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Latinoamérica

GUERRA SUCIA

"Acuerdo Político contra el Terrorismo"

¿De qué lado estamos?
¿Qué se oculta tras el "acuerdo contra el terrorismo" que promueve la Dirección Nacional Liberal y que involucra al partido Conservador y a un sector del Polo Democrático?

Por Hernando López
Semanario VOZ

La Dirección Nacional Liberal en los programas institucionales de radio y televisión, que casi a diario tiene, en evidente ventajismo, reflejo del sistema bipartidista y antidemocrático, viene promoviendo el "Acuerdo de Unidad Nacional contra el Terrorismo", que compromete según el video a los partidos tradicionales (liberal y conservador, incluyendo el uribismo) y a un sector del Polo Democrático, que no es un partido sino un grupo de acción parlamentaria, ni más, ni menos.
Aunque publicita a diario el mencionado Acuerdo, hasta el momento no ha explicado de qué se trata ni cuál es su contenido. Es una especie de "acuerdo palaciego con el uribismo", desconocido por la opinión nacional. Es decir, pactado de espaldas al país y de las organizaciones sindicales, sociales y populares a las cuales pretende comprometer con el espíritu del esperpento.
El Acuerdo de "Unidad Nacional contra el Terrorismo" es el compromiso de las fuerzas parlamentarias, incluyendo al sector del Polo Democrático que se adhirió, a respaldar el llamado Estatuto Antiterrorista que el presidente Uribe Vélez presentará al Congreso de la República a través del ministro Fernando Londoño Hoyos. Los voceros del Polo en las reuniones palaciegas sucumbieron en posición pusilánime. En la audiencia con el presidente Uribe Vélez, hace tres semanas, le rogaron al mandatario que "concertarán el acuerdo" y éste les dijo que no, el estatuto está en camino y aceptaremos a todo aquél que quiera respaldarlo, como en efecto sucedió posteriormente. VOZ que conoció el texto del "acuerdo secreto", en su primer punto señala: "El terrorismo es asunto que atañe a la sociedad y el Estado. La lucha contra el terrorismo es una firme determinación política de la sociedad y el Estado. Al Gobierno Nacional le corresponde dirigirla, pero la política contra el terrorismo debe ser la resultante de un consenso básico contra los actos terroristas y a favor de las libertades concertado por todos los partidos democráticos, de gobierno, colaboración crítica y oposición, y apoyado por las organizaciones sociales".

El terrorismo de Estado

"Muy bonito el texto, le dijo a VOZ un politólogo consultado, pero es como para Suiza o Noruega; aquí estamos en Colombia, donde la peor expresión del terrorismo la encontramos en lo agentes estatales: es el terrorismo de Estado". ¿Cómo puede un gobierno como el de Colombia, en tanto que cabeza del Estado, liderar un acuerdo contra el terrorismo? Es como poner a un ratón a cuidar un pedazo de queso.
Pero además, muy divertida la reunión de los firmantes del acuerdo por varios de los contertulios que concurrieran a esta. Carlos Holguín Sardi, presidente del Directorio Nacional Conservador, representante de la colectividad política más comprometida con la violencia en Colombia y la conformación de grupos irregulares, antes llamados "pájaros" y ahora paramilitares; Germán Vargas Lleras, promotor de la guerra, de la política de tierra arrasada y de cercenar las libertades públicas; y hasta por uno de los delegados del Polo Democrático, "heredero político" de la dictadura militar que asoló al país entre 1953 y 1957, en una de las peores etapas de la violencia contra el pueblo ejercida desde el poder. En este contexto, significa más bien la "unidad de la derecha contra las libertades democráticas".
La senadora Piedad Córdoba, quien no respalda este "Acuerdo", le expresó en carta a la Dirección Nacional Liberal: "(...)No podemos los demócratas, por el solo hecho de armonizar con la sensibilidad generalizada contra la violencia, admitir que se amenace la libertad de expresión y de prensa y mucho menos legitimar con la unidad alrededor del gobierno medidas evidentemente autoritarias como el proyectado Estatuto Antiterrorista cuya expedición será el primer paso que de Uribe Vélez una vez sea aprobado su acuerdo de unidad naciona(...)".
Lo que necesita Colombia, opinan dirigentes sindicales consultados por VOZ, es un acuerdo democrático por las libertades públicas, la solución política negociada del conflicto, el rechazo a la intervención yanqui, por los derechos sociales y contra las medidas lesivas a los trabajadores y al pueblo en materia social y económica, que rechace, obviamente, el terrorismo y se apoye de manera esencial en la lucha organizada de las masas".
En el fondo este "Acuerdo", promovido por los liberales oficialistas y uribistas, cada vez más cerca como lo revela la actuación de Horacio Serpa en la OEA, no es más que el más vulgar colaboracionismo con el gobierno, incluyendo el referendo y la represión a los trabajadores.
El modelo Aznar
Los que han suscrito en la Dirección Nacional Liberal el "Acuerdo de Unidad Nacional contra el Terrorismo", no han ocultado la simpatía con la ley de partidos políticos, promovida por el presidente del Estado español, José María Aznar, con el apoyo del llamado Partido Socialista Obrero Español, que no es ni socialista, ni obrero. Al cual se opusieron otras fuerzas políticas, entre ellas Izquierda Unida y el Partido Nacionalista Vasco.
El objetivo de Aznar fue arrasar con el partido Harri Batasuna, fuerza política vasca, a la que señaló de brazo político de ETA. Luego ha ido clausurando los diarios y revistas vascas, acusadas de hacer parte del entramado "etarra". Y hasta la editorial Xalaparta, que publicaba libros de interés nacional e internacional fue perseguida de manera implacable. En los últimos días la televisión española ha informado de pronunciamientos gubernamentales contra el Partido Nacionalista Vasco al que sindica de ayudar a Batasuna y de paso a ETA. Todo indica que la nefasta ley de partidos en España seguirá extendiendo sus tentáculos hacia otros partidos vascos, para liquidar toda resistencia a la férula centralista y antiindependientista. Como en el célebre poema de Brech, van a llegar hasta el más lento e ingenuo de todos y cuando reaccione ya será tarde.
¿Será que también los simpatizantes de Aznar en Colombia ampliarán su adhesión a la "madre patria", pero la que lleva el lastre del legado franquista, para coincidir con el gobierno español en el respaldo a la agresión yanqui contra Irak? Sería bueno conocerlo.
Canje de prisioneros