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Latinoamérica

21 de abril del 2003

Discurso de Jaime Amorim, miembro del Movimiento de los Trabajadores Rurales sin Tierra en el Encuentro Mundial de Solidaridad con la Revolución Bolivariana
Brasil: "O cambiamos el modelo o seremos demolidos por este proyecto del imperio"

MST

Buenas noches compañeras y compañeros, traigo dos grandes saludos fuertes, primero de todo el pueblo brasilero que con Lula presidente, garantiza que podamos construir una patria con libertad. Segundo, de todo Movimiento sin Tierra, de todos los militantes que garantizan cada día la posibilidad de la gran revolución de la patria latinoamericana.

Compañeros, Rafael Alegría, mostró conceptos de seguridad alimentaria, trabajando la idea de la Soberanía Alimentaria y no apenas de seguridad, porque Soberanía es el respeto sobre la autonomía de cada país, de garantizar la producción de alimentos a partir de las necesidades de su propia patria, para el abastecimiento interno de su pueblo. Producir alimentos a partir de las realidades culturales de cada pueblo y no a partir de la influencia norteamericana, imponiendo a nuestros pueblos su cultura y su modelo, por tanto, cuando vamos a hablar de Soberanía Alimentaria estamos también hablando de Soberanía de todas las sociedades y de todo el mundo.

No obstante, los últimos años el modelo adoptado privilegió las grandes corporaciones internacionales que importan y exportan alimentos, insumos agrícolas, maquinaria y tecnología. Estamos sometidos a estos intereses y tecnologías. Estamos supeditados a estos intereses internacionales, a este modelo que entendemos que tenemos que combatir; este modelo que impone hasta sus políticas impuestas a partir de los intereses norteamericanos; y este modelo está bastante claro en el Proyecto del ALCA. El ALCA es mucho más que un área de libre comercio para la agricultura y para la producción de alimentos, ALCA quiere decir, anexión, quiere decir, sumisión y control del mundo entero y principalmente latinoamericano. No podemos permitir dejarnos anexar a los Estados Unidos. No podemos dejar que nuestros gobiernos utilicen políticas de sometimiento al gobierno norteamericano, y no podemos dejarnos controlar por sus programas de agricultura. Qué modelo es este? Este modelo tiene características propias que han impuesto para nosotros. Primero, este modelo es un modelo que presupone una producción para exportación, no importa si el pueblo está pasando hambre, importa que la agricultura tiene que estar sometida a intereses de las grandes corporaciones internacionales. El control del comercio agrícola a partir de las grandes corporaciones internacionales y cada vez más menos corporaciones, menos empresas agrícolas controlan un mercado internacional de alimentos. El mundo está preparado hoy para producir alimentos para doce billones de personas. La capacidad de producción de alimentos del mundo alcanza para alimentar a doce mil millones de personas; el mundo tiene seis mil millones de personas y una cuarta parte de él pasa hambre; mil millones y medio de personas pasan hambre en el mundo y no hay tanta escasez de alimentación. Los Estados Unidos tiene hoy cuatro por ciento de la población mundial y consume 28% de toda la producción alimentaria del mundo, y se dice que es democracia. Esta sí es la democracia del hambre, la democracia del Imperio, la democracia de la violencia, la democracia de la guerra y eso lo vamos a combatir con nuestra autonomía.

Este modelo estimula apenas la producción de alimentos; en los países pobres apenas las grandes haciendas de producción de alimentos para exportación ¿es eso lo que queremos? Queremos producir alimentos para alimentar a nuestros pueblos y no a partir del interés de un imperio; necesitamos un cambio del modelo de agroindustria, porque cada día más las agroindustrias de producción de alimentos están desnacionalizadas, cada día hay un control mayor sobre la producción de alimentos por grandes corporaciones y grandes industrias internacionales. Hay una selección de los agricultores que trabajan integrados a las grandes agroindustrias, porque el neoliberalismo trabaja con competitividad, con los países que tienen capacidad para competir y no puede estar en el mercado quien no tenga capacidad para competir, para recibir alimentación del gobierno, cesta básica, política de compensación, porque el pobre, en el modelo neoliberal no tiene derecho de producir; este modelo que está sin fondo cada vez más para los trabajadores del mundo.

Cuarta consecuencia, un desmantelamiento, una destrucción del sector público de agricultura. Brasimport, un modelo tecnológico, un modelo empresarial para la agricultura, quisieron destruir todo el sistema público y quebrar la producción de agricultura ¿cómo? Crédito agrícola. No dé más crédito. Y no es sólo Brasil ni Bolivia ni Ecuador, porque la política no es para ustedes los agricultores, por tanto es necesario destruir el crédito agrícola; es necesario destruir la asistencia técnica; es necesario destruir la política de almacenamiento y de control de la producción de alimentos, porque el que va a controlar la alimentación es el mercado, las tierras tienen que ser colocadas no en función de producir alimentos, las tierras tienen que ser colocadas en función de la producción del lucro. Esto es el terror, por eso es que la mayoría de las personas pasan hambre en el mundo, porque si la agricultura tienen que ver con el lucro, si produce alimentos y no tiene lucro, las tierras se dedican para otro espacio y nosotros tenemos que luchar contra ese sistema. Agricultura tiene que tener enteramente esos espacios. Agricultura no puede ser tratada en las Bolsas de Valores, la agricultura tiene que estar fuera de las Bolsas de Valores de Nueva York, no podemos permitir que se comercialicen los alimentos en las Bolsas de Valores. Alimentación tiene que ser comercializada en los comercios, en sus espacios propios y en su dinámica propia. El imperialismo quiere impulsar en las Bolsas de Valores su comercio de agricultura para tener el control de toda la alimentación producida a nivel internacional.

Consecuencias para el globo de todo ese modelo impuesto a partir de un modelo neoliberal para el mundo. Primera consecuencia: un desarrollo desigual entre los productores y entre las regiones y entre los países que producen agricultura, porque la agricultura está destinada a producir a partir de los intereses del lucro. Hay cada vez más una concentración de renta y de riqueza en la agricultura, por tanto, hay cada vez un proceso de empobrecimiento de los agricultores y de los trabajadores rurales, hay una miseria en el campo, a una exclusión en el campo. Las personas están emigrando del campo en función de la falta de un proyecto de desarrollo de agricultura. Hay cada vez más importación de alimentos porque los países dejaron de producir para su propia subsistencia y en ese modelo está inviabilizada la posibilidad de realizar reforma agraria. Y ese modelo también está agotado porque en las ciudades no hay más espacio para la gente, las ciudades están sofocadas, saturadas, y es necesario que se haga una política para garantizar que la población agrícola siga viviendo en las zonas agrícolas. Lo que pasa es justamente lo contrario, los países están cada vez más concentrando gente en las grandes ciudades y los campos se están quedando solos, disminuyendo la capacidad de mano de obra en el medio rural, disminuyendo la capacidad de los trabajadores de buscar su propia autonomía. En ese contexto, compañero Rafael Alegría, no hay espacio para la reforma agraria; son dos cosas que la Vía Campesina y todos los agricultores del mundo tienen que tener en cuenta en sus luchas: la primera, acabar con el latifundio; acabar con la concentración de tierras. Estas deben ser las prioridades más importantes, el combate contra los terratenientes.

Segundo: la lucha de la mudanza de un modelo de agricultura. O cambiamos el modelo o seremos demolidos por este proyecto del Imperio. Por tanto, Rafael Alegría ya dice aquí con mucha sabiduría, es un modelo agrícola que tenemos que combatir, este modelo agrícola que tenemos que destruir y construir un nuevo modelo agrícola. ¿Qué modelo agrícola necesitamos? Qué fase de un nuevo modelo agrícola podemos construir en el mundo para garantizar la soberanía alimentaria de los pobres? Primero, la base de la agricultura tiene que ser cambiada. Los países tienen que producir alimentos a partir de sus necesidades, porque de lo contrario, no podremos hablar de soberanía alimentaria de los pueblos y de las naciones. Cada uno produciendo a partir de sus necesidades a partir de su alimentación regional. Y las personas preguntas ¿y la exportación? No es importante para ellos la producción agrícola para garantizar inversiones. Es verdad, agricultura es lo más importante en el mundo, porque muchos países buscan divisas a partir de la producción agrícola, nosotros queremos también producir para exportación, pero primero vamos a tratar de producir para alimentar a nuestros pueblos; después de alcanzar esta meta sí, vamos a exportar lo que nos sobra, pero para eso tenemos que cambiar la política.

Hay que cambiar el modelo para garantizar una producción agrícola sustentable. ¿Qué es sustentabilidad? Que la producción agrícola sea rentable tanto para el productor como para el trabajadores, sin necesidad de utilizar veneno, tóxico; un producto que sea a un precio solidario para el consumidor, una producción agrícola que esté acorde con el medio ambiente, que tenga un equilibrio productor-consumidor-ambiente.

Nosotros nos sentimos muy contentos con el proyecto que Venezuela está desarrollando para su agricultura; la tendencia es ir fortaleciendo esos modelos que garantice a los agricultores todo aquello que el neoliberalismo no quiere, que no queremos que se construya aquí en Venezuela; vamos a luchar para garantizar que el gobierno de Lula también implemente, cosas tan simples pero importantes para la agricultura, como son los créditos, asistencia técnica, fertilizantes, producción agrícola familiar, almacenamiento, control en la alimentación, esas son cosas del gobierno, no pueden ser del mercado, no puede el mercado controlar la agricultura y el comercio, porque la agricultura se irá al fondo, y entonces y se estimula cada vez más la miseria y el hambre. En el Foro Social de Porto Alegre se decía: La semilla es patrimonio de la humanidad y no podemos perder el control de las semillas, como quieren las grandes corporaciones internacionales y todo eso es lo que hemos llamado la construcción de un nuevo modelo agrícola con soberanía alimentaria, con soberanía de política agrícola y con soberanía en la producción de semillas.

Compañeros y compañeras, me gustaría cerrar mi exposición diciendo que al mismo tiempo que tenemos este modelo impuesto a nuestros países, también comencemos a soñar, porque eso nos da la posibilidad de cambiar ese modelo. La única posibilidad de cambio es la organización y la lucha del pueblo, en absoluta paz, así como la organización y articulación mayor de los agricultores, a partir de la coordinación latinoamericana de las organizaciones campesinas, a partir de la Vía Campesina, coordinada también por Rafael Alegría, a partir de la consolidación y del fortalecimiento de la revolución bolivariana y a partir de que los pequeños agricultores, los verdaderos productores de alimentos en el mundo puedan garantizar que es posible construir un nuevo modelo, libre de extranjeros, libre de ALCA, libre de las Bolsas de Valores, libres de la OMC, y que sea controlado por el pueblo. Por tanto, nosotros, latinoamericanos, somos un pueblo en marcha, pero compañeros, esa marcha tiene que saber hasta dónde quiere llegar y nosotros pensamos que sabemos lo que queremos y donde queremos llegar: a construir una patria latinoamericana libre de los yankees, libre de los americanos, libre del ALCA.

Compañeros, Viva la Revolución Bolivariana. Viva el pueblo latinoamericano. Viva la lucha de todos los pueblos del mundo. Muchas gracias•