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Latinoamérica

El PT quitó a tres diputados rebeldes del debate de las reformas

A ver si la bancada actúa como tal El Partido de los Trabajadores advirtió que sacará de las comisiones del Congreso a los petistas que se opongan a su gestión.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, enfrenta críticas dentro de su partido.

A cuatro meses de su asunción, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, por primera vez quitó del debate a tres diputados de su Partido de los Trabajadores (PT), contrarios a los proyectos de reforma jubilatoria y tributaria que el mandatario elevó al Congreso la semana pasada. El PT advirtió que los legisladores petistas que critican la gestión actual serán sustituidos de sus cargos en las comisiones del Congreso. Por otra parte, Lula intervino ayer personalmente en la crisis desatada en un grupo de artistas y el gobierno, a raíz de la política cultural definida por el ministro-jefe de la Secretaría de Comunicación, Luiz Gushiken. El presidente ordenó a Gushiken y al ministro de Cultura, Gilberto Gil, que se reúnan con un grupo de artistas, en Río de Janeiro, para buscar un acuerdo en torno a los criterios que deben orientar la política cultural del nuevo gobierno. Gilberto Gil aseguró que las políticas para el área cultural serán comandadas por su ministerio. A todo esto, una misión del FMI llegó ayer a Brasil.
Los coordinadores de la bancada del PT en el Congreso sacaron a los diputados Lindberg Farías y Luciana Genro de la comisión que debate la reforma previsional, que contempla eliminar varios privilegios disfrutados hasta ahora por los empleados públicos jubilados. Además, el diputado Joao Batista Aráujo, más conocido como "Babá", fue retirado de la comisión que debate el proyecto de reforma tributaria. Farías podría ser suspendido por 30 días del puesto de vicejefe de la bancada oficialista en la Cámara baja, de mantener su posición de crítica al gobierno, según anunciaron dirigentes petistas. El líder del PT en la Cámara de Diputados, Nelson Pellegrino, anunció que Babá será sustituido en la Comisión Permanente de Seguridad Social en la Cámara baja, y que lo mismo ocurrirá con los otros dos diputados. La medida, anunciada ayer en Brasilia, representa una suerte de "corrimiento" de los representantes del ala más radical del PT, que critican la política económica del gobierno de Lula. "Lo que esperamos del PT es que la bancada actúe como bancada del gobierno", resumió Pellegrino.
Liderados por el cineasta Cacá Diegues (de películas como Bye, Bye, Brasil y Dios es brasileño), los artistas lanzaron duras críticas contra los criterios definidos por Gushiken para que las empresas estatales otorguen patrocinio a producciones culturales. Los mismos consisten en que, para lograr los patrocinios estatales, los autores de las obras deberán impulsar "la valorización de las tradiciones e identidad nacional" y "contribuir a la descentralización de la cultura", además de propugnar "la inclusión social de las comunidades de bajos ingresos mediante la generación de renta y ocupación social". "Este es un concepto que lleva a películas muy malas", expresó el cineasta Jorge Furtado, autor del galardonado cortometraje Isla de las Flores, mientras que la actriz Fernanda Montenegro, protagonista del film Estación Central, respaldó las críticas formuladas por Diegues a la nueva política cultural.
Asimismo, el cineasta Zelito Viana afirmó que las normas impuestas por Gushiken "parecen normas propias de Albania, antes de la caída del muro de Berlín". También el productor y empresario Luiz Carlos Barreto criticó el "dirigismo estatal" y pronosticó que mucha gente se pondrá a hacer películas de poca calidad sobre reforma agraria o sobre el proyecto social Hambre Cero apenas para obtener patrocinios. Ante el amplio respaldo logrado por Diegues entre el gremio artístico, Lula pidió a Gushiken y a Gil que traten de buscar una solución a la crisis. El ministro de Cultura y famoso cantautor Gilbert Gil se manifestó convencido de que la polémica resultó de un "malentendido". Por su parte, Gushiken rechazó las críticas de los cineastas. "Reiteramos que, en ninguna circunstancia, los criterios para la concesión de patrocinios suponen o supondrán interferencia o restricción a contenidos de la producción cultural", dijo en una nota oficial.
Entretanto, una misión técnica del FMI inició ayer en Brasil un encuentro con el ministro de Hacienda, Antonio Palocci, sobre el procesode revisión del programa de ajuste fiscal, que en agosto del año pasado obtuvo con la gestión de Fernando Henrique Cardoso un crédito por 30 mil millones de dólares de la entidad. Los técnicos del Fondo verificarán si las autoridades brasileñas están cumpliendo las metas del programa de ajuste y si aprueban la conducción de la política económica, para dar un visto bueno sobre la liberación del tercer tramo del préstamo, por más de 9 mil millones de dólares. El jefe de la misión, Jorge Márquez-Ruarte, aseguró que la economía de ese país está en "clara recuperación", pero "preocupa" el mantenimiento de la inflación en niveles elevados.