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Latinoamérica

3 de octubre del 2003

Brasil está en una encrucijada

Joao Pedro Stédile
Correio do Brasil
Vivimos en un territorio rico, con una capacidad de producción de riquezas impresionante, pero con reglas que producen una sociedad desigual, injusta, perversa.

El Brasil es la sociedad más desigual del planeta, donde existe más distancia entre ricos y pobres. ¿Pero por qué ocurre eso? La vieja broma contada es de que Dios al hacer nuestro planeta, nos dio todo de bueno, de recursos naturales y de generosidad popular. Pero, en compensación, nos dio una plaga de décadas y décadas de políticos, o sea, personas responsables por la cosa pública, de corruptos e irresponsables.

Broma aparte. Nuestra sociedad padece de problemas con orígenes históricos que vienen de la época del colonialismo y de la esclavitud. Otros problemas tienen sus orígenes en los modelos económicos adoptados en el siglo XX, que culminaron con los 12 años de neoliberalismo de los gobiernos de Collor-FHC (Fernando Henrique Cardoso).

Pues bien, en las elecciones de octubre, el pueblo brasilero dijo no al neoliberalismo y votó por cambios. Votó bien. Pero votó por cambiar el modelo neoliberal, sin saber que otro modelo adoptar. ¿Por qué hizo esto? Porque infelizmente el marqueting televisivo electoral, sustituyó al debate de ideas. Empobreció, política y culturalmente, a nuestro pueblo.

Y ahora, incluso con Lula en el plan alto, la sociedad continúa en la misma encrucijada. Hay una disputa permanente en el gobierno, en la sociedad, y en los medios de comunicación sobre cual camino ha seguir de aquí para adelante. Un sector de las élites y que está también en el gobierno quiere mantener en neoliberalismo, la libertad total al capital internacional. Y con eso quiere adherir al ALCA, al FMI, al Banco Mundial, y la OMC. Como si este camino fuese la solución para nuestros problemas.

Otro sector sabe que el neoliberalismo solo agrava los problemas, entonces quiere reciclarlo. O sea, pequeños cambios para no agravar la crisis. Mueve un poco los intereses, un poco el presupuesto, un poco en la Previdencia (sistema de seguridad social), un poco en los impuestos, pero en la esencia continúa todo igual: el desempleo va a aumentar, y la concentración de tierras, de riqueza y de ingresos van a continuar.

Hay otro sector, el de los movimientos sociales, de los partidos progresistas, de los políticos responsables, de las iglesias, que creemos que es preciso un nuevo modelo económico, un proyecto popular. Un modelo que reorganice nuestra producción teniendo como prioridad la atención de las necesidades del pueblo y la generación de empleo. Un modelo que cree mercado interno con distribución de ingreso. Para que los más pobres se transformen en ciudadanos plenos. Con derecho a trabajar, a tener tierra, vivienda, educación y cultura. Y no solo el falso derecho de votar.

Esa es la encrucijada, entre esos tres caminos ¿Cuándo vamos a decidir sobre ellos? Ciertamente va a demorar algunos años. ¿Quién va a decidir sobre ellos? Ciertamente no será el gobierno, pues el gobierno también está dividido. Solo hay una fuerza posible de realmente flexionar al país en dirección a un rumbo de cambios, si el pueblo se organiza, se moviliza y lucha.

Es por eso que nosotros, del MST y de la Vía Campesina, estamos convocando a todas las formas de organización social de nuestro pueblo, sea de iglesias, movimientos, acciones de ciudadanía, sindicatos, etc... Para que nos juntemos, para concientizar a nuestro pueblo, en primer lugar; y después movilizar a la sociedad. Debemos, por lo tanto comenzar por movilizarnos, por el derecho republicano al empleo, al trabajo. Un sujeto que no tiene derecho a trabajar no es ciudadano. Esa es la misión de la coordinación de los movimientos sociales, que estamos construyendo en todos los estados.

Larga vida al Correio do Brasil !!! Para que nos ayude a concientizar al pueblo y a elegir el mejor camino.

* Dirigente del MST y Vía Campesina
Correio do Brasil, 28-9-03. www.correiodobrasil.com.br
Tradución para Correspondencia de Prensa, Ernesto Herrera