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Latinoamérica

JOAO PEDRO STEDILE, VOCERO DEL MOVIMIENTO DE LOS TRABAJADORES SIN TIERRA DE BRASIL

Hay que luchar para quitarle poder a la OMC

JOAO PEDRO STEDILE

UN PUEBLO SIN SOBERANIA ALIMENTARIA ES UN PUEBLO ESCLAVO, DEPENDIENTE
El MST nace en los años 80 del trabajo organizativo rural de varias corrientes progresistas cristianas, como la Pastoral de la Tierra de la Iglesia Católica. La movilización social es su herramienta para la transformación política. Del 8 al 11 de septiembre estara en las jornadas de Vía Campesina LUIS HERNANDEZ NAVARRO El Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra de Brasil (MST) es una de las manifestaciones sociales de mayor impacto en América Latina. Y Joao Pedro Stedile, nacido en el seno de una familia campesina en Río Grande del Sur en 1953, es uno de sus dirigentes y voceros más conocidos.
Entre el 8 y el 11 de septiembre el MST estará presente en Cancún, como parte de las jornadas de lucha contra la Organización Mundial del Comercio (OMC) convocadas por Vía Campesina. Según dijo Stedile a La Jornada, en entrevista por Internet, se trata de "condenar la OMC, desmoralizarla, quitarle su pretensión de poder".
El MST nace a comienzos de la década los 80 del trabajo organizativo rural de varias corrientes progesistas cristianas, especialmente de la Pastoral de la Tierra de la Iglesia Católica. Tomas de tierras, organización para la producción, destrucción de sembradíos de cultivos transgénicos y formación ideológica son parte de sus actividades permanentes. La movilización social es, para ellos, herramienta central para la transformación política.
El MST se ha convertido en Brasil en el principal referente de la lucha contra el neoliberalismo. Parte de ese sistema, para Stedile la "OMC se ha vuelto un espacio que vela solamente por los intereses del capital internacional". Por ello considera que la institución multilateral "se ha convertido en una afrenta para nuestros pueblos y países".
A continuación el texto íntegro de la entrevista -¿Qué piensa el MST de Brasil sobre la próxima reunión de la OMC en Cancún? ¿Qué es lo que está en juego en ella? ¿Cuáles son sus objetivos como organización durante este encuentro? -La reunión de la OMC es una afrenta a los pueblos de nuestros países. La OMC se ha vuelto un espacio privilegiado de las grandes trasnacionales y de los gobiernos de los países ricos. Los pueblos y los gobiernos del sur no tienen allí ningún poder o influencia. Sería más democrático entablar negociaciones sobre comercio internacional dentro del sistema de Naciones Unidas, vinculando comercio a desarrollo. La OMC se ha convertido en un espacio que sirve solamente a los intereses del capital internacional, que quiere obtener más ventajas mediante acuerdos que garanticen sus inversiones y sus tasas de ganancia. La OMC no tiene autoridad moral ni tiende a crear reglas comerciales para lospedro pueblos. Sus acuerdos sirven para menoscabar nuestras soberanías nacionales.
En particular, en la reunión de Cancún persisten muchas contradicciones entre los intereses de las empresas trasnacionales y los gobiernos de los países ricos. No creemos que alcancen resultados en esa reunión. La mayor contradicción en juego entre ellos es que, en la etapa actual del imperialismo, la forma principal de acumulación no proviene ya de la industria, de la producción de bienes, sino que surge del control del comercio de los bienes y, sobre todo, de los servicios. Y en ese espacio existe una disputa para ver quién obtiene más ventajas, o sea, quién puede obtener más ganancias explotando nuestros mercados nacionales. ¡Imagínate! Quiere hasta controlar y transformar la educación superior de las universidades en un mero servicio, y por lo tanto garantizar "el derecho" del capital internacional a explotar ese "servicio" y obtener ganancias.
A nosotros sólo nos queda rezar (y por supuesto movilizarnos y protestar) para que no lleguen a ningún resultado en ese encuentro.
Porque cualquier acuerdo entre ellos será un acuerdo contra los pueblos y los países pobres.
-Una delegación del MST vendrá a México como parte de Vía Campesina.
¿Qué tan numerosa será? ¿Qué acciones piensan realizar? -Enviaremos una delegación del MST para sumarnos a las actividades que los movimientos de la Vía Campesina de México están organizando con los compas de Unorca y de la CNPA. Las actividades están siendo planificadas por los compas mexicanos y nos sumaremos a ellas.
"Pero, además de lo que suceda en México, en Brasil y en toda América Latina se efectuarán movilizaciones entre el 8 y el 13 de septiembre para protestar contra el ALCA y la OMC. Y el 13 de septiembre habrá movilizaciones en casi todas las capitales del mundo contra la reunión de Cancún. Acá en Brasil haremos manifestaciones en todas las capitales de los estados.
-¿Estará usted presente en Cancún? -Tengo ganas de ir, pero esa decisión depende de las actividades de nuestro movimiento en Brasil. Nosotros dividimos las responsabilidades y si voy o no a México dependerá de la tarea que nuestra dirección me asigne.
-Ustedes han sostenido que la agricultura debe salir de la OMC. ¿Por qué razón? -La agricultura es una actividad productiva muy importante para nuestros pueblos y para nuestros países. No produce cualquier tipo de mercancías. Produce alimentos, y los alimentos deben estar en el renglón de los derechos de los pueblos. Bajo políticas nacionales que garanticen soberanía nacional sobre ellos. Los alimentos no pueden estar subordinados a acuerdos internacionales, que sólo buscan ganancias para las empresas trasnacionales.
"El comercio agrícola debe basarse en un intecambio entre países, sobre la base de la complementariedad. No sobre la base de las ganancias.
"En la OMC las trasnacionales buscan garantizar el derecho de patentar semillas transgénicas, para después imponer su uso a los países pobres y obtener ganancias por el pago de regalías. Vea el caso de la soya transgénica Round-up. La OMC declaró en la última instancia de sus tribunales, el 5 de mayo pasado, que toda soya transgénica RR pertenece a la empresa estadunidense Monsanto. Por lo tanto, cualquier agricultor o empresa que comercialice esa variedad tendrá por fuerza que pagar regalías a la Monsanto. Acá en Brasil, por ahora, está prohibido el cultivo de semillas transgénicas, pero si el gobierno legaliza su cultivo, la Monsanto va cobrar alrededor de 16 dólares por cada tonelada de soya que se siembre. ¡Con eso, con un simple acuerdo internacional de la OMC, podrá extraer a nuestra sociedad casi 800 millones de dólares al año, sin hacer nada!" La base de un pueblo libre -Ustedes hablan de luchar por la soberanía alimentaria. ¿Qué significa esto? ¿Es posible hacerlo en el marco de la globalización? -La soberanía alimentaria es un principio que está presente en todas las corrientes políticas y filosóficas. Que defiende la idea de que un pueblo no sólo tiene el derecho de producir sus propios alimentos, porque un pueblo que no logra producir sus propios alimentos es un pueblo esclavo, dependiente. O sea, la base principal para forjar un pueblo libre, soberano, es que tenga condiciones de producir sus propios alimentos. Si un país, una nación, un pueblo se vuelve dependiente de otro para alimentar a su pueblo, se convierte en una nación dependiente política, económica e ideológicamente. Por eso defendemos en la Vía Campesina que cada gobierno nacional debe desarrollar políticas para garantizar, en primer lugar, que todos los alimentos necesarios para el pueblo sean producidos en el ámbito nacional. Y que solamente se comercialice al exterior lo que sobre. Y sobre la base de lo que sobra se puede entonces intercambiar con otros países otro tipo de alimentos.
Un país que no protege su agricultura y los alimentos, para garantizar la alimentación para todo el pueblo es un país condenado al fracaso. Eso explica, por ejemplo, como en Japón el precio del arroz es 10 veces mayor que en el mercado internacional, y por qué el gobierno japonés prohíbe la importación de arroz. Garantiza así que toda la producción de arroz necesaria para su pueblo sea elaborada en Japón. Eso es soberanía alimentaria.
Por otro lado, los gobiernos que no aplican la soberanía alimentaria quedan a merced de la voluntad de las trasnacionales y de los gobiernos imperiales que utilizan los alimentos como moneda de presión política. Vean lo que se hace en Africa, lo que hicieron en Vietnam y ahora están haciendo con el gobierno neoliberal de India.
-Algunas ONG plantean que se requiere luchar por la aprobación de una "caja de desarrollo" para la agricultura. ¿Por qué rechazan ustedes esa idea? -Porque no se trata de luchar por migajas dentro de la OMC. Lo que debemos hacer es condenar a la organización mundial, desmoralizarla, quitarle su poder. Y llevar a nuestros gobiernos a defender políticas de soberanía alimentaria, y hacer negocios agrícolas a nivel bilateral, de acuerdo con los intereses mutuos de dos pueblos, dos países. Todo lo demás es engañarse un poquito más.
Y eso lo lograremos no solamente participando en reuniones internacionales en que los de arriba nos dan 15 minutos para decir lo que pensamos y después siguen adelante con su agenda e intereses.
Sólo cambiaremos eso, movilizando a la gente para que luche en las calles y presione a los gobiernos locales para que cambie la política internacional.