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Latinoamérica

30 de diciembre del 2003

Brasil: Gobierno Lula
Primero los compromisos con el FMI, luego (si sobra) con los pobres

Charles-André Udry
Correspondencia de Prensa

El artículo de La Jornada (México) que se publica más adelante resume muy bien, desde un ángulo económico y político, la orientación del gobierno burgués de Lula y su acuerdo tanto con un sector clave del capital y la burguesía brasilera como sus acuerdos con las instituciones financieras internacionales.

Mientras tanto, en Folha de Sao Paulo (online) del 26-12-03, se informa que el presidente Lula propone un cargo para el dirigente del PMDB, Eunicio Oliveira (estado de Ceará). Otros dirigentes del PMDB y de otras fuerzas, también son propuestos para un segundo ministerio. Los ministerios en consideración no son secundarios pues se trata de los de Ciudades, Ciencias y Tecnologías, y Transportes. Los dos últimos interesan particularmente a las transnacionales para las inversiones, la propiedad intelectual, y asegurar una fuente mas de ganancia para los países imperialistas en su relación de dominación con los países de la periferia. El ministerio de Transporte fue siempre una plaza fuerte del PMDB en el gobierno de Fernando Henrique Cardoso (FHC). Es evidente que las luchas de influencias y repartos políticos van a desarrollarse en los días que vienen.

En tal sentido, la reconfiguración de las alianzas en el círculo gubernamental, prometen un reforzamiento del actual curso neoliberal del gobierno Lula.

Los miembros del PT que se postulan a cargos de prefeitos (alcaldes) en las próximas elecciones municipales de octubre 2004, intentan sostener al petista histórico Olivio Dutra como ministro de Ciudades, en la medida que las decisiones políticas emanadas de ese Ministerio pueden favorecer las chances de los alcaldes del PT y de los partidos aliados al gobierno.

Es en este cuadro de juego político-clientelar, que se anuncian los aumentos en los "gastos" sociales en la salud y que habían sido afectados por las reducciones presupuestarias desde los años `90.

El sistema de salud brasilero es emblemático de un sistema a dos sino a mas velocidades, un sistema financiado a la baja, que atiende a las dos terceras partes de la población. En 1997, para amortiguar la caída de los "gastos" en salud, el gobierno de FHC introdujo una contribución provisoria sobre los movimientos financieros que alcanzaba una tasa de 0,38%. Esta reforma, como tantas otras, nunca se aplicó para el objetivo declarado. Los fondos recaudados nunca fueron destinados al Ministerio de Salud. Después, FHC redujo la tasa de 0,38% al 0,30% (inicialmente estaba en 0,20%). Esta contribución provisoria (CPMF), muy criticada por el PT cuando estaba en el llano, ha sido mantenida ahora con el PT en el gobierno. De hecho, las débiles reasignaciones de fondos al sistema de salud no representaban una recuperación real de las restricciones presupuestarias ocurridas en el decenio 1990-2000.

Es entonces necesario tomar conocimiento de los desarrollos políticos en Brasil, para entender el significado efectivo de la recomposición del gobierno. El 15 de enero del 2004, un poco antes o un poco después, se podrá saber si la batalla por defender la presencia de Olivio Dutra en el Ministerio de las Ciudades culminará con una victoria.

Simultáneamente, será el tiempo de descubrir si la izquierda que aún se mantiene dentro del PT - y donde la tendencia Democracia Socialista juega un rol significativo- finalmente movilizará a su ministro de Desarrollo Agrario, Miguel Rossetto, para expresar una orientación y una exigencia decidida en defensa de la casa propia. Es decir, una actitud que se corresponda con una lógica de participación institucional, incluso, si la intención declarada del gerente del inmueble -el PT del presidente Lula- es la de continuar "respetando los compromisos" con los verdaderos dueños del país.

Sin olvidar, claro está, que el gerente no ha dudado en desalojar (expulsar) a los cuatro inquilinos radicales y molestos, Luciana Genro, Babá, Joao Fontes y Heloísa Helena (ésta última militante de Democracia Socialista) por el solo hecho que los cuatro no se rindieron y se mantuvieron coherentes con las reivindicaciones históricas del partido, al tiempo que fieles a las demandas sociales básicas, urgentes y necesarias, de los trabajadores, los sin tierra, los sin techo, los desempleados, los favelados, los millones de hambrientos.

* Director de la revista À l´encontre (Suiza). Economista del Sindicato de la Industria y la Construcción. Militante del Movimiento Por el Socialismo



Por compromisos con el FMI, Brasil no gastó todo el fondo antipobreza

La Jornada

Brasilia, 25 de diciembre. El gobierno del presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, dejó sin gastar este año más de la cuarta parte de los recursos del Fondo de Combate y Erradicación de la Pobreza disponibles para financiar programas sociales, para ayudar a alcanzar la meta del ajuste fiscal acordada con el Fondo Monetario Internacional (FMI), dijo hoy el diario Folha de Sao Paulo.

Además, la prensa local reveló que Lula pondrá en marcha en enero su primera reforma de gabinete, destinada a incluir en el gobierno a los centristas del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).

Según Estado de Sao Paulo, Lula desea anunciar el 15 de enero su nuevo gabinete, con por lo menos dos integrantes del PMDB, un partido que tiene a 78 representantes en la Cámara Baja, y que ha sido vital para asegurar la aprobación de la polémica enmienda constitucional de reforma al sistema de pensiones de los funcionarios públicos, que eliminó varios beneficios que disfrutaban los empleados estatales.

La prensa sostiene que Lula ofreció al PMDB dos ministerios: el de Comunicaciones y el de Ciudades, pero los líderes de ese partido querrían también el comando de un tercer ministerio.

De su lado, Folha de Sao Paulo reveló que de los más de mil 700 mil millones de dólares disponibles este año para combatir la pobreza, más de 430 millones de dólares no fueron utilizados, para permitir alcanzar con creces la meta de superávit primario de 4.25 por ciento del producto interno bruto fijada en el programa de ajuste fiscal acordado con el FMI.

Por lo pronto, el gobierno obtuvo la aprobación del Presupuesto 2004, con el que se propone compensar la falta de inversión social en 2003, un año de estancamiento económico y de recortes atribuidos a la herencia de la administración anterior de Fernando Henrique Cardoso.

La propuesta presupuestaria, aprobada a últimas horas del martes en una sesión conjunta de las dos cámaras legislativas, prevé ingresos federales del orden de 413 mil 500 millones de reales (unos 142 mil 586 millones de dólares). De esa cifra, 12 mil millones (4 mil 138 millones de dólares) estarán destinados a inversiones el año próximo, cifra tres veces superior a la de 2003.

En las áreas sociales, la de la salud resulta la más beneficiada, con un incremento de mil 200 millones de reales (414 millones de dólares) sobre una partida total de 33 mil millones de reales. Se reservan además 3 mil 600 millones de reales para el incremento del salario mínimo mensual, que podría llegar a los 279 reales, contra 240 en la actualidad (casi 83 dólares).