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Latinoamérica

22 de enero del 2003

Indios denuncian prejuicio racial

Edelberto Behs
Adital

Una nutrida marcha de la comunidad indígena caingangue, realizada el jueves último en Miraguaí, en el norte del estado de Río Grande do Sul, en protesta por el asesinato del anciano de la tribu Leopoldo Crespo, se caracterizó porque los doce oradores atribuyeron el crimen a prejuicio racial contra los indios..
Crespo fue muerto a golpes por dos jóvenes y un adolescente cuando dormía en la calzada de la Avenida Ijuí, la principal de Miraguaí, el pasado 6 de enero. Los autores están detenidos a la espera de ser juzgados. Organizaciones que apoyan la causa indígena reclaman que el crimen sea juzgado por la Justicia Federal, por estar relacionado con los prejuicios de la comunidad blanca de la región contra los indios que viven en la reserva Guarita..
Es la primera vez, informó el reportero Carlos Wagner, del periódico Zero Hora, que los indios de la Reserva Guarita denuncian en una manifestación los prejuicios raciales. Centenares de caingangues, llevando carteles y banderas, recorrieron la ciudad, hasta el lugar donde Crespo fue asesinado. Crespo, de 77 años de edad, era considerado un sabio de la tribu. La marcha era encabezada por Joao Crespo, de 36 años, hijo del asesinado..
Los alcaldes de Redentora y de Miraguaí - municipios que limitan con la reserva - bogaron por la conciliación entre indios y blancos. A lo largo de la manifestación algunos pequeños mercados cerraron sus puertas, pues sus dueños temían represalias de los indígenas..
Algunos de esos comerciantes retienen los documentos de identidad de los indios como garantía del pago de sus compras. Esto suscita dependencia y explotación pues los indios se ven obligados a comprar en esos mercados..
Por otra parte, el Consejo Indigenista Misionero (CIMI), vinculado a la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), denunció hoy el asesinato del cacique guarani-kaiowá Marcos Veron, de 74 años, ocurrido el lunes 13. Marcos fue apaleado, hasta morir, por empleados de la hacienda Brasília do Sul, en Juti, a 280 kilómetros de Campo Grande, capital del estado de Mato Grosso do Sul..
El cacique condujo a unos 100 indios que recuperaron el sábado 11 tierras que pertenecían a los indígenas. Según relataron los guaraníes, el administrador de la hacienda, acompañado por policías, fueron a su campamento al día siguiente y dijeron que estaban allí para protegerlos..
Pero el lunes 13, unas 50 personas entre sicarios y policías, invadieron el campamento. Los indios denunciaron que seis mujeres fueron violadas, un guaraní fue herido de bala, una persona murió y hay dos comuneros desaparecidos. El CIMI solicitó medidas urgentes al Ministerio de Justicia, para controlar la ola de violencia contra los indios, que se registra de norte a sur de Brasil..
La justicia ordenó detener al administrador de la hacienda, Nivaldo Alves de Oliveira, que está prófugo, y de dos de sus empleados, Estevao Romero y Carlos Roberto dos Santos, que ya están presos. Veron fue enterrado en la hacienda, con autorización del juez.