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Latinoamérica

Contra la privatización a favor de empresas norteamericanas la defensa de Ecopetrol, un deber nacional

Argenpress.Info

El conflicto que se desarrolla en Ecopetrol, tiene que ver con el futuro de la Empresa, la cual significa que los colombianos (as) que hicieron posible su creación hoy tengan que intervenir para evitar su liquidación. El documento que presentamos contiene los fundamentos esenciales para promover el Frente Patriótico por la Defensa de Ecopetrol, que se viene adelantando en todo el país.
Es propio de las sociedades tener diferentes puntos de vista sobre las políticas que deben orientar el rumbo de un país. Pero hay asuntos, como el de la Soberanía de los pueblos en los que debe prevalecer la más amplia unidad para defender los intereses vitales de esa nación. Tal es el caso del recurso petrolero en Colombia, que por su importancia estratégica se convierte en un bien común y en consecuencia su defensa es deber de todos los colombianos y colombianas.
Por qué defender a Ecopetrol Los hidrocarburos son recursos estratégicos y de seguridad nacional, tanto que genera el 70% del consumo de energía mundial. Países como Estado Unidos, Inglaterra, Francia y Japón y demás potencias industriales, que consumen el 65% de la demanda mundial de energía, centran esfuerzos en controlar las fuentes de hidrocarburos, estructurando políticas para incidir en las legislaciones de los países productores, a fin de asegurar el suministro de energía fósil, sin importar que para ello tengan que lanzar guerras de agresión o intervenir militarmente en los países donde se encuentran las reservas de petróleo y gas. La invasión de Estados Unidos e Inglaterra contra Irak da prueba fehaciente de ello.
En Colombia, el petróleo ha sido un bien que nos prodigó la naturaleza en cantidad y calidad no suficientemente explotada ni desarrollada en beneficio de los intereses nacionales. Desde 1918, cuando se inició la actividad petrolera, y hasta nuestros días, solo se tiene conocimiento de una quinta parte de la geología de nuestras cuencas sedimentarias. Se han extraído 7 mil millones de barriles de petróleo, concentrados en las cuencas del Alto y Medio Magdalena, los Llanos Orientales, Putumayo y los yacimientos gasíferos de La Guajira, siendo marginal la producción de otras cuencas semiexplotadas y quedando el 80% del resto del país sin estudio exploratorio.
Lo anterior ha ocurrido por la ausencia de una política de Estado y por la pérdida absoluta de la soberanía para desarrollar nuestros recursos hidrocarburíferos. Los colombianos crearon con gran esfuerzo una empresa nacional de petróleos. En cinco décadas fue posible adicionar a las reservas que recibió en 1951, una producción acumulada de 4 mil millones de barriles explotados. Hoy, aún en medio de la política de recorte, marchitamiento y ahogo a que la somete el gobierno, mantiene reservas de 1.687 millones de barriles; produce 578 mil barriles día de petróleo de los cuales sólo 110 son directos de Ecopetrol; refina 300 mil barriles de crudo; transporta en sus 14.000 kilómetros de sistema de oleoductos, poliductos y gasoductos la producción nacional de combustibles que demanda el país y exporta los excedentes. Desarrolla el mercado interno de productos y derivados del petróleo.
La conveniencia de Ecopetrol estatal Ecopetrol es el mayor contribuyente al fisco nacional. Constituye el mayor factor de desarrollo para varias economías regionales gracias a la demanda y oferta de bienes y servicios, así como al consumo que efectúan sus trabajadores.
Una empresa cuyos activos ascienden a 24 billones de pesos, que genera 9,8 billones de ingresos anuales y transfiere 5 billones de pesos al fisco nacional, que constituye la mayor fuente de divisas representada en las exportaciones y aporta 7 mil empleos directos y más de 100 mil indirectos con capacidad importante en la demanda interna, merece ser reconocida y mantenida como factor clave de la economía nacional. No hay ninguna razón para que la Empresa Colombiana de Petróleos sea privatizada ni para que su actividad de empresa petrolera se vea disminuida. Por el contrario, se le deben otorgar las herramientas necesarias, a efecto de desarrollar sus actividades exploratorias y extractivas con recursos directos para buscar hidrocarburos en las áreas geológicas de mayor prospectividad, cuyo conocimiento le permita obtener ventajas a la hora de negociar con las multinacionales y firmar contratos que beneficien los intereses nacionales y una renta recíproca al asociado.
La primera empresa del país, está seriamente amenazada por una política oficial contraria al interés nacional. La estatal petrolera sólo perforó 4 pozos exploratorios en los últimos cuatro años, cuando el Plan Quinquenal (1998-2003) proyectó perforar 200. Las asociadas respondieron bajando el ritmo de perforación exploratorio, para presionar cambios en el contrato de asociación, como en efecto ocurrió, obteniendo más participación en la distribución de la producción y menos pago por regalías a las regiones. En síntesis, la exploración ha caído y la directa por parte de Ecopetrol es marginal, porque el presupuesto de exploración está destinado en un 95% al desarrollo de los campos de producción de los asociados, situación que pone al país en alto riesgo de convertirse en pocos años en importador de petróleo, ya que las reservas propias, que son del orden aproximadamente de 325 millones de barriles, se están agotando y no hay perspectivas en el corto plazo de nuevos hallazgos y con el nivel de consumo actual, aproximadamente en cinco años perderemos la condición de autosuficiencia petrolera.
En cuanto a refinación, el gobierno está empecinado en abrirle competencia a Ecopetrol, bien a través de refinerías privadas o estimulando importación de combustibles, a la vez que deja las refinerías de Barrancabermeja y Cartagena operando en estado de obsolescencia y con muy bajos niveles de mantenimiento, lo que afecta el margen de rendimiento por barril refinado, alejando cada vez más la refinación de Ecopetrol de los estándares internacionales. Cuando el país y en particular la Costa Atlántica esperaban con entusiasmo la realización del Plan Maestro para ampliar la capacidad de la refinería de Cartagena el proyecto se puso en duda, porque el Confis y el Departamento de Planeación Nacional, con el ardid recurrente de que no hay recursos para que Ecopetrol lo ejecute directamente, van a proponer que lo realice el capital privado; la privatización se extiende igualmente a los oleoductos y poliductos de la nación, sobre los que pesa la decisión del gobierno de entregarlos a las multinacionales, para que los distribuidores mayoristas, hoy controlados por la Texas, Esso-Mobil y Shell, monopolicen el manejo del mercado nacional y saquen del negocio a los distribuidores minoristas, casi todos ellos de capital colombiano.
Factor fundamental en todo este recorrido ha sido la creación del Instituto Colombiano de Petróleo para la apropiación y generación del conocimiento científico nacional en diferentes aspectos, razón por la cual su permanencia al interior de la estructura organizativa de Ecopetrol debe ser defendida.
Ecopetrol es rentable y aporta al desarrollo nacional Ecopetrol continúa generando utilidad y rentabilidad y sirviéndole de soporte al fisco nacional. Entre los años 2001 y 2002 la empresa estatal generó ingresos por 18 billones 551 mil millones de pesos, transfirió 11,1 billones de pesos y tuvo utilidades operacionales por 3 billones 985 mil millones. A diciembre 31 de 2002, su balanza comercial fue favorable en 1.600 millones de dólares, en las exportaciones colombianas superó el 35%, y en síntesis, la contribución del sector petrolero a las finanzas públicas de la nación es fundamental. De no existir Ecopetrol, se agravaría enormemente el déficit fiscal de la nación, la inversión social sería precaria y se afectaría notoriamente la economía regional. Como quiera que las refinerías le compran a la industria nacional 100 mil millones de pesos al año, el 62% de los ingresos de la empresa proviene del mercado interno. Si Ecopetrol se convierte en una empresa privada, el fisco nacional solo recibiría el impuesto de renta del 38%, no las transferencias del 60% de los ingresos que hoy percibe de la empresa estatal. Es decir, la nación perdería 22% de los ingresos que hoy obtiene por ser una empresa del Estado la que maneja los hidrocarburos. Esto lo demuestra el hecho de que el nivel de impuestos que pagan las multinacionales es muy inferior al de Ecopetrol, a pesar de que ellas dominan el 83% de la producción nacional de crudo, el 100% del mercado mayorista de los combustibles y el 50% del sistema de transporte por oleoductos.
El gobierno nacional y el actual presidente de Ecopetrol, doctor Isaac Yanovich, tienen como preocupación fundamental promover la inversión privada nacional y extranjera en la industria petrolera. No les interesa que Ecopetrol maneje la industria petrolera. Todos sus esfuerzos están dedicados a convertirla en una administradora de los contratos de asociación. Piensan en suma que Ecopetrol puede ser reemplazada por una fiducia, desconociendo lo estratégico que significa controlar un recurso como el petróleo en beneficio de la economía del país.
Frente patriótico por la salvación de Ecopetrol A estas intenciones de privatización se vienen oponiendo la USO y demás sectores democráticos y progresistas de la nación. Por ello, se quiere liquidar a la Unión Sindical Obrera, porque representa un obstáculo a ese despropósito antinacional de quitarle a Ecopetrol su carácter de Empresa Industrial y Comercial del Estado. Se esgrimen como argumento su inviabilidad a causa de los salarios y prestaciones sociales de los trabajadores, una mañosa falsedad que encubre intenciones perversas, si se analizan los estados financieros de la empresa, se observará que los salarios y prestaciones de los trabajadores tan solo representan el 4,5% de los ingresos de la Empresa, que existe un fondo de pensiones de más de 4 billones de pesos fondeado por ley de la República que junto con sus rendimientos financieros garantizan el pago de pensiones para los jubilados, los actuales y futuros trabajadores de Ecopetrol. La reforma laboral y pensional, que golpeó duramente a los trabajadores, y el contrapliego que presentó Yanovich a nombre de la gobernabilidad tienen el propósito de establecer un régimen despótico en la empresa, a efecto de eliminar cualquier foco de resistencia contra dicha política.
Jamás en las relaciones obrero-patronales, había recibido el sindicato tantas agresiones y actos de provocación: han despedido dirigentes sindicales y trabajadores, procesados por control disciplinario y judicialmente un sin número de afiliados al sindicato violando el libre ejercicio de la actividad sindical, actualmente está privado de la libertad Hernando Hernández expresidente nacional del sindicato y se impide el derecho al trabajo bajo el pretexto de rescatar la gobernabilidad. Así mismo se le entrega el gas de La Guajira nuevamente a la multinacional Chevron-Texas y se responde al pliego de peticiones con un contrapliego que acaba con la contratación colectiva. Todos estos actos demuestran que el gobierno es el responsable de la huelga en Ecopetrol, sin tener en cuenta los altos costos políticos y económicos para la nación.
Para que Ecopetrol continúe siendo patrimonio y esfuerzo de los colombianos, siga contribuyendo al desarrollo nacional y el progreso del pueblo, hemos decidido conformar el Frente Patriótico por la Salvación de Ecopetrol.
A juicio de los signatarios, el presente documento contiene los criterios esenciales para la defensa de Ecopetrol como un deber nacional, por lo cual hacemos un llamado a que se asuma con fervor de patria el fortalecimiento de la empresa estatal, tan vital para la soberanía y desarrollo nacional y la paz con justicia social