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Latinoamérica

8 de marzo del 2003

Colombia: Los verdaderos ladrones?

Dick Emanuelsson
Anoche vimos por los noticieros que Paul Collier, director del grupo de Investigación para el Desarrollo del Banco Mundial, declaró antes un auditorio seleccionado, que la insurgencia le ha quitado nada menos que un millardo de dólares.

Al mismo tiempo se está negociando con seis multinacionales en el área de telecomunicaciones cómo liquidar a la empresa estatal Telecom. Según las multinacionales, donde se encuentra por ejemplo la Ericsson, en Colombia bautizada como "La cara sucia de Suecia" por su actitud antisindical, empresa que domina el mercado ante las otras transnacionales como la Siemens.

Estas empresas, que representan el "mundo democratico, civilizado y moderno", según... exigen 1,8 millardos de dólares por "utilidades prometidas".

Se metieron en un proyecto a principio de la década de los 90, bajo el aperturista Gaviria y bajo un proyecto de "riesgos compartidos", pero no, cuando la vaina no fue tan rentable como habían calculado, exigieron que las prometidas utilidades fueran desembolsadas.

Y ahi está, con una sentencia en la corte constitucional a su favor estas, solamente estas seis, transnacionales, le están exigiendo al estado colombiano que pague casi el doble de lo que la insurgencia le ha quitado a las empresas que en varios casos representan un poder economico más grande que paises del mal llamado "tercer mundo".

Eso no quiero decir, y lo digo para no tener problemas con los autores de la propuesta "Ley Antiterrorista", que yo comparta que le estén disminuyendo los centenares de millardos de dólares en las arcas de los Rockefeller, Wallenberger y los Bill Gates, de ninguna manera.

Pero la Ley es igual para todos.

¿Si o no? Una reflexión de la Carrera 7a.

Ah! Me olvidaba. Habría que hacer una investigación ¿cuanto le ha costado al tercer mundo las fabulosas recetas del Banco Mundial. Para no hablar del FMI.




El Tiempo 030307 Multinacionales europeas han pagado en extorsiones 1.000 millones de dólares a la guerrilla

Así lo aseguró ayer Paul Collier, director del grupo de Investigación para el Desarrollo del Banco Mundial, durante un foro económico realizado en Bogotá.

Collier agregó que, incluso, algunas empresas de seguros del viejo continente han creado pólizas para amparar esta clase de secuestros y extorsiones.

El funcionario del Banco Mundial, quien intervino en el seminario "Hacia una economía sostenible, conflicto y posconflicto", organizado por la Fundación Agenda Colombia, Compensar y el diario económico Portafolio, dijo que si Colombia soluciona el problema de la violencia podría crecer 2,2 puntos adicionales.

Collier agregó que la otra fuente de financiación de la guerrilla es el negocio de las drogas.

Dijo que una parte de los dólares de las drogas provienen de los Estados Unidos porque la política antinarcóticos está generando demanda de territorios que están por fuera del control del gobierno.

"El 95 por ciento de la droga que se produce en el mundo proviene de países con grupos insurgentes", anotó.

Por eso, Collier le va a pedir al grupo de los ocho países más desarrollados en la reunión que se celebrará en mayo próximo que le "corten la vena yugular a las drogas".

Palo a la política económica

Las reformas económicas adoptadas en la década de los 90, la apertura, las altas tasas de interés, la obsesión por bajar la inflación y los altos niveles de pobreza y desigualdad fueron duramente criticados ayer por analistas nacionales e internacionales en el marco del mismo foro.

El premio Nobel de Economía de Estados Unidos, Joseph Stiglitz, uno de los más connotados críticos de la globalización y de las políticas impuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), rompió con algunos de los paradigmas que se mantienen vigentes entre algunos técnicos y analistas económicos y dijo que Colombia es uno de los países más pobres de la región y el segundo, después de Brasil, con la mayor desigualdad. Estos dos problemas son causa de la violencia.

"El desempleo causa violencia y la solución de la violencia no lleva necesariamente a la solución de los problemas económicos", dijo el Nobel, quien estuvo como orador central en el seminario Hacia una economía sostenible, conflicto y posconflicto en Colombia, organizado por la fundación Agenda Colombia, que preside Cecilia López, Compensar y el diario Portafolio.

Reformar las reformas

Entre las lecciones que dejó Stiglitz al país es que no cree que se necesite un segundo programa de reformas económicas, porque muchas de las que se pusieron en marcha en la década de los noventa fueron malas y aceleradas y produjeron destrucción de empleos. Consideró que se deben reformar las que ya existen con el fin de evaluar cuál debe ser la participación del Estado y en qué sectores prioritarios y si se debe seguir adelante con las privatizaciones indiscriminadas.

Así mismo, insistió en promover la tecnología y la inversión y diversificar las exportaciones. Sobre éste último aspecto llamó la atención de Colombia y de América Latina para que "negocien duro" en los acuerdos internacionales de comercio ya que Estados Unidos es un experto en utilizar barreras arancelarias para restringir el ingreso de productos.

La posición la asumió de cara al Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (Alca) que debe quedar sellado en el 2005. Reconoció que no será una negociación fácil por las políticas impuestas por E.U y citó como ejemplo el caso de Chile que firmó una acuerdo bilateral con el país del norte que no necesariamente garantizará un acceso de los productos a ese mercado porque la administración Bush le está imponiendo derechos antidumping.

El secretario ejecutivo de la Cepal, José Antonio Ocampo, fue más allá y dijo que a lo largo de los últimos 25 años se proclamó a la globalización como la puerta de entrada a la prosperidad pero ahora "la tierra prometida" se percibe como un espejismo.

Dijo que los resultados de las reformas económicas fueron mediocres en Colombia y que el acelerado endeudamiento interno y externo y el elevado déficit en cuenta corriente llevaron a aumentos en las tasas de interés y en una mayor devaluación. Si bien reconoció los esfuerzos del Gobierno por poner las finanzas públicas en orden, para Ocampo el ajuste fiscal en curso no resuelve muchos de los problemas estructurales.

Inflación no es prioridad

El manejo de la política monetaria y cambiaria también fue cuestionado. Para el premio Nobel si bien es importante mantener la inflación bajo control este no puede ser el único objetivo de un banco central porque esto es perjudicial para el crecimiento y menciono a la Reserva Federal de los Estados Unidos que tiene además como objetivo bajar el desempleo y acelerar el crecimiento económico.

Ocampo sostuvo, por su parte, que como el ajuste fiscal es recesivo, se requiere una política monetaria claramente expansiva y una política cambiaria orientada a mantener un tipo de cambio competitivo.

Para Dani Rodrik, profesor de política económica internacional es importante que los analistas, políticos y sociedad civil se liberen de los dogmas ya aceptados y dijo que las políticas del consenso de Washington que abogan por mayor apertura no se han traducido en un mayor crecimiento en los países que las acogieron.

Mencionó el caso de China que está creciendo a tasas del 7 por ciento anual y que hizo caso omiso de las recomendaciones del FMI. En el otro extremo está Haití, un país completamente globalizado pero con extrema pobreza.

El ministro de Hacienda, Roberto Junguito, defendió las actuaciones del Gobierno y dijo que a la par de la estabilidad macroeconómica el Gobierno tiene un amplio programa social que está en el Plan de Desarrollo. Destacó la mejoría en los indicadores económicos, la reducción de la inflación y del desempleo, así como el respaldo de los organismos internacionales y la credibilidad de las políticas en el exterior.

Giro neoliberal

Uno de los más duros críticos en el evento fue el analista privado Javier Fernández para quien resulta una propuesta indecente la obsesión del Banco de la República por bajar la inflación sin tener en cuenta otros factores como el crecimiento y el empleo.

"Cualquier desvió en la inflación induce medidas drásticas por parte del Emisor pero en cambio cuando sube el desempleo o baja el crecimiento económico lo que se hace es corregir hacia abajo las metas".

Dijo que el Gobierno fijo con el FMI una meta de déficit fiscal y de endeudamiento arbitrarios y señaló que está detectando un "giro preocupante de la política económica hacia el neoliberalismo con un simplismo e ingenuo absoluto".

Para Fernández el desplome en el crecimiento del país y la elevada pobreza no fueron causadas por la guerrilla sino por las políticas económicas inadecuadas.