25 de mayo del 2003

Surda Chile
Mientras el Presidente Lagos, como es tradición, daba una cuenta de su gestión ante el conjunto de la desprestigiada clase política chilena, en un Congreso Pleno aún compuesto de acuerdo a la Constitución heredada de Pinochet, que indica la presencia de senadores vitalicios, senadores designados e institucionales, y una ley electoral binominal que asegura la existencia de dos grandes bloques políticos y restringe las opciones electorales de fuerzas nuevas, en las calles de Valparaíso miles de manifestantes, convocados por las federaciones de estudiantes universitarios y agrupaciones de trabajadores, hacían sentir su descontento con las políticas sociales de la Concertación.

En el Parlamento Lagos comenzó su discurso haciendo alusión a los casos de corrupción que recientemente han golpeado a la administración pública, destacando los constantes acuerdos entre el gobierno y el gran empresariado, y entre la Concertación y la ultraderechista UDI. A quince minutos de iniciado su discurso, fue impugnado desde las tribunas del Congreso por Cristian Jammett, dirigente universitario de la Surda, quien cuestionó a Lagos la falta de voluntad política en superar la mercantilización de las universidades y la persistencia de crudas desigualdades sociales que padece aún hoy la educación en Chile.

Rápidamente fue hecho desalojar por el Presidente del Senado, sr. Zaldívar, recientemente cuestionado por legislar a favor de un gran grupo económico en cual él tenía intereses. Mientras era desalojado por Carabineros, Cristian Jamett seguía increpando al Presidente, indicando "que esta no es la democracia que esperábamos", que los allí presentes "no representaban a nadie", y denunciaba la pasividad del gobierno ante el autofinanciamiento de la educación superior.

Lagos reaccionó molesto, indicando con prepotencia que "Democracia es que usted pueda estar en las calles gritando, mi amigo. Por eso luché", ante lo cual fue rabiosamente aplaudido por todos los políticos presentes. No mencionó por cierto que el fin de la brutal dictadura es fruto de la lucha y resistencia de millones de chilenos anónimos, y no de los connotados políticos, ni tampoco que la Concertación ha venido sistemáticamente defraudando las expectativas que la gran mayoría del país tenía con el cambio de régimen, y que se expresa dramáticamente en que su programa original fue abandonado. tampoco mencionó como ene se momento eran detenidos estudiantes y sindicalistas que pretendían entregarle sus los reclamos de su sector social.

Como Cristian, miles de chilenos luchamos y trabajamos día a día por una democracia donde no apenas podamos expresar tímidamente nuestras miserias, sino donde sea la ciudadanía sujeto activo en al resolución de los problemas sociales, y el fin de la dictadura fuese un aliciente para profundizar el protagonismo de la sociedad civil y el mundo social, y restringir al máximo los poderes fácticos como los militares, la Iglesia y el gran capital, que en Chile perpetúan y agravan la desigualdades sociales.

Lagos y una Concertación en descomposición perfilan lo que queda de su gobierno cada vez más en alianza con la derecha, quien ya se prepara para gobernar. Dejan trás de sí una deuda inmensa con el Chile real: hicieron lo posible por liberar a Pinochet, no han tenido la voluntad política de impugnar la constitución antidemocrática de la dictadura, han mantenido y profundizado la economía neoliberal, mercantilizando todo ámbito de las relaciones sociales y dañando gravemente al mundo social y sus organizaciones. En buenas cuentas, este 21 de mayo se vuelve a caer la máscara de esta democracia, donde los poderosos y la clase política tienen secuestrada la política, su política, para la defensa de sus intereses.

Para la nueva generación de luchadores sociales que se levanta en Chile, no queda más que construir otra política, desde abajo y sin exclusiones, realmente democrática, participativa, que prefigure desde ya el rostro de la nueva sociedad, de ese otro mundo posible que está a la orden del día en América Latina.

21/05/2003