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Latinoamérica

20 de octubre del 2003

Declaración final
Primer Encuentro Internacional de Resistencia y Solidaridad de los Pueblos Indígenas y Campesinos

Comunidad Web de Movimientos Sociales
Más de tres mil líderes campesinos e indígenas de Latinoamérica, reunidos en la ciudad de Caracas, capital de la República Bolivariana de Venezuela, después de cuatro días de intensos debates en foros, talleres y plenarias, llegamos al siguiente análisis, propuestas de acción y conclusiones.

La aplicación del modelo neoliberal, promovido en los últimos años por el imperio norteamericano, a través del fomento de políticas impulsadas por organismos como el FMI, BANCO MUNDIAL, OMC, aplicando las llamadas políticas de ajuste estructural que son obedecidas fielmente por los gobiernos a su servicio; la implantación de planes económicos, políticos y geo-estratégicos como el Plan Colombia, PPP, IRA, Plan Dignidad, y otros han ocasionado la violación permanente de los derechos humanos y la soberanía de nuestros países, dando forma a una nueva colonización, que se fundamenta en instrumentos de dominación expresada a través de OMC, TLC, bilaterales y el Acuerdo de Libre Comercio para las Américas (ALCA), con el fin de asegurase mercados seguros que garanticen el expendio de la sobre producción de bienes y servicios generados en el sistema capitalista.

Paralelamente, los intereses desmedidos de las empresas trans & multinacionales, industriales, agroalimentarias; que promueven políticas antipopulares del monopolio de semillas, agro tóxicos, organismos genéticamente modificados; violentando así los derechos y conocimientos ancestrales de nuestros pueblos, atentan a la economía local y familiar han generado graves secuelas económicas, políticas y sociales.

Esta nueva amenaza de dominación y colonización, también ha traído como resultado que los pueblos busquen nuevos mecanismos de organización, y accionar político al mismo tiempo, se han desarrollado nuevas formas de lucha que nos han permitido generar espacios de encuentro, generación de propuestas alternativas y proyectos de vida para el campo. Nunca antes en la historia de la humanidad, se habían logrado juntar tantas personas para analizar su futuro y proyectar la forma de vida que quieren tener, pero las circunstancias lo hicieron posible cuando mas de 100.000 luchadores y luchadoras populares de todo el mundo, se reunieron en el Foro Social Mundial, para pensar, compartir y manifestar enfáticamente al imperio, que somos dueños de nuestra propia vida y que estamos construyendo una nueva visión del mundo, basada no en el neoliberalismo salvaje que privilegia el capital sobre el ser humano, para responder a los grandes grupos de poder económico y político, sino desde la concepción de los pueblos en la cual, todos: hombres, mujeres, niños, jóvenes, ancianos trabajadores, campesinos, indígenas, afro descendientes; podamos convivir en condiciones dignas y en plena armonía con la naturaleza respetándola y preservándola para nosotros y las generaciones futuras.

Que estamos construyendo un mundo, en el marco de un nuevo orden que privilegie los intereses de las grandes mayorías, basados en la solidaridad, la complementariedad, interculturalidad y la convergencia social y política de todos los sectores.

Se ha retomado los postulados históricos de la lucha campesina e indígena, basados en la resistencia, la solidaridad nacional e internacional, que se han plasmado en acciones de lucha unitaria en la propuesta y en la acción, asestando serios golpes al imperio y al modelo neoliberal, en cuyos procesos ha sido necesario el entendimiento la coordinación, la tolerancia, el respeto a la diversidad, pero fundamentalmente, las redes y alianzas que hemos logrado tejer a nivel mundial, que nos ha permitido capitalizar triunfos en contra del imperio norteamericano como el boicoteo de las ultimas rondas de negociación de la OMC (Seatle, 1999 y Cancún 2003).

Los procesos de lo que se llamo Reforma Agraria nuestros países que tuvieron como aliciente intereses de los grandes hacendados y de los grupos económicos y de poder han generado en la actualidad la reconcentración de la tierras en pocas manos y un desplazamiento forzoso de miles de campesinos e indígenas y afro descendientes de sus tierras y territorios, así como formas renovadas de explotación amparadas en políticas de dependencias económicas, políticas, cultural, etc., amenazando seriamente a la soberanía y seguridad alimentaria de nuestros pueblos.

En Latinoamérica, estos vientos de cambio están soplando hoy mas fuertes que nunca, y asistimos en todos los países, luchas contra el imperio, encabezadas por el movimiento campesino e indígena, que además de convertirse en frentes de resistencias van definiendo la construcción de nuevas alternativas distintas a las planteadas por los centros de poder mundial, lo cual nos permite demostrar con hechos concretos, que otro mundo es posible. En este sentido asistimos con júbilo y con profundo sentimiento de solidaridad y respaldo irrestricto al esfuerzo del hermano pueblo Venezolano que junto a su líder Comandante Hugo Chávez, viene cristalizando el proyecto Revolucionario Bolivariano.

Las luchas campesinas y de los pueblos indígenas que datan desde los primeros siglos como resistencia ante la inclemente invasión europea, donde millones de indígenas y campesinos fueron masacrados y exterminados, nos impusieron sus normas, sus modos y costumbres, a sangre y fuego, luego en la lucha por la abolición de la esclavitud de negros e indígenas, y mas recientemente nuestras luchas contra los gobiernos dictatoriales que sirven como punta de lanza para la implementación del modelo económico neoliberal, acompañado de instrumentos y estrategias que aseguran su aplicación utilizando para ellos métodos de eliminación de barreras comerciales y arancelarias, lacerando la soberanía de los Estados; al mismo tiempo impulsan políticas antipopulares y neofascistas con la instalación de bases militares en nuestros países que cumplen con un objetivo de intimidación y represión de las voces de los pueblos representadas en sus lideranzas de los movimientos campesinos, pueblos indígenas y afrodescendientes bajo el pretexto de protegerse del terrorismo internacional y el narcotráfico.

El resultado de estos argumentos entre movimiento campesino y pueblos indígenas ha significado la persecución, encarcelamiento y asesinato de miles de dirigentes hombres y mujeres en los diferentes países de la región latinoamericana y en la actualidad el encarcelamiento de 3 dirigentes y el asesinato de mas de 27 lideres en Bolivia, así como la represión y asesinato en el movimiento campesino y pueblos indígena en Colombia, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Brasil, Chile y Venezuela.

Todos estos atropellos son efecto de la lucha por la implementación de una reforma agraria integral y la resistencia para evitar la privatización de nuestros recursos naturales y la soberanía nacional y autodeterminación de los pueblos.

Es por eso que el movimiento campesino continental y mundial en alianza con los pueblos indígenas y afrodescendientes estamos en permanente movilización, para la construcción de un modelo alternativo que dignifique al ser humano y preserve nuestro planeta y la realización de diferentes acciones enmarcadas en campañas globales como la Campaña Global por la Reforma Agraria, Campaña de la Semilla, Encuentro Anfictiónico de los pueblos y Campaña de Solidaridad como el apoyo y solidaridad con la República de Cuba y su Pueblo Soberano que enfrenta el criminal bloqueo, la detención de los 5 héroes Cubanos que se encuentran en las ergástulas del imperio Norteamericanos y rechazamos enérgicamente la designación del Secretario de Estado Gringo Colin Powel como "operador" en la llamada "Misión de Transición de EEUU en Cuba"; la condena a la masacre del pueblo Boliviano; Exigimos la liberación del indígena Leonard Pettier que durante 28 años ha sido un preso político de su mismo gobierno Norteamericano y rechazamos la intromisión foránea en las decisiones institucionales del presidente Hugo Rafael Chávez Frías que a través de su política gubernamental buscan la dignificación del Pueblo Bolivariano de Venezuela.

Convocar a una movilización continental para el 21 de octubre POR LA VIDA a parar los asesinatos en solidaridad con Bolivia y todos los pueblos en resistencia.

Designar una comisión dirigida hacia las Naciones Unidas y la OEA por Bolivia y detenidos.

Hacer un llamado a Amnistía Internacional a canalizar los procesos de violación de DDHH a fin de que no queden en la impunidad y se de una ejemplar sanción a los gobiernos implicados.

Que se Amnistía Internacional se mantenga vigilante de casos similares a nivel del mundo.

Indios

Que la tierra para los pueblos indígenas significa la base fundamental para la vida, exigimos lo siguiente:

El reconocimiento y respeto a los territorios indígenas

Pedimos que la demarcación de los territorios indígenas sean sobre la base de la auto demarcación realizada por los pueblos indígenas y que se de inicio de manera concreta a la mayor brevedad y con la participación activa de todos los delegados de los pueblos indígenas.

Que las políticas de gobiernos y de multilaterales sean desarrolladas con la participación de las legítimas organizaciones de los pueblos indígenas.

Demandamos la aprobación de los derechos de los pueblos indígenas en el marco de los derechos humanos universales en las Naciones Unidas.

Exigimos a los gobiernos que soliciten la convocatoria para la realización de la Conferencia Mundial de Pueblos Indígenas.

Exigimos la suscripción de aquellos países aún pendientes y la aplicación real en todos los países del Convenio 169 de la OIT.

Exigimos que los organismos multilaterales y bilaterales respeten las propuestas elaboradas por los pueblos indígenas sobre la protección de los conocimientos tradicionales y evitar la patentización de nuestra sabiduría por parte de las transnacionales bajo el pretexto de la mercantilización.

La mujer campesina e indígena en su lucha ha logrado visualizar su trabajo que por mucho tiempo ha sido invisibilizado efecto de la cultura machista y luego por las políticas gubernamentales que no toman en cuenta a las mujeres como creadoras de vida, como conservadoras de semilla, como garantía de la preservación y transmisión de cultura, usos y costumbres de nuestros antepasados.

Muchas mujeres en la historia y en el presente han resistido, han luchado y han ofrendado su vida por la defensa del ideal de la humanidad.

En las últimas décadas se han realizado conferencias, encuentros, compromisos internacionales y aprobado leyes nacionales donde se patentizan la necesidad imperante de reconocerle a las mujeres su justas demandas que por muchos años han realizado, pero esto ha quedado nada más en declaraciones, documentos e intenciones porque siguen muriendo por falta de atención médica, no tienen acceso a la educación, no tienen acceso a la tierra, medios de producción y siguen siendo marginadas y excluidas.

Las mujeres campesinas e indígenas han avanzado a lo interno de sus diferentes modelos de organización y han logrado avances cualitativos y cuantitativos que ha permitido que hoy sean las que con visión de madre, dirigenta, lideres estén marcando el rumbo a seguir para resistir y lograr el cambio a un modelo que dignifique la vida del ser humano, este proceso ha permitido articular propuestas como las siguientes:

- Exigencia al derecho a la tierra

- El reconocimiento económico de su trabajo

- La revalorizacion del rol y participación en las actividades agrícolas y como garante de la seguridad alimentaria de sus familias y la comunidad.

- Esto demanda políticas sectoriales y la destinacion de los recursos necesarios para la aplicación de programas de desarrollo dirigido a nuestro sector, con propuestas de capacitación y educación con enfoque de género.

- Impulsar un trato justo e igualitario entre hombres y mujeres.

La juventud, hoy como siempre, se constituye en un actor fundamental de las luchas del movimiento campesino, indígena y afrodescendiente.

En todos los países se ha reactivado la participación activa y conciente de la juventud, quienes han jugado un papel muy importante en estas nuevas luchas por la construcción de una nueva sociedad y condiciones de vida dignas para los pobladores del campo; esto ha permitido lograr articular las redes a nivel internacional, y dar importantes logros al interior del movimiento; la realización de la Primera Asamblea Latinoamericana de la Juventud Rural de la CLOC en México, 2001, marcó la pauta para intensificar la integración, organización y formación de la juventud rural.

Todo este proceso, se ha desarrollado en un contexto global, caracterizado por una serie de situaciones, generadas por una sociedad capitalista que resta oportunidades a la juventud del campo; eso al mismo tiempo ha permitido el Despertar de la Juventud Rural, generando así un proceso toma de conciencia, y militancia política, para comprender y asimilar el rol histórico que la actual sociedad demanda de nosotros.

Hoy estamos presentes para reafirmar nuestro compromiso de lucha en la construcción de este nuevo proyecto de vida para la sociedad rural y mundial, aportando activamente con nuestra creatividad, energía y nuevas formas de expresión; combinando todos estos elementos con la sabiduría y experiencia de nuestros mayores.

Resistimos con fuerza y estamos generando propuestas alternativas al modelo que nos margina y nos excluye por nuestra condición de jóvenes rurales, en el establecimiento de políticas que integren la diversidad de la juventud y reconozcan la particularidad de tod@s l@s jóvenes rurales, incorporando las exigencias y demandas que desde nuestro sector provienen.

Ratificamos nuestra lucha por lograr espacios de reconocimiento en los cuerpos legales de juventud en nuestros países, a fin de garantizar nuestra participación e inclusión de nuestras propuestas en las políticas públicas orientadas a la juventud, desde los niveles locales, nacionales e internacionales, que consideren derechos básicos como: el derecho a tener un pedazo de tierra para producir y ser sujetos de crédito, educación, salud sexual y reproductiva; cultura e intercuturalidad, recreación, cultura, deporte y uso del tiempo libre, etc.

Con la fuerza de la razón, instamos a toda la sociedad y al interior de nuestras organizaciones, facilitar espacios de expresión propias para la juventud, las cuales se manejen con sus códigos y estrategias propias, bajo el principio de oposición al modelo neoliberal y apoyo y solidaridad a las luchas que libran los pueblos en el mundo por su liberación.

Convencidos de la fuerza resultante de los procesos de intercambio y solidaridad de los pueblos, requerimos el apoyo y acompañamiento de nuestras estructuran nacionales e internacionales, a fin de concretar programas de intercambio y pasantías internacionales, a fin de aprender las varias experiencias de lucha y organización, que al mismo tiempo nos permitan fortalecer nuestras redes, coordinaciones y movimientos, que nos permitan hacer más efectiva nuestra acción de lucha contra el imperio y la dominación.

Este sector importante y mayoritario de la sociedad ha estado jugando un rol secundario efecto de políticas implementadas que impiden la participación activa de los jóvenes y más grave es la triple exclusión de las mujeres jóvenes: por ser joven, por ser mujer y por ser indígena o campesina.

Dentro de las políticas gubernamentales no existen estrategias dirigidas hacia la juventud, por ende no son vistos como el presente y el futuro de las sociedades y por eso son excluidos de los procesos de reforma agraria, de los espacios de toma de decisiones y de la participación activa en toda el desarrollo de la sociedad.

En el pasado y en el presente la juventud ha asumido un rol protagónico en los procesos sociopolíticos y culturales de la vida nacional, esta energía ha estado presente en diferentes programas de educación, salud, producción, rescate y expresión de la cultura campesina e indígena. Han venido construyendo y fortaleciendo espacios de articulación que han logrado impulsar actividades, propuestas y acciones para el fortalecimiento gremial y política de las organizaciones.

Se adjunta al presente documento, de las deliberaciones mantenidas por el movimiento campesino y de los pueblos indígenas, los mismos que serán insumos para la elaboración del plan de Acción para el corto y mediano plazo.

Dado en la ciudad de Caracas, Venezuela, a los catorce días del mes de octubre del 2003.

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