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Latinoamérica

SE NECESITA $US 94 MILLONES PARA TAPAR EL AGUJERO FISCAL

El gobierno boliviano demandará en Washington un auxilio inmediato de 94 millones de dólares, necesarios para cerrar el creciente hueco fiscal y oxigenar en algo las desfallecientes arcas fiscales. Promete cumplir con el FMI, congelar salarios, recortar inversiones y eliminar subvenciones

Redacción de Econoticiasbolivia.com

Con el compromiso de cumplir estrictamente los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y preservar la estabilidad macroeconómica y la economía de mercado, el gobierno boliviano demandará en Washington un auxilio inmediato de 94 millones de dólares, necesarios para cerrar el creciente hueco fiscal y oxigenar en algo las desfallecientes arcas fiscales.
Según confirmó el ministro de la Presidencia, José Galindo, la misión gubernamental tiene previsto reunirse entre el 8 al 18 de diciembre en la capital estadounidense con los representantes de los principales organismos internacionales y la entidades que cooperan con Bolivia. La esperanza gubernamental es que los financiadores externos concedan donaciones y créditos, pero sin exigir demasiado al Estado y a la población boliviana.
"La cooperación internacional ha dicho que nos va a colaborar, que nos va a ayudar a cerrar el déficit este año, (pero también) nos han dicho qué van a hacer ustedes por su parte, cómo se van a ayudar ustedes mismos, qué van a hacer los bolivianos por sí mismos", dijo la autoridad al remarcar la decisión gubernamental de aumentar las recaudaciones tributarias, reducir los elevados índices de evasión fiscal que se registra en el país y controlar los gastos.
En Washington, la delegación boliviana, que estará conformada por funcionarios de alto nivel del gobierno del presidente Carlos Mesa, solicitará formalmente al FMI la ampliación del déficit fiscal en medio punto porcentual adicional por encima del 7,5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Actualmente, el déficit ya está en ese nivel, en el 8 por ciento, que equivale a casi 640 millones de dólares. Este déficit ha sido financiado en su mayor parte por donaciones de países amigos y organismos internacionales, así como por créditos y nuevos empréstitos, quedando sin financiar casi 100 millones de dólares.
Y ese es el monto que será gestionado por la misión que, adicionalmente, presentará a consideración de la cooperación internacional los lineamientos del Presupuesto general de la Nación para el 2004.
En este proyecto, acordado inicialmente con los funcionarios del FMI, se establece alcanzar un déficit fiscal del 6 por ciento, producto de la reducción de la inversión pública en más de 160 millones de dólares (de 640 millones programados el 2003 a 476 millones para el 2004) y el aumento de las recaudaciones internas por impuestos y renta aduanera.
El programa fiscal para el 2004 establece también el congelamiento del salario real en el sector público (el proyectado incremento del 3 por ciento en la masa salarial sólo mantendrá el poder adquisitivo de los ingresos, ya que la inflación prevista es del 3 por ciento) y, de manera preliminar, la reducción parcial de las subvenciones sobre el consumo de gas licuado doméstico y sobre la gasolina, aunque esto último sigue en análisis, ya que su aprobación podría desencadenar una nueva convulsión social con imprevisibles consecuencias para la estabilidad del actual gobierno.
Al interior del gabinete presidencial hay sectores que temen que el congelamiento de salarios aunado al incremento del precio del gas licuado y la gasolina, emergentes de la reducción de las subvenciones, podría precipitar la caída del gobierno neoliberal de Mesa. Por eso, esta preocupación también sería explicada ante los organismos internacionales por los funcionarios que van a Washington, y que creen que a nivel interno el Estado boliviano debe acrecentar sus ingresos tributarios y fiscales, y reducir sus gastos corrientes y de inversión, aunque no en la proporción exigida por los organismos internacionales.
"La crisis nos está llevando por delante, es el jinete de fuego que se cierne sobre el país. No podemos darle la espalda y taparnos los ojos porque así no se resolverá nada", advirtió el ministro Galindo al asegurar que los recursos que se obtengan en el exterior serían priorizados de acuerdo a las más urgentes necesidades del país.