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XIII Cumbre Iberoamericana en Bolivia


CUMBRE IBEROAMERICANA TRATA DE ADAPTARSE A TIEMPOS CONVULSOS

POR FRANK MARTIN

WORLD DATA SERVICE

Profundamente preocupados porque los programas de libre mercado estén llevando a Latinoamérica a la ingobernabilidad, los presidentes iberoamericanos decidieron tener en cuenta en su cumbre en marcha en Bolivia la extrema pobreza y la inclusión social, llamado que, además, escucharon muy de cerca ahora, desde un foro alternativo a la conferencia presidencial en Santa Cruz de la Sierra, a unos 800 kilómetros de La Paz.
Los Jefes de Estado y de Gobierno de los países latinoamericanos mas España y Portugal recibieron el viernes las conclusiones del Encuentro Social Alternativo a la Cumbre, en la misma localidad boliviana, en un documento de 13 puntos que rechazó las prácticas neoliberales y dentro de estas, programas como el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), promovida por Estados Unidos, país que no participa en el movimiento iberoamericano.
"Es la aplicación de un modelo neoliberal (el) que ha profundizado la pobreza y la exclusión social", dijo la declaración alternativa.
Las agrupaciones en contra del proceso de globalización mundial neoliberal dijeron en su "propuesta" a los presidentes que no aceptan que se califique de terroristas a quienes luchan por reivindicaciones sociales.
"América Latina se da muchos lujos carísimos. Y nosotros estamos dentro de América Latina. El lujo más grave, es que teniendo la mayor población infantil y adolescente del mundo, nos damos el lujo perverso de no atenderlos, de dejarlos tirados a su buena suerte, sometidos en muchos casos a la ley de la selva, donde obviamente pierden ellos", dijo la declaración.
"De ese modo, los gobiernos actuales son responsables de un genocidio generacional. Hay que ser muy ciego (por decir una palabra amable), para no darse cuenta", puntualizó.
En ese contexto de "atender la voz del pueblo", como comentó una fuente latinoamericana asistente, la Cumbre iberoamericana accedió a escuchar en el seno de su lujosa sede al médico indígena Eduardo Medina
quien defendió los conceptos alternativos.
En un clima mucho más atemperado pero lleno de preocupaciones por un posible futuro de ingobernabilidad para la región, el documento final de la Cumbre anual iberoamericana, que cierra este sábado sus puertas, pareció rechazar el crudo modelo de libre mercado y reconoció, entre otros detalles, el papel del Estado.
Uno de los fragmentos de esa declaración estipuló que los gobiernos deberían trabajar por mecanismos que permitan la participación de todos los sectores sociales en las decisiones que les atañen, la defensa de la soberanía y la autodeterminación de los pueblos, la ratificación de la validez del multilateralismo y los principios del derecho internacional.
Ante el foro iberoamericano, el nuevo presidente boliviano, Carlos Mesa, quizá el más presionado por las fuerzas populares en estos momentos en América Latina, advirtió que cuatro de cada 10 personas en esta parte del mundo viven en la pobreza.
Mesa sustituyó el mes pasado en la presidencia boliviana a Gonzalo Sánchez de Lozada, quien contaba con un fuerte respaldo de Estados Unidos en sus programas de libre mercado y que fue derrocado por una franca rebelión popular en octubre último.
"Ojalá seamos capaces de entender que nuestras democracias en algún sentido han estado en los últimos años bajo sitio. Lo que ha ocurrido en Bolivia no ha sido un tema aislado, varias naciones iberoamericanas han pasado situaciones similares," subrayó como experiencia propia.
"Ojalá seamos capaces de entender que debemos ser flexibles, que los dogmas son a veces peligrosos y que si no escuchamos corremos riesgo", precisó.
El secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, aportó su criterio en este ambiente de preocupación oficial colectiva al subrayar que es necesario "entender" las demandas "de los grupos excluidos de la región y la creciente decepción sobre los beneficios de la democracia".
Pero el discurso alternativo de Medina contrastó, por su claridad y dureza, con cualquiera de los que expusieron los líderes iberoamericanos en esta cumbre anual.
"Un gobierno creyó que gobernar no era representar sino someter y tuvimos que demostrar a precio de sangre y luto que no es así, una vez más tuvimos que hacerlo nosotros.", dijo ante los presidentes, vistiendo ropas indígenas.
Sobre el ALCA afirmó que "nos inundará de productos extranjeros que terminarán de hundir la poca producción nacional."
Los mandatarios de 19 países de América Latina, de España y de Portugal deben firmar este sábado la declaración final sobre el tema central de la cumbre: "La Inclusión social como factor del desarrollo", y adicionalmente documentos específicos, sobre los subsidios agrícolas que perjudican a las exportaciones latinoamericanas, especialmente a los mercados de Estados Unidos y Europa.
Uno de esos documentos debe condenar en términos más enérgicos que en otras cumbres el bloqueo de Estados Unidos a Cuba y específicamente la Ley Helms-Burton, aplicada por Washington desde 1996 y que amenaza a gobiernos y empresarios de terceros países con represalias si comercian con Cuba.
Un paso novedoso para este tipo de cumbre se dará si en definitiva se aprueba un plan de ayuda iberoamericana para Bolivia.
Sobre el proyecto, el canciller de Bolivia, Juan Ignacio Siles, dijo a la agencia británica Reuters que "se trata de establecer un marco general para que después, con acuerdos multilaterales o bilaterales, podamos establecer una ayuda concreta, como la apertura temporal de mercados especiales, se nos da un cupo por un período especial por ejemplo para la soja".