramientas para la construcción, hojas de coca y casquillos de proyectiles de fusiles FAL, los que usa el ejército y la policía. También lo cubrieron con frazadas "para que no le haga frío", como dice una vecina de Apaza. Al costado del cuerpo están los del estudiante Gilmer Marcos Quispe, de 21 años, y el de una nena de ocho, que también murió por un disparo.
Ya el viernes en todo el país hubo enfrentamientos y protestas contra la iniciativa oficial de exportar gas a Chile. Ese día, Sánchez de Lozada dijo que las exportaciones de gas no son a Chile sino que "vamos a exportar gas para ponerlo en barcos" y llevarlo a "otro lugar". También advirtió que iba a usar la fuerza pública contra los que quieran bloquear las exportaciones. Después de los incidentes de Warisata, su gobierno llamó a restablecer la paz y convocó a un diálogo nacional. Pero advirtióque este gobierno "irá con una mano en el diálogo y la otra con la ley", dijo el vocero presidencial Maurico Antezana.
En Chile, el Partido Socialista (PS) aclaró que su presidente, Gonzalo Martner, no propuso ceder parte del territorio chileno para que Bolivia tenga una salida al mar y así exportar gas boliviano. El jueves pasado, Martner había declarado que "Chile está dispuesto a llegar a un acuerdo con Bolivia para su salida al mar". El encargado de comunicaciones del PS, Guido Camus, dijo ayer que "Martner en ningún caso dijo que hay que entregar un pedazo de tierra a Bolivia". Camus indicó que su país no tiene embajador en Bolivia y que en Chile no hay un embajador boliviano. "Y eso es una anormalidad. Somos países vecinos", agregó