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Latinoamérica

2 de abril del 2003

Las causas de los conflictos sociales en Perú

Zenón Fuentes Castillo
Nuestra bandera
La crisis económica que se viene arrastrando en el país se agrava aún más con el alza del precio de los combustibles, creando mayor malestar en los sectores más empobrecidos de nuestra sociedad. El gobierno actual, sumiso servidor del Fondo Monetario Internacional, de las empresas transnacionales y del imperialismo norteamericano, impone a rajatabla y compulsivamente la política neoliberal, a pesar de que ésta ha hundido la economía de muchos países latinoamericanos demostrando estrepitosos fracasos.

La causa de los conflictos

El origen de los conflictos sociales se halla sin duda en la situación económica del país. Pese a los pregones de la lucha contra la pobreza que airea en parques y plazas el Presidente Toledo, ésta no se realiza, ni podrá cumplirse porque el pago de la deuda externa se traga una cuarta parte del presupuesto nacional. Este año el pago por los servicios de la deuda se aproxima a los 2,250 millones de dólares, pero el gobierno sigue endeudando al país con más préstamos. Además, el año pasado se emitieron los llamados "bonos soberanos" que este año alcanzarán los 2 mil millones de dólares. Estos dineros no están destinados a promover el desarrollo, sino a equilibrar el déficit fiscal y asegurar el pago anual de la deuda externa.

De otro lado, en un país como el nuestro, en el que el 54% de la población vive bajo la línea de la pobreza, no se practica la austeridad en la Administración Pública y, lejos de ella, se acelera con los altos sueldos de los gobernantes y de la burocracia dorada. Se ha dado el escandaloso caso reciente que los gobiernos regionales, al asumir el mandato de su gestión, se abalanzaron como chacales hambrientos sobre lo exiguos presupuestos de su región y de un mordisco se fijaron jugosos sueldos mensuales de 28 mil soles. Es decir, que en este aspecto no ha cambiado en nada el estilo fujimorista: hay que saquear todo lo que se pueda, y para apalear el descontento popular, inventar circos o recurrir a la represión. En cambio, el ajuste de cinturones se exige más a los trabajadores, el salario mínimo permanece inamovible en 410 soles, los maestros siguen con los sueldos congelados en 700 soles. Con tanta publicidad, el gobierno otorgó a los maestros un aumento de 50 soles mensuales; y a los trabajadores de la Construcción, 0.50 céntimos diarios, los que resultan un verdadero insulto a la pobreza.

Las municipalidades son otra fuente de saqueo y enriquecimiento fácil. La mal llamada autonomía administrativa les permite cobrar y gastar arbitrariamente el dinero de los contribuyentes. Los alcaldes y regidores se fijan jugosos sueldos y dietas que bordean los 25 mil nuevos soles mensuales, más gratificaciones en los contratos, licencias exorbitantes a los comerciantes, retrasos, multas, altos tributos, amenazas coactivas y otros medios compulsivos. A estos tampoco les importa la pobreza del pueblo e ignoran la austeridad.

La empresa telefónica, en un alarde de poderío económico, en la práctica se ha metido en el bolsillo al Presidente de la Republica, a la mayoría de Congresistas y ni hablar a OSINERG. Es que está en juego nada menos que el cobro de 60 millones mensuales de Renta Básica, lo que significa 720 millones de soles al año. Aquí uno puede imaginarse la tentación de quienes están en los estamentos de decisión. Muchos tienen precio.

A pesar de la paupérrima situación del país, el gobierno sostiene con terquedad los beneficios tributarios a las grandes empresas, por lo que SUNAT dejó de percibir 2 mil millones de nuevos soles. La justificación es el argumento de cliché: "estabilidad jurídica". Como puede observarse, la inquietud de los sindicatos, de los partidos políticos y personalidades que defienden los intereses del pueblo y luchan por la transformación del país, es por la situación existente. Y no es cosa que se pueda culpar a los agitadores.

Acciones de masas y amenazas represivas

La violenta movilización de los campesinos en las cuencas cocaleras fue motivada por el incumplimiento del compromiso suscrito con la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vidas sin Droga (DEVIDA), por la irrupción violenta y destrucción de los cultivos de coca, por el exiguo apoyo económico de los Estados Unidos, interesado en la erradicación de ese producto, que sólo destinó 300 millones de dólares para cinco años y no los 3 mil millones que se estima para este fin; además por el arbitrario apresamiento del Secretario General de la Federación, Nelson Palomino, acusado de "apología del terrorismo". Para los campesinos, la poca producción de la coca es cuestión de supervivencia, no tienen otra fuente de ingresos, ni el gobierno ni las ONG's promueven acciones racionales y serias para sustituir dicho producto. El SUTEP -la organización magisterial- prepara movilizaciones y la huelga general exigiendo aumento de sueldos y pensiones, nombramiento de 50.000 maestros contratados y empleo para 110.000 maestros desocupados, y la restitución de los derechos conculcados por la dictadura. Enésima cantidad de veces el gobierno ha prometido atender las legítimas demandas de este sector, duplicar los sueldos de los maestros mejorar aulas y equiparlas, pero ¿cuándo cumplirá?. Por ahora, ¡no hay presupuesto!.

Los trabajadores de la construcción exigen la liberación de sus dirigentes injustamente encarcelados y el cese de la persecución judicial a sus dirigentes.

Además denuncian la discriminación de que son objeto en los Comités de Obra. Tales actos de represalia obligan a preparar una respuesta contundente con vigorosas movilizaciones a nivel nacional y la preparación de un probable Paro en el sector.

Las demandas regionales siguen activas, y se han puesto en pie nuevamente los Frentes Amplios Regionales para protestar contra el alza de los combustibles que encarece los pasajes y el transporte de carga y pasajeros afectando seriamente la precaria economía popular. En Arequipa se realizaron recientemente masivas movilizaciones contra la política del gobierno. En Puno, cuyos habitantes están siendo afectados por intensas lluvias, el pueblo exige atención de emergencia, la asignación económica prometida y la construcción de la carretera trans-oceánica. Así mismo los pueblos de Tacna Cusco, Apurimac y Chimbote se movilizan activamente en rechazo a la política neoliberal, demandando el no-pago de la deuda externa y la lucha contra la corrupción subsistente en las esferas del Poder.

No hay de parte del gobierno acciones transparentes que conduzcan a una salida del oscuro túnel en el que nos encontramos. El gobierno cumple con el FMI y sus objetivos centrales son el pago de la deuda externa, entregar el patrimonio nacional y abandonar al pueblo. Esta situación no puede contemplarse pasivamente. Para alentar la lucha hay que promover la unidad más amplia con visión de futuro. Hace falta, para efecto de esta lucha, un eje de dirección consecuente, que unifique y articule la lucha de los pueblos en una perspectiva de transformación real de la sociedad peruana.



Zenón Fuentes Castillo. Ex Director de la Escuela Sindical de la CGTP.