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Latinoamérica

Red Chilena Indigena y Popular.

New York.

Declaración Pública desde la Cárcel de Concepción
Víctor Ancalaf Llaupe
dirigente mapuche de Collipulli
Preso Político Mapuche
27 de enero de 2003

Ante los últimos acontecimientos relacionados con mi procesamiento judicial y la persecución político-policial que afecta a parte importante del movimiento mapuche en la actualidad, declaro desde mi encierro en la Cárcel El Manzano de Concepción lo siguiente a la opinión pública nacional e internacional: En fecha reciente, la Corte de Apelaciones de Concepción ha ampliado en 30 días más el plazo de investigación para el ministro Diego Simpertigue, quién instruye un requerimiento por Ley Antiterrorista en contra de quienes componen la resistencia pehuenche a la multinacional Endesa-España en el Alto Bio-Bio, causa judicial en la cual me encuentro sometido a procesamiento como supuesto responsable de una serie de atentados ocurridos en dicha zona y por tanto encarcelado en este recinto penal desde noviembre del año 2002.
Esta decisión de la Corte de Apelaciones sólo viene a ratificar lo irregular del procesamiento que me afecta en lo personal como dirigente mapuche, por cuanto hasta la fecha y a más de un año de iniciada la investigación, el ministro Simpertigue a carecido de antecedentes y pruebas concretas que me vinculen con los hechos, recurriendo a declaraciones de testigos de dudosa procedencia y otras confesiones obtenidas bajo presión por la inteligencia policial, como únicas fuentes de información para prolongar mi encarcelamiento y demostrar ante sus superiores del gobierno y de Endesa resultados;positivos; en su trabajo.
En ese sentido, considero que el respaldo entregado al ministro por la Corte de Apelaciones en su decisión de ampliar el plazo de investigación en mi contra sólo viene a demostrar el complot existente a nivel de tribunales y ministerio de justicia en contra de la lucha territorial de nuestro pueblo en su conjunto, por cuanto lo que se está juzgando hoy no son mis actuaciones personales, sino más bien el rol de dirigente político que he asumido en los últimos años como parte del movimiento mapuche y como vocero de las comunidades en conflicto situadas en la zona de Collipulli.
Esta situación que me afecta no es, sin embargo y lamentablemente, exclusiva sobre mi persona. Por el contrario, se repite en distintos puntos del Wallmapu donde decenas de nuestros jóvenes mapuche y autoridades tradicionales cumplen penas de reclusión por el sólo hecho de luchar por aquello que como personas y como pueblo nos perteneció no hace muchos años.
Me refiero a nuestro territorio y a nuestra libertad como nación. Es el caso de la reciente condena judicial que acaba de ser decretada por el Ministerio Público en contra de los peñi Pascual y Rafael Pichún Collonao, dignos representantes de la juventud que compone las comunidades en conflicto de Traiguén, así como las numerosas condenas que aun se mantienen en carpeta y listas a ser notificadas en contra de cientos de luchadores sociales de nuestro pueblo. Esas son pruebas más que claras de la posición ;fascista; adoptada por el gobierno a la hora de enfrentar las justas demandas y reivindicaciones levantadas por las distintas organizaciones mapuche de nuestro pueblo.
Creo firmemente que el llamado conflicto mapuche o conflicto indígena, como le llaman los medios de comunicación, nunca podrá ser resuelto por los tribunales de justicia. Se trata, como cientos de veces lo hemos planteado frente a autoridades de distinto rango y en distintas épocas, de un problema político, donde la responsabilidad del Estado chileno en la perdida de nuestra independencia y la usurpación de nuestro territorio histórico no puede ser dejada de lado como si sólo se tratara hoy de un conflicto entre particulares o privados, como gustan de repetir los voceros del señor Ricardo Lagos por la prensa.
Es un error del gobierno tratar de responder a nuestras movilizaciones con represión policial y arrestos selectivos, desvirtuando una lucha que es política y cultural al colocarla en el mismo plano de las acciones de los delincuentes comunes. Este error del gobierno tendrá sin embargo sus consecuencias a futuro, más aun considerando que tras cada golpe represivo, que tras cada atropello a nuestros derechos humanos, tras cada asesinato policial impune, tanto la conciencia de nuestra gente, su combatividad y el sentimiento de ser una nación distinta a la chilena se refuerza con mayor intensidad. El gobierno quizás no lo sabe, pero poco a poco esta cabando con sus errores y desinteligencias la propia tumba donde descansarán a futuro los restos del estado unitario chileno. Y para entonces, ni sus fuerzas policiales, ni sus cárceles, ni sus tribunales de justicia, ni sus fiscalías antimapuches serán para todos nosotros suficientes.
Pu peñi, pu lamgen, ciudadanos chilenos, oprimidos por el estado y sus políticas económicas al igual que todos nosotros: Digamos basta a la injusticia que comete el gobierno socialista contra nuestro pueblo, digamos basta a la pobreza de nuestras comunidades y a la miseria en que estamos condenados a mal vivir. Libertad y justicia para nuestros pueblos, libertad y justicia para nuestros presos políticos y para todos aquellos hermanos chilenos acusados también de terrorismo por luchar con las armas en otros tiempos por una sociedad más justa y solidaria. A luchar organizados, ya que está pelea de los mapuche por nuestros derechos territoriales y políticos recién comienza. Ese es mi pensamiento que hoy les entrego.
¡Marrichiweu, diez veces venceremos! Desde la Cárcel El Manzano de Concepción Módulo 9 de Prisioneros Políticos / Víctor Ancalaf Llaupe